Número 35, Febrero 28 de 2003

Millones movilizados en el mundo

¡No a la guerra imperialista!

Los pueblos del mundo no quieren la guerra de EU contra Irak. Así lo expresaron, el 15 de febrero, en 600 ciudades, los 30 millones de hombres y mujeres en movilización. ¡No en nuestro nombre!, se dijo en varios idiomas. Los pueblos están de pie y un amplio movimiento de masas podrá detener la guerra y el dominio imperialista.

Marchas en Aotearoa en Nueva Zelanda, McMurdo en la Atlántida, Nueva York, Sao Paulo y México.

En el hemisferio sur con harto calor, en el norte con mucho frío.

Su precedente inmediato, las grandes manifestaciones del 68 contra la guerra de Vietnam al grito de ¡“Ho-Ho-Ho-Chi-Minh!. Pero, ahora, no hubo panfletos sino internet y, mediante redes se convocó a las masas en todo el mundo.

En Londres, Berlín y Madrid las marchas fueron enormes, hacía décadas que no ocurrían.

En la capital británica, 2 millones rechazaron la guerra contra Irak. Es una de las más grandes marchas que se recuerden en la historia inglesa. “No sangre a cambio de petróleo” se expresó. En Berlín, 500 mil dijeron “boicot a todas las multinacionales del petróleo”. En Roma, 3 millones encabezados por el Foro Social Europeo. “No esparcir sangre por el petróleo”, corearon, en la marcha más grandes desde 1945.

Casi todas las marchas se realizaron sin incidentes, los gobiernos y sus policías estuvieron rebasados, la fuerza de las marchas impidió cualquier intervención represiva. Solo en Atenas, donde marcharon 50 mil, la policía utilizó gases lacrimógenos cuando algunos quemaron carros, rompieron escaparates y atacaron edificios. “OTAN, Estados Unidos y Unión Europea igual a la guerra”, decían algunas pancartas.

En Bruselas, 35 mil encabezados por sindicatos y otros colectivos, en medio de intenso frío gritaron “No a la guerra en Irak”, “Libertad a Palestina”. En Viena, sindicatos y partidos de izquierda organizaron la marcha.

En Paris, 250 mil marcharon. También hubo manifestaciones en Lyon, Marsella, Niza, Toulouse, Burdeos, Estrasburgo y otras. “Lanzar a Bush en vez de lanzar bombas”, dijeron.

Hubo marchas en Moscú, Zagreb, Berna, Budapest, Varsovia, Bucarest, Sofía, Bratislava y Praga. En este último lugar, con 10 grados bajo cero, hubo dos eventos convocados por la izquierda comunista. (Hospodářské Noviny 170203).

En Estados Unidos, hubo marchas en 151 ciudades. “Bush no habla en nuestro nombre. El pueblo de EU no tiene nada que ganar en esta guerra”, dijeron los organizadores. Sindicalistas, estudiantes, religiosos, artistas, poetas. 250 mil marcharon en Nueva York, pese a prohibición previa de la policía. “Las calles son nuestras” dijeron, frente a la policía que intimidatoriamente solo podía mirar. ¡El mundo dice no!, se leía en el estrado del mitin. Los veteranos coreaban, "Hey, hey, Tío Sam, no queremos otro Vietnam". Otros decía, "Arrojen a Bush, no bombas", "No a la guerra por el petróleo", "Elijan un loco y el resultado es la locura". (Cason J, Brooks D, en La Jornada 160203). También hubo marchas en Los Angeles, Washington, Miami, Chicago, Filadelfia, Detroit y otras ciudades más.

“Aznar lameculos de Bush” gritaron en España. Convocados por el Foro Social Mundial, centrales obreras y partidos de izquierda, más de 5 millones marcharon en una acción sin precedentes. Nunca se había visto nada parecido en tantas ciudades españolas se escribió en la prensa. La marcha desbordó a los convocantes, centrales obreras y partidos políticos de izquierda, junto con otras organizaciones sociales.

Más de 2 millones en Madrid, 1 millón 300 mil en Barcelona y 30 manifestaciones más para rechazar "la guerra y a los políticos que nos conducen a la masacre de un pueblo". En el mitin de Madrid, el cineasta Pedro Almodóvar. El actor Frenando Fernán-Gómez y la actriz Leonor Watling, leyeron un comunicado. “Tras esta guerra no hay imperativo moral alguno. Será una guerra desencadenada por meros intereses políticos y económicos, una nueva guerra por el petróleo”, “La guerra preventiva de Bush no es más que la reciente formulación de la voluntad hegemónica de EU”, “Esta es una guerra inmoral e ilegítima”, “La guerra contra Irak se puede parar” y, concluyeron, “Las acusaciones lanzadas por Estados Unidos y el Reino Unido sobre la reanudación de los programas de armas de destrucción masiva por parte de Irak han resultado ser meras excusas para justificar una nueva guerra en Medio Oriente”. (Tejeda AG, en La Jornada 160203, Ortega P, Alcaide S, en El País 160203).

En varias ciudades más hubo marchas. En Zaragoza fueron 300 mil, en Valencia 280 mil, en Sevilla 200 mil, en Bilbao 160 mil, en Granada 150 mil, en Córdoba 75 mil. “Aznar, sí, sí, la guerra para ti” se oyó en las marchas, algunas consideradas como las más multitudinarias de su historia. (Peregil F, Marcos P, en El País 160203).

En Tel Aviv, 3 mil árabes y judíos dijeron “No sangre a cambio de petróleo”. En Beirut, 60 mil libaneses y palestinos. En Ramallah (Cisjordania) 600 palestinos se manifestaron. Centenares de miles de iraquíes estuvieron en Bagdad contra el posible ataque de EU a su país.

En Egipto, las marchas están prohibidas por un gobierno temeroso del descontento popular. Esta vez, en El Cairo, las protestas se hicieron en las mezquitas e, incluso, frente a hoteles. “Sharon asesino”, “No a la guerra contra Irak” se dijo en Damasco.

En Seúl 2 mil recorrieron las calles. En Japón, los manifestantes “sitiaron” la embajada norteamericana en Tokio. Algo similar ocurrió en Tailandia y Malaysia.

Otras marchas se realizaron en Nueva Zelanda, Sydney, Montreal, Hong Kong, Nueva Delhi y Karachi.

En Guatemala, sindicalistas, exguerilleros y activistas por los derechos humanos dijeron ¡No a la guerra contra Irak! En Managua hubo marcha, también en Santiago de Chile y en Buenos Aires.

En Brasil, las marchas parecían un carnaval. Desde el Foro de Porto Alegre, el 15 de febrero se había denominado Día Internacional del No a la Guerra. 30 mil manifestantes en Sao Paulo,10 mil en Río de Janeiro, otros tantos en Brasilia.

Encabezados pro Raúl Castro, ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, miles de cubanos en la Tribuna Abierta de la Revolución, realizada en La Habana, rechazaron la política norteamericana.

En México, 50 mil marcharon del Hemiciclo a Juárez al Angel de la Independencia encabezados por Rigoberta Menchú, quien dijo “Sí a la inspección de Naciones Unidos, pero a todos los países”, y la actríz Ofelia Medina.

“No en nuestro nombre” dijeron sindicalistas, académicos, artistas, darketos y otros vestidos con kufias árabes. Frente a la embajada gringa se quemaron banderas y monigotes, se lanzaron bolsas de sangre y los niños pusieron una ofrenda floral.

En el mitin, el escritor Carlos Montemayor expresó que “lo que hoy observamos es una recomposición militar de acuerdo con los intereses estadounidenses y de los consorcios del petróleo” y agregó, “Estamos frente a un proyecto de reorganización mundial que acapara tierras en Brasil, militariza Colombia e interviene en Venezuela”. Después, señalo que “solo una fuerza global anclada en las luchas locales podrá resistir y construir un mundo distinto. La paz no es ausencia d e guerra, pues se confunde a aquella con el sometimiento al nuevo colonialismo y sus consorcios”. Esa, dijo, es la paz de los intereses económicos por los que lucha Fox. (Dávalos R, Jiménez A, en La Jornada 160203).

“La pobreza y el sufrimiento de los pueblos no son resultado de una política mundial de paz, sino muestra de la violencia que se expande con el poder económico de un puñado de empresas trasnacionales que se han apoderado con las armas del dinero del planeta”, concluyó.

En el interior del país también hubo marchas. Muchos mexicanos marcharon en Monterrey, Cuernavaca, San Luis Potosí, Veracruz, Xalapa, Chihuahua, Ciudad Juárez, Tijuana, Naucalpan y Mérida.

En San Cristóbal Las Casas-Chiapas hubo poesía, canciones y marimbas con estudiantes, campesinos y poetas.

"Entre el fuego y el humo será imposible la existencia del hombre, no habrá nunca serenatas de pájaros ni la frescura de los árboles y prados, tampoco existirán gallos ni ovejas, sólo florecerán espinas y campos llenos de serpientes. ¿Qué hacer para no caer en ese abismo tan fatal? ¿Cerrar los ojos o abrirlos más? En nuestras manos está la buena obra y en nuestra conciencia está la paz. En nuestra voz, no a la guerra", dijo Andrés López, poeta chamula.

Apoyados en internet, arma para ejercer el contrapoder, a partir de las experiencias antiglobalización, impulsados por la acción del Foro Social Mundial, y con la participación de numerosas organizaciones sindicales, políticas y sociales, millones de personas en los cinco continentes salimos a las calles. El rechazo a la guerra fue un clamor, rebasando a los gobiernos guerristas de Bush y Blair, y a otros serviles como Aznar, Berlusconi y Fox.

Las marchas son una demostración de la capacidad existente en los pueblos para detener la guerra, al neoliberalismo mismo, y hacer posible la transformación del actual mundo en uno mejor. Hay razones para la esperanza si se consolida la organización social en el planeta. La lucha es contra la guerra imperialista, contra el dominio norteamericano y, contra las políticas nacionales de los gobiernos proimperiales.

La propuesta de guerra norteamericana contra Irak pretende la dominación mundial del imperialismo, además de apoderarse del petróleo de Irak, Arabia Saudita, Irán, Indonesia, Nigeria, Venezuela y México.

La propuesta es, por supuesto, inherente a la naturaleza del imperialismo, el cual solo puede apoderarse de los mercados, materias primas y recursos energéticos de los demás, mediante el dominio de las armas.

Pero, Bush carece de consenso, la propia alianza europea está resquebrajada, solo gobiernos serviles y autoritarios se atreven apoyar la aventura. Bush tiene perdida la batalla de opinión pública a nivel mundial. Si el imperialismo insiste, pagará un costo elevado. Los pueblos se pondrán de pie y, en más de alguno, los gobiernos pasarán a manos de esos pueblos.

Hoy se levanta en el mundo un amplio movimiento de masas contra la guerra, podría ser por la revolución o la democracia o la independencia o la liberación nacional. Por lo pronto, hay que derrotar a la guerra imperialista extendiendo y consolidando la movilización al nivel de todos los países del mundo.