Saramago retrocede ante el fascismo
En solamente dos párrafos, Saramago publicó un panfleto (El País, 18.04.03). Dijo, “Hasta aquí he llegado” y se inconforma por las “penas desproporcionadas” contra “cubanos disidentes”. Acto seguido, rompe con la Revolución Cubana.
Termina diciendo que “Cuba ha perdido mi confianza, ..., ha defraudado mis ilusiones”. Pareciera que “El Nobel de Literatura”, un antiguo comunista portugués, no comprendiera los términos de la conspiración norteamericana. Increíblemente, se limita a repetir el discurso de la mafia de Miami.
A los criminales, Saramago les llama “disidentes” creyéndose el cuento del gobierno norteamericano. Este ha dicho que, esos provocadores eran periodistas, sindicalistas y democráticos individuos.
El 16 de marzo anterior, Saramago había hablado en el mitin realizado en Madrid contra la guerra en Irak. Esa vez dijo, refiriéndose a lo que llamó “bestia” que, “Ellos quieren la guerra, pero nosotros no les vamos a dejar en paz”. (en El País, 16.03.03). Eso suena, después del panfleto, como “Ellos quieren la guerra, pero nosotros les vamos a ayudar”.
Un destacado periodista mexicano, escribió “Para que el compañero Saramago y otros como él escriban, publiquen y sean difundidos, mucha gente ha debido morir luchando por preservar esos derechos. Es muy cómodo, desde el pináculo de la celebridad, la admiración y los privilegios, disentir y «quedarse». Pero la comodidad no siempre coincide con los dictados de la conciencia. Por eso yo no suscribo esa opinión”. Roberto Rodríguez Baños (Nuestramerica). (Trabajadores, 19.04.03).
José Steinsleger fue más severo y dijo “En cuanto a los amargados que aseguran haber noviado con la libertad y casaron con la servidumbre, conviene ser indulgentes, pues de eso viven: de enterrar los espejos que reflejan el vómito negro de una decrepitud ideológica irreversible”. (La Jornada 21.04.03).