Los electricistas mexicanos y el Moncada
Cuando Fidel y demás combatientes asaltaban el Moncada, los electricistas de México estábamos en lucha enarbolando 3 banderas: Nacionalización de la industria eléctrica , Un solo Contrato , Un solo Sindicato .
Estas banderas se levantaron con altos bríos, en momentos culminantes de la lucha de clases en México. Previamente (1916, 1936) se habían producido enormes luchas obreras pero, para el sector eléctrico, 1952-53 representa un máximo programático y político. Después ocurriría otro tanto en 1975-76. Hoy, los trabajadores de la energía mantenemos en alto estas banderas.
Cuando ocurrió el asalto al Moncada, ese 26 de julio de 1953, los electricistas mexicanos estábamos unidos en la Confederación Nacional de Electricistas (CNE), Similares y Conexos de la República Mexicana. En la CNE participaba el Sindicato Mexicano de Electricistas y la Federación Nacional de Electricistas de la Industria y Comunicaciones Eléctricas (FNTICE) que agrupaba a los electricistas del interior del país. Ya existía la Comisión Federal de Electricidad (CFE), pero la industria eléctrica nacional era esencialmente privada.
En nuestro sector se libraban las luchas más importantes del momento, en los demás sectores empezaba a imponerse el charrismo sindical, propuesta imperialista de la posguerra destinada a destruir al movimiento sindical mexicano.
Después del Moncada, cuando Fidel, Raúl y otros llegaron a México, la historia había honrado a los mexicanos con la llegada previa del Ché. Esos años fueron de enorme claridad política para los electricistas mexicanos. La Nacionalización eléctrica es una propuesta de los trabajadores electricistas en lucha, mucho antes del decreto respectivo. Por lo demás, los compañeros estaban al tanto de los acontecimientos en el mundo, fieles a la tradición solidaria de México, en ese tiempo con la Guatemala de Jacobo Arbenz.
Al regreso de Fidel y los expedicionarios del Granma a Cuba se produjo uno de los movimientos más importantes del sindicalismo mexicano: la lucha democratizadora de los ferrocarrileros en 1958-59. El movimiento fue violentamente reprimido, pero representó un importante momento de combate frontal al charrismo sindical.
Entretanto, Fidel, Raúl, el Ché, Camilo, todos los demás, entraron victoriosos en La Habana el 1 de enero de 1959. Triunfó la Revolución y con ella se haría realidad el programa del Moncada. Desde el primer momento, en la prensa obrera de los electricistas democráticos se saludó con entusiasmo a la Revolución Cubana y se comprendió su alcance político. Esta tradición la mantenemos a la fecha.
Al calor de esta Revolución, apoyada por muchos mexicanos, entre ellos precisamente los electricistas democráticos, se produjo en 1960 la nacionalización de la industria eléctrica de México.
Este hecho político, poco comprendido en su momento excepto por los propios electricistas, ocurrió en un contexto de enorme influencia de la Revolución Cubana en el continente y en el mundo.
Hoy vivimos tiempos difíciles, resultado de la privatización neoliberal de la energía, pero mantenemos en alto nuestras banderas de lucha. Crecimos con el sueño de Fidel y nos mantenemos firmes defendiendo la trinchera obrera.
Los trabajadores que marchamos con las banderas del Frente de Trabajadores de la Energía (FTE) de México nos congratulamos de ser solidarios con la Revolución Cubana ¡siempre! El triunfo del programa del Moncada, expresado por Fidel en La Historia me Absolverá , es el triunfo de todos los pueblos del mundo en lucha por su independencia y libertad.
¡Viva Fidel Castro! ¡Viva la Generación del Centenario!