Fox vende lo que NO es suyo
¿Cómo y cuándo será la reforma aprobada por el Congreso de la Unión? fue una de las preguntas que se le plantearon a Fox Quesada y a su equipo de colaboradores, en la gira que realizó a Suecia a principios de junio.
La repuesta de Fox es muy ilustrativa, así la consignó La Jornada el 4 de junio de 2003.
“En relación con las reformas entiendo que la pregunta formulada por ustedes está relacionada con la privatización en la industria energética. Mi gobierno ha declarado que no vamos a privatizar ninguna de las compañías manejadas por el Estado, que son básicamente la compañía petrolera, Petróleos Mexicanos (Pemex), así como la Comisión Federal de Electricidad (CFE). No vamos a privatizar esos activos. Lo que presentamos al Congreso (es la propuesta) de abrir a la inversión privada nuevas inversiones que se necesitan en el país. Esto abre amplias oportunidades para los inversionistas”.
Fox recurre una vez más a la manipulación del discurso, en su pretensión de seguir engañando al pueblo de México. Es una lástima que, a la fecha, los partidos políticos todavía le crean a ese individuo.
El empleado de Bush y transnacionales repite un discurso previamente ensayado. En un lenguaje por demás obsoleto, aparenta que no se privatizarán las “compañías” en referencia a los activos y “explica” que solamente se “abrirán” a la inversión privada. En los hechos, eso significa que los activos no se privatizan, efectivamente, pero sí las funciones ¡Esto es anticonstitucional! Pero, es lo que ya ocurre en la práctica.
“De hecho hay 26 plantas de energía eléctrica que se están construyendo actualmente en México, todas bajo inversión privada, por medio de la fórmula que tenemos (público-privada). Por ende, le hemos presentado al Congreso de la Unión la iniciativa de abrir (el sector) para que haya nuevas inversiones. Esperamos que esa iniciativa se apruebe este año”.
Las 26 plantas a que se refiere Fox son de PROPIEDAD PRIVADA y todavía se atreve a decir que “no hay privatización”. La fórmula público-privada de la que habla, NO existe, es una figura legalmente inexistente, la Constitución del país lo PROHÍBE EXPLÍCITAMENTE en el párrafo sexto del artículo 27.
“Cualquier compañía relacionada con energía encontrará oportunidades de inversión en México, ya sea en el campo del petróleo o en la generación de energía. Por lo tanto, le damos la bienvenida a cualquier compañía que sea proveedora en la cadena de producción, fabricación, transformación o distribución de petróleo o energía. Hoy por hoy, las oportunidades están abiertas”.
Fox ofrece TODO, absolutamente TODAS las fases de los procesos de trabajo eléctrico y petrolero de la industria energética nacionalizada. Fox ofrece COMPLETAS a las industrias eléctrica y petrolera, al margen y en contra de la Constitución política del país.
Es evidente que Fox no gobierna para México ni para los mexicanos. La “bienvenida” foxista al capital extranjero es a todas luces una traición a México .
Fox en sus giras internacionales no promueve ninguna inversión, hace negocios sucios con el patrimonio colectivo que NO le pertenece. Sin embargo, no es que tenga la lengua suelta, repite un discurso que forma parte de una estrategia previamente planeada.
Los legisladores dijeron que Fox “miente”, que habla de “fantasías” y que “no habrá apertura” (Garduño R., Galán J, La Jornada 05.06.03).
¡El panorama es aterrador! Los legisladores NO se han dado cuenta, ni quieren darse cuenta, de la realidad. Fox NO necesita ninguna reforma para proceder, la apertura YA ESTÁ y cada día es más. Las fantasías de Fox representan YA mucho dinero para las transnacionales.
Nada más en materia de generación eléctrica, la participación privada representa ya el 34% de la capacidad eléctrica instalada total en el país. Comparando solamente la capacidad ( propia ) de CFE, se rebasa el 50% de ésta.