Número 40, Julio 30 de 2003

Enron sigue en la impunidad, en California la prohiben, en México la premian

Rapacería de Enron

El congreso gringo está cerrando, prácticamente, el caso Enron. Sin embargo las repercusiones del problema son enormes e implican reorganizar nuestra visión, aún para aquellos que creen en un capitalismo de rostro social, puesto que el sustento comercial y financiero, así como la visión globalizadora del capitalismo han quedado seriamente deteriorados.

Basada en contabilidades tramposas y en financiamientos de origen dudoso (manejados siempre desde "paraísos fiscales") Enron, "la joya" del neoliberalismo y adalid de la globalización, abusó de la candidez humana para causar uno de los desastres financieros más completos de que se tenga memoria. “No más Enrons” plantean alarmados grupos de consumidores y organizaciones que comprenden el alcance de esta historia.

En principio, la rapacería de Enron puso en severo peligro el suministro de energía en el estado de California e hizo pagar a sus consumidores exorbitantes precios de especulación.

Enron vino a demostrarnos, además, que la pugna capital-trabajo prevalece por encima de todo. Las afectaciones laborales del caso Enron son terribles: no solo se trata solo de la pérdida del empleo, sino del robo descarado de los fondos de retiro de sus trabajadores, encadenados tramposamente a la condición bursátil de la empresa, Es decir, que Enron no asumió jamás los compromisos laborales de sus trabajadores: simplemente los privatizó y obligó a sus trabajadores a convertirse en "accionistas" de la empresa (aún a los que no aceptaron tácitamente)

Así, lo hecho por esta empresa no es solamente un escándalo financiero, es un crimen social muy grave que dañó severamente la credibilidad del "nuevo" sistema de seguridad social planteado por el criminal Bush. Los trabajadores reclaman detener de inmediato tal privatización para volver a un sistema de seguridad controlado por el estado. El problema, ahora, es obtener los recursos necesarios para ello, puesto que EU tiene un déficit fiscal enorme, aumentado ahora por el costo de la guerra imperialista.

Mientras, Enron sigue rampante. Protegida por la ley de bancarrota gringa, se recupera financieramente. Apapachada por la Comisión Federal Reguladora de Energía gringa salva, una a una, las acusaciones por manipulación de precios y las demandas para devolver o compensar lo robado a sus consumidores. Costosos abogados se afanan día tras día en salvar juicios y embargos. Pero obviamente el asunto está muy lejos de haber terminado.

Sólo en términos laborales, hoy es claro para los miles de trabajadores gringos (no sólo los de Enron) que la privatización de la seguridad social, aunada a las reformas flexibilizadoras del trabajo, tienen por objeto reducir prestaciones sociales a los trabajadores, forzándolos a prolongar su vida activa (postergando o eliminando la jubilación o la pensión).

En México, estas cosas son el pan de cada día, sin embargo, ahora que estamos en plena reforma laboral Abascal y de cara a la bursatilización de la deuda de los "clientes" de CFE, convendría que los trabajadores que aún conservamos prestaciones medianamente decentes, le diéramos una revisadita al expediente Enron. Tenemos motivos sobrados para multiplicar la lucha contra la privatización eléctrica y petrolera.

Prohibición a Enron en California

La Comisión Federal Reguladora de Energía (CFRE), prohibió a Enron vender electricidad y gas en los Estados Unidos. Enron manipuló los mercados en la crisis de 2000-2001 y está en bancarrota desde 2001. Actualmente se encuentra protegida por la ley de quiebras tras el descubrimiento de malversaciones contables en sus cuentas

California representa la sexta economía del mundo y consume mucha energía. Cuando se produjo la crisis, el gobierno solicitaba con urgencia electricidad a Enron; la empresa, entonces, establecía una tarifa 300 por ciento más alta que la que regía en Estados Unidos. Ante la carencia, el estado no encontraba opciones y aceptaba. Después del acuerdo, la corporación buscaba y compraba energía a bajo costo y sólo entonces abastecía el pedido californiano, generalmente horas después de que se había superado la emergencia.

Impunidad a Enron en México

A diferencia de California, en México Enron invierte, se alía, acapara, amenaza (Muñoz P, en La Jornada 180603). Enron ha recibido permisos de la Comisión (Foxista) Reguladora de Energía (otra CFRE), luego los ha traspasado a otras transnacionales, está asociada con Energy Azteca, Iberdrola y Tractebel, genera energía anticonstitucionalmente y la comercializa, hecho prohibido precisamente por la Constitución.

El fraude en México también es evidente, la CRE le otorgó a Enron un permiso de cogeneración que No es tal, se trata de un sistema eléctrico privado. Enron genera para abastecer a una cartera de clientes, lo hemos denunciado reiteradas veces.

Se trata del permiso E/167/COG/2000 otorgado a Enron (Energía Industrial de México S. de R.L. de C.V., traspasado después a Tractebel Energía de Monterrey S. de R.L.) para operar 284.016 Mw. Según el permiso de operación, Enron incluyó 44 socios, entre ellos las vidrieras Monterrey, Los Reyes, Guadalajara, Querétaro, México y Toluca, Metalúrgica Oriental, Vitro Flex, Vitrocrisa, Supermatic, Industrias de Alcali, Shatterproof de México, Plásticos Bosco, Vitrofibra, Cementos Apasco, entre otros.

A Enron se le han otorgado permisos eléctricos y también de gas, tal es el caso del permiso G/088/TUP/2000.