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Mentir, estrategia del foxismo para privatizar Nada se vende, Fox miente a la Nación y al mundo, su discurso es parte de su estrategia política. Repite que Pemex y CFE no se venden pero cada día las destruye más, mediante la privatización. Las acciones del foxismo son anticonstitucionales. Eso, no le importa al gobierno, su compulsión privatizadora está al margen de las leyes. El discurso manipulador y borroso expresa una conducta claramente fascista utilizada para expropiar las industrias energéticas de México. En gira por Suecia, Fox dijo el anterior 4 de junio que ni Pemex, ni CFE se venden al tiempo que ofreció toda clase de facilidades para que las empresas extranjeras sigan participando de la privatización furtiva en marcha. En La Jornada se publicó lo expresado por el Fox ante empresarios suecos, particularmente con relación a la siguiente pregunta: -Se necesita reformar el sector de energía para proporcionar una capacidad suficiente para el futuro crecimiento económico. Hasta ahora esa reforma ha quedado estancada en el Congreso mexicano. ¿Cómo y cuándo será la reforma aprobada por el Congreso de la Unión? -fue una de las preguntas que se le plantearon a Fox Quesada y a su equipo de colaboradores. Tomó la palabra el titular del Ejecutivo federal: “En relación con las reformas entiendo que la pregunta formulada por ustedes está relacionada con la privatización en la industria energética. Mi gobierno ha declarado que no vamos a privatizar ninguna de las compañías manejadas por el Estado, que son básicamente la compañía petrolera, Petróleos Mexicanos (Pemex), así como la Comisión Federal de Electricidad (CFE). No vamos a privatizar esos activos. Lo que presentamos al Congreso (es la propuesta) de abrir a la inversión privada nuevas inversiones que se necesitan en el país. Esto abre amplias oportunidades para los inversionistas''. El caso del Fox pareciera adecuado para Freud si fuera únicamente caso clínico pero la patología es mayor. Discurso sicótico le han llamado algunos analistas a la repetición de mentiras que día a día formula Fox. Parece que se trata de algo peor. Fox no piensa lo que dice, únicamente repite lo que otros han pensado. Fox es solamente el instrumento, el empleado servil del imperialismo. Sus asesores le han diseñado un guión basado en las enseñanzas del fascismo, esto es, repetir una mentira hasta el exceso pretendiendo tomarla como verdad. ¡Calumnia, que algo queda! es la divisa de estos guionistas y, en efecto, logran parcialmente sus propósitos. Sabedores que el pueblo de México simboliza su nacionalismo en las industrias eléctrica y petrolera, y que en 1999 se expresó un abierto rechazo a las pretensiones privatizadoras, los asesores de imagen del Fox le diseñaron una campaña basada en la mentira. Dice el Fox que Pemex no se privatiza, CFE no se privatiza, LFC no se privatiza, en pocas palabras NADA se privatiza. Una vez, en gira por el Estado de México se atrevió a decir ante el reclamo de un mexicano que “La Patria no se vende”, como si fuera electricista del SME. Pero, ése es el discurso, porque en los hechos la privatización foxista no conoce límites. Jamás, desde la expropiación petrolera o la nacionalización eléctrica se había producido semejante desnacionalización como ahora. El mismo Fox lo dijo en Suecia. Añadió: ''De hecho hay 26 plantas de energía eléctrica que se están construyendo actualmente en México, todas bajo inversión privada, por medio de la fórmula que tenemos (público-privada). Por ende, le hemos presentado al Congreso de la Unión la iniciativa de abrir (el sector) para que haya nuevas inversiones. Esperamos que esa iniciativa se apruebe este año''. Las 26 plantas a que hace referencia el Fox son TODAS de propiedad privada y ejercen funciones reservadas constitucionalmente a la CFE. Eso significa que CFE está sometida a una privatización creciente. 20 mil Mw eléctricos se han autorizado a la fecha, por la Comisión Reguladora de Energía, para generar energía eléctrica. Las empresas transnacionales tienen en propiedad el 34% de la capacidad eléctrica instalada total en el país. Esta, es una evidente privatización, misma que Fox niega y al mismo tiempo confirma. Más aún, habla de una fórmula aparentemente mágica que los economistas priístas gustaban de llamar economía mixta. Pero Fox aparenta ignorar que, en materia energética, la fórmula público-privada NO existe legalmente. En esta materia, la propiedad y el derecho constitucional corresponde a la Nación y el Estado, de manera exclusiva, debe llevar a cabo los procesos de trabajo respectivos. En esta materia, NO se otorgarán contratos a los particulares, dice la Constitución. Pero Fox, con su discurso mentiroso llega al extremo de modificar, en la práctica, a la Constitución y demás leyes aplicables. Y para no alentar sólo con expectativas, señaló que esa fórmula público-privada por lo pronto ya les abre las puertas. Dijo Fox: ''Cualquier compañía relacionada con energía encontrará oportunidades de inversión en México, ya sea en el campo del petróleo o en la generación de energía. Por lo tanto, le damos la bienvenida a cualquier compañía que sea proveedora en la cadena de producción, fabricación, transformación o distribución de petróleo o energía. Hoy por hoy, las oportunidades están abiertas''. Lo dicho por Fox a los empresarios europeos es TOTALMENTE FALSO y opuesto a lo señalado por la Constitución. De acuerdo con el artículo 27, NINGUNA empresa privada (sea nacional o extranjera) tiene ningún derecho a intervenir en las actividades petroleras o eléctricas reservadas al estado. ¡De acuerdo a la Constitución, las puertas al capital privado NO están abiertas sino cerradas TOTALMENTE! Todo esto a muchos mexicanos nos parece muy claro. Lamentablemente también hay mexicanos que, manipulados por los medios de información, se les confunde con el manejo de un discurso que repite No a la privatización de Pemex o de CFE y, en la práctica se hace lo contrario. Por lo menos, el discurso del foxismo ha servido para inmovilizar a parte de los trabajadores y del pueblo. Los charros sindicales, a su vez, repiten en los centros de trabajo: NO va a haber privatización, CFE no se vende, Pemex no se vende, ya lo dijo el Presidente. Con esa “argumentación” someten más a los compañeros y no actúan como debieran. Aparte están los funcionarios y asesores políticos que también repiten el discurso al tiempo que promueven la entrega del patrimonio nacional. Son los seguidistas de Fox que repiten a conveniencia un discurso traidor. De manera que, el discurso del Fox es parte de una ESTRATEGIA diseñada con seguridad en los centros del imperialismo. Su estilo de gobierno consiste en NEGAR lo que hace a diario como programa: NO atacar a Pemex ni a CFE en público, pero si destrozarlas en privado, NO tocar el sentimiento nacionalista del pueblo, fingir que se le respeta, pero aniquilarlo día y noche mientras el pueblo sigue adormilado. La estrategia del foxismo es el fascismo. NO repite nadamás como el perico, no miente nadamás como Pinocho, no. Las mentiras del Fox, su discurso borroso y engañoso han sido previamente diseñados para conculcarle los derechos sociales a la Nación mexicana. Ni siquiera se parece a la demagogia del PRI, se trata de un discurso perverso, contracultural e infame. Corresponde exactamente al discurso de Bush, al de Aznar o al de Blair: mentiras sobre mentiras, amplia difusión en los medios y repetición sistémica. Los síntomas de esta patología corresponden al fascismo, ni más ni menos, aplicado a la privatización de la energía.
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