2007, 50 años sin Diego Rivera
Diego y el cubismo
Los primeros tiempos
José Diego Rivera Barrientos, pintor mexicano,
nació el 13 de diciembre de 1886, en la ciudad de Guanajuato. Diego fue
gemelo de José Carlos, quien falleció a la edad de año y
medio. María del Pilar fue su hermana menor. A la edad de tres
años, Diego comenzó a dibujar.
La familia Rivera Barrientos
se trasladó a la ciudad de México en 1892. A los diez años,
el niño Rivera tomó clases nocturnas de pintura en la Academia de
San Carlos. Tres años después, se inscribió siendo sus
maestros Santiago Rabull, Salomé Piña, Antonio Fabrés y
Félix Parra. Luego, en 1904, fue discípulo de José
María Velasco habiendo pintado sus primeros paisajes. En 1906,
presentó 26 trabajos en la exposición anual de la Academia y
participó en una exposición de pintura moderna.
En 1902, a
los dieciséis años de edad, Diego abandonó la Academia
inconforme con el sistema de enseñanza de la pintura dirigida a la
reproducción fiel de los objetos. De esa época en San Carlos son
los cuadros La Castañeda , Paisaje de Mixcoac y La
era, influidos de alguna manera por Velasco.
A los 21 años
(1907) presentó su primera exposición y ganó una beca.
Salió rumbo a España e ingresó en el taller de Eduardo
Chicharro en la Academia de San Fernando de Madrid. Al siguiente año
(1908), visitó el país pasando una temporada en Avila donde
pintó varios cuadros. De ese año son su cuadro El picador y
las obras impresionistas Nuestra Señora de París y La
casa sobre el puente. En España, Rivera mantenía una
relación frecuente con los hermanos Baroja y con Ramón del Valle
Inclán. Algunas de sus obras son Iglesia de Leiquetic , La
puerta de Ávila y La casona.
Después (1909),
viajó a Francia y Bélgica. En Brujas, conoció a Angelina
Beloff con quien volvió para instalarse en París.
En 1910,
año del estallido de la Revolución Mexicana, Diego estudiaba con
el pintor Víctor Octave Guillonet. Ese año, expuso por primera vez
en la Societé des Artistes Independants. Regresó a México
y, el 20 de noviembre de 1910, expuso en la Academia de San Carlos. Ese mismo
día, se produjo el inicio del levantamiento armado en
México.
Al siguiente año (1911) volvió a Europa y
expuso en el Salón d' Automne. En el invierno, pasó una temporada
en Cataluña.
En 1912, regresó a París exponiendo
nuevamente en la Societé des Artistes Independants. Tuvo una estancia de
verano en Toledo, España. Luego, regresó a París. Se Diego
se inició en el cubismo, siendo ésta la época
precubista.
Un año después, participó en una
exposición colectiva en la galería Berheim Jeune. Estuvo otra vez
en Toledo. Pintó sus primeros cuadros cubistas y expuso en el
Salón d' Automne.
En 1914, expuso su obra cubista en la
Societé des Artistes Independant. Diego era uno del grupo que se
reunía con Picasso y Gris. Ese año, presentó su primera
exposición individual en la Galería la Galería Berthe
Weill. Viajó a Mallorca, España. En ese año, estalló
la Primera Guerra Mundial. Más tarde, se instaló en Barcelona y,
después, en Madrid.
En España, Rivera frecuentaba a la
intelectualidad de la época, entre otros, a Ramón del
Valle-Inclán, Alfonso Reyes, Martín Luis Guzmán. Junto con
María Blanchard expuso en Madrid. En el verano de 1915 regresó a
Paris conociendo a Marevna Vorobieva.
Al siguiente año,
construyó un aparato para realizar cuadros cubistas. En 1916, expuso en
la Modern Gallery de Nueva York. En ese año, nació Diego, hijo del
maestro y Angelina Beloff.
En 1917, el año del triunfo de la
Revolución Bolchevique, fue contratado por la Galería L'Effort
Moderne. Con Pierre Reverdy, teórico del cubismo, Rivera enfrentó
fuertes discusiones. Diego rompió con el cubismo y volvió a la
figuración. Su hijo Diego murió.
El guerrillero o Paisaje zapatista
Los viajes a Europa le permitieron a Diego entrar en
contacto con las obras del renacimiento, del cubismo y del avant-gard. Rivera
experimentó con óleos, pasteles, acuarelas, fresco,
encáustica y temple sobre tela, cartón, papel y corcho
prensado.
Tras una breve incursión en el puntillismo, de 1912 a 1917
se afilió a la escuela del cubismo. Algunos cuadros son Visita de
Toledo, Puente de Toledo, El viaducto, Hombre del cigarrillo y muchos otros,
logrando una franca originalidad con El guerrillero o Paisaje
Zapatista.
Este cuadro retoma un paisaje de la Revolución
Mexicana y lo inscribe dentro de los parámetros del cubismo
convirtiéndolo en una obra “unica” en la historia del arte.
El cuadro fue pintado en plena Revolución (1915), sobre el reverso de
La mujer del pozo.
La obra muestra una síntesis de recursos
cubistas formales descritos por L.M. Lozano (2004) de la siguiente manera: Diego
“presenta en el medio plano de la obra un gran sombrero, un sarape, un
cinturón y un guaje, elementos identificados con el guerrillero
revolucionario. Esos elementos se recargan sobre una caja de municiones,
alusión de la lucha armada. El paisaje está tratado mediante la
ejecución de dos copas de árboles verdes que descansan bajo las
montañas triangulares pintadas en gris, reminiscencia del Valle de
Anáhuac, el cual está también representado por el fondo
azul añil del primer plano de la obra, color característico de la
paleta mexicana de Rivera y que remite al lago de Texcoco”. De ahí
que esta obra sea considerada por algunos criticos de arte como la obra cubista
del Anáhuac.
Lozano describe que, en “El extremo derecho
del cuadro aparece una obra blanca sin inscripción, puesta con un
pequeño clavo, elemento que remite a los exvotos mexicanos que
aludían alguna narración en agradecimiento por un milagro. El
cuadro presenta algunos efectos decorativos poco comunes en la temática
cubista, como el puntillismo en el gatillo del rifle y de la base de la
cantimplora. Está también en el grano de la culata, las fibras del
sombrero, los dibujos grabados en la franja gris debajo del sombrero, la
superficie texturizada y las pinceladas de los árboles”.
En
suma, la obra cubista de Diego Rivera es una pieza altamente significativa por
su concepción formal y por el tema histórico coyuntural que
representa.
El “mexicanismo” de Diego
En su época cubista el
maestro incluyó elementos mexicanos en superficies coloridas y
texturizadas. Esos elementos eran considerados ajenos a las normas del cubismo
de Paris y la obra de Rivera se llegó a calificar de exótica. En
otra obra cubista, Naturaleza muerta con tazón gris, realizada en
Madrid, Rivera introdujo elementos novedosos al concebir un bodegón
dentro de un paisaje.
En Naturaleza ... (1915) hay elementos
decorativos presentes en El Guerrillero como las copas de árboles,
el añil que alude al lago de Texcoco y la composición del cielo y
la tierra.
El elemento “mexicanista” en la obra de Diego
cobra una gran significación. Aún estando en Europa, Diego Rivera
era sensible al contexto político que ocurría en México. La
influencia de la Revolución Mexicana es evidente así como el
desarrollo de la conciencia política del artista.
En 1916, Diego
exhibió su obra en Nueva York junto a Cézanne, Van Gogh, Picasso y
Braque. En 1919, estudió con dedicación la obra de Renoir. En 1921
regresó a México. Al siguiente año, inició su primer
mural en la Escuela Nacional Preparatoria de San Ildefonso con el tema de La
Creación.
Referencias
- Diego Rivera, Biografía 2007, en www.diegorivera.com
- Diego Rivera, Biografía 2007 en www.colegionacional.org.mx.
- Diego Rivera (1886-1957) 2007, en www.museoblaisten.com
- Lara E. 2005, Referencias de Picasso en México, Quálitas.
- Lozano L.-M. 2004, Diego Rivera y el Cubismo. Memoria y Vanguardia, Conaculta.
Paisaje Zapatista (El Guerrillero, El Zapatista), de Diego Rivera, 1915.
Oleo sobre tela, 144x123 cm. Museo Nacional del Arte, INBA, México.