Número 39, Junio 30 de 2003

De fiesta las Tres hermanas: Endesa, Iberdrola y Fenosa

Liberalización eléctrica

Liberalización del gas y la electricidad en una oferta conjunta. La libertad de los usuarios será escoger a su suministrador-explotador, todos desleales y corruptos. Iberdrola proyecta intensa ofensiva comercial para someter a millones de clientes. Pero, a pesar de todo, ¡la medida está condenada al fracaso!

Las 3 hermanas de la energía en España están de fiesta todavía: desde el 1 de enero de 2003, quedó vigente la "liberalización" total de TODO el servicio eléctrico español. Según la prensa española (Díaz-Varela M, en La Vanguardia, 02/01/2003, www.lavanguardia.es), desde este día TODOS los usuarios de las empresas eléctricas podrán elegir a su proveedor de electricidad (y gas, de pilón).

Esta idea no era desconocida, de hecho es una de las banderas originarias de la "liberalización", misma que la mayoría de los usuarios, no solo españoles, sino europeos en general (y de todo el mundo), no se han tragado. Lo novedoso es que, en su empecinamiento por "ponerse a mano" con Europa, el estado español ha diseñado una peligrosa estrategia que hará seguramente que algunos ciudadanos caigan en la trampa, al hacer "convergir" ¿monopolizar? los servicios de electricidad y gas natural en una misma empresa (o en varias, convenientemente asociadas).

Es decir que desde hoy, los usuarios que así lo soliciten y compren su nuevo "multimedidor", podrán obtener ambos servicios, electricidad y gas, con el proveedor de su predilección. Por cierto que estos medidores están concebidos también para medir el consumo de agua potable ¿Será el siguiente servicio a monopolizar por las voraces "energéticas"?.

El FTE de México considera que la medida está condenada al fracaso y, para afirmarlo, basta una revisión somera de 3 de las principales cuestiones prácticas que plantea la apertura de un servicio de esta naturaleza (en cualquier parte del mundo):

1. ¿Es realmente posible la competencia en el sector eléctrico español?

¡No!, ni en el español, ni en ningún otro. En el presente caso, se mantienen las "ayudas" a las eléctricas, es decir, se mantienen los subsidios (que paga el propio consumidor, como contribuyente), lo cual anula toda posibilidad de competencia. Por otra parte la competencia seguirá fuertemente regulada por el gobierno, debido a los constantes abusos de las eléctricas. En estas condiciones ¿Cuál "libre mercado"? ¿Competencia en un servicio subsidiado y fuertemente regulado...?

2. ¿Tendrán los usuarios la oportunidad de elegir en base a la calidad y el precio final de la electricidad?

¡No! La calidad será la misma por ser un solo sistema eléctrico y porque las penalizaciones para los apagones y las variaciones de voltaje se norman por un mismo reglamento para todas las empresas. Los grandes apagones del invierno pasado demostraron que ni mejoró la confiabilidad del servicio ni la calidad de la atención. El precio final, se mantiene bajo el esquema de tarifas reguladas, cuyos aumentos incluso ya están pactados hasta el 2010. Es decir, que los usuarios elegirán en base oferta de otros servicios "complementarios", por ejemplo la promesa de descuentos en el suministro de gas africano que, con la complicidad del estado español, las eléctricas están acaparando.

3. ¿El esquema de competencia se reforzará con la aparición de nuevas empresas?

¡Al contrario! Las compañías existentes en España son incluso menos que antes de la liberalización y, peor aún, han dado los pasos necesarios para monopolizar de por vida el mercado, al lado de la ex-estatal ENDESA. La UNESA, un sindicato patronal de industrias eléctricas, cuando nació en 1944, agrupaba a unas 20 empresas. Para 1985 existían más de 800 empresas (principalmente de generación y distribución, pero casi todas subsidiarias de las originales, por lo que éstas se consideraban industrias eléctricas "completas", verticalmente integradas), que poseían el 98% de la generación total (las 2 empresas públicas, ENDESA y la catalana ENHER -hoy absorbida por la primera-, generaban el 2% restante, pero distribuían la mayor parte de la electricidad a nivel nacional, vía la "nacionalización" en ese mismo año de la red eléctrica, que para ese momento ya era un caos).

Hoy, después de la "liberalización" de 1997, en la industria eléctrica española quedan solamente "los más fuertes". El 80% del mercado se reparte entre la privatizada ENDESA a la cabeza, empatada con Iberdrola, seguidas por Unión Fenosa. Las demás "empresitas" (las que no eran ya subsidiarias de las primeras) han desaparecido, fusionadas a las "grandes" o acabaron siendo absorbidas por estas, o por algunas "hermanas menores" como Viesgo e Hidrocantábrico, sometidas a su vez a OPA's (oferta pública de adquisición a la fuerza, algo así como lo que hizo aquí TVAzteca con CNI-canal 40, pero sin pistolas y con el aval del gobierno) de sus propias hermanas mayores o de las empresas extranjeras, que reclaman su pedazo de mercado.

Es decir, que luego de tantos cambios, nada ha cambiado. Para el usuario común y corriente, la industria eléctrica española sigue igual que antes: ni hay competencia, ni hay qué escoger pero eso sí, se ha monopolizado más y está ya en manos TOTALMENTE privadas, sometida al arbitrio de los grandes monopolios. En estas condiciones, la "nueva" estrategia del gobierno baturro es un paso más hacia la "liberalización" eléctrica y significa la entrega a los monopolios privados de otro de servicio público básico en Europa, como es el gas.

Falta ver que dicen los usuarios españoles, sorprendidos por la temeridad de su gobierno. Algo es muy claro, sin la intervención organizada de los usuarios y una firme decisión de lucha, democrática y coherente, no hay manera de detener a ningún gobierno neoliberal. Solamente la acción consciente del pueblo español podrá poner un alto al atraco de las empresas eléctricas, y a la política proyanki de Aznar, Zapatero y González.