Propuesta: Incluir energía nuclear en el Plan del pelele
¿SME nuclear?
Según la nota de la periodista Alma
Hernández (en Reforma, 20 de abril de 2007) se escribió:
"En un hecho sin precedente, el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME)
propuso a las autoridades federales incluir en el Plan Nacional de Desarrollo
2007-2012 la construcción de plantas nucleares para diversificar las
fuentes de generación eléctrica.
“Estas fuentes
alternas de energía definirían el desarrollo para el país,
para muchas generaciones de mexicanos, por lo que desde el Plan Nacional de
Desarrollo debe incluir un programa nuclear”, afirmó Fernando
Amezcua, secretario del Exterior del SME.
"Al participar en el Foro de
Consulta Ciudadana, Amezcua resaltó que frente a los 50 años que
quedan en el mundo de uso de petróleo, la energía nuclear, que
utiliza como base energética el uranio, tiene hasta 250 años de
garantía".
Refirió Alma Hernández que Amezcua
compartió con Rubén Flores (expresidente de la Comisión
Reguladora de Energía, y hoy subsecretario de electricidad de la
Secretaría de Energía, Sener) y con Florencio Aboytes (subdirector
de programación de la Comisión Federal de Electricidad, CFE).
Ambos, sobre todo el segundo, participan en la elaboración del Programa
de Obras e inversiones del Sector Eléctrico (POISE), donde está
abierta la alternativa nuclear con 12% de la capacidad prevista para el 2026.
Ambos son defensores de esa idea que, a todas luces, es inviable.
De ser
cierto lo señalado en la nota, Amezcua (el SME) estaría (n)
abrazando totalmente la política del gobierno neoliberal, desde el mismo
momento en que aceptaron presentarse con representación oficial a un acto
del "pelele". De no ser cierto, convendría desmentir la nota; hasta el
momento, no se ha hecho.
Entretanto, surgen varios interrogantes.
¿Con base en qué diagnóstico se puede afirmar que la
energía nuclear tiene una garantía de 250 años?
¿Qué países promueven tan peregrina idea? En el caso de
México, ¿cuántos reactores nucleares de potencia sería
necesario instalar? ¿Dónde existen sitios adecuados? ¿En el
Valle de México? ¿Dónde?
Los proyectos nucleares son
muy costosos porque implican una alta concentración de capital. El
país, ¿tiene capacidad financiera para sostener un programa de
nuclearización masiva? ¿Cuál sería la
tecnología de los reactores a utilizar? ¿Acaso serían
reactores con combustible de uranio enriquecido? ¿A quién se le
compraría el uranio, dónde se enriquecería y en qué
condiciones? ¿Se está proponiendo la entrega TOTAL y ABSOLUTA de la
soberanía energética a las transnacionales?
Es sabido que
existen varios problemas NO resueltos. Al proponer que se incluya en el Plan
Nacional de Desarrollo un programa nuclear, alguien puede responder las
siguientes preguntas: ¿Ya está resuelto el problema de la
disposición final de los desechos radiativos de alto nivel?
¿Dónde, quiénes? ¿Se sabe qué hacer con el
combustible irradiado de Laguna Verde? Esos desechos tienen una vida media no de
250 años sino de 4,500 millones de años, siendo muy tóxicos
y altamente radiativos. Allí está, también, la materia
prima para la manufactura de armas nucleares a base de uranio y plutonio.
¿México seguirá almacenando, gratuitamente, ese material
nuclear especial hasta que lo reclamen los Estados Unidos?
Si se propone
un programa nuclear por sindicalistas, ¿están incluyendo medidas
para la protección de los trabajadores contra los riesgos y efectos
biológicos de las radiaciones ionizantes? ¿Qué medidas
proponen contra el “detrimento” a la salud? ¿Qué niveles
de dosis de radiación para trabajadores ocupacionalmente expuestos
proponen? ¿Se cumplen actualmente en México las normas
internacionales? ¿Quién tendría la titularidad de la
contratación colectiva?
Por lo demás, en el plan nuclear
propuesto al “pelele”, ¿habrá derecho a la
información dosimétrica, a la salud y a la huelga para los
trabajadores de las posibles nucleoeléctricas? ¿Será
suspendido el Estado policíaco y militar existente al interior de las
centrales? ¿El pueblo de México está de acuerdo en la
instalación de esas centrales, las apoya? ¿Con qué sindicato
contratarán los nuevos explotadores nucleares?
Un programa
nuclear de potencia no se puede proponer en abstracción de
consideraciones geopolíticas, militares, ambientales, sociales y/o
laborales. La argumentación a favor de la energía nuclear de
potencia dista de ser simplista. Algunos (¿”asesores”?
afiliados a la UNT, y ésta a la CIOSL (ahora CIS)-ORIT), se limitan a
repetir el discurso de las transnacionales, su argumentación es
abiertamente patronal.
Hace 30 años que la industria nuclear de
potencia entró en crisis consecuencia de los accidentes de las Tres
Millas, en Estados Unidos y de Chernobyl en la exURSS. Desde entonces, no ha
habido recuperación. Recientemente, con motivo de los altos precios del
petróleo y las nocivas consecuencias de las emisiones de dióxido
de carbono, el imperialismo promueve la nuclearización de Africa (sic) y
otros países. El discurso es el mismo de hace 3
décadas.
Se trata de un discurso de
“chaca-chaca”. “La energía nuclear lava
más limpio”, dicen, las demás fuentes son sucias. Siempre
repiten que “la energía nuclear es la más limpia”
¡No es cierto! La energía nuclear es SUCIA, no solamente porque no
tiene resueltos los problemas relacionados con el almacenamiento del combustible
irradiado (desechos de alto nivel) sino durante la propia operación
normal.
Para los trabajadores, el proceso de trabajo
nucleoléctrico es insalubre, antihigiénico y altamente riesgoso.
¿Alguien puede DEMOSTRAR lo contrario? ¡Adelante! En las
“mejores” condiciones, CON respeto a las normas internacionales, el
detrimento a la salud es muy grave. Pero, lo peor es que esas
normas NO se respetan y, del detrimento a la salud, los
“asesores” JAMAS hablan.
Sin una reflexión a fondo, en
sus términos ideológicos, políticos y técnicos, las
recomendaciones sindicales al “pelele” perjudican a los
trabajadores.
Vista desde el mar de la Central Nucleoeléctrica Laguna Verde