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Las burocracias hacen lo que quieren traicionando a la Nación ¿Más autonomía? En CFE, la burocracia trabaja en contra de la propia industria nacionalizada. De acuerdo al POISE 2002-2011, hay de todo para transnacionales y contratistas. Para los grandes se reservan las concesiones en generación, para los otros, la construcción de subestaciones, líneas de transmisión, obras de rehabilitación y modernización, e inclusive mantenimiento de las instalaciones. Todo se hace sin ninguna reforma eléctrica, todo es en los hechos, a la luz del día, a espaldas del pueblo y de la Nación. Esa es la autonomía que disfruta CFE y, todavía, los partidos políticos quieren otorgarle más autonomía. Sería una invitación legal para el fortalecimiento de una mafia golpista tipo Venezuela. ¡No a la autonomía de gestión burocrática!, ¡Sí a la intervención organizada del pueblo y trabajadores! El enemigo está dentro de casa Los autores de la desgracia para México no son nadamás el imperialismo y los organismos financieros internacionales, son también los supuestos responsables del buen manejo del patrimonio nacional. La burocracia foxista enquistada en puestos claves de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y de Luz y fuerza del Centro (CFE), no se diga la Secretarían de Energía (Sener) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE), trabajan en contra de la Nación y de su patrimonio. El programa de Obras e Inversiones del Sector Eléctrico (POISE) que debiera ser una referencia para el correcto desarrollo de la industria eléctrica nacionalizada está completamente desnaturalizado. Esto es consecuencia de haber sustituido en la industria energética de México, la planeación por el plan de negocios. Es, por supuesto, el resultado de seguir una política energética subordinada al imperialismo. Las ofertas del POISE 2002-2011 En el POISE 2002-2001 destaca la “oferta” de 7 centrales de Ciclo Combinado a base de gas natural. Esto es, se sigue con la misma política basada en un combustible del cual el país carece. Los proyectos están orientados al gusto de las transnacionales. Se trata de proyectos para las plantas TUXPAN V, de 479.2 Mw (±, dónde este simbolito indica una capacidad aproximada que en las licitaciones se expresa mediante un mínimo y un máximo); ALTAMIRA V, de 975.1 Mw (±); MEXICALI II, de 220 Mw (±), ésta ubicada realmente en el municipio de San Luis Río Colorado en Sonora y con el incentivo de recibir "USD 49.35 millones para implementar un campo solar con una potencia de al menos 25 Mw adicionales al ciclo combinado"; TAMAZUNCHALE, de 987 Mw; TAMAZUNCHALE II, de 972 Mw; VALLADOLID II, de 477 Mw(±) en Yucatán; AGUA PRIETA II, de 411 MW en Sonora. 4 de esas concesiones entrarían en servicio en 2006, uno en 2007 y dos más en 2008 con una capacidad total de por 2 mil 659.1 Mw (±). Las 7 convocatorias aclaran que dichos proyectos "no están incluidos dentro de la reserva del Tratado de Libre Comercio". Todas establecen que el concesionario debe "diseñar, construir, equipar, probar, poner en servicio, ser propietario, operar y mantener las instalaciones de una central". Todas representan para CFE contratos la firma de contratos de "capacidad de generación de energía eléctrica y compraventa de energía asociada", con una vigencia de 25 años. En todos los casos se establece, respecto a la legislación aplicable, que "El contrato se regirá e interpretará de acuerdo con la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica y su Reglamento, Legislación Federal de México y los Tratados Internacionales de Libre Comercio de los que México sea parte". Todas establecen un "contenido mínimo de integración nacional" del 25%. Concesiones al gusto privado, CFE paga El problema principal de estas concesiones es el esquema de pago, que continúa siendo el mismo que se ha venido aplicando y que tanto ha gustados a los particulares. Tal esquema se integra de dos componentes principales: Cargos fijos por capacidad (capacidad, operación y mantenimiento, reserva de capacidad y suministro de combustible) y Cargos variables por energía (operación y mantenimiento, combustible y arranques), que garantizan pingües ganancias a los propietarios. Obviamente los pagos se harán en referentes internacionales y en dólares. Este tipo de contratos son los que tratan de eliminar Argentina y Uruguay con las transnacionales españolas, aposentadas en su industria eléctrica. En México estos contratos son aún más leoninos para el erario público. Véase como referencia la nota publicada en Milenio el martes 5 de agosto, donde la española Unión Fenosa declara que obtuvo utilidades netas por 188 millones de euros que "en gran parte, se debe destacar, a las aportaciones hechas por sus centrales en México". Cínicamente, Fenosa "destaca la mayor aportación de los ingresos de México con la entrada en operación de la central Tuxpan y una mayor contribución de la planta de Hermosillo”. La nota está basada en su último informe de resultados y, de acuerdo con éste, "los mayores ingresos provienen de la central de Hermosillo, siendo los más destacables en el área internacional de la empresa". ¡Cómo no!, si allá están yendo a parar las utilidades de CFE. Endeudar a CFE hasta quebrarla El programa de inversiones de CFE plantea la construcción "con recursos propios", que en realidad son PIDIREGA's, Obra Pública Financiada "a precio alzado" cuya deuda representa el 48% de la deuda total del organismo al 30 de junio pasado, en comparación con el 46% registrado seis meses antes. Inversión propia ínfima De manera contrastante, los planificadores de CFE contemplan inversión para una capacidad total de 745.76 Mw propios, disponibles hasta marzo del 2006 y abril del 2007. Esa capacidad es verdaderamente ridícula, mucho menor a la que se concesiona. Proyectos “propios” de CFE Los proyectos "propios" de CFE son: - PACIFICO (PETACALCO II), de 648 Mw cuyo proyecto "considera la adjudicación de un contrato para la ejecución de todas las obras necesarias para la construcción de una (1) Central Carboeléctrica de 648 Mw, compuesta de dos (2) unidades de 324 Mw cada una o una unidad de 648 Mw y deposito de ceniza, incluyendo el diseño, la ingeniería, suministro, construcción, transporte, montaje, pruebas y puesta en servicio de la(s) unidad(es). El proyecto se localizará en el estado de Guerrero. Dado que la Central se licitará bajo la modalidad de Obra Pública Financiada (OPF), el contratista tendrá la responsabilidad exclusiva de obtener todo el financiamiento necesario para las obras". - EL ENCINO, de 61.7 Mw en Chihuahua, que en realidad es la conversión de una vieja Turbo Gas a Ciclo Combinado. - BAJA CALIFORNIA SUR II, de 36.06 Mw en Baja California Sur. Una central de Combustión Interna que aprovechará el combustible de la planta Pemex ubicada en la ciudad de La Paz. La ingeniería se privatiza Para la construcción de estas plantas se entrega a los privados "el desarrollo de la ingeniería básica complementaria de detalle, el suministro del equipo, transporte, instalación, pruebas y puesta en servicio hasta la aceptación provisional de la Central, la construcción civil del área de la Central y el acondicionamiento de los accesos". Es decir, que NADA del proceso de trabajo eléctrico se realiza ya por administración directa, como prevé la ley de Obra Pública. De un plumazo se entrega al capital privado el conocimiento y la experiencia de los electricistas de CFE, en perjuicio no solo de las finanzas de la propia empresa (porque estas obras por regla general son más caras y de menor calidad que las realizadas con recursos propios), sino también su materia de trabajo, aumentando la dependencia externa. Rehabilitación de centrales eléctricas En 3 casos se prevén obras de "rehabilitación y modernización" (caracterizadas eufemísticamente como "rehabilitación mayor") de plantas ya existentes: Planta Termoeléctrica Tula (Francisco Pérez Ríos), con 5 unidades de 300Mw (1,500 totales) a partir del combustible proveniente de la planta Tula-Jorobas de Pemex. Los técnicos de CFE han determinado ya los problemas de la planta (desde cuestiones mecánicas, deficiencias de combustión en la Unidad 5, fugas en los precalentadores regenerativos de aire, acumulación de escoria en el Economizador y el Evaporador y otras, hasta de dispositivos de medición y control que afectan la seguridad de la planta: control analógico del generador de vapor, el control lógico, detectores). Estos son problemas normales de cualquier planta de éste tipo y se seguirán presentando en los próximos años en otras plantas, conforme la planta de generación alcance su vida útil. Por ello se justifica mantener un grupo especializado en la empresa pública para atender estas labores, es más seguro y económico. Los otros casos de "rehabilitación mayor" son los de la Hidroeléctrica Ixtaczoquitlán, que consiste realmente en su repotenciación mediante la sustitución de las dos unidades existentes (792 KW) por una sola de 1,600KW; y la rehabilitación y modernización de la Termoeléctrica Salamanca, Unidades 3 y 4 en aspectos mecánicos y eléctricos. Estos trabajos también son obras normales para la industria eléctrica nacionalizada, que deberían realizarse por administración directa. La prensa extranjera conoce más Los casos mencionados no son los únicos. Existe mucha más obra que se entrega a los privados y de la cuál nos enteramos por la prensa extranjera. Según El Economista, la CFE y Abener (Abengoa), firmaron un contrato por aproximadamente 77 millones de dólares para reconvertir la central turbogas Hermosillo a planta de ciclo combinado y aumentar su capacidad total a 219.8 Mw (Fuente: Business News Americas). ¡No a la autonomía de gestión burocrática! Estos ejemplos demuestran que la propuesta de conceder Autonomía de Gestión y Financiera a CFE (y a LyFC) que plantean, tanto Fox y el PAN como los representantes de oposición (PRI y PRD), es una quimera, una concesión a la derecha y al gran capital que busca la privatización TOTAL de la industria eléctrica de México. Los programas de inversión de las empresas del sector público deben corresponder al interés nacional y, por lo tanto, deben estar sujetas a una intensa supervisión del Estado, de los trabajadores y de la sociedad organizada. La Autonomía, como la proponen los partidos políticos, solamente traería mayor anarquía en el desarrollo de la industria eléctrica nacionalizada y provocaría su quiebra final, en beneficio del gran capital. ¡No a la Autonomía de Gestión de CFE, LyFC y Pemex!
¡Abajo la Privatización Eléctrica Furtiva!
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