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MEXICO
 e n e r g i a 
PERIODICO DEL FRENTE DE TRABAJADORES DE LA ENERGIA DE MEXICO
 Vol. 2, No.31         Octubre 13 de 2002
EPRI sustituiría a IIE

Electrical Power Research Institute tiene injerencia en los planes de la secretaría de energía para la distribución eléctrica. Se trata de contratismo extranjero que nadie supervisa. Corresponde a la ingeniería mexicana el desarrollo del sector pero, el gobierno impide la planeación y la participación de los institutos de investigación del sector, en favor de la privatización generalizada. Los partidos políticos hacen abstracción de esta situación, los trabajadores de la energía tenemos propuestas serias.

 

"El secretario de Energía, Ernesto Martens, recibirá esta semana a los representantes de Electrical Power Research Institute para evaluar conjuntamente las propuestas tecnológicas que redundarán en un robustecimiento del sistema de distribución del fluido eléctrico, afirmo Don Bake, presidente de ese organismo, en el marco del II Foro de Energía Eléctrica “T&D Power Mexico 2002”, que se realiza por segundo día consecutivo en el World Trade Center de la ciudad de México”. Así informó la CFE en su boletín oficial del 3 de octubre pasado.

“En conferencia de prensa, Bake refirió que si bien no existe un modelo perfecto para el suministro de energía eléctrica, cada país debe diseñarlo de acuerdo con sus demandas y con su idiosincrasia. En este punto, señaló que la participación de los legisladores tiene un peso importante al ser éstos quienes diseñan las políticas de cada nación”, se escribió en Excélsior 031002 p20A.

Esta nota fue citada también por otros medios, pero la redacción de Excélsior fue mas allá, al plantear que el Electrical Power Research Institute (EPRI) tiene una injerencia directa en los planes de modernización que elabora la Secretaria de Energía para los sistemas de distribución de nuestro país.

Por principio de cuentas, el EPRI es un consorcio formado por empresas privadas y públicas que financia sus trabajos a través de sus propios “clientes”. Aunque se dice una institución "sin fines de lucro", EPRI opera bajo la base de contratos para comercializar desarrollos tecnológicos que dicho instituto integra, no desarrolla. Por tanto, en términos de la legislación vigente en México, es un contratista. Por tanto, debe aclararse bajo qué figura legal se dará la participación del EPRI en México y de dónde saldrán los fondos para financiar dicha participación.

EPRI no produce tecnología propia, sino que, por así decirlo, crea modelos y soluciones basados en las tecnologías disponibles, las cuales "integra" con la participación de empresas privadas. Cuando este tipo de "asesorías" involucra obras específicas, EPRI opera como un coordinador de proyecto de las empresas privadas que aportan las soluciones y los clientes.

Tal fue el caso hace ya mas de un año del enlace de Alto Voltaje de Corriente Directa entre México y EU (Piedras Negras-Coahuila - Eagle Pass-Texas). En este caso, el EPRI “negoció” entre la ABB por un lado y las dos empresas interesadas en desarrollar un proyecto para construir un enlace de 36-Mw que interconecta las redes de ambos países orientado a garantizar mutuamente el suministro de electricidad a ambas ciudades.(Fuente: www.epri.com).

Dicho proyecto tenía como antecedente una solicitud de la CFE al presidente de EU (8 de febrero de 1971) para construir el mismo enlace de unas 5 millas, solo que en Corriente Alterna, a 138 KV, permiso que fue concedido (Presidential Permit PP-50) pero permaneció sin concretarse por dificultades técnico-económicas.

Sin embargo, en febrero de 2000, la Central Power and Light Company (CPL), subsidiaria de la Central and South West Corporation, empresa pública de Texas (que posteriormente sería adquirida por la American Electric Power, AEP) solicitó nuevamente el permiso (negociando con CFE la rescisión simultanea del permiso que detentaba), planteando un cambio en la metodología de la interconexión, mediante la aplicación de modernos dispositivos de control de flujos (FACTS) que, a través de la conversión a Corriente Directa de Alto Voltaje (HVDC) harían económicamente rentable el proyecto. El enlace se aprobó y se inauguró finalmente en el 2000, permitiendo la operación asíncrona de los sistemas eléctricos de la Central Power and Light (Texas) y de CFE (México) y el respaldo mutuo. (Fuente: www.epa.gov). Así, la AEP terminó siendo la propietaria final del enlace.

De inmediato surgen algunas interrogantes:

¿Cuál fue, específicamente, el papel del EPRI en este asunto?. Porque, propaganda aparte del “modelo flexible de transmisión” de EPRI (pero físicamente implantado por ABB en este caso), el innovador “puente energético” entre México y EU marcó algunas pautas en el desarrollo de la industria eléctrica de nuestro país y permitió probar tendencias aún en desarrollo (los FACTS por ejemplo).

¿Dónde quedó la experiencia adquirida con ese proyecto?. ¿En ABB?. Porque la asimilación de experimentos de esta naturaleza, aplicados con otros fines, nos permitirían, tal vez, plantear soluciones a otros problemas nacionales urgentes, tales como la integración de Baja California al Sistema Eléctrico Nacional, reduciendo su dependencia de EU. Si ese fuera el caso, ¿habrá necesidad de volver contratar al EPRI y a la ABB?.

Es el mismo caso de la pretendida propuesta del EPRI para el desarrollo de nuestros sistemas de distribución. En nuestro país, el fraude y el robo (las pérdidas NO técnicas) se han venido manejando como la componente principal de baja eficiencia. Pero, también está el aspecto de las pérdidas técnicas, donde el uso industrial de nuevos equipos y maquinarias, con dispositivos electrónicos de conmutación de muy alta velocidad, introduce nuevos agentes de pérdidas o reduce los límites para la operación confiable de los equipos actuales y terminará obligando a la modernización de dichas redes, a favor de los “grandes usuarios”.

La Industria Eléctrica Nacionalizada debe planificarse de acuerdo a las necesidades propias, y no obedeciendo las tendencias mundiales. EPRI representa a instituciones más bien interesadas en desarrollar la tecnología adecuada para promover la desintegración de los diversos sectores que forman la industria eléctrica, para facilitar así el establecimiento del mercado eléctrico.

Conviene recordar que existen intereses muy fuertes en privatizar también la distribución de electricidad. Por ello, México no puede darse el lujo de financiar un laboratorio para la privatización eléctrica.

Es fundamental que la ingeniería mexicana participe activamente en este tipo de estudios y en la evaluación y desarrollo de los proyectos de largo plazo que habrían de establecerse para resolver los problemas propios de nuestro sistema eléctrico, en este caso, para la solución al problema de la distribución eléctrica.

Además, es imperativo que la participación de organizaciones como el EPRI estén supervisadas, al menos técnicamente, por los institutos de investigación del sector energético de nuestro país (en este caso, el Instituto de Investigaciones Eléctricas, IIE), para garantizar que nuestra industria se desarrolle con criterios de una Política Energética acorde al interés nacional, y no de acuerdo a los planes de negocios de las grandes empresas productoras de tecnología, o para aliviar los efectos de la recesión del mercado eléctrico mundial a estas mismas empresas.

La Secretaria de Energía (SE) poco a poco ha venido reduciendo a la CFE a un organismo simplemente administrativo, comprometiendo su desarrollo e imponiéndole políticas energéticas que no necesariamente responden a la realidad nacional. Ahora que esta de moda ofrecer la autonomía de gestión a CFE, sería bueno comenzar por devolverle cuando menos la Autonomía Técnica que el propio estado le ha usurpado, impidiéndole ejercer funciones estratégicas, como la planeación.

Del mismo modo, la SE ha anulado las actividades básicas de los institutos del sector, creados para sustentar el desarrollo científico y tecnológico en el sector.

Las diversas propuestas legislativas de los partidos políticos (PAN-Fox, PRI, PRD) ignoran TODO lo referente a la investigación y desarrollo en materia de energía, ni siquiera abordan la cuestión, simplemente la ignoran haciendo abstracción de un importantísimo capítulo. Debieran revisar sus propuestas y modificarlas coherentemente.

La alternativa más seria está planteada en la Ley Eléctrica del FTE. Los institutos deben ser el soporte científico y tecnológico de la industria energética nacionalizada e integrarse en uno solo: el Instituto Nacional de Energía

El Centro Nacional de Control de Energía, CENACE,
de la Comisión Federal de Electricidad
FOTO: tigerpress


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