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Volumen 3, Número 39, Junio 30 de 2003

Familia Bush financió a Hitler

A Bush, el pequeño, el mal del fascismo le viene de familia. Adolfo Hitler fue financiado por los banqueros de Wall Street, también por la familia Bush.

En una biografía no autorizada, George Bush: The Unauthorized Biography , sus autores Webster G. Tarpley y Anthon Chaitkin dicen que “Prescott Bush y otros directores de la Union Banking Company (UBC) eran colaboradores nazis (Barnet A., en Granma Internacional 12.05.03).

En 1923, empresarios germano-norteamericanos crearon un banco y designaron como presidente a George Herbert Walker, suegro de Prescott Bush (abuelo del pequeño). En 1926, crearon a la Union Banking Corporation y pusieron al frente a Prescott.

“Aunque un gran número de otras sociedades ayudaron a los nazis (como la Standard Oil y el Chase Bank de Rockefeller, así como grandes constructores de automóviles norteamericanos), los intereses de Prescott Bush fueron mucho más profundos y siniestros”, escribe el economista norteamericano, Victor Thorn.

Añade Thorn que “la UBC se convirtió en vía secreta para el amparo del capital nazi, pues salía de Alemania hacia Estados Unidos, pasando por los Países Bajos. Y cuando los nazis tenían necesidad de renovar sus provisiones, la Brown Brothers Harriman volvía a mandar sus fondos directamente hacia Alemania”. Por tanto, la UBC recibía el dinero desde los Países Bajos y la Brown Brothers Harriman lo reenviaba.

¿Y quién formaba parte de la dirección de estas dos compañías? Prescott Bush en persona, el primer blanqueador de dinero de los nazis.

Tarpley y Chaitkin explican en su libro que: “De esta forma una parte importante de los cimientos financieros de la familia Bush fue constituida mediante su apoyo y ayuda a Adolfo Hitler. Por tanto, el actual Presidente de Estados Unidos, así como su padre (ex Director de la CIA, ex Vicepresidente y ex Presidente), llegaron a la cumbre de la jerarquía política norteamericana gracias a que su abuelo y padre, su familia en general, ayudaron financieramente y alentaron a los nazis”.

Después, en octubre de 1942, las autoridades estadounidenses incautaron los fondos bancarios nazis de la UBC, de Nueva York, cuyo máximo directivo era Prescott. La firma fue denunciada “como entidad financiera y comercial colaboradora del enemigo” y todos sus haberes resultaron incautados.

Tarpley y Chaitkin afirman que “el gran crac financiero de 1929-1931 conmovió a Norteamérica, Alemania y a Gran Bretaña, debilitando a sus respectivos gobiernos. Asimismo, volvió muy diligente a Prescott Bush, más deseoso aún de hacer todo lo necesario para guardar su nuevo puesto en el mundo. Fue durante esta crisis que algunos anglo-norteamericanos adinerados apoyaron la instalación del régimen hitleriano en Alemania”.

Los autores de la biografía afirman que “La fortuna de la familia del Presidente surge como resultado de su apoyo incondicional al proyecto político de Adolfo Hitler”.

La UBC, dirigida por Prescott Bush, y en cooperación estrecha con la entidad German Steel Trust, de Fritz Thyssen, intervino en el surgimiento, preparación y financiamiento de la maquinaria de guerra nazi, a partir de la construcción de blindados, aviones de combate, cañones y explosivos.

De manera que, la tendencia de los Bush para apoderarse de territorios y fortunas no es algo nuevo. “Esos genes fascistas se gestaron en los años 30. Por tanto, no es un disparate calificar como fascista la ocupación de Afganistán e Iraq y las amenazas a otros países... No es un ejercicio retórico convocar a un frente antifascista”, concluye Barnet.