Número 41, Agosto 30 de 2003

Mundo Político

Demagogia privatizadora

No se privatizará la Comisión Federal de Electricidad, México necesita una reforma eléctrica sin renunciar a la rectoría del Estado, a la soberanía, que impulse la participación complementaria de la inversión privada para asegurar los recursos necesarios, dijo Fox en Altamira, el 14 de agosto al intervenir con motivo de la conmemoración del 66 aniversario de la CFE.

Fox sigue como orate mintiendo a la Nación y manipulando el discurso. Dice no privatizar CFE pero sigue anunciando la sustracción de las funciones constitucionales que corresponden a la industria eléctrica nacionalizada. Se trata de un evidente proceso de enajenación.

La reforma eléctrica en la que insiste Fox es la privatización, así lo dicen sus iniciativas de ley enviadas al Senado de la República. ¿Reforma sin renunciar a la rectoría del Estado? Fox no entiende, porque ha renunciado a gobernar para México. Pero, con la industria energética en manos privadas, no es posible ninguna rectoría del Estado, la rectoría es el mercado y la ganancia privada.

No es cierto que se trate de inversión privada complementaria. Fox, en sus iniciativas de ley NO propone inversiones complementarias. Sus propuestas indican explícitamente el traslado de la propiedad, ahora estatal hacia el sector privado.

Las recientes elecciones federales indicaron un claro rechazo, principalmente a Fox. Como es costumbre, esa burocracia tiene otra lectura, pareciera que el pueblo le dijo que debía seguir traicionando a la Nación.

En el discurso de Altamira, Fox añadió que ahora corresponde construir las mayorías que hagan posible dejar a un lado las diferencias y actuar rápidamente para garantizar este insumo estratégico en el progreso del país; generar empleos a través de inversiones que requieren los jóvenes y nuevas generaciones.

Demagogia del peor priísmo, eso es. “Construir las mayorías” significa amafiarse entre las cúpulas, “dejar a un lado las diferencias” solamente se puede entre mafias organizadas. Esto propone Fox para un supuesto “progreso del país” entregándolo a las transnacionales, para generar supuestos empleos de taquerías y peluquerías para los jóvenes, como el mismo lo ha dicho.

Fox sigue adelante con su plan, repitiendo mentiras y haciéndose aplaudir de burócratas y charros. En los hechos, la CFE está siendo reducida día a día, perdiendo funciones estratégicas.

CFE no se ha vendido, pero la privatización furtiva sigue su marcha ascendente. Para 2003 se espera la entrada en operación de 10 centrales eléctrica privadas más, y todos los planes de expansión de CFE son a base de centrales privadas. Eso Fox no lo ve, porque hace que no ve, bien sabe de sus fechorías. El discurso propio de un orate está previamente planeado. El discurso es uno, los hechos son otros.

"Nosotros nos oponemos de manera enfática a una reforma eléctrica que signifique la privatización de la Comisión. Estamos plenamente convencidos de que el Estado debe seguir manteniendo la rectoría de la prestación del servicio público de la energía eléctrica", dijo Rodríguez Alcaine, secretario general del SUTERM.

Parecen chistes. ¡Nos oponemos a la privatización!, dice uno. ¡No vamos a privatizar!, dice el otro. ¡Ah bueno! Luego, muchos medios de prensa destacaron la noticia: ¡No habrá privatización!.

En los hechos, la privatización es una realidad y desgracia para México. Charros, gobierno y burocracias son el pilar de la entrega descarada del patrimonio nacional al imperialismo.

¡Abajo la privatización eléctrica en México!