La nación mexicana enfrenta una severa
agresión neoliberal encabezada por los organismos financieros del
imperialismo, el gobierno federal, el PRI, el PAN, otros políticos y
varios medios de comunicación. El gobierno de la ultraderecha pretende
imponer una reforma energética que significa ceder a las corporaciones
transnacionales las funciones estratégicas en materia petrolera y
eléctrica que corresponde realizar al Estado de manera
exclusiva.
Desde 1992 está en marcha un proceso de
privatización eléctrica furtiva y, desde 1995, en materia de
hidrocarburos. En este rubro, la industria petroquímica está
privatizada; la distribución, transporte (de uso público y usos
propios), almacenamiento, distribución de gas LP y transporte por ductos,
se ha entregado al capital privado; la exploración y explotación
de gas seco también se ha entregado vía los Contratos de Servicios
Múltiples. Mediante concesiones y contratos a los particulares, empresas
privadas participan ya en la perforación de pozos petroleros y en la
extracción de crudo y gas natural en varias zonas terrestres y marinas.
Ahora, la pretensión del gobierno federal es la entrega de la
exploración y producción de petróleo crudo y gas natural
asociado en las aguas profundas del Golfo de México, mediante ilegales
reformas a la legislación petrolera secundaria. También se
pretende privatizar el transporte, almacenamiento y distribución de
productos petrolíferos y petroquímicos. Todas esas medidas son
anticonstitucionales y conducen a la ruptura del pacto político de la
nación, bajo argumentos falaces en interés de la ganancia de las
corporaciones y la geopolítica energética
norteamericana.
Continuamos el análisis para contribuir a la lucha que
millones de mexicanos (as) desarrollamos en todo el país. En este VIII
Foro Nacional de Energía, “El Petróleo de
México”, analizaremos los aspectos económicos,
técnicos, políticos, tecnológicos y jurídicos de la
privatización petrolera furtiva. También, llevaremos a cabo una
discusión, con preguntas, intervenciones y propuestas que nos permitan
dinamizar programáticamente la lucha contra las privatizaciones
eléctrica, petrolera y del agua, en un proceso de
re-nacionalización energética.
Los investigadores y
trabajadores participantes consideramos que la privatización de Pemex es
innecesaria y contraria al interés nacional. Llamamos al pueblo de
México a defender unitaria, organizada y enérgicamente a los
recursos naturales, infraestructura física y soberanía de la
nación.