Número 42, Septiembre 30 de 2003

Fracaso total del servicio eléctrico privado

¡Fuera Fenosa de República Dominicana!

Unión Fenosa, transnacional española, está fuera de la distribución de electricidad en la República Dominicana. Parte de la industria eléctrica regresa al Estado. Para Fenosa y organismos internacionales la privatización es un negociazo y, al mismo tiempo, un fracaso. Fin al largo y mal camino, dijo el gobierno. Muy bien, el Estado debe intervenir, las transnacionales deben salir SIN ninguna indemnización. Los trabajadores organizados debemos defender el interés superior de nuestros pueblos.

Fenosa y socios, roban y se van

Aunque las cifras son aún confusas, evitar que aumenten las tarifas costará al pueblo dominicano 384.3 millones de euros: 13.3 de contado el próximo 30 de septiembre (para "amarrar" el contrato), 101 para pagar los adeudos de Unión Fenosa (UF) con las generadoras (también privadas), 170 para cubrir los créditos del BID (negocios son negocios) y 100 como "compensación" a UF, que significan el embargo por 12 años de las cuentas por cobrar de Edesur y Edenorte.

Negocio redondo... para los gallegos, el BID y las generadoras privadas (EGE Haina, CEPP, Itabo y Smith Enron, según una nota de BNamericas de hace algunas semanas, que habían comenzado a efectuar reducciones de generación "ante la imposibilidad de pagar el combustible", debido a los adeudos de las distribuidoras -Fenosa concretamente).

En México, país donde avanza compulsivamente la privatización eléctrica furtiva.¿cuánto irá a costar la renacionalización de las empresas generadoras? Porque si el caso de Fenosa en la República Dominicana es un verdadero robo en despoblado; en México sería un super-robo.

Lo sucedido en Dominicana es un poco sorpresiva pero tiene antecedentes muy claros y aporta elementos para una solución correcta. Hace apenas unos meses, el gobierno gringo había realizado un análisis "objetivo e imparcial" de la "Sostenibilidad del Sector Eléctrico de la República Dominicana”. Entre las conclusiones recomendaba seguir adelante con las reformas (privatizadoras).

Es importante comprender el alcance de esta medida (incompleta, dado que aún queda lidiar con las generadoras privadas) tomada prácticamente en solitario por el presidente dominicano Hipólito Mejía, ante el abuso de las eléctricas, principalmente la odiada Unión Fenosa.

Es pertinente el análisis político sereno y a fondo. ¿Qué va a pasar en México con las enormes concesiones otorgadas inconstitucionalmente por la Comisión Reguladora de Energía? De seguir avanzando la privatización furtiva, ¿a cuanto ascenderá el negocio para cancelar dichas concesiones?

El "acuerdo" impuesto a Dominicana nos da la pauta para estimar en México lo que pretenderían los capitalistas, como mínimo, en compensación.

Lo hemos advertido a tiempo y ahora lo ratificamos: se requerirá una segunda nacionalización, a un enorme costo. Pero, entre más pronto mejor, antes de que la negociación sea en medio de chantajes y apagones.

384 millones de euros (422 millones de dólares)
para Fenosa

Nadamás por regresar lo que NO es suyo, Unión Fenosa recibirá del gobierno de la República Dominicana la cantidad de 13.3 millones de euros, como anticipo a los 384 millones de euros que costará su salida parcial del sistema eléctrico dominicano.

Fenosa acordó con el gobierno dominicano la transferencia a la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas (CDEEE), actual copropietaria de Edenorte y Edesur, el 50% del capital que posee en ambas empresas. Fuentes: Europa Press, La Vanguardia, www.the-ecotimes.com, www.elnacional.com.do 110903).

Unión Fenosa informó en su página electrónica (www.unionfenosa.es) que la operación se formalizaría el 30 de septiembre. Además del pago de la operación, mediante un desembolso en efectivo y en dólares, se incluye “la constitución a favor de la filial de Unión Fenosa en este país, Distribuidora Dominicana de Electricidad (Didoel), de un usufructo por 12 años de activos de distribución que serán arrendados a Edenorte y Edesur, cuyo cobro está garantizado por cuentas de clientes de ambas compañías que cubren permanentemente el 115% de los pagos mensuales”.

¿Porqué fue motivado el acuerdo? Por así convenir a los intereses de Fenosa. Esta empresa como las demás transnacionales solo miran el negocio, su papel es desvirtuar los procesos de trabajo y enfatizar únicamente el proceso de valorización, apropiándose descaradamente del patrimonio ajeno. Fenosa es parte de la piratería española.

Argumentó Fenosa el impacto de la devaluación monetaria en Dominicana, el incremento en los precios del petróleo y la repercusión en las tarifas eléctricas. El hecho, sin embargo, es que las filiales de Fenosa, Edenorte y Edesur, estaban en problemas financieros y operativos. Lo que hizo el gobierno fue entrar al rescate. Dado el mal servicio proporcionado por las empresas privadas, la intervención del gobierno fue propicia.

“En virtud del acuerdo alcanzado, Unión Fenosa cesa en su actividad de distribución de energía eléctrica en la República Dominicana, dado que considera que la persistencia de las actuales condiciones macroeconómicas y regulatorias del sector energético altera de forma decisiva la evolución de los planes del negocio de distribución previstos en aquel país. Por contrapartida, Unión Fenosa pasa a ostentar un derecho real cuyo arrendamiento permitirá recuperar una parte importante de la inversión realizada en Edenorte y Edesur y mantiene su actividad de generación, con una potencia total instalada de 190 MW en el conjunto de las plantas de Palamara y La Vega, cuya explotación se ha mantenido en una línea de rentabilidad desde su inicio".

Se trata de una medida buena en tanto recuperación del patrimonio eléctrico nacional que JAMAS debió ser enajenado a ninguna transnacional. Pero, es solamente un paso y una acción parcial. El costo, por supuesto, es muy alto. Los términos del acuerdo son INFAMES.

El gobierno dominicano debe expropiar al capital extranjero, SIN indemnización. Fenosa debe salir de República Dominicana, y de México, no solamente tratándose de la distribución sino de la generación eléctrica. Estas y demás transnacionales No deben ser indemnizadas sino juzgadas por apropiarse ilícitamente del patrimonio social de nuestros pueblos.

Informe norteamericano privatizador

La embajada gringa en Dominicana había emitido una nota el anterior 27 de junio (Fuente: www.usemb.gov.do). En un documento titulado “Análisis de la Sostenibilidad del Sector Eléctrico de la República Dominicana” se dice que se trata de “un análisis objetivo e imparcial del estado actual de este importante sector de la economía dominicana y recomienda estrategias y acciones concretas para avanzar hacia la sostenibilidad financiera del sector”.

¡Nada de eso! Ese informe no es objetivo, menos imparcial, se trata deliberadamente de imponer la política imperialista descaradamente. Las recomendaciones no sirven para avanzar ni para ninguna “sostenibilidad”, son simplemente propuestas para seguir privatizando el patrimonio eléctrico dominicano.

Según los gringos, el “estudio” fue realizado a solicitud de la Comisión Nacional de Energía (CNE) dominicana, “bajo el programa de asistencia técnica del gobierno de los Estados Unidos a la República Dominicana a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)” y “tiene un costo aproximado de 150 mil dólares estadounidenses”.

Se trata de puras vaciladas. Elena Brinemam, directora de USAID en la República Dominicana, dijo en la presentación del informe que, “a fin de mejorar la competitividad económica de la República Dominicana, se necesita urgentemente de un servicio eléctrico confiable, seguro, eficiente y de costos y precios razonables. También expresó su confianza en que el país podrá lograr este objetivo con la colaboración del gobierno y sus socios estratégicos del sector privado. Asimismo agregó que se requiere de instituciones regulatorias fuertes e independientes que fortalezcan las reformas emprendidas con normas, reglamentos y políticas suficientemente claras que respondan a la dinámica del sector, mejorando y haciendo cada vez más transparentes las operaciones de los diferentes agentes y actores del mercado eléctrico; y mejorando el servicio y la atención a los usuarios y estableciendo mecanismos para recuperar los costos por estos servicios”.

En pocas palabras, se trata del mismo “cliché” que el gobierno norteamericano, organismos financieros y transnacionales repiten como enajenados en cualquier parte del mundo. Es el mismo discurso que muchos hemos cuestionado y, lo más importante, que ha FRACASADO en todas partes, incluyendo a los propios Estados Unidos.

En ese evento había estado presente Unión Fenosa y otras empresas privatizadoras. Unas semanas más tarde Unión Fenosa sale, así sea parcialmente, de la industria eléctrica dominicana.

Fin al largo y mal camino

"La única alternativa del Gobierno, ante el ‘‘fracaso total’’ del servicio de electricidad privado, es ponerle fin a ese ‘‘largo y mal camino’’, dijo Hipólito Mejía presidente de la República Dominicana (Fuente: expresodigital 110803).

Lo dijo por la televisión anunciando que la medida se tomaría después de los XVI Juegos panamericanos. Criticó el proceso iniciado en 1999, mediante el cual la estatal Corporación Dominicana de Electricidad cedió la generación y distribución eléctrica al capital privado.

Mejía dijo esa vez que, desde entonces, “el país ha tenido un servicio ‘‘lleno de espinas, clavos y vidrios’’, en referencia a las permanentes y duraderas interrupciones en el suministro de electricidad.

Claramente expresó que el conflicto de intereses, la “dicotomía” dijo, entre empresas generadoras y distribuidoras ha sido “un fracaso total” por lo que debían tomarse decisiones.

Se trata de conflictos basados en negocios deliberadamente proyectados. La confrontación se refiere a que las generadoras (privadas) reclaman de las distribuidoras (privadas) el pago de una deuda de 150 millones de dólares y al Estado le piden una indexación por concepto de devaluación de la moneda. Es decir, las corporaciones desean el pago en efectivo a nivel “paradisíaco”, sin que ellas sean afectadas por la realidad social, intercambiando sus ganancias entre sí.

La situación no es nueva. Para Fenosa y demás, lo que importa es su tasa de ganancia, lo que pase en el país le es ajeno, no obstante que usufructúan un patrimonio asimismo ajeno.

El hecho es que el servicio eléctrico en Dominicana cada vez es peor y tiende a agravarse. Las empresas privadas reclamaban una cuantiosa deuda al Estado por concepto de energía subsidiada a barrios populosos y, el gobierno, exigía de las mismas empresas el pago de la energía suministrada por los sistemas hidroeléctricos estatales. Finalmente, el gobierno de Mejía intervino las empresas eléctricas.

No hay más alternativas, la industria eléctrica no debe ser sino de propiedad social jamás privada. Históricamente está demostrado: la industria eléctrica privada es incapaz de proporcionar el servicio público de energía eléctrica.

Unión Fenosa, y TODAS las transnacionales, deben salir de nuestras naciones SIN indemnización, al contrario esos expoliadores deben indemnizar a nuestros pueblos por los daños ocasionados.

En este proceso es crucial la intervención organizada de los trabajadores, técnicos y profesionales de la industria eléctrica nacional para defender el interés superior de la Nación.

¡Fuera Unión Fenosa de República Dominicana, de México y de Latinoamérica!