Más recursos energéticos en peligro
Energías "alternas",
carburante privatizador
Ofensiva privatizadora
Las llamadas energías “alternas”,
a escala mundial, tienen actualmente un aporte modesto en el consumo global; un
máximo actual del 6%, según las estimaciones más optimistas
(3%, según cifras de la Agencia Internacional de Energía, IEA), y
no llegará al 10% en las próximas dos o tres décadas (datos
de IEA, ver energia 66). No obstante, la
maquinaria neoliberal sostiene ya una ofensiva para privatizarlas, desde ahora,
con diversas estrategias.
En México, uno de los objetivos urgente
del nuevo régimen es reanudar el flujo de Inversión Extranjera en
el sector eléctrico (revitalizar la privatización por la
vía de los hechos), en momentos en que la capacidad instalada por el
sector público -por la Comisión Federal de Electricidad, CFE
básicamente- y el privado, presenta un excedente superior al 40%, que ha
obligado no solo a reprogramar los grandes proyectos privados (Productor
Independiente) aún no licitados, sino a "apagar" parte de la planta de
generación de CFE (declarándolas en mantenimiento o
rehabilitación), para justificar furtivamente la compra de grandes
bloques energía a los generadores privados, ya en operación.
Este excedente se debe en gran medida, como reconoció en reciente
comparecencia ante el legislativo la actual secretaria de energía,
Georgina Kessel, a que los planes de expansión de la CFE, estuvieron
basados en los últimos años en "expectativas de crecimiento
económico y de demanda de electricidad que no se registraron en los
niveles esperados", sutil giro retórico que significa simplemente que el
foxismo incumplió sus metas de crecimiento.
Empero, se siguen
otorgando concesiones inconstitucionales, ahora en modalidades realmente
inverosímiles, y manipulando los conceptos de la ecología.
Conae e Infonavit inventan "hipotecas verdes"
Según una nota de Francisco
Rojas en El Universal (13.04.07), la Comisión Nacional de Ahorro
de Energía (Conae) será la responsable de avalar edificaciones
habitacionales dotadas de dispositivos ecológicos (economizadores de agua
y energía), para que las inmobiliarias que los construyan puedan
solicitar financiamiento “verde” al Instituto Nacional de Fomento
para la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit).
La propuesta, dice
Astrid Bolbrugge Miscke, consultora de proyectos del Infonavit, "viene de
Estados Unidos y Canadá" y, montados en el tema del calentamiento global,
tiene como justificación compensar el alto costo de este tipo de
viviendas que, se pretende, abarque desde las casas de interés social
hasta residenciales, y que en a futuro podría ampliarse a otro tipo de
"bioconstrucciones".
Cabe recordar que los bonos energéticos
"verdes" (también en energia 66,)
representan otra variante del Banco Mundial (a través de Naciones Unidas)
para inducir a la privatización energética. Se trata de un
mecanismo para repartir ayudas a los inversionistas (que serán pagadas
finalmente por los consumidores), a cambio de fomentar el uso de energías
"verdes" (limpias o "alternas"), o cuando menos la racionalización en el
consumo energético. La medida, cuyo objetivo no tendría por
sí mismo nada de malo, contrasta con el cínico comercio que se
hace de dichos "bonos de carbono" (como también se les conoce).
Estos bonos, además, tienen la particularidad de manejarse no
solo por los gobiernos federales, sino desde autoridades y organismos
municipales, avalados por instituciones acreditadoras que respaldan el
otorgamiento de los bonos verdes. En este caso es poco probable que sea Conae
quien extienda dichas acreditaciones, dado que ese es otro segmento del negocio,
a través de la creación de organismos especializados generalmente
internacionales.
Hoy día, hasta Pemex re-vende bonos verdes
En la práctica, el proceso de
los bonos es objeto de una burda comercialización. Un ejemplo, difundido
ampliamente en la prensa nacional e internacional recientemente, es la firma de
un contrato entre Pemex y la compañía noruega Statoil, por el que
se espera reducir las emisiones de dióxido de carbono en el campo
petrolero Tres Hermanos, en la cuenca geológica Tampico-Veracruz, por un
equivalente a dos millones de toneladas de carbón (de aquí al
año 2018), mediante la reducción de la quema de gas asociado.
Dicho de otro modo, la Statoil se beneficiará del gas asociado,
separándolo (como metano y gas natural líquido) para
comercializarlo, ¡y encima se hará acreedora a los premios del BM!
De paso, el gobierno noruego podrá reclamar como propia (ante la ONU) la
reducción de dichas emisiones.
Sobra decir que si Pemex hubiese
instalado una planta similar en Tres Hermanos para procesar el mismo gas, no
habría tenido derecho a los dichosos bonos, que están reservados
solo al capital privado.
Statoil informó que ya trabaja con Pemex
en otros proyectos similares (72, según nota de Alma Hernández en
Reforma, 14.04.07). Los burócratas de Pemex entregan de esta forma
valiosos recursos energéticos, que están obligados a aprovechar en
beneficio de los mexicanos.
También la energía eólica se entrega al capital privado
La Secretaría de Energía anunció, también recientemente
que para impulsar el uso de energías limpias, promoverá la
instalación de más proyectos eólicos en el Istmo de
Tehuantepec (11 en total, que representan unos 2 mil MW). Según Jordy
Herrera Flores, subsecretario de Planeación Energética de esa
dependencia, para el año 2011, la capacidad de generación
eólica instalada en México será tres veces mayor a la
actual (y toda ella privada), y que para impulsar los planes se cuenta con un
"donativo" del Fondo Mundial para el Medio Ambiente del Banco Mundial, de 25
millones de dólares (¡?).
Obviamente, dicha cantidad
servirá apenas para sufragar "cabildeos" y los diversos gastos de
"lobby", para asegurar que no solo los cinco proyectos eólicos previstos
por la CFE (programados para licitarse próximamente) reciban un
tratamiento legislativo “favorable”, sino también para otras
fuentes que aún no tienen una legislación propia.
Estos
dineros financian actualmente foros, reuniones y todo tipo de encuentros donde
“especialistas” sobredimensionan la importancia de los llamados
bioenergéticos.
La Bioenergética no es prioridad legislativa en este momento
Y es que los neoliberales trabajan en anticipación y desde
todos los frentes. Un ejemplo es el controvertido Proyecto de Ley de
Promoción y Desarrollo de los Bioenergéticos, que espera
ratificación en la Cámara de Diputados, pero fue rechazado por sus
graves implicaciones alimentarias. No obstante, diputados de todas las
fracciones mostraron desusado interés en rediscutir un dictamen que,
reconocen, fue impulsado fundamentalmente por inversionistas privados e
instituciones extranjeras.
Una especie, no confirmada, dada a conocer
por el periodista Alejandro Sánchez (Excélsior 21.04.07),
menciona que algunos de esos inversionistas ya habrían comenzado a
instalar anticipadamente grandes plantas (de Etanol y Biodiesel) en Jalisco,
Veracruz y Guerrero. Solo se sabía de tres plantas menores en el estado
de Chiapas: una en el ejido Jacinto Tirado, municipio de Cintalapa; otra (en
construcción) en el ejido Jiquilpan, municipio de Huehuetán y la
tercera en el municipio de Villacorzo, todas ellas propiedad de la empresa
Tecnasur SA.
Hay que recordar que este proyecto de ley ha sido objeto de
fuertes (e irregulares) renegociaciones desde que fue aprobada por los diputados
en febrero de 2006 (ver energía 72). El
nuevo rechazo de la Ley de marras (regresada nuevamente comisiones ya aprobada
por ambas cámaras), desató inmediatamente reacciones
internacionales. Por ejemplo, el injerencista secretario de Estado del gobierno
español ante la Unión Europea, Alberto Navarro, advirtió
que "España va por la energía renovable en México", y que
para ello "solicitará [al gobierno mexicano] información sobre las
acciones que emprenderá para luchar en contra del cambio
climático" (Martha Martínez Paredes, Diario Monitor,
14.04.07)
Más diplomático, el ministro de Relaciones
Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, también en "vista de
negocios" con funcionarios del gobierno calderonista, apremió la reforma
energética en el marco de una declaración común por una
“cooperación más intensa”, alabando la
actuación del nuevo gobierno calderonista en la promoción de
reformas (la Ley del ISSSTE), e indicando que ese sería el camino hacia
las reformas energética y fiscal, "a fin de hacer de México un
socio interesante para las inversiones alemanas" ... “México
dispone de energéticos propios, mientras Alemania depende ciento por
ciento de la importación, por lo que no tenemos otra opción
más que desarrollar nuestra tecnología en este ámbito".
Juntos podemos reflexionar sobre las fuentes alternativas de fuentes de
energía y ver cómo se pueden integrar en las reuniones bilaterales
y económicas entre ambos países”. (Nayeli Roldán,
Milenio Diario, 18.04.07).
“México importará revolución energética”
Así tituló su nota Alejandro Sánchez
(Excélsior, 15.04.07) haciendo una crónica que resume la
visión gubernamental en materia de desarrollo tecnológico: "los
franceses aportan su experiencia y la de Europa para conocer los impactos y
guiar las políticas que el gobierno de Felipe Calderón planea
impulsar en la materia".
“Analizamos los beneficios de las
energías renovables como la solar, eólica, geotermia y
biomasa”, declaró -según Sánchez-, un alto
funcionario del Ministerio de Exteriores de Francia involucrado en el asunto".
En pocas palabras, en materia de planeación energética en
México, todo se hará desde el extranjero. De hecho,
Calderón dio otro golpe a la Ciencia y Tecnología nacionales, con
la creación de un "Fondo de Innovación Tecnológica",
constituido con fondos federales acreditados al Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología (Conacyt) que, a través de la Secretaría de
Economía y los gobiernos de los estados, servirá para premiar la
acción empresarial en el ramo de la calidad y la innovación
tecnológica. Calderón ofreció además establecer
nuevos estímulos y programas de incentivos, incluso fiscales, a la
investigación tecnológica que realizan empresas privadas
(¿cuál?).
Calderón aprovechó la entrega del
Premio Nacional de Calidad y Tecnología 2006 para anunciar lo que
él mismo definió como “apoyos a las pequeñas y
medianas empresas” (¿pequeñas, empresas como Sony, Casa Cuervo
o Nacional Financiera, premiadas en ese acto?). Conacyt mismo ha reconocido que
actualmente asciende a 20 mil el número de becarios mexicanos que ya no
regresan al país por falta de inversión en el sector. ¿Para
qué regresar a un país en el que una de las políticas de
Estado es ya no invertir en desarrollo tecnológico propio?
En la
“iniciativa privada” (que tiene mucho de capital y menos de
iniciativa), salvo contados casos, la mayoría de las empresas prefieren
comprar la tecnología que emplean y adecuarla a sus necesidades.
Según datos del propio Conacyt, la inversión privada en el sector
no alcanza el 45%, cuando en otros países en desarrollo (como Corea),
casi llega al 80%. En México, el capital privado no solo no invierte en
Ciencia y Tecnología, sino que se apodera de los escasos recursos
públicos.
“México puede ser ‘nodo’ energético” en AL
Contrastando con lo anterior, el reciente Foro Económico
Mundial (FEM) acaba de declarar que México "tiene el potencial para
convertirse en un 'nodo' de investigación y desarrollo tecnológico
en materia de biocombustibles y energía renovable en América
Latina". En esa ocasión, el organismo repartió generosamente
"liderazgos" en la región a la hora de anunciar paliativos para la grave
crisis energética que se avecina.
En materia de biocombustibles y
"renovables" por ejemplo, reconoció líderes regionales (Brasil y
Argentina, que ya desarrollaron energéticos a base de caña de
azúcar y semillas de soya), pero “reconoció” a
México por su “potencial” para convertirse en un centro
regional de investigación y desarrollo tecnológico en la materia.
Contradictoriamente, en el informe titulado “América Latina
en riesgo” [Latin America@Risk], que
sirvió de documento base al FEM, también se reconoce la grave
dependencia de la economía mexicana (y brasileña) de la
producción industrial de EU (o de la desaceleración de la
economía china) y, rememorando al mejor Cantinflas, reconoció la
fuerte relación entre los precios mundiales del petróleo, el
elevado costo de los energéticos y la (miserable) realidad social.
Como que sí pero como que siempre no; o más bien ni lo uno ni
lo otro, sino todo lo contrario.
Pero la cosa se aclara cuando
descubrimos en la lista de los "expertos" que apoyaron la realización de
semejante mamotreto (y sus conclusiones) a personajes “mexicanos” de
la calaña del pseudo periodista Sergio Sarmiento (TV Azteca) y al
empresario “cinero” (de cine) Alejandro Ramírez (Cinepolis),
o algunos "notables" representantes del sector academicoso (privado): Rafael
Rangel (del ITESM) y Rafael Fernández de Castro (del ITAM).
El futuro energético no es un divertimento, y menos de aprendices
El concepto de las
energías “alternas” sigue siendo tomado a chacota, incluso
por los responsables de plantear políticas públicas.
Recientemente, por ejemplo, un dirigente partidario propuso muy serio al
gobierno de la Ciudad de México (y a la Compañía de Luz y
Fuerza del Centro) constituir "molinos de viento" en zonas altas de la
metrópoli para generar energía eléctrica no contaminante.
Dichos generadores eólicos, a decir de Mario Arteaga, vicecoordinador del
Partido Alternativa Socialdemócrata Campesina (PASC), "podrían
instalarse en las zonas altas del DF".
Arteaga se atrevió incluso
a sugerir otras medidas, como "la instalación de celdas solares para la
iluminación de las casas y el alumbrado público, así como
otorgar facilidades fiscales a aquellas empresas que adopten este tipo de
prácticas" (Juan Omar Fierro, El Centro, 22.04.07). O sea que el
amigote Arteaga entiende la letra, pero ya aprendió a bailar muy bien la
tonada. Se trata de reforzar -voluntaria o involuntariamente- la
privatización.
Es probable que don Mario Arteaga llegue
algún día al legislativo, por lo que el problema central
persistirá: simplemente no hay quien supervise y evalúe la
política energética del país, y menos quien la conduzca con
criterios sociales.
Actualmente es el Ejecutivo a través de
distintas secretarías quien establece desde la plataforma de
producción de petróleo, hasta los niveles de importación de
gas natural, la instalación de nueva generación eléctrica,
etc. y encima, lo que habrá de suceder en años venideros con las
fuentes “alternas”. Nadie se le puede oponer hoy en su irracional
sobreexplotación de hidrocarburos.
No con más
autonomía, la secretaría de energía habrá de
realizar una mejor planeación energética, al contrario. Se
requiere sanear de funcionarios neoliberales el sector para proceder a
integrarlo para reforzar su operación en conjunto.
De hecho, en
el Foro de Consulta Ciudadana que se realiza por estos días para definir
el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, se han realizado muchas propuestas
realmente preocupantes. Una de ellas del querido SME, solicitando la
reactivación del programa nuclear, mediante la construcción de
plantas nucleares “para diversificar las fuentes de generación
eléctrica” (en Crónica de Alma Hernández,
Reforma, 20.04.07). Fue el secretario del Exterior del SME, Fernando
Amezcua, el responsable de defender la energía nuclear, a la que
caracterizó de “alterna” (según Hernández).
Duele, porque a la fecha el SME no ha convocado a la discusión
profunda del tema, al menos entre las fuerzas que defendemos a la industria
energética de México. La energía nuclear vive actualmente
un repunte, es cierto, pero al impulso de las grandes transnacionales, a las que
urge desarrollas reactores más avanzados, deshaciéndose de la
generación anterior.
El tema de las energías
“alternas” ha sido fuertemente manipulado. Los promotores han
conseguido expertos dispuestos incluso a “jubilar” anticipadamente a
los hidrocarburos, a favor de opciones como los
bioenergéticos.
“Alternas”, un debate pendiente
Habría que comenzar por revisar
algunos conceptos. Las energías alternativas reciben ese nombre no porque
vengan a sustituir a las existentes (ni podrían), sino por su capacidad
para cumplir la misma función de las existentes, de manera semejante
aunque más limitada. Esto es necesario tenerlo presente porque la
privatización furtiva eléctrica en México recibió
gran impulso, cimentada en la promesa del gas natural, “más limpio,
más económico”, que en su momento también fue
catalogado por los privatizadores como “alterno” (por sustituto) de
los demás hidrocarburos. Debido a ese error, México es hoy
importador neto de ese combustible, y altamente dependiente del exterior.
Otro punto que debe precisarse es que por el momento pocas fuentes
"alternas" de energía son realmente estratégicas para el
país (fundamentalmente la eólica, la geotérmica y la
solar), porque bien aprovechadas, podrán reforzar a la actual planta de
generación base (es decir continua). La mayoría de las "alternas"
son intermitentes y/o aportan poca potencia, en comparación de las
grandes termoeléctricas o hidroeléctricas.
Sin embargo se
pueden impulsar proyectos piloto, siempre a cargo de las empresas
públicas, que permitan evaluar su viabilidad práctica. Tal
evolución no podría depender solo de factores económicos,
porque evidentemente que, por relación costo-beneficio, las plantas
termoeléctricas son superiores a cualquiera de las
“alternas”. Es mucho más fácil y económico
producir electricidad a base hidrocarburos y agua, que mediante celdas solares o
viento.
Tecnológicamente las “alternas” aún se
encuentran en fase de desarrollo y/o adaptación, siendo tal vez la
más avanzada la eólica, pero aún persisten grandes
diferendos en cuestiones prácticas de aplicación (como la altura
ideal de los molinos o el tamaño adecuado de las "granjas"), que depende
de otros criterios.
Un desarrollo tecnológico propio es vital, y
no debe restringirse a las fuentes “de moda”, sino priorizando las
disponibles internamente. Existen otras fuentes, que también
podríamos considerar alternativas, que han sido deliberadamente
olvidadas. Por ejemplo, el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP)
realizó hace años investigaciones para producir combustibles a
partir de los residuos de refinación emulsificados (ver
Investigación y Desarrollo Nov 2000).
Otros institutos del sector energía y las principales
instituciones públicas de educación superior del país,
también investigan o participan en el mejoramiento de los procesos
energéticos y en la "aclimatación" de tecnologías.
Desgraciadamente no existe una industria nacional, capaz de aprovechar los
resultados.
Finalmente, se requiere censar los recursos
energéticos disponibles e investigar las posibilidades de aquellos que se
descubren. Hace poco, durante el VI Foro Nacional de Energía del FTE, el
Dr. Andrés Barreda comentó el descubrimiento hecho por
científicos de la UNAM (y de las universidades Bremen-Geomar y Texas
A&M) de un Volcán de asfalto en aguas nacionales del Golfo de
México, del cual brotan emanaciones de chapopote asociadas a flujos de
petróleo, carbonatos e hidratos naturales de metano cristalizado y
gaseoso, es decir, brotan materiales de rico contenido energético.
El tema, en pocas palabras, sugiere la necesaria discusión hacia
una Política Energética Independiente.