Número 38, Mayo 30 de 2003

Alternativa de los trabajadores de la energía

Ley eléctrica del FTE
sobre Pemex

Reivindicamos el derecho de la Nación sobre la propiedad social de la industria eléctrica, y proponemos culminar la nacionalización mediante la cabal integración industrial. Pueblo y trabajadores debemos revertir la desnacionalización en marcha vía la privatización furtiva del foxismo. Organizados y movilizados a nivel nacional hay que ponerle un ¡Alto! al gobierno proyanki y a las transnacionales.

Proceso de trabajo eléctrico

En el II Foro Eléctrico Nacional, organizado por el FTE el anterior 13 de diciembre, david bahen presentó un trabajo sobre la Ley Eléctrica del FTE. Por separado (energía27 y www.fte-energia.org) se presenta la propuesta completa de los trabajadores de la energía de México.

Los trabajadores de la energía de México, proponemos una Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en Materia de Energía Eléctrica (Ley Eléctrica) en el contexto de análisis del proceso de trabajo eléctrico.

Integración del proceso de trabajo, es lo que se requiere en la industria eléctrica nacionalizada; desintegración es lo que quiere el gobierno y transnacionales. Esto es así, porque los objetivos son diferentes y opuestos: el lucro, en el caso de la de la industria privada, la satisfacción de las necesidades sociales en el caso de la industria nacionalizada.

Dependiendo de la óptica se llega a conclusiones diferentes. Gobierno y privatizadores proponen desnaturalizar el concepto de servicio público, para sustituirlo por el simple concepto de clientes; los trabajadores entendemos al concepto de servicio público como la realización d e todas las actividades propias del proceso de trabajo eléctrico.

Para los privatizadores, el fraccionamiento eléctrico es básico para una simple repartición de clientes, para los trabajadores, la integración industrial es la consecuencia inevitable. En consecuencia, las actividades que constituyen al proceso de trabajo eléctrico, expresan al concepto de servicio público y, éstas, deben llevarse a cabo por la industria eléctrica nacionalizada en los términos indicados en la Constitución.

Nacionalización eléctrica

Las propuestas de los trabajadores mexicanos de la energía se ubican en el contexto de la lucha por la nacionalización, misma que No ha concluido, por ello insistimos en culminarla.

La nacionalización eléctrica es un proceso, cuyas tres aspectos fundamentales son: el derecho de propiedad social, la política energética y el proceso de trabajo eléctrico.

En 1960, se decretó la nacionalización eléctrica. El hecho no fue solamente administrativo sino esencialmente político, porque representó un cambio en la propiedad de la industria eléctrica de México. Después, se avanzó considerablemente hasta 1976, habiéndose logrado la casi total interconexión del sistema eléctrico nacional.

Pero la integración no ha concluido, y la nacionalización, tampoco. Hoy, la política eléctrica que se sigue es contraria al interés de la Nación y, el proceso de trabajo se ha venido desintegrando. Todo ocurre en términos de la lógica privada, por lo que existe un proceso de desnacionalización.

Este proceso no es de ahora, empezó en 1976 con la represión político-militar a los electricistas y nucleares de la Tendencia Democrática, y se formalizo en 1992 mediante reformas regresivas a la Ley de Servicio Público de Energía Eléctrica, originalmente conquistada por los electricistas en lucha.

Todos los partidos políticos de México apoyan el esquema privatizador con iniciativas propias, lo cual es sumamente grave. Los funcionarios de la industria eléctrica nacionalizada cumplen objetivos contrarios a ésta y se han convertido en representantes de las transnacionales.

Los trabajadores proponemos otro proyecto, ubicado precisamente en el proceso de nacionalización inconclusa.

UNO- Proponemos reafirmar el dominio de la Nación en materia energética, de acuerdo a lo dispuesto por el artículo 27 constitucional. Esto significa que la industria eléctrica debe de seguir siendo de la Nación, esto es, de propiedad estatal. DOS- El desarrollo de la industria eléctrica debe llevarse a cabo de acuerdo a una Política Energética Independiente basada en criterios sociales, no con base en supuestos criterios mercantiles que únicamente sirven para el lucro y la ganancia privados; TRES- El correcto funcionamiento de la industria eléctrica nacionalizada requiere de la integración del proceso de trabajo eléctrico.

Propuestas legítimas y viables

En consecuencia, proponemos la reafirmación de las disposiciones constitucionales. En este aspecto, NO hay cabida para ningún “candado” ni patraña maquillada que legitime la actual privatización eléctrica furtiva en marcha.

En tal sentido, el servicio público corresponde al proceso de trabajo y viceversa y sus actividades debe realizarlas la industria eléctrica nacionalizada integrada, a través de un Organismo único a nivel nacional: Energía de México.

Las actividades de la industria eléctrica nacionalizada han de ejecutarse en el marco de una Política Eléctrica Independiente, que incluye la correspondiente planeación energética. Parte de ésta serían el Plan Eléctrico Nacional y los Planes Estratégicos de Desarrollo Eléctrico.

El proceso de trabajo eléctrico incluye también a la investigación científica, el desarrollo tecnológico, el desarrollo de la ingeniería de proyectos, la capacitación obrera y los servicios especializados.

Las obras e instalaciones eléctrica deben ejecutar por administración directa, no por contratistas de ningún tipo.

Los trabajadores organizados en Consejos de electricistas, en todos los centros de trabajo, somos la garantía de la soberanía energética de México, junto con el pueblo organizado en Comisiones Eléctricas en todo el país, para ejercer el derecho de autodeterminación social.

¡Fin la privatización!

Derogar las reformas del 92, poner un alto definitivo a la privatización furtiva, eliminar TODAS las concesiones privadas, integración eléctrica en un solo Organismo industrial y de investigación, contratación colectiva de trabajo única a nivel nacional, participación social y obrera organizada, son cuestiones plenamente viables que reclaman la Nación y los trabajadores conscientes.

Es por ello que, fieles a nuestra tradición histórica de lucha, los trabajadores de la energía de México proponemos a la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en Materia de Energía Eléctrica (Ley Eléctrica del FTE).

¡Salud y Revolución Social!