FTE México

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Volumen 4, Número 48, Marzo 31 de 2004

 

Petróleo para 11.7 años

 

Las reservas probadas de petróleo crudo, al 1 de enero de 2004, son de 15 mil 123.6 millones de barriles. Esto informó Pemex al indicar que, ese nivel de reservas se estima “de acuerdo a la nueva clasificación ordenada por las autoridades financieras de los Estados Unidos” (Rodríguez I, en La Jornada 03.02.04).

La producción promedio en 2003 fue de 3 millones 370 mil barriles diarios. De manera que, la relación reservas/producción en 2004 indica que México dispone de petróleo solamente para 11.7 años.

Entretanto, la exportación de petróleo crudo alcanzó la plataforma de 1 millón 800 mil barriles diarios, con un precio promedio de 24.78 dólares por barril e ingresos cercanos a 17 mil millones de dólares.

Este es el resultado de una supuesta “política petrolera” errónea basada en la creciente extracción de crudo y su exportación. Lejos de corregir, la burocracia foxista insiste neciamente. “Se prevé aumentar la producción de crudo en 80 mil barriles adicionales en este año”, dijo Muñoz Leos, supuesto director de Pemex.

Cada año bajan las reservas probadas y el potencial de descubrimientos de yacimientos es nulo, aunque el gobierno diga lo contrario. El hecho es que las reservas disminuyen y, absurdamente, la producción aumenta. No se trata de satisfacer necesidades sociales porque el consumo interno representa menos de la mitad de la plataforma de producción; se quiere seguir saqueando al país, exportando la materia prima.

Se trata, además, de un mal negocio. El petróleo mexicano se vende a los precios más bajos del mundo. Lo peor son los resultados. Se dilapidan los recursos energéticos comprometiendo al futuro. Se obtienen cuantiosos recursos que, sin embargo, no se destinan al desarrollo social ni siquiera al autofinanciamiento de Pemex, todo es absorbido por la corrupción de la administración en turno y el charrismo sindical.

Para continuar con el atraco y destrucción de Pemex, Muñoz Leos ha informado que “actualmente se buscan socios tecnológicos con al menos diez de las empresas petroleras más importantes del mundo y, a mediano plazo, China podría aportar su experiencia para la explotación de nuevos campos petrolíferos en aguas profundas”. Esa asociación ya existe, el foxismo ha regresado a las transnacionales petroleras expulsadas por el pueblo de México en 1938.

Detallando la compulsión privatizadora, precisó Muñoz que aproximadamente 80 por ciento del territorio que pudiera contener potencial se localiza en el mar, por lo que “el futuro de Pemex se vincula a la exploración en aguas profundas”.

La intención es muy clara, cada vez se perfora a mayores profundidades. El objetivo es extraer todo el petróleo posible para seguir malbaratándolo. En esa lógica absurda, mientras más pronto se acabe el petróleo, mejor. Esa “política”, por supuesto, es contraria al interés general de la Nación mexicana.