FTE 
MEXICO
 e n e r g i a 
PERIODICO DEL FRENTE DE TRABAJADORES DE LA ENERGIA DE MEXICO
 Vol. 2, No.23         Junio 23 de 2002
México-Cuba, 100 años después

Se establecieron en mal momento, están en peor momento. Después que los yankis proclamaron a la República colonial en Cuba (20 de mayo de 1902), “el dictador” Porfirio Díaz se apresuró a establecer relaciones diplomáticas; hoy, otro tirano servil de los yankis, “el mentiroso” Vicente Fox, las interrumpe abruptamente.

 

1902-2002. Son cien años de imperio, no de verdadera república en Cuba. La Central de Trabajadores de Cuba (CTC) dijo: "El pueblo cubano victorioso recuerda con dolor y repulsa la traición de la oligarquía que se adueñó de la república, frustrándola"

Debemos destacar, expresaron los cubanos, que la primera República de Cuba nació en 1869, en Guáimaro, y su primer presidente fue el Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes. Ella mantuvo la llama del derecho a la independencia y a la igualdad entre los hombres hasta que se nos impuso, con la brutal presión de Estados Unidos, la Enmienda Platt y la subordinación a los intereses yankis. Hemos tenido, pues, tres formas de república: la República en Armas, fundada en 1869 en Guáimaro; la República neocolonial, fruto de la intervención norteamericana en 1902, y la República independiente, nacida del 1º de enero de 1959, que se proclamó socialista en abril de 1961.

Para México, han sido 100 años de relaciones múltiples. Unas, han sido las relaciones oficiales, otras las del pueblo. En nuestro país estuvo José Martí en su paso hacia Estados Unidos hacia fines del siglo 19. A principios del 20, recibimos a Julio Antonio Mella y tuvimos la desgracia de verlo caer asesinado por los esbirros de Machado. Más tarde, vino Fidel Castro después del frustrado ataque al cuartel Moncada. Aquí, Fidel conoció al Ché quien había llegado a México procedente de Suramérica. Fue aquí, donde los revolucionarios cubanos hicieron los preparativos previos de la Revolución.

De Tuxpan-Veracruz, partió el Granma con los 82 expedicionarios dispuestos a conquistar la libertad. En México, Fidel, el Ché y otros revolucionarios cubanos se entrenaron, estudiaron, se organizaron e hicieron amistades.

Al triunfo de la Revolución los electricistas mexicanos (FNTICE, luego STERM) fuimos los primeros en solidarizarnos con la Revolución Cubana. Todo el pueblo mexicano apoyó a la Revolución sobretodo cuando la invasión mercenaria norteamericana. La victoria de Playa Girón en 1961 significó también una victoria para México. El gobierno, actuando en consecuencia, se negó a romper relaciones con Cuba, y fue el único en el hemisferio, en rechazo a los acuerdos unilaterales de la OEA.

En las relaciones diplomáticas, el gobierno mexicano siempre había mantenido buenas relaciones con Cuba, así fuera por conveniencia para aligerar las persistentes presiones norteamericanas. En los momentos culminantes, Lázaro Cárdenas, siendo expresidente estuvo junto a Fidel. Aún los gobiernos neoliberales, tuvieron que apoyar a Cuba. Muchos empresarios han hecho negocios al día de hoy. Cuba ha suministrado a México las vacunas que el ISSSTE e IMSS han requerido para la población infantil. En múltiples aspectos de la vida social, económica y cultural, las relaciones México-Cuba han sido importantes, debiendo ser mejores.

Ahora, con la imposición en México de un gobierno altamente proclive al imperialismo, la situación cambió radicalmente. El canciller Jorge Castañeda, verdadero procónsul del imperialismo norteamericano en México, Fox y su gobierno han adoptado la política internacional más vergonzosa, especialmente con relación a Cuba.

Con su enfermizo anticomunismo, Fox y Castañeda forman parte de los planes contrarrevolucionarios más agresivos y mafiosos contra Cuba, orquestados desde Miami y apoyados en México por el gobierno foxista.

Las ofensas de Fox y Castañeda a la Revolución Cubana y a su Comandante en Jefe, han puesto las relaciones entre México y Cuba al borde la ruptura. De hecho, las relaciones son inexistentes, están en el nivel más bajo y se mantienen, tan sólo por la vergonzosa e inútil presencia en Cuba del embajador Ricardo Pascoe, quien asume acríticamente, neciamente, los caprichos de Castañeda y Fox.

Pero Fox no es México, ni tampoco Castañeda, ambos ni siquiera representan a nuestro pueblo menos a nuestra historia. Los trabajadores mexicanos apoyamos a la Revolución Socialista y mantendremos las relaciones al más alto nivel.

Mexico-Cuba

¡Viva Cuba! ¡Viva México!