La Lucha de los Trabajadores Petroleros de México
D. Bahen, A. Hernández
Frente de Trabajadores de la Energía
energia@fte-energia.org
Compañías extranjeras se encargaron de la
explotación del petróleo de México hace más de un
siglo. Esas empresas persiguieron a los petroleros y asesinaron a muchos. No
obstante, la respuesta obrera siempre fue firme. Varias huelgas precedieron al
primer sindicato petrolero de 1923. Después, el movimiento
huelguístico continuó. En 1935 se fundó al STPRM que
emplazó a huelga a las Compañías por la firma de un
Contrato Colectivo General. La huelga estalló y fue suspendida para dar
paso a un conflicto colectivo de naturaleza económica. La Junta
número 7, primero, y luego la Suprema Corte, dictaminaron a favor de los
obreros. Las empresas se declararon en rebeldía. El gobierno de
Cárdenas decretó la expropiación de la industria petrolera.
Una enorme movilización respaldó a la medida. En grandes jornadas,
los petroleros construyeron a Pemex e IMP. Hoy, la industria petrolera
está en seria destrucción por la privatización auspiciada
por los gobiernos en turno y el charrismo sindical.
Dominio Petrolero extranjero
Durante la colonia los bitúmenes o
jugos de la tierra, eran propiedad de la Corona española. En 1884,
“el petróleo y demás combustibles minerales eran propiedad
del dueño del subsuelo”. Así siguió en el
porfirismo.
En 1901, La Ley del petróleo autorizaba al Ejecutivo
para conceder permisos. En 1904 se descubrió el primer pozo petrolero en
Ebano, SLP. En ese tiempo, el grupo norteamericano Doheny dominaba con un 65%,
la Royal Dutch-Shell con 32% y Petróleos de México S.A.
participaba con apenas el 3%.
En 1908 se constituyó la
Compañía de Petróleo El Águila. En 1910, la
producción anual fue de 3 millones 632 mil barriles. En la actualidad, se
producen 3 millones 800 barriles DIARIOS.
Las compañías
procedían a adueñarse de todos los terrenos, asesinaban a sus
poseedores, quemaban las escrituras legítimas, corrompían alas
autoridades. Cuando así convenía a sus intereses invocaban la
protección de sus gobiernos. En 1916, se perforó el pozo
“Cerro Azul 4”.
La primera Unión de Petroleros
“...Las compañías
sostenían a bandas de empistolados que tenían la misión de
exterminarnos. Era raro el día en que no mataban a uno...”,
recordó una vez Rafael Simoneen, petrolero de Minatitlán. Fueron,
precisamente, los petroleros de Minatitlán quienes organizaron en 1913 la
primera Unión de Petroleros Mexicanos.
Las empresas extranjeras enfrentaron a los trabajadores desde el primer
momento. Terror y arbitrariedad contra los obreros para evitar que
“alterasen el orden” y poder seguir sacando grandes
cantidades de petróleo.
En 1917, la Constitución estableció que
“Corresponde a la Nación el dominio directo de todos los
minerales,... el petróleo y todos los carburos de hidrógeno
sólidos, líquidos o gaseosos”. En el texto se autorizaba al
gobierno federal para hacer concesiones a los
particulares.
Surgimiento del movimiento petrolero
En 1918, se fundó la Unión de Obreros de Minatitlán
que, en 1921, estalló una huelga contra “El Aguila”
por aumento de salarios. La huelga triunfó. Los peones que antes ganaban
$1.50 pasaron a ganar $1.80 logrando un aumento del 20%.
Pero la persecución se recrudeció. Simoneen fue muerto a
balazos por un pistolero de “El Aguila”. “Los que se
mostraban más “salidores” anochecían, pero no
amanecían”, recuerdan los petroleros de antaño. Las
compañías comenzaron a despedir trabajadores. “Entonces
nos organizamos en grupos rebeldes y ganamos el monte, donde permanecimos
alzados más de un año”, recuerdan los viejos
petroleros.
Así, entre persecuciones y asesinatos se gestó el movimiento
petrolero, primero en Minatitlán, luego en Las Choapas, Cerro Azul, El
Ebano, Mata Redonda, Poza Rica y Tampico.
El primer sindicato de petroleros
El primer sindicato petrolero de Tampico se organizó en 1923. En
represalia, la compañía despidió a los trabajadores
más activos pero, en vez de amilanarse, los compañeros elaboraron
un Pliego de Peticiones que incluía:
1. Reconocimiento del sindicato,
2. Reinstalación de los 160 trabajadores despedidos.
Los empresarios extranjeros trataban a los obreros como
“bárbaros”, “muertos de hambre” e
“ignorantes”. El 17 de julio de 1923 estalló la huelga
y triunfó: Se firmó el primer convenio. El sindicato
adquirió, entonces, una gran autoridad.
Pero, la empresa trató de desorganizar al sindicato comprando
líderes, fomentando la división y asesinando a compañeros
como a Serapio Venegas. En septiembre de 1924, los electricistas,
ferrocarrileros y obreros portuarios de Tampico realizaron una huelga general
produciéndose un violento enfrentamiento entre los obreros con las tropas
federales. Los petroleros siempre rechazaron con firmeza los intentos de ser
absorbidos por la CROM.
En 1925 se realizó una huelga contra la empresa El Aguila, en la
refinería de Minatitlán. La CROM había perdido el control
de los trabajadores pero la empresa entregó 400 mil pesos en calidad de
compensación de salarios caídos de los huelguistas.
La
huelga en La Huasteca fue declarada ilegal. El gobierno mandó tropas. El
sindicato petrolero se negó a reconocer a la CROM y más de 5 mil
obreros prefirieron ser despedidos.
Sandino petrolero
En 1923 llegó a México. Se hizo trabajador
petrolero transitorio. En 1925, trabajó para la Huasteca Petroleum. Ese
mismo año, Augusto César Sandino se embarcó en Veracruz y
salió a Nicaragua, invadida por los yankis desde 1912, a combatir junto
con Farabundo Martí.
El General de Hombres Libres dijo:
“Nosotros iremos hacia el sol de libertad o hacia la muerte; y, si
morimos, nuestra causa seguirá viviendo. Otros nos seguirán”.
La ley petrolera de 1925
En 1925, el Ejecutivo acordó iniciar el
otorgamiento de concesiones petroleras. Ese año, se publicó una
Ley petrolera. De acuerdo al artículo 2, el dominio directo de la
Nación “es inalienable e imprescriptible”.
La ley del
petróleo de 1925 impuso a las compañías la
obligación de obtener la “confirmación de sus
concesiones”. Las compañías protestaron y bajaron
drásticamente la producción. Las compañías lograron
su objetivo. Calles modificó la Ley.
El artículo 27,
modificado en 1934, indicaba que “Tratándose del petróleo y
de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos y gaseosos,
no se expedirán concesiones.
Fundación del STPRM y huelga
En la Ciudad de México, el 15 de agosto de 1935,
los delegados que representaban a 20 organizaciones de petroleros se
constituyeron en el Primer Gran Congreso de Organizaciones Sindicales Petroleras
bajo la presidencia de los compañeros Ernesto Soto Innes y Moisés
de la Torre por el Sindicato Unico de Obreros y Empleados de la Huasteca
Petroleum Company, así como petroleros provenientes de Mata Redonda,
Ciudad Madero, San Luis Potosí, Minatitlán, Tampico, Alamo, Agua
Dulce, Cerro Azul, Las Choapas y Distrito Federal. El primer comité
ejecutivo general del STPRM fue encabezado por Ernesto Soto Innes, secretario
general.
El 13 de noviembre de 1936, la Primera Convención
Petrolera acordó el proyecto de “Contrato Colectivo de
Aplicación General”. Al mismo tiempo se emplazó a huelga a
las compañías.
Entre las compañías y el
sindicato hubo diferencias. El sindicato proponía la firma de un
“Contrato Colectivo de Aplicación General”; las
compañías proponían un Contrato Colectivo
Obligatorio” para toda la industria, es decir, un contrato ley.
El
28 de mayo de 1937 estalló la huelga petrolera. Durante los 13
días que duró la huelga los camiones no podían dar servicio
por falta de combustible, algunos se quedaban a media calle, los tranvías
eléctricos eran insuficientes, las industrias estuvieron a punto de
cerrar, la economía nacional se vio afectada.
La Guerra Civil española
En el contexto internacional, en Europa, el
fascismo se desarrollaba con fuerza en Alemania, Italia y España.
“Es bárbara la guerra y torpe y regresiva”, escribió
Antonio Machado. “¿Porqué otra vez el hombre de sangre se
emborracha?”
Con Machado, García Lorca, Rafael Alberti,
Miguel Hernández, los pueblos de España se decidían a
hacerle frente al fascismo al grito de “¡No
pasarán!”.
Los horrores de la guerra civil
española fueron registrados por Picasso en su inmortal Guernika
bombardeada por la aviación alemana.
Pero la revolución
española estaba en pie creando un contexto favorable para otros procesos
sociales, como en México. De Italia, Polonia, y otras partes, los
trabajadores acudieron en apoyo a la revolución española.
De México también hubo solidaridad. Recibimos a muchos
niños, hombres y mujeres en nuestro país. También,
acudieron a combatir trabajadores y, entre ellos, “El
Coronelazo”.
La expropiación petrolera
Entretanto, a petición de
Cárdenas, los petroleros levantaron la huelga el 9 de junio. El sindicato
promovió ante la Junta Especial número 7 de la Federal de
Conciliación y Arbitraje, un conflicto colectivo de naturaleza
económica.
El 18 de diciembre, la Junta emitió un laudo
condenando a las compañías a pagar 26 millones por concepto de
aumento en salarios y prestaciones. El 28 de diciembre, las
compañías se inconformaron con el laudo e interpusieron un amparo
ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El 1º. de
marzo de 1938, la cuarta sala del trabajo de la Corte dio a conocer la sentencia
negando el amparo a las compañías. El 14 de marzo, la Junta dio un
plazo de 24 horas a las compañías para que cumplieran el laudo del
18 de diciembre.
Las compañías dijeron que estaban
imposibilitadas para aplicar el laudo de la Junta y que, de acuerdo a la Ley, se
daría por terminado el Contrato de Trabajo. Las compañías
se declararon en rebeldía.
Cárdenas le había
comentado a Francisco J. Múgica de un Manifiesto que “llegue al
alma del pueblo”. La noche del 18 de marzo de 1938, a través de la
radio en cadena nacional, Lázaro Cárdenas dio a conocer el Decreto
de Expropiación de la industria petrolera mexicana por causas de utilidad
pública, basándose en lo dispuesto por el Artículo 27
Constitucional.
Movilización obrera y popular
La epopeya de los petroleros los cubrió de
gloria. “México triunfará”, dijeron.
“Y si no supiéramos aprovechar el petróleo,
preferiríamos quemarlo a permitir el regreso de los extranjeros, que
durante tantos años nos explotaron y ofendieron”, agregaron,
dirigidos por una Junta Provisional de Administración encabezada por el
propio secretario general del sindicato.
Antes de la expropiación
los petroleros organizados en milicias obreras asumieron la vigilancia de las
instalaciones y maquinaria. Al siguiente día de la expropiación,
se organizó una marcha que se dirigió a Palacio Nacional para
patentizar el apoyo a Cárdenas. Las campanas de la catedral Metropolitana
fueron echadas a vuelo en señal de júbilo.
Enseguida se
desbordó la movilización popular. ¡No volverán! fue
una consigna generalizada. Los trabajadores, especialmente los ferrocarrileros,
habían sido ampliamente solidarios. Diversos sectores se manifestaron en
apoyo a los petroleros y a la expropiación. La CTM, encabezada por
Lombardo, tuvo una participación destacada en diversos niveles.
Amenazas imperialistas y respuesta obrera
“Beberemos cada gota de tetraetilo que
los mexicanos produzcan” expresaron a carcajadas los personeros de la
Shell. Enseguida, los gobiernos extranjeros amenazaron con la invasión a
México. Pero, las presiones y los chantajes resultaron inútiles.
En respuesta a las amenazas de invasión, se dieron instrucciones para que
el desembarco de las tropas de ocupación, fuera seguido del incendio
sistemático y total de todos los pozos petroleros.
“¡Iluminaremos a Nueva Orleáns con el fuego de los pozos de
la Huasteca!”, dijeron los petroleros.
Con motivo de la
expropiación, el gobierno contrajo con las petroleras una deuda de 1 mil
600 millones de pesos. Para hacer frente a esta responsabilidad, el pueblo de
México acudió en apoyo del gobierno cardenista ofreciendo sus
ahorros, joyas, gallinas y otros bienes.
Luego de la expropiación,
la Standard Oil y la Royal Deutch Shell decretaron un boicot, no había
mercado para el petróleo mexicano, ni refacciones, no había
tetraetilo de plomo, ni algunas materias primas.
En epopéyicas
jornadas, los petroleros junto con universitarios y politécnicos
construyeron a la industria de vanguardia en su época. Los
ferrocarrileros cooperaron para la distribución de gasolina.
Los petroleros construyeron a Pemex
El 8 de agosto de 1940, se creo a “Petróleos
Mexicanos” cuyo lema era “Al servicio de la Patria”. La nueva
Ley Reglamentaria en el Ramo del Petróleo se promulgó hasta 1958.
Al siguiente año, en el Reglamento a esta Ley se indicaba que
“Corresponde a la Nación por conducto de PEMEX” la
producción de las materias primas industriales básicas. En materia
de la petroquímica “no podrán tener participación de
ninguna especie los particulares”. En 1965, se creo al Instituto Mexicano
del Petróleo como institución orientada al apoyo científico
y tecnológico de la industria petrolera mexicana.
En 1946, se
realizó otra huelga de petroleros. Pero, las condiciones en el
país eran otras. A medida que el gobierno se desplazaba a la derecha lo
mismo hacía la dirigencia del sindicato. Los opositores fueron despedidos
y el charrismo sindical se apoderó del sindicato petrolero.
A partir
de 1946, la producción petrolera empezó a crecer.
Gobierno y charros destruyen a Pemex
La política petrolera oficial basada en la
extracción de crudo, y su exportación a Estados Unidos,
convirtió a PEMEX, en PeUSA “Al servicio de la Patria...
norteamericana”.
Hoy, las disposiciones en materia de
petróleo, gas y energía eléctrica están vigentes,
pero no se cumplen. Los gobiernos en turno hacen lo contrario. En 1995 se
modificó la Ley en el Ramo del Petróleo para que fuera privatizada
la petroquímica y, luego, el gas natural.
Hoy, el sindicato
petrolero está desnaturalizado, habiendo abandonado sus principios y
entregándose a los intereses del imperialismo. Los seudo-líderes
del sindicato petrolero incumplen sus funciones de clase, dedicándose a
la represión, la corrupción y el gangsterismo.
Los
trabajadores petroleros junto con el pueblo de México defenderemos a la
industria petrolera y rescataremos al sindicato. Volveremos a re-nacionalizar la
industria energética. ¡Unidos Venceremos!
¡Salud y Revolución Social!
Las mujeres mexicanas se manifestaron solidarias con la expropiación petrolera y
participaron de la movilización obrera y popular
El pueblo de México acudió inmediatamente en apoyo a la expropiación petrolera
e hizo aportaciones desinteresadas en dinero y en especie