FTE México

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Volumen 3, Número 41, Agosto 30 de 2003

 

CFE sí está perdiendo clientes

 

Sus voceros dicen que No, los hechos dicen que Sí. Multitud de permisos privados de generación que ha otorgado la Comisión Reguladora de Energía, en las modalidades de (falsos) autoabastecimiento y cogeneración, son verdaderos sistemas eléctricos privados. Estos están constituidos por muchos socios, grandes consumidores asociados para privatizar, mismos que compran la electricidad a las transnacionales no a CFE. Con la privatización furtiva, CFE está perdiendo clientes aceleradamente.

En respuesta a un artículo publicado por Claudia Villegas (Revista Proceso 1396), Ignacio Cabrera, gerente de comunicación social de la CFE, repite un discurso manoseado. Dijo que “podemos afirmar que la CFE, en lugar de perder clientes, los ha incrementado notablemente en sus diferentes sectores de consumo, desde el residencial hasta el de grandes consumidores industriales y de servicio” ¡No es tan cierto!

Agrega Cabrera que “la CFE atiende actualmente a 20.6 millones de clientes, y que anualmente registra un crecimiento promedio de 800 mil nuevos clientes” ¡Veamos!

La respuesta es borrosa, porque Cabrera hace que no sabe de los permisos privados, ni de los múltiples clientes que están perdiendo CFE y LFC. Los 800 mil nuevos clientes a que se refiere son básicamente domésticos.

Multitud de industrias y de entidades públicas, principalmente municipios, participan del esquema privado anticonstitucional. Tal está documentado por la CFE, la CRE y por el FTE. Nosotros lo hemos denunciado reiteradamente.

Respecto a la transmisión eléctrica dijo que, “en las redes de transmisión de la CFE se han transportado 2 mil 99 millones de KWh. de permisionarios, cifra que representa apenas 3.29% de las ventas totales de la CFE, lo cual, como usted comprenderá, es un porcentaje reducido de ese total de ventas”.

En este caso, Cabrera minimiza el hecho y lo elude. Tampoco dice que la Constitución prohíbe el transporte eléctrico privado, pues la generación al igual que las demás fases del proceso de trabajo eléctrico corresponden realizarlos, de manera exclusiva, a la nación mexicana no a ninguna transnacional.