FTE México

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Volumen 3, Número 38, Mayo 30 de 2003

 

¡Olé, Olé, Olé, Fidel, Fidel!

 

¡Pueblo y trabajadores con Fidel, siempre junto a Fidel!

Se había preparado un auditorio para mil y llegaron más de tres mil, de repente ya eran 30 mil, al final 40 mil, tal vez más. En la explanada de la Universidad de Buenos Aires, se hicieron adecuaciones al vuelo para que Fidel hablara a la multitud. Así lo hizo la noche del 26 de mayo, en aquella “Plaza llena de luz”, como dijo en una conferencia de más de dos horas transmitida en vivo por la televisión de Argentina y Cuba.

No hay nadie en el mundo con mayor capacidad de convocatoria que Fidel Castro. Días antes, Bush había dicho que “por ahora” no se consideraba invadir a Cuba ya que “Fidel se caerá solo”. La demostración del pueblo argentino ratifica que el führer norteamericano está perdido. La movilización del pueblo argentino, para escuchar a Fidel, fue un claro mensaje a quienes se desvelan creyendo que pueden bombardear a Cuba.

“Fidel, bienvenido a la patria del Ché”, decía una manta y, los asistentes, le pidieron que hablara sobre el Ché. Así lo hizo el Comandante que emocionado recordó la participación de Argentina en la Revolución Cubana a través de uno de los grandes soñadores de América. Los pobres de la tierra, como les llamó Martí a los desamparados, explotados, desempleados, también se emocionaron al escuchar a Fidel y, muchos jóvenes renovaron su esperanza en el futuro.

44 años antes había estado Fidel en Buenos Aires, después de esta conferencia regresó a La Habana pero, al mismo tiempo, se quedó en los felices corazones argentinos.

¡Olé, Olé, Olé, Fidel, Fidel!