Incapacidad y entreguismo del gobierno de la ultraderecha
¿Un Plan Colombia para México?
v Cada vez son mayores y frecuentes los atropellos militares contra el pueblo.
v El gobierno de Calderón negocia la intervención militar norteamericana.
v Los trabajadores repudiamos al gobierno mexicano por entreguista y sumiso.
Atropellos militares
Al disparar contra un vehículo que “no se
detuvo en el retén”, efectivos del Ejército federal mataron
a cinco personas, entre ellas dos niños (Valdés J., en La
Jornada 3 jun 2007). No nada más, en Culiacán, Sinaloa, donde
los soldados “persiguen” a narcotraficantes, seguían las
detenciones arbitrarias. Al siguiente día, soldados mataron a otra
persona en un retén militar en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Este
tipo de noticias son diarias, cada vez más frecuentes y graves. La
televisión privada (Televisa y TV Azteca) se ven muy mal como medios
especializados en la “nota roja”; su información es
pobrísima. En un rapidísimo recuento, los atropellos de los
militares contra el pueblo de México van en ascenso. En las
circunstancias más aborrecibles, los soldados violan niñas y matan
gente.
Ante tan grave situación, el Estado mexicano es incapaz se
ofrecer seguridad a la población. Simplemente, no puede, porque la
corrupción está en todos los niveles y sectores, incluyendo a los
dedicados a ofrecer protección.
Siendo tan grave la
situación, ¿qué propone el gobierno de la ultraderecha?
Intervención militar norteamericana
A mediados de mayo, el diario The Dallas
Morning News advirtió que la Casa Blanca y el gobierno del presidente
Felipe Calderón estaban negociando un plan México. El 8 de
junio, “el presidente del Comité de Inteligencia de la
Cámara de Representantes, Silvestre Reyes, informó que el gobierno
mexicano requirió mayor asistencia para combatir el narcotráfico y
el crimen organizado, lo que Washington está dispuesto a atender”
(en La Jornada 9 jun 2007).
El Plan Colombia, impuesto en 1999,
ha sido un total fracaso contra el narcotráfico pero sus consecuencias
son altamente inconvenientes. La Jornada señaló diversos
aspectos, entre otros, “el plan Colombia ha abierto la puerta a la
intervención de los soldados estadunidenses bajo la figura de consultores
militares en la lucha contra el narcotráfico, quienes realizan labores de
inteligencia, de vigilancia y de entrenamiento de efectivos del ejército
y la fuerza aérea colombianos. Aunado a esto, Washington ha proporcionado
miles de millones de dólares en pertrechos militares (aviones,
helicópteros, radares y bombas, entre otros). Pero esta ayuda y este
material han sido empleados también en la lucha del gobierno colombiano
contra los movimientos insurgentes, generando aún más violaciones
a los derechos humanos”.
¿Eso, es lo que quiere
Calderón para México?
Atentado contra la soberanía nacional
El 9 de junio, “El embajador de
México ante Estados Unidos, Arturo Sarukhán, confirmó que
el gobierno de Felipe Calderón negocia con la administración de
George W. Bush el incremento de la asistencia y apoyo de Washington para el
combate al narcotráfico, pero rechazó que se trate de un plan
similar al que se aplicó en Colombia” (Becerril A., en La
Jornada 10 jun 2007).
El presidente del Comité de
Inteligencia de la Cámara de Representantes, Silvestre Reyes,
reiteró a los diputados y senadores mexicanos -durante una reunión
a puerta cerrada- que hubo una petición concreta del gobierno de
Calderón para un mayor respaldo en la lucha contra el crimen organizado,
y luego, en conferencia de prensa, precisó que Estados Unidos puede
proporcionar a México equipo "tanto militar como para las agencias de las
fuerzas del orden, además de capacitar a cuerpos policíacos y
brindar tecnología en materia de comunicaciones".
“Durante
la inauguración de la 46 Reunión Interparlamentaria, el
representante republicano por Illinois, Jerry Weller, señaló que
deben donarse a México "mejores aeronaves y todos los instrumentos
necesarios" para vencer el tráfico de drogas, ya que también
están en riesgo las instituciones y la seguridad de Estados
Unidos”.
Silvestre Reyes dijo que “analizan la
petición que dos o tres meses antes formulara "la administración
de Calderón" de mayor respaldo para poder enfrentar al
narcotráfico y en general al crimen organizado”.
Réplica del Plan Colombia
Así lo aseveraron Raymundo Cárdenas y
Tomás Torres diputados del Partido de la Revolución
Democrática (PRD) presentes en la interparlamentaria. Silvestre
“confirmó a la delegación mexicana que el gobierno de
Calderón solicitó "tanto a nivel del Ejecutivo, como del Congreso
de Estados Unidos", mayor respaldo para combatir al
narcotráfico.
“La solicitud de Felipe Calderón al
Congreso de Estados Unidos para establecer una estrategia conjunta de combate al
narcotráfico similar al plan Colombia constituye una muestra
innegable de que su gobierno se encuentra en vilo frente al narcotráfico,
con el que está perdiendo la batalla; por tal razón, ante el
descrédito interno por el uso del Ejército en actividades
policíacas, ahora recurre al exterior, sin percatarse de que se encuentra
en riesgo la soberanía nacional, coincidieron diputados de PRI, PRD y
Convergencia” (Garduño R., en La Jornada 10 jun 2007).
Ese
Plan no es nuevo. “La posibilidad de que México reciba ayuda de
Estados Unidos y se desarrolle un plan contra el narcotráfico parecido al
implementado en Colombia no es una situación novedosa, toda vez que
existe la intención desde abril pasado, cuando por primera vez
visitó México el procurador estadunidense, Alberto Gonzales,
acompañado por el director de la Oficina de Política Nacional para
el Control de Drogas de la Casa Blanca, John P. Walters” (Castillo G., en
La Jornada 10 jun 2007).
Según la fuente consultada,
“desde ese mes se alcanzaron los primeros acuerdos para "fortalecer la
cooperación antinarcóticos entre los dos países, con el fin
de lograr un combate más contundente contra el crimen organizado",
situación que incluyó el ofrecimiento de aeronaves, equipo de
espionaje y seguimiento, así como cursos de
capacitación”.
“Pero, indicaron los funcionarios, a
cambio los estadunidenses pidieron a México -como ha ocurrido desde hace
años- modificaciones a las leyes que regulan las extradiciones, para que
se realicen de manera expedita”.
Las recomendaciones han sido
explícitas, “entre las exigencias estadunidenses al gobierno
mexicano está que se envíe al Congreso una iniciativa que incluya
no sólo la extinción de dominio (lo cual se hizo en marzo pasado),
sino también otras propuestas legislativas que autoricen a la
policía realizar las llamadas "entregas vigiladas", el cambio de
identidad y hasta de país de los testigos protegidos, la
infiltración en las organizaciones criminales (lo cual ya se realiza,
pero ilegalmente) y, el tema más importante, modificaciones al sistema de
extradición”.
Dicen una cosa, hacen otra
El 12 de junio, Genaro García Luna,
secretario de seguridad pública del gobierno de Calderón dijo que
“en México no se piensa aplicar un plan similar al de Colombia en
la lucha contra el narcotráfico, y afirmó que se ha incrementado
el nivel de ayuda proveniente de Estados Unidos, sobre todo en cuestiones de
capacitación a policías federales en temas como trata de personas,
tráfico de armas, drogas y lavado de dinero” (Castillo G., en La
Jornada 13 jun 2007).
Esas declaraciones, desde luego, NO son
confiables. Es evidente que está en marcha un plan para la
intervención militar norteamericana en México. El gobierno de la
ultraderecha carece de confiabilidad y de escrúpulos, en su debilidad
política no titubea en entregarse y entregar a México al
imperialismo.
Los trabajadores rechazamos el anexionismo e
intervencionismo militar, y de cualquier tipo, del imperialismo norteamericano
en México. La soberanía reside en el pueblo no en las decisiones
entreguistas del gobierno
ANDAR EN ZANCOS·EL FISGóN
Cartón de El Fisgón, 9 ene 2007, en www.jornada.unam.mx