Número 39, Junio 30 de 2003

Los Diputados ya aprobaron la propuesta

Fox quiere legalizar al contratismo

En contra de la Constitución del país, el contratismo es una lacra en las industrias eléctrica y petrolera de México. Miles de contratistas, nacionales y extranjeros, desnaturalizan cotidianamente a la nacionalización. El contratismo es, además, una enorme fuente de corrupción administrativa y sindical. Mediante una aparentemente inocua Ley de Adquisiciones y Obras Públicas el foxismo pretende sorprender tramposamente a la Nación para seguir entregando el patrimonio colectivo a las transnacionales. ¡Fuera contratismo en Pemex, CFE y LFC! ¡Realización del trabajo por Administración directa!

Siguiendo el mismo esquema discursivo típico del foxismo, afirmando lo contrario de lo que hacen, se “envió al Congreso un informe detallado de las argumentaciones del gobierno a favor de la Ley de Adquisiciones y Obras Públicas, en donde rechaza que se pretenda privatizar el sistema de adquisiciones gubernamentales, se pronuncia a favor de la adjudicación directa en casos que contengan información reservada y defiende la posibilidad de que no se niegue la participación de extranjeros en licitaciones internacionales” (Mercado A., en Milenio Diario 010603).

En diciembre pasado, la Cámara de Diputados aprobó ya la propuesta foxista. Ninguno de los diputados, de ningún partido, se tomó la molestia de leer lo que aprobaron. Eso sí, en cuanta entrevista tienen con los medios declaran que no aprobarán la privatización eléctrica ni petrolera. Eso es en las declaraciones, en la práctica los partidos políticos son irresponsables y poco confiables, por decir menos.

Ahora el foxismo, “insiste en la creación de la Comisión Federal de Contrataciones Gubernamentales y de la figura de “licitación pública diferenciada”, en la incorporación de la figura de “arbitraje”. El documento contiene un apartado específico a favor de la celebración de contratos de largo plazo, de los servicios de contratación, de la confidencialidad, de la adopción de idiomas extranjeros y la publicación de convocatorias fuera del Diario Oficial, así como en la autorización para subcontratar y la apertura para contratar servicios con plazos máximos y mínimos”.

En pocas palabras, el foxismo pretende legalizar el contratismo mismo que tiene plagadas a la industria eléctrica y petrolera nacionalizadas. En Petróleos Mexicanos (Pemex), Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Luz y Fuerza del Centro (LFC), el contratismo es el mecanismo para desnaturalizar a la industria nacionalizada, favoreciendo la corrupción de las administraciones en turno, y el afianzamiento del charrismo sindical vía ilícitos negocios. Ese contratismo es nocivo porque, además, se caracteriza por la ejecución de trabajos de pésima calidad, ínfimos materiales y altísimos costos.

Para fox, sin embargo, legalizar el contratismo es parte de su modelo económico y de su programa político. Desafortunadamente, los sindicatos del sector que debieran ser los primeros en combatir al contratismo son los más interesados. Es realmente vergonzoso que, los propios representantes sindicales, no vean una mejor alternativa que “traer” a los contratistas no solamente nacionales sino extranjeros. No solamente es el caso del SUTERM o del STPRM, donde los charros sindicales se han enriquecido de manera exhorbitante gracias al contratismo, en otras organizaciones “también se cuecen habas” y algunos “líderes” son los encargados de corromper a los trabajadores para que acepten al contratismo. No piden alternativas sino, únicamente, condicione$ para que entre el contrati$ta, Feno$a, por ejemplo.

De acuerdo al informe enviado al Senado, “En cuanto a la Ley de Obra Pública, se plantea la autorización para contratar servicios de contratación que impide la actual legislación, se crea la figura de “contrato abierto” que operarían para “mantenimiento” y que ha sido comparado con la designación que utiliza Petróleos Mexicanos para la extracción de hidrocarburos”.

Esos contratos “abiertos” son, por supuesto, ANTICONSTITUCIONALES y se proponen por el foxismo para vulnerar la nacionalización. El párrafo sexto del artículo 27 constitucional indica que NO se otorgarán concesiones ni contratos, ni en materia eléctrica ni petrolera. Sin embargo, a la fecha, se han otorgado decenas de miles de contratos de todos los tamaños. Varios de esos contratos se refieren a actividades EXPRESAMENTE PROHIBIDAS por la Constitución. Es el caso, por ejemplo, de los llamadas Contratos de Servicios Integrales para la explotación de pozos petroleros entregados por Pemex a las transnacionales en la zona de Chicontepec.

Más aún, con la propuesta foxista se trata de incluir “tramposamente” a los Contratos de Servicios Múltiples para la extracción de gas natural, también a favor de las transnacionales.

“De acuerdo a la SFP, aunque la iniciativa propone la adjudicación directa en aquellos trabajos que contengan información reservada, “el supuesto no establece que obligatoriamente se realice una adjudicación directa, sólo aclara que podría realizarse”.

No hace falta más, sabido es que la interpretación quedaría a cargo de las administraciones en turno caracterizadas por su total flexibilidad tratándose de los negocios sucios. Con el “podría” sería suficiente para “poder”, los abogados de los departamentos jurídicos se encargarían de darle forma, como ahora lo hacen.

“En cuanto a los contratos abiertos ... la SFP argumenta que ya tiene varios años de utilizarse y en obra pública se restringe a los servicios de mantenimiento, conservación, remodelación, restauración y perforación “debido a la dificultad para determinar de manera precisa e inequívoca el alcance y frecuencia de los trabajos”.

Sí, efectivamente, el contratismo es antiguo en la industria nacionalizada y uno de los fuertes motivos que la han quebrado. Pero, en vez de corregir el foxismo lo que quiere es legalizar, legitimando, la corrupción.

Así, a falta de consenso el foxismo se mueve en varios frentes, todos ilegales. Esta vez “sorprendió” a los Diputados, esperamos que no ocurra lo mismo con los Senadores.

Para el senador Manuel Bartlet, “las reformas “van encaminadas a legalizar los Contratos de Servicios Múltiples (CSM) y probablemente, incluso, algunos que ya se tienen celebrados en la industria petrolera y eléctrica”.

En efecto, esa es una parte y altamente “probable”. Ojalá el senador Bartlet proceda en consecuencia y los demás legisladores del PRI y PRD sean coherentes y rechacen la propuesta desnacionalizadora y corrupta del foxismo. Pero no basta rechazar la propuesta de Fox, porque el contratismo actúa con o sin ley, es preciso resolver el problema de fondo tomando las decisiones pertinentes.

Para el FTE, la alternativa al contratismo es la realización de TODAS las actividades del proceso de trabajo eléctrico, y petrolero, por ADMINISTRACION DIRECTA, a cargo de las industrias eléctrica y petrolera nacionalizadas e integradas. Tales actividades corresponden ala materia de trabajo de la cual son titulares los electricistas y petroleros sindicalizados.

Estas disposiciones deben estar contenidas en la verdadera Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en Materia de Energía Eléctrica, en su Reglamento, y en los Contratos Colectivos de Trabajo con los sindicatos del sector.

¡Venceremos!

¡Fuera contratistas de la industria energética nacionalizada!