Número 45, Diciembre 30 de 2003

Convención desdibujada políticamente

Convención Obrera y Popular

No satisfizo el evento, se dejó pasar una importante oportunidad, ciertas fuerzas de la alianza impusieron su sentir político. La propuesta de un Paro (o Huelga) nacional, presente en el sentimiento de muchos mexicanos, quedó en segundo plano. El denominado Consejo Económico y Social ni es representativo ni expresa las demandas de los trabajadores y pueblo de México. El Frente amplio (antimperialista) requiere definir su organización y estructurarla al menos en 100 ciudades del país con 10 Consejos regionales, 32 Consejos estatales y 1 Consejo nacional representado por todas las secciones.

Cierto es que, desde el formato acordado, se había perdido el carácter amplio y popular del acto. Incluso la falta de discusión cerró por anticipado cualquier posibilidad de desarrollar políticamente la Jornada mediante consensos. También es cierto que tampoco hubo presión desde la base para ampliar las posibilidades y regresar la convocatoria al ámbito regional.

Lo más representativo fueron ciertos “jaloneos” de organizaciones que plantearon una presencia por el reconocimiento de demandas particulares, que no por válidas fueron bien encausadas. Pero lo peor fue que, a la hora de las definiciones, se careció del manejo adecuado del discurso político de la Promotora, tratando de adaptarlo a un discurso particular, a negociaciones del momento; el planteamiento largo y cansado del discurso y un resumen de actividades que no estaba previsto.

El tedio del formato deslavó también la propuesta de paro (o huelga) nacional, que aunado a un cuestionable acuerdo para la constitución de un consejo de notables, denominado Económico y Social, le restó credibilidad al proyecto popular lanzado por la Promotora.

La percepción es que la dupla Slim-Hernández Juárez logró imponer una demanda muy sentida de la pequeña burguesía en México. De paso, la Convención desdibujó sus características más combativas e independientes, más allá del posicionamiento de rechazo a cualquier forma de participación privada sino, incluso, para revertir las existentes. En esa concesión se lesionaron relaciones importantes. La molestia de Rosendo Flores, secretario general del SME, fue evidente tanto en su discurso como en su inmediato retiro de la Convención

Fallamos en dejar sentadas las bases para dotar a la Convención de una estructura del nivel nacional. Las Caravanas, y un buen registro de participantes en la Convención, planteaban la oportunidad para crear una red nacional: 100 ciudades y al menos ocho consejos regionales, que dieran pie a un frente amplio cuyo Consejo Nacional pudo quedar constituido el mismo día 25 de noviembre.

Esto último aún es rescatable. Una organización de este tipo es necesaria para facilitar aspectos logísticos, dada la extensión del territorio nacional, en caso de lograr impulsar la preparación del paro (o huelga) nacional. Esta organización debidamente estructurada es la única posibilidad real de sobrevivencia del Frente Antineoliberal, ante la eventualidad de un presupuesto social recortado. Esta sería la única posibilidad real del paro (o huelga), por tratarse de una causa realmente común, que incluso podría radicalizarse con el planteamiento de la moratoria al pago de la deuda o el cuestionamiento a todo el orden económico y político imperante en México, orientado actualmente en beneficio del imperialismo.

Claro, habría que luchar primero por reivindicar el alcance popular de la Convención como acto central de la Jornada. Esto podría hacerse ampliando sus resolutivos, de manera que, se reconozca la lucha relativamente exitosa (hasta el momento) contra la reforma constitucional en materia energética.

En lo particular, este podría ser un punto de apoyo para pugnar por un presupuesto y un proyecto de Ley de Egresos, en los que no quede planteado un mayor acotamiento de Pemex, CFE y LyFC.

Es importante estructurar un proyecto económico consecuente para un gran espectro de fuerzas alrededor de la defensa de la soberanía. Tal permitiría, además, evidenciar proyectos neoliberales impulsados por algunos partidos políticos. Esta podría ser una línea de acción posible dentro de la Promotora y, desde ésta, para el Frente Antineoliberal.

Anuncian grupos sindicales, campesinos y sociales campaña en favor de la soberanía

Las organizaciones sindicales, campesinas y sociales que convocaron a la megamarcha contra las reformas estructurales crearán un "consejo económico y social", es decir, se unirán en una gran representación, para tomar acciones como la realización de una campaña en 2004, foros, asambleas y acciones políticas, incluida una huelga nacional.

El acuerdo fue tomado durante una convención en la que sostuvieron que a Vicente Fox "le quedó grande la Presidencia". Propusieron consolidar esta unión para mantener su lucha, ya que ante el "poco gobierno" y la pérdida de brújula y rumbo, el país se encamina a una crisis política y social sin precedente, por lo que los trabajadores "tomarán el liderazgo que a la administración federal le falta".

A la Convención Nacional por la Soberanía asistieron líderes de unas 500 organizaciones afiliadas a la Unión Nacional de Trabajadores, el Frente Sindical Mexicano, la Promotora por la Unidad Nacional en Contra del Neoliberalismo, El Barzón, El campo no aguanta más y el Congreso Agrario Permanente, entre otras.

El centro de convenciones del Sindicato de Trabajadores del Seguro Social se colmó en este foro, en el que más allá de las consignas, las organizaciones aterrizaron acuerdos: mantenerse unidos más allá de la marcha de mañana, así como acumular fuerzas y generar convenios cada vez mayores para elaborar un proyecto de nación alternativo, para fortalecer la soberanía nacional.

La apertura del acto correspondió al dirigente del Sindicato Mexicano de Electricistas, Rosendo Flores, quien dejó claro que para los trabajadores "la Constitución no tiene precio", lo que paró a todos sus agremiados, que puño en alto corearon: ¡SME, SME, SME!" Dijo que Fox encabeza "la embestida más burda de la burguesía recalcitrante de los últimos tiempos, y lo más triste es que le sirve de vasallo al capitalismo salvaje, sin ningún asomo de visión social, por lo que es preciso consolidar una unión de todas las organizaciones democráticas".

Los dirigentes reunidos firmaron un documento en el que establecen que la jornada de lucha que se está protagonizando es apenas el inicio de un proceso de mayores consecuencias, por lo que este gobierno no podrá imponer sus "reformas estructurales" ni le van a tolerar una sola privatización más.

Plantearon que al país ya le llegó la hora de las definiciones y en este proceso todas las organizaciones tendrán que tomar un lugar en la lucha. "La megamarcha de hoy será un parteaguas en la historia de las batallas democráticas en el país". (Muñoz P, en La Jornada 271103).

Es de alta importancia el desarrollo de alternativas para la organización nacional del movimiento del pueblo de México. El FTE de México propone una organización estructurada en secciones a nivel nacional. 250 secciones en otras tantas ciudades, integradas en 32 Consejos estatales, 10 Consejos regionales y 1 Consejo nacional integrado con la representación de todas las secciones. FOTO: FTE