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Volumen 7, Número 89, julio 31 de 2007  

Organización obrera afiliada a la FEDERACIÓN SINDICAL MUNDIAL

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DESMENTIR LAS CAMPAÑAS CONTRA EL CHE



(SEGUNDA PARTE)


FROILÁN GONZÁLEZ Y ADYS CUPULL *

En ocasión del 40 aniversario del asesinato del Che una vieja campaña desinformadora se repite. Comenzó el 20 de julio de 1997, cuando el agente de la CIA Félix Rodríguez afirmó en Miami que el cadáver del Che fue suplantado por el gobierno cubano, por otro con las mismas características anatómicas y con las manos cortadas.

Esta declaración, fue tomada por el periódico español ABC, y al reportarla el 24 de julio de 1997, divulgó que el ex agente de la CIA Félix Rodríguez había puesto en duda que los restos encontrados en una pista de Vallegrande fueran los del guerrillero cubano-argentino.

El diario afirmó que, según Rodríguez, el cadáver del Che, así como los de otros guerrilleros, habrían sido enterrados en una fosa común en medio de la pista, a unos 600 metros de distancia, del lugar donde fueron encontrados y que esos restos habían sido suplantados por el Gobierno Cubano con fines políticos.

Las declaraciones del agente de la CIA tuvieron inmediata repercusión en los medios de difusión, sobre todo en la prensa reaccionaria de todo el mundo. Especial divulgación encontró en Argentina.

Sin embargo, el 17 de agosto de 1997, el periódico Clarín de Buenos Aires, publicó un reportaje titulado “Intriga en Miami,” del periodista Rogelio García Lupo, así como una entrevista al eminente antropólogo forense argentino Alejandro Incháurregui, quien trabajó en la identificación de los restos del Che.

El periodista se refiere a una carta enviada desde Miami, Florida, a diferentes destinatarios, firmada por Gustavo Villoldo Sampera, otro de los agentes de la CIA que participó en Vallegrande contra la guerrilla del Che. Las cartas están fechadas en abril de 1997, y en ellas decía revelar el lugar donde se encontraban los restos del Che, pero en realidad se trataba de desviar la atención para obstaculizar el éxito de la misión de búsqueda o poner en duda el hallazgo de los restos del Che.

Con relación a estas cartas, el periodista Rogelio García Lupo, escribió: “Esta documentación coincidía en la pista de Vallegrande aunque fijaba el punto exacto donde había que cavar a unos 200 metros del lugar donde realmente fueron hallados. Agregaba otro dato erróneo: los restos del Che habían sido enterrados junto a dos hombres, y no con seis de sus compañeros, como finalmente se los encontró. En todo caso, quien ofrecía esta orientación había participado íntimamente en los días de la guerrilla y suministraba detalles. El error era intencionado.

“La fuente resultó ser el agente de la CIA, nacido en Cuba, Gustavo Villoldo, quien efectivamente fue miembro de la dotación de la agencia de inteligencia de Estados Unidos enviada a Bolivia desde que la guerrilla del Che inició sus operaciones. Villoldo era conocido entonces como “Eduardo González” y tuvo a su cargo el interrogatorio a Jorge Vázquez Viaña...

“Ahora Villoldo ofreció espontáneamente sus pistas sobre el lugar donde estaba el cadáver del Che con su grueso margen de error que parece inexplicable a la vista de sus antecedentes de hace treinta años. Pero es razonable pensar que su discrepancia con el lugar y el número de cadáveres que había en la fosa, estaba creando la base de una duda pública sobre si los restos del Che le pertenecen o no...”

García Lupo concluía su reportaje con la afirmación.”La batalla de la CIA contra el Che continua, así, después de su muerte”.

Con relación a la entrevista al forense argentino, el periodista aseveraba que para Alejandro Incháurregui no existían dudas en cuanto a la identificación de los restos del Che y puntualizaba que el único que la ha cuestionado era el agente de la CIA que participó de la persecución y muerte de Ernesto Guevara. García Lupo le pregunta al científico argentino:

“¿La masa de comprobaciones que ustedes han hecho son suficientes para tener la seguridad más completa de que son los restos del Che?

“- Absolutamente.

“- Me refiero a este ex-agente de la CIA que dice que pudo haber una sustitución de restos...

“- Primero uno utiliza métodos científicos verificables por cualquiera. La identificación de los restos del Che resultó fácil por la abundancia de datos premorten que había. Contábamos con las radiografías de todas las raíces, de las piezas dentarias que él tenía; teníamos medidas craneométricas, teníamos fotos. El se hizo una ficha tropométrica y ficha odontológica antes de salir de Cuba, a fin de ser identificados sus restos si moría, con lo cual era una información riquísima.

“- Un banco de datos excepcional.

“- Excepcional... Teníamos además algunos rasgos de él como la protuberancia de los arcos superciliares. Además, una autopsia. Al Che le hicieron una autopsia hace treinta años y las lesiones se fueron correspondiendo con las de los restos óseos. Encontramos hasta el desgaste de los incisivos superior derecho e inferior con los que mordía la pipa y era el único esqueleto al que le habían amputado las manos.

“- Discutir el tema del ADN ¿en qué puede afectar la credibilidad del informe?

“- Hacer el ADN sería una exquisitez. Estaría de más. La descalificación, viene de un agente de la CIA no de un científico.

“- ¿Habría una campaña en ese sentido?

“- A mi me encantaría porque sería muy fácil desmentirla.

CONTINUARÁ
* Adys Cupull y Froilán González, son miembros de la Unión de Periodistas e Historiadores, y de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.
froilan@cubarte.cult.cu


Che con Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir

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