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21 de agosto de 2003, 15:30 horas. ¡Huelga en el INVI! A las 18 horas del 29 de agosto de 2003, triunfó la huelga. Los trabajadores logran la jornada de 8 horas diarias. Pero, el gobierno sigue violando la ley, al contratar trabajadores por honorarios, categoría que NO existe legalmente. La actual burocracia es excesiva e innecesaria. Funcionarios del gobierno perredista se dedicaron a calumniar a los huelguistas, no obstante triunfó la razón obrera. Encabezados por su secretaria general, Asunción Camacho y Adrián Cruz secretario del trabajo, los trabajadores de la Asociación Sindical del Instituto de la Vivienda (Astinvi) estallaron la huelga. El día anterior se declaró un paro de labores en dos edificios, ante la cerrazón de las autoridades del Instituto. El 21 de agosto estalló la huelga al no satisfacerse el pliego petitorio, consistente en “reducción de jornadas de trabajo de 10 a ocho horas, basificación de 271 trabajadores de honorarios mediante un programa a tres años, así como vivienda para éstos, ya que sólo 20 por ciento de la base laboral del organismo capitalino es atendida sobre esta demanda” (Ramírez BT, en La Jornada 220803). Campaña gratuita de calumnias De inmediato, el Gobierno del Distrito Federal inició una intensa campaña de desprestigio a la huelga a través de la burocracia que gobierna en nombre de la izquierda. “Las peticiones de los trabajadores del Instituto de Vivienda del Distrito Federal tienen más que ver con prebendas que están fuera de toda norma que con asuntos laborales, aseguró el secretario de Gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas” (Rivero A, Venegas D, en Milenio Diario 230803). “La secretaria de Desarrollo Urbano y Vivienda del gobierno capitalino, Laura Itzel Castillo, señaló que la huelga iniciada por el Instituto de Vivienda del Distrito Federal no tiene razón de ser, pues sus peticiones “no son éticas” y más bien responden a intereses de grupo” (Salanueva P, en Milenio Diario 240803). “Con la posición adoptada por el Invi, dijo, evidentemente no se está apoyando la política habitacional de AMLO”. ¡Qué vergüenza de funcionarios! Por lo demás, la huelga nada tiene que ver con la política de vivienda del Jefe de Gobierno del DF. Después de reiterar que las peticiones no son éticas, Laura Itzel CASTILLO dijo, “nosotros hemos reiterado que nosotros defendemos los derechos de los trabajadores, que somos un gobierno de izquierda y que provenimos de esa corriente histórica y que apoyamos lo que son realmente las demandas de los trabajadores, pero en este caso nos parece que más bien responden a intereses de grupo”. Chistosa manera de defender trabajadores, insultándolos de entrada. Sí, serán (oficialmente) un gobierno de izquierda (gracias al voto de los trabajadores y del pueblo) pero su política laboral es de derecha. Provienen de una “corriente histórica” solamente en el discurso, a la hora de los hechos son igual o peores que los neoliberales. Las huelgas “injustificadas” legalmente NO existen “El director del INVI, David Cervantes, señaló que la huelga que estalló el pasado jueves en las instalaciones de Morelos 98, es injustificada puesto que los dos puntos principales del pliego petitorio como la vivienda para los trabajadores y prestaciones económicas son inadmisibles” (Ruiz Y, en Milenio Diario 250803). Luego agregó, “Nuestra posición es que la huelga no es procedente y eso lo debe arreglar la Junta de Conciliación y Arbitraje”. El 23 de agosto, Cervantes solicitó a la Junta la calificación de la huelga (Bolaños A, Gómez L, en La Jornada 240803), argumentando que no el estallido no fue un acuerdo mayoritario de los trabajadores. El sindicato, de inmediato, ofreció el recuento (Ramírez BT, en La Jornada 250803). Esto es, para esas “autoridades” los trabajadores del propio INVI no tienen derecho a la vivienda, ni a prestaciones tan modestas como las indicadas en el pliego petitorio. Como buenos burócratas priístas trasladaron el asunto a la Junta de Conciliación y Arbitraje. Pero, la Junta no resolvió respecto del recuento, simplemente se reservó. A pesar de las maniobras, resultó evidente que las autoridades carecían de razón y derecho. Inaceptable y miserable manipulación burocrática Hábiles en la insidia y la calumnia, algunos burócratas trataron de desvirtuar al movimiento. Las autoridades del Instituto dijeron que las peticiones del sindicato “de ninguna manera se relacionan con demandas laborales incumplidas, sino con intereses de la Asociación Sindical de Trabajadores del Instituto de Vivienda”. Las autoridades de esta institución aseguraron que “es evidente la intención de la Asociación Sindical de Trabajadores de desacreditar y deslegitimar los éxitos alcanzados por esta administración en materia de vivienda”, al cuestionar el que se beneficie de manera prioritaria a la población vulnerable, madres solteras, de la tercera edad y con capacidades diferentes, que requieren de atención oportuna y eficiente debido a su exclusión del mercado inmobiliario privado (Venegas D, en Milenio Diario 280803, Ramírez BT, en La Jornada 280803). Estas calumnias son gratuitas. Los trabajadores no deseamos quitarle virtudes a nadie, ni siquiera al gobierno socialdemócrata. Pero, eso no significa que debamos someternos acríticamente y renunciar a derechos elementales. Burocracia izquierdosa fuera de la ley Esa inepta burocracia que dice “defender a los trabajadores” se asusta con muy poco, ver a los trabajadores en huelga les da miedo, su inexperiencia los vuelve torpes. Sabido es que los sindicatos siempre formulamos Pliegos de Peticiones porque es nuestro derecho. En la relación laboral, todas las peticiones se resuelven NEGOCIADAMENTE, cuando se sabe negociar. Eso lo ignoran esas autollamadas “corrientes de izquierda”, no saben que la relación laboral es una negociación COTIDIANA, no es la toma del poder ni mucho menos. Lo peor es que también ignoran la ley. La existencia de jornadas de trabajo de 10 (DIEZ) horas diarias es ILEGAL, es VIOLATORIA de la Ley Federal del Trabajo. Los trabajadores de la Astinvi únicamente piden el cumplimiento de la Ley, y eso, no significa desacreditar ninguna política de vivienda de López Obrador. ¡Nada tiene que ver lo uno con lo otro! La contratación de tantos trabajadores por HONORARIOS es una flagrante violación a la ley. Por si el gobierno del PRD no lo sabe, esa categoría NO existe en la legislación laboral mexicana, jurídicamente solamente hay trabajadores de PLANTA y de CONFIANZA. Son de confianza aquellos que realizan actividades GENERALES de dirección, administración, supervisión y vigilancia. Los mandos medios, intermedios y demás, simplemente NO existen jurídicamente hablando. Todos los demás trabajadores son de planta y sindicalizados. Puede haber trabajadores TEMPORALES, por obra o tiempo determinados, contratados expresamente para trabajos específicos, pero NO por honorarios. El Instituto de Vivienda y sus trabajadores En el Instituto de la Vivienda (INVI) laboran 700 trabajadores, de los cuales 140 están sindicalizados. Los técnicos operativos son 176, de manera que no todos están sindicalizados. Además, hay 271 empleados contratados por honorarios, categoría que NO existe en la ley, por lo que deben ser sindicalizados. El resto (253) es personal de confianza, entre los llamados mandos medios y superiores. Los trabajadores sindicalizados representan apenas el 20%, los de confianza el 34% y el resto es irregular. De entrada, hay demasiada burocracia. Simplemente son más empleados de confianza que trabajadores sindicalizados. ¡Eso, es inaceptable! Los trabajadores por honorarios deben ser sindicalizados porque las actividades que realizan son materia de trabajo de la cual es titular el sindicato y, para eso existe un CCT. Además, legaloidemente disfrazados como personal de confianza irregular, esos trabajadores reciben un trato laboral discriminatorio. La Astinvi es una organización sindical registrada en el Apartado A, titular del Contrato Colectivo de Trabajo desde el 21 de agosto de 2001, e independiente de las centrales existentes. Este es el primer movimiento de huelga de la Astinvi. Las peticiones presentadas son estrictamente laborales y por demás sencillas. Pliego de peticiones Laborales: Basificación gradual (en un programa a 3 años) de trabajadores contratados por Honorarios. En la actualidad hay mucho personal de confianza contratado ilegalmente. Económicas: Apoyo a guarderías, uniformes, becas, transporte, útiles escolares que ya gozan otros trabajadores, otorgamiento de vivienda, préstamos a corto y largo plazo. Pedir, solicitar (tan solo solicitar) vivienda es lo asustó a la burocracia gobernante. Administrativas: Compactación de horario. Los compañeros trabajan 50 horas a la semana, aunque en CCT tienen pactadas 45 horas a la semana. Son jornadas de 10 horas diarias, se solicitan 8 diarias. Política laboral de derecha La descalificación que las autoridades del GDF, oficialmente gobierno de izquierda pero con política laboral de derecha, hicieron a la huelga es desfortunada. La jornada de 8 horas diarias fue conquistada por la clase obrera hace más de 100 (cien) años. Los compañeros de la Astinvi únicamente solicitaron que se cumpla la ley laboral, misma que está violando el gobierno del PRD. En ese aspecto están peor que Abascal, secretario del trabajo del gobierno foxista. Por otra parte, el GDF es incapaz de distinguir entre trabajadores independientes y sindicalismo charro. ¿Porqué no actúan con la misma saña contra Medel y Espino, connotados charros, gánsters y saboteadores en los sindicatos del GDF y del Metro de la Ciudad de México?. INVI, Instituto de la Vivienda Creado en abril de 1995 como Organismo desconcentrado, perteneciente al Gobierno del Distrito Federal. El 16 Octubre 1998, se constituye en Instituto de la Vivienda de la Ciudad de México, como Organismo Decentralizado con personalidad jurídica y patrimonio propio. Funciones Otorgamiento de créditos de interés social. Otorgamiento de créditos para vivienda de interés social. Tipos: Vivienda nueva, Adquisición de vivienda a terceros, Mejoramiento de vivienda en Conjunto y Lote Familiar (aquí hay atención a los grupos vulnerables que son madres solteras, discapacitados, personas mayores e indígenas) y dependiendo de las personas se les da mayor subsidio con pagos especiales. Triunfa la razón, pierde la intolerancia El 29 de agosto se llegó a un acuerdo negociado. Los trabajadores lograron la jornada de 8 horas mediante un sistema llamado de compactación de horarios. Esto, calificado de “no ético”, de “intereses de grupo”, por la burocracia perredista, en realidad NO es mucho es apenas el cumplimiento (PARCIAL) de la ley. Acuerdos negociados La huelga en el INVI terminó con el compromiso de las autoridades a respetar la jornada de 8 horas corridas (de 9:00 a 17:00) con 15 minutos de tolerancia y premio de puntualidad (con tres meses seguidos). Se acordó el pago de 50% de los salarios caídos, y licencias sin goce de salario hasta por tres meses. Se obtuvo la “promesa” de revisar las demandas de vivienda y préstamos a corto y mediano plazos. También habrá permisos de titulación para el personal del Instituto (10 días). Las madres trabajadoras con hijos de hasta 6 años o con discapacidad, podrán retirarse una hora antes que el resto de los empleados. Nada de salario y prestaciones, salvo que las fechas de revisión contractual y salarial se mantienen inalterables: 15 de febrero y 21 de agosto. El anterior aumento salarial fue del 7%. Huelga y triunfo parcial La jornada de 8 horas diarias es una gran conquista, pero es insuficiente porque a la semana se laboran 45 horas debiendo ser 40 con pago completo del sexto y séptimo día. Se ha logrado, sin embargo, un importante avance. Los demás acuerdos son laborales y sencillos, lo mínimo a que tienen derechos los compañeros. El problema de vivienda y préstamos quedó en “promesas”, y el gobierno apenas pagará la mitad de los salarios del tiempo que duró la huelga. El GDF sigue una política laboral charra, lo dicen sus HECHOS. Fue necesaria una huelga para obtener el cumplimiento parcial de la ley, y demandas mínimas. Aún así, el GDF sigue fuera de la legalidad laboral vigente. El sindicato procedió con entereza y responsabilidad, el gobierno y autoridades se vieron miserables, por decir menos. Al final triunfó, así sea parcialmente, la razón obrera.
¡Viva la solidaridad proletaria !
Huelga de los trabajadores del Instituto de Vivienda de la Ciudad de México,
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