Número 44, Noviembre 30 de 2003

¡Alto a la compulsión privatizadora del foxismo!

Triunfan las Caravanas

Jornada de lucha en 10 días de acción que culminaron con una Convención y una gran Marcha. 100 mítines en otras tantas ciudades del país, intensa acción en los medios locales, miles de mexicanos integrados con un solo objetivo: Defensa de la Soberanía Nacional. En todo el territorio se expresó un notable desacuerdo popular contra las privatizaciones, la antidemocracia, el neoliberalismo y la entrega de la Nación al imperialismo. Los sentimientos de la Nación son de lucha por la cabal independencia de México. El pulso de la Nación indica que urge la lucha organizada y conciente en defensa de nuestros derechos inmediatos e históricos.

Unidad contra el neoliberalismo y las privatizaciones

Se propuso como una Jornada de lucha y fueron rebasadas las expectativas. En Defensa de la Soberanía Nacional y contra el Neoliberalismo fue la consigna que unificó esfuerzos y voluntades. Diversas organizaciones, grandes y pequeñas, algunas de histórica tradición otras recién formadas, se integraron objetivamente en un Frente Antineoliberal. Ni siquiera fue necesario tener un nombre, la acción de las Caravanas impulsó los sentimientos de unidad.

Las Caravanas fueron altamente exitosas, no obstante diversas carencias y limitaciones. ¿Porqué triunfaron las Caravanas? Por lo acertado de la propuesta y por su oportunidad política. No es, sin embargo, motivo para echar las campanas al vuelo. Pero, debe reconocerse que con la Jornada de lucha, entre todos, fue posible DETENER (al menos por ahora) las propuestas del foxismo tendientes a la reforma constitucional para la privatización eléctrica y petrolera, principalmente.

Sin las Caravanas, en estos momentos los diversos partidos políticos representados en la Cámara de Diputados ya hubieran votado afirmativamente una modificación tramposa y regresiva a la Constitución. Con ello, hubieran destruido la principal conquista de la Revolución Mexicana, esto es, el derecho a la propiedad colectiva social.

Afirmamos lo anterior porque el gobierno foxista impulsó en el período una ofensiva de alto alcance tratándose de los diversos medios masivos de comunicación, intensificó el cabildeo corrompiendo legisladores al grado de auspiciar la división al interior del propio Partido Revolucionario Institucional (PRI) y fortalecer las tendencias disgregadoras en el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

En la estrategia del gobierno neoliberal estaba integrar una mayoría proclive a las llamadas reformas y estuvo a punto de lograrlo. Aún así, en el Senado la mayoría de los legisladores (del PRI y del PRD) han mostrado consistencia y se hubiera complicado cualquier acuerdo previo de los diputados. Pero el escenario general nos hubiera sido adverso.

La movilización desarrollada por las Caravanas y su culminación masiva en la gran marcha realizada en la capital del país, junto con las marchas locales, cambiaron el panorama. Fue posible integrar a fuerzas diversas ante la necesidad de enfrentar unidos la ofensiva neoliberal. Esa alianza implicó sumar fuerzas aún cuando hubo que ceder en varios aspectos en una evidente textura de ventajas y desventajas.

El camino con corazón de las Caravanas

Con modestos recursos, los caravaneros agitaron las conciencias de muchos mexicanos. Por diversas vías se hicieron presentes en los ambientes locales. A través de los medios locales (prensa escrita, radio y televisión) pudo expresarse el punto de vista obrero y contrarrestar en gran parte la amplia campaña mediática del gobierno derechista.

Más aún, la movilización impulsó sentimientos unitarios, no solo en el interior del país sino hasta en las mismas cúpulas burocráticas de organizaciones sociales y políticas. Moverles las bases a nivel nacional inquietó hasta algunos connotados charros sindicales.

Al principio, solo nosotros apoyábamos nuestra propia propuesta. Pronto, dado el contexto latinoamericano y nacional, la iniciativa fue recibida con entusiasmo por diversas organizaciones participantes en la Promotora Nacional contra el Neoliberalismo. La asamblea del SME suscribió con entusiasmo la propuesta y pronto se integraron muchos más.

Empezadas las Caravanas nadie quería quedarse fuera. Conforme avanzaban, muchos se sumaban, los mítines eran más concurridos, su impacto era mayor. Incluso a nivel internacional se expresaron expectativas de interés y la gran marcha fue destacada ampliamente, así como la respuesta unificada en contra de neoliberalismo y la propuesta de un posible Paro nacional contra el foxismo.

Consecuencia de lo anterior, el PRI se resquebrajó momentáneamente, la tendencia pro-foxista encabezada por Elba Esther Gordillo fue replegada por los propios diputados priístas. Se rompió toda posibilidad de constituir una mayoría legislativa que aprobara las reformas constitucionales propuestas por Fox para entregar las industrias petrolera y eléctrica a las transnacionales.

Al mismo tiempo, se fortaleció la tendencia nacionalista de senadores del PRI y PRD que abiertamente rechazan las propuestas privatizadoras de Fox.

Porque las Caravanas pusieron la discusión a nivel de las bases del pueblo de México.

El conflicto sostenido gallardamente por el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) desde 1999 fue sacado del ámbito gremial para llevarlo más allá del marco sindical y volverlo un asunto de todo el pueblo. Este vio reflejadas sus aspiraciones en las Caravanas y las apoyó. Las burocracias políticas aprovecharon la coyuntura, ajustaron cuentas internas y tuvieron una meridiana coherencia con el momento político.

Movimiento nacional, conciente y organizado

¡Eso es lo que necesitamos! Un movimiento de alcance nacional, debidamente organizado y estructurado, con banderas propias, y un accionar unitario organizado en 100 ciudades, con 10 consejos regionales, 32 consejos estatales y un consejo nacional.

En México gobiernan las transnacionales

Esta lucha es de clases. La reciente ofensiva neoliberal fue diseñada por el imperialismo y las grandes corporaciones transnacionales que siguen financiando a Fox.

Esta ofensiva compulsiva se expresó en un intento por legislar sin bases puesto que Fox ni siquiera se ha atrevido a proponer FORMALMENTE una nueva iniciativa de reformas constitucionales. Elba Esther Gordillo se ha encargado únicamente de hacerle el juego sucio, su incapacidad es manifiesta, ni ella ni sus asesores del PAN han sido capaces de formular una iniciativa privatizadora “coherente”.

La razón es sencilla. ¡NO pueden! ¡NO se puede! ¡Sería una contradicción histórica! Así lo indica la experiencia previa con las iniciativas de Fox, de agosto de 2002, enviadas a la Cámara de Senadores. Allí siguen, sin posibilidad de ser dictaminadas favorablemente para el gobierno.

Pero no nadamás, la integración de una mayoría legislativa hubiera llevado a imponer una llamada reforma fiscal que, tramposamente, fue formulada para imponer de facto reformas laborales regresivas, vía la gravación con altos impuestos (25%) a todas las prestaciones sociales obreras, y favorecer la privatización otorgando a las transnacionales más de 500 mil millones de pesos en beneficios, un verdadero regalo de la Patria.

Por el momento, esas propuestas neoliberales han sido detenidas. Esto representa un triunfo parcial. Sin embargo, no es motivo de celebración. Los permisos privados se siguen otorgando, tanto en materia de electricidad como de gas natural. Más aún, se han otorgado ya los primeros 4 Contratos de Servicios Múltiples a las transnacionales para la exploración y explotación de gas seco. Esto se ha hecho, en abierta violación a la Constitución y en contra de las expresas recomendaciones expresadas por los senadores de la República a la burocracia de Pemex.

La privatización energética foxista sigue avanzando en los hechos, sin ninguna reforma constitucional. Más del 35% de la capacidad eléctrica instalada en el país es privada. La CFE ya no construye ninguna (NADA) generación nueva, TODA es privada. Ya se han instalado en México, la Industria Eléctrica Mejicana y la Mexican Oil Industry, como les llaman las transnacionales a las nuevas mafias, anticonstitucionales y corruptas.

El foxismo no parece detenerse ante nada. Su intención es clara: poner a la Nación ante hechos consumados. Para el gobierno no existe el derecho constitucional, solamente existe el derecho mercantil adecuado a las normas favorables a las transnacionales. Se ha llegado al extremo, violando otra vez la Constitución, de otorgar al capital extranjero el derecho a resolver las controversias sobre asuntos nacionales en tribunales internacionales.

Fox quiere privatización No constitucional

El objetivo de Fox es desnacionalizar a Pemex, CFE y LFC al menos en un 50%, otorgando amplio poder a las transnacionales y literalmente ahogando a las industrias energéticas nacionalizadas.

Una de las fórmulas legaloides consiste en acordar la Privatización NO Constitucional, mediante el reforzamiento a las reformas de 1992 a la Ley de Servicio Público de Energía Eléctrica (LSPEE). Lamentablemente, TODOS, TODOS los partidos políticos están de acuerdo. Eso es contradictorio, sería igualmente inconstitucional porque la legislación secundaria no puede contraponerse con la Constitución. Sin embargo, no hay razón que convenza a los legisladores del PRI y PRD. Sistemáticamente se han negado a DEROGAR las inconstitucionales reformas de 1992. A la fecha siguen sosteniendo 3 iniciativas que legitiman y amplían dichas contrarreformas.

En suma, los legisladores NO son confiables, los partidos políticos tradicionales tampoco. Necesitamos, en consecuencia CONSTRUIR nuestra propia organización política y social, la organización de los trabajadores y pueblo de México.

Esta enorme tarea no es sencilla pero es cada vez más urgente e indispensable. Habrá que recorrer un proceso tortuoso, tal vez. Pero hay experiencias previas, y las recientes Caravanas lo ratifican: es crucial el trabajo serio en las bases.

Preparar intensamente una huelga nacional

Es necesario CONSTRUIR en todas partes, el Frente Antimperialista de México, mismo que debe accionar con base en un Programa de Unidad. Para el FTE nuestro programa obrero es la Declaración de Guadalajara.

Entre las acciones próximas está en la discusión la realización de un paro (o huelga) nacional. Tenemos que desafiar a las cúpulas. De entrada, para el proletariado industrial, el derecho de huelga en México NO existe desde hace 70 años. El último intento de huelga eléctrica nacional ocurrió en 1976 y fuimos reprimidos violentamente por el ejército y gobierno federal. En 1978 hicimos un Paro Cívico Nacional, exitoso pero limitado. Hoy, el paro (o huelga) debe triunfar.

En cualquier modalidad lo importante es la preparación. Ese paro (o huelga) debemos ganarlo en los preparativos. En este contexto, es pertinente empezar por la preparación de los propios huelguistas, o participantes en el paro.

Las Caravanas, ahora, habrán de desplegarse ampliamente por el territorio nacional en Caravanas regionales con un programa de actividades más amplio y consistente.

Nuestro objetivo sería estructurar una organización nacional con 10 Consejos regionales y 100 Consejos locales integrantes del Frente Antimperialista de México. ¡Allí estaremos!..

¡Unidos Venceremos!

Marcha en la Ciudad de México, el 27 de noviembre de 2003, para culminar la Jornada Obrero-Popular
en Defensa de la Soberanía Nacional FOTO: m27-sme.