Número 37, Abril 30 de 2003

¡Perros, mil veces perros!, los asesinos de la vida y de los sueños

Los niños de Irak

Sentimos miedo cuando no sabemos si estaremos vivos al día siguiente. Sentimos ira cuando la gente quiere matarnos o injuriarnos o robar nuestro futuro. Sentimos tristeza porque todo lo que queremos es una mamá y un papá que estén aquí al día siguiente. Y, finalmente, nosotros nos sentimos confundidos porque ni siquiera sabemos qué hemos hecho mal.

Charlotte Aldebron, 13 años,
Cunningham Middle School, Presque Isle, Maine.
Discurso en un mitin contra la guerra (fragmento).
Fuente: www.jrebelde.cu, www.antiwar.com

Las guerras y el atraso económico de Irak han significado, de entrada, hambre para los niños pues no hay suficientes alimentos. Antes de iniciada la guerra de agresión imperialista la vida infantil se vivía entre el shock y el miedo. Con la ocupación, muchos niños ya ni siquiera viven, fueron asesinados por los invasores. Muchos de los que quedaron vivos ahora están traumatizados o mutilados, han perdido parte de sus cuerpos destruidos por las bombas “inteligentes” del imperialismo. Muchos, también, han quedado huérfanos y en completo desamparo.

Más de la mitad de los 24 millones de iraquíes son niños menores de 15 años (www.jrebelde.cu). Las miles de bombas y toneladas misiles que golpearon a Bagdad lo hicieron contra muchos niños y jóvenes. Para éstos y sus familias la guerra supone una gran carga psicológica, incluso aunque salgan ilesos de los ataques. Eso había dicho en Irak, la pediatra belga Colette Moulaert (Hoffman C, en Milenio Diario 310303).

Los bombardeos angloamericanos sobre ciudades de Irak representaron, desde el principio, la muerte de mucha población civil, principalmente mujeres y niños, algunos sin siquiera haber nacido murieron en el vientre de su madre.

En plena masacre, hubo voces que se alzaron con preocupación y pidieron al gobierno norteamericano la protección de los niños. La propuesta del conocido pediatra ruso Leonid Roshal de crear un "corredor verde" para evacuar a niños heridos de las ciudades iraquíes de Bagdad y Basora, fue rechazada hoy por Estados Unidos, informó PL el 4 de abril (www.trabajadores.cu).

Diversas instituciones internacionales como la Fundación Internacional para la Protección de la Infancia (UNICEF) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) denunciaron que, en el ataque contra Irak, los niños serían los más vulnerables, por estar en malas condiciones nutricias y ser más susceptibles a las enfermedades. La agresión ha significado un mayor deterioro en sus condiciones físicas y mentales. Entre los “daños colaterales” se cuentan 18 millones de iraquíes sin agua potable y 10 millones sin alimentos.

El impacto es terrible porque los niños son asesinados impunemente y, quienes sobreviven, quedan heridos, físicamente o en el alma, porque entre las víctimas civiles han perdido a seres queridos. Con la ocupación, ahora están a merced de los verdugos yankis y ni siquiera tienen un pedazo de pan.

A la alta pobreza y mortalidad infantil se agregan ahora heridas perdurables. Los niños de Irak han dejado de ir a la escuela y no conocerán su propia historia pues los museos y libros han sido quemados, sus bibliotecas destruidas, y robadas las obras de arte.

Los niños de Irak no están viendo una película ni hay fantasía o video, es la pura realidad. Antes de que empezara el bombardeo, la mitad de los niños habían dicho a unos investigadores internacionales que no veían posibilidades de seguir vivos. Desde muy pequeños han sabido los horrores de la guerra, la conocen y les preocupa. Un chiquito de cinco años, Assem, la describió como “cañones y bombas y el aire será frío y caliente y nos quemaremos mucho”.

Lo que ahora está haciendo el imperialismo no tiene nombre, se le puede llamar crimen, genocidio, síndrome alcohólico, acciones sicópatas, es algo peor. El imperialismo quiere terminar la historia asesinando a los pueblos, y a sus hijos, hacedores de la historia. ¡Perros, mil veces perros!, escribió una vez Efraín Huerta con motivo de una invasión norteamericana a Panamá. Es lo menos que podríamos decir esta ocasión.

Los niños iraquíes por el momento no ríen, tampoco juegan, para el imperialismo no cuentan, la vida humana no vale nada. Pero, otros niños, en otras partes, han oído a sus maestros hablar de las Mil y Una Noches y saben de Simbad el Marino, de Basora, y de Saladino y su Lámpara Maravillosa. En estos momentos, cuando un nuevo Alí Babá y sus Cuarenta Ladrones invaden a Bagdad, tienen el corazón puesto en los niños de Irak.

El 28 de marzo, niños de preescolar y primaria de más de 100 escuelas públicas y privadas de Querétaro, México, exhibieron en el jardín Guerrero, ubicado en el centro de la capital del estado, dibujos alusivos a la paz.

Asimismo, cerca de 60 niños de educación preescolar marcharon hacia la plaza de armas ubicada en el centro histórico de la capital del estado, vestidos con trajes típicos de diversas partes del mundo, para pronunciarse contra la invasión estadounidense a Irak. (Cornejo JA, en La Jornada 290303). Los niños rodearon varias veces la plaza donde se ubica el palacio de gobierno, portando cartulinas con frases y diversos dibujos alusivos a la paz, así como palomas hechas de papel.

Niños dominicanos, vestidos de blanco, se dedicaron a recolectar firmas contra la guerra, en una manifestación realizada en Santo Domingo el 30 de marzo (www.prensa-latina.cu).

En la Ciudad de México, reunidos en el Angel de la Independencia, los niños de la escuela Margarita Nassó, apilaron tabiques rojos dentro de un contorno pintado en el piso, símil del mapa de aquel país atacado por las fuerzas angloamericanas. (Martínez F, en La Jornada 050403). "Los niños de México queremos la paz. No a la guerra, no a las bombas... besos y abrazos a los niños de Irak", dijeron todos.

El 12 de abril, una de las marchas realizadas en la Ciudad de México fue encabezada por una columna de niños y niñas, acompañados por sus padres y amigos, todos contra la ocupación imperialista en Irak.

El 30 de abril es el Día del Niño, en una fecha como esa la ONU aprobó una Carta Universal de Derechos de los Niños y las Niñas. De nada sirve, la ONU, antes, durante y después de la agresión, ha guardado nauseabundo silencio. Ni una sola, la más mínima crítica, ha hecho esa entelequia contra la masacre.

Evidentemente, Bush, Blair y sus lacayos deben ser juzgados por genocidas. ¿Qué sanción sería adecuada? ¿La soledad, la nostalgia?, como propone algún "intelectual". ¿O, van a defenderlos los “intelectuales” posmodernistas preocupadísimos de los derechos “humanos” de los criminales?

Mujeres iraquíes defendiendo a los niños

Los niños de la India en solidaridad con los niños de Irak