TV Azteca y Fox humillan al país
Un comando armado, contratado por Tv Azteca, irrumpió la madrugada del 27 de diciembre en las instalaciones donde se ubica la antena de Canal 40, en el Cerro del Chiquihuite. Eso motivó que se suspendieran las transmisiones en el Valle de México, manteniéndose la transmisión por cable hacia el interior del país. Diez días después, el gobierno foxista permanecía callado.
Las críticas al gobierno se sucedieron. Se esperaba que el gobierno actuara respetando, y haciendo respetar, la ley. Nada de eso ocurrió, el poder de los medios electrónicos se sobrepuso al Ejecutivo federal, con su propia anuencia y auspicio.
De un conflicto mercantil se derivó la acción de Tv Azteca, pero sin que hubiera ninguna determinación de autoridad mexicana alguna. El orden jurídico fue quebrantado, la acción de Tv Azteca se califica como despojo, allanamiento y afectación a las vías generales de comunicación. La acción es completamente unilateral y significa imponer su propia ley. Eso, es suficientemente grave y motivaría la revocación de la concesión que se le ha otorgado, toda vez que la señal radioeléctrica pertenece a la Nación.
Tv Azteca, cuya programación y contenidos son deplorables, se ha mostrado como un poder por encima de la Nación. El gobierno, actuando en su favor, convalidó los hechos. La campaña televisiva fue intensa, Tv Azteca deformó los hechos intimidando mediáticamente, incluyendo montajes de escenas con invasores de predios, declaraciones fuera de contexto, “sondeos” manipulados de opinión y difamaciones flagrantes. En su desesperación, trató de “comprar” a los trabajadores de Canal 40, mismos que rechazaron la oferta. Más aún, se movilizaron. El 5 de enero llevaron a cabo una marcha en El Chiquihuite.
Los trabajadores defienden su fuente de trabajo y, al mismo tiempo, un espacio televisivo periodístico ganado a pulso. En Canal 40, hay una mejor aproximación a los hechos de la vida cotidiana política y social. Esto, a pesar de los comentarios en materia económica, totalmente coincidentes con el foxismo, y de otros segmentos que rayan en la charlatanería política de “ astrólogos” (sí astrólogos, no astrónomos) como analistas políticos) de muy bajo nivel.
Con la intervención de la secretaría de gobernación, se simuló la negociación pretendiendo una nueva imposición de Tv Azteca al Canal 40. No hubo arreglo. En intervención tardía y facciosa el gobierno intentaba, entonces, aplicar la requisa calificada de improcedente en los medios políticos. No hubo tal, finalmente se decidió por “ asegurar ” las instalaciones de CNI-Canal 40, en pocas palabras: no regresárselas. Con el apoyo de técnicos del Canal 11 del IPN, la secretaría de comunicaciones y transportes “ aseguraron ” las instalaciones desconectándolas.
Pero el abuso, ilegalidad e impunidad terminarían perdiendo. Una juez ordenó restablecer el derecho. El gobierno trató de impedirlo pero el juzgado se sostuvo. En sus términos, las instalaciones del Chiquihuite debían restituirse a CNI-Canal 40, y así ocurrió. El conflicto mercantil persiste pero las transmisiones de Canal 40 continúan.