Número 34, Enero 31 de 2003

Situación energética nacional

Al Filo del Agua

Héctor Mora Zebadúa

El viernes 13 el Frente de Trabajadores de la Energía (FTE) realizó el II Foro Eléctrico Nacional, en el que analizó la situación de esa industria y se presentó la propuesta de Ley Eléctrica del FTE.

Durante el foro el Ingeniero Químico Rafael Decelis Contreras, para argumentar su propuesta de política energética integrada, recordó la privatización del sistema bancario: Guillermo Ortiz (Gobernador del BM y ex Srio. de Hacienda) decía que era necesario privatizar la banca para democratizar el capital y fortalecer el sistema financiero; que democratizar el capital era desconcentrar la riqueza, pero pasamos de 18 bancos a 7; el empleo disminuyó en 25 mil trabajadores bancarios y hoy la banca es 92% extranjera. Decelis pregunta si los bancos realmente compiten; si le pagan a su personal lo mismo que en sus matrices; si otorgan créditos con el mismo interés que en sus países; si el costo de los servicios es similar al de sus matrices; y responde que no.

Después del desastre del 95 se inyectaron recursos al sistema financiero para que no fracasara la privatización y se creó el FOBAPROA. Salvamos a los banqueros no a los bancos -dice Decelis- y agrega que además se les otorgó el manejo del dinero del SAR, el ahorro de los trabajadores, que debería utilizarse de acuerdo con la Ley en la construcción de infraestructura y vivienda. Pero el oligopolio financiero celebra contratos en que, aparte de cobrar comisiones no explícitas, se da derecho a hacer con el dinero lo que estime pertinente, sin garantía para el trabajador (en el punto 1° inciso "b" dice: "Que reconoce expresamente -el trabajador- que por la naturaleza de sus inversiones, estas se encuentran sujetas a pérdidas o ganancias que provienen de las fluctuaciones del marcado"). Concluye que la privatización del sistema bancario no ha traído beneficios al pueblo de México. Pero la propaganda oficial decía todo lo contrario. Como hoy lo dice respecto al sistema energético.

Explica que el desastre energético no es culpa del sector; sino de la inmoralidad e incapacidad de la SHCP, pues es ineficiente en la recaudación y su mayor fuente de ingresos son las mejores y más productivas empresas del país: PEMEX y CFE; que dejaron de crecer hace 20 años y a pesar de los esfuerzos por destruirlas, hacerlas obsoletas e improductivas, persisten y siguen sirviendo al país. Además se concesiona a empresas extranjeras el diseño y construcción de nuevas plantas (como el rediseño de las de Cadereyta y Salamanca), que incluso contratan mano de obra extranjera. El Instituto Mexicano del Petróleo ya no desarrolla ingeniería para PEMEX, se privatizó esta actividad estratégica. Hasta el mantenimiento de pozos petroleros, se concesiona a empresas extranjeras.

Afirma, con base en información de Petroleum Intelligence Weekly, (Ranking The World's Top Oil Companies.), que PEMEX es la empresa petrolera con menor costo de operación en el mundo, seguida por Exxon (EU), Amoco (Inglaterra) y Dutch/Shell (Holanda). Pero la SHCP le carga impuestos por encima de su flujo de efectivo y la obliga a pedir créditos respaldados por el petróleo, para obtener el dinero que hacienda demanda, para pagar deuda externa e intereses del FOBAPROA. Por eso tenemos energéticos más caros que nuestros socios del TLC. Las importaciones crecen porque la población aumenta y el crecimiento de la producción de energéticos y petroquímicos se detuvo. Hace 20 años exportábamos de gas LP y petroquímicos; hoy la balanza petrolera y sus derivados tiene un déficit de más 9,000 millones de dólares. El valor de la exportación de petróleo crudo es inferior a la importación de derivados del petróleo, incluyendo los petroquímicos. La producción actual de petroquímicos representa el 35% de la de hace 6 años, al pasar de 18.3 millones de toneladas en 1996 a 5.1 millones de toneladas en 2001.

En CFE ocurre lo mismo. La iniciativa presidencial afirma que el "Estado no puede seguir autorizando recursos a CFE", pero es falso pues CFE aporta recursos al Estado por más de 30 mil millones de pesos, de acuerdo con el balance 2001 de CFE.

Las plantas generadoras de la iniciativa privada trabajan con gas natural, pero como no hay suficiente se proyectan 4 plantas criogénicas para recibirlo del extranjero; esto eleva al costo del energético empleado y por tanto no tendremos electricidad barata. Además, las cifras presentadas en estudios del gobierno no coinciden entre sí, ni con las de analistas, técnicos, académicos y profesiones: No coinciden las cifras de proyección de la demanda; las de inversión requerida (todas exageradas); las del costo de generación en la CFE y no presentan un precio de la energía; sólo afirman que será más barata. Todas las propuestas de reforma eléctrica brindan capacidad de autogestión a la CFE, ya que es una empresa rentable, con capacidad de endeudamiento; no recibe transferencias reales del gobierno, es técnicamente confiable y tiene acceso y capacidad de emplear las mejores tecnologías; desarrolló un sistema unificado superior al de cualquier empresa norteamericana y cubre un territorio mayor al de la Unión Europea.

Los costos de generación eléctrica en México son menores utilizando combustibles derivados de la refinación del petróleo. Por ello, la alternativa es construir al menos 5 refinerías energéticas de 150 millones de barriles de petróleo diarios (mbpd) que sumarán 750 mbpd, obteniéndose 375 mbpd de destilados que se emplearían para sustituir importaciones de gasolina, gas LP y petroquímicos. Los otros 375 mbpd serían utilizados en la generación eléctrica. El costo de las refinerías energéticas sería de 2,500 millones de dólares (500 c/u). Esta propuesta es más económica que la del gobierno; resuelve el crecimiento eléctrico que el país necesita; elimina la importación de gasolina, diesel, gas LP y petrolíferos para la industria petroquímica; ahorra 13 mil millones de dólares en importaciones de derivados del petróleo, petroquímicos y plásticos, generando empleo e impuestos. Tenemos tecnología, ingeniería y mano de obra disponible; no necesitamos importar obreros, ni ingeniería y tampoco el equipo que se requiere.

Es necesario suspender la construcción de plantas de ciclo combinado que utilizan gas natural; las ya instaladas pueden trabajar con combustóleo. También habrá que retomar los proyectos, hidroeléctrico, núcleo eléctrico y geotérmico. Todas estas inversiones pueden realizarse con los remanentes contables de la CFE, que son $30,000 millones al año. Lo anterior requiere que CFE y PEMEX dejen de ser instrumentos de la política macroeconómica. Debe gravarse la actividad de la bolsa y se obtendrá un flujo superior al extraído de la CFE. Al mismo tiempo, hay que controlar el contrabando y el comercio informal, que según INEGI llega al 12.2% del PIB ($608,540 millones), con una evasión fiscal de $280,000 millones. Los recursos del SAR deben ser utilizados en vivienda e infraestructura energética, que por su alta rentabilidad garantizará mayor rendimiento al dinero de los trabajadores.

No debe haber cambio constitucional hasta no resolver estos asuntos, técnica, económica y políticamente. No podemos dejar este problema en manos del gobierno pues los señores de la SHCP solamente depredan al que trabaja y no saben hacer balance de materia y energía, los químicos en cambio, saben que la energía tiene origen y destino, que es un todo en sus diferentes manifestaciones y que se requiere un planteamiento global. Ello precisa de políticos con conocimientos, espíritu nacionalista, liderazgo y capacidad de realización; que modifique inercias y recuperen el orgullo de ser mexicanos. Seguir con un sistema recesivo que obtiene dinero a costa de lo que sea -elevar IVA, IEPS y gasolina, entre otras medidas- para solventar ineficiencias y falta de imaginación de la SHCP es traición. Así de contundente concluyó el Ing. Decelis.

(Fuente: www.machetearte.com).

En la industria petrolera de México también hay privatización furtiva
FOTO: tigerpress