Se reanima el conflicto en el sindicato minero
Las andanzas de Napo
u El gobierno de Calderón interesado en “resolver” el conflicto del sindicato
minero.
u Napoleón no quiere Convención ni democracia, lo que quiere es que lo reconozcan.
u Quienes están detrás del charro activan el cabildeo para un acuerdo entre mafias.
¿Se desvanecen las acusaciones?
En diciembre de 2006, la
Procuraduría General de la República (PGR) se había
declarado incompetente para investigar a Napoleón Gómez Urrutia,
charro del sindicato minero-metalúrgico, reconocido y desconocido
(unilateral e ilegalmente, en ambos casos) por el gobierno de Fox. Entonces, el
caso, fue turnado a la Procuraduría General de Justicia del Distrito
Federal (PGJDF).
De inmediato, los abogados de Napo se apresuraron a
decir que “la PGR ya admitió que no hay delito federal que
perseguir contra el señor Gómez Urrutia” (Méndez A.,
en La Jornada 5 ene 2007). Más aún, precisaron que
“"ya no investigará el supuesto lavado de dinero que se
imputó a Napoleón, y tampoco podrá indagar delincuencia
organizada; aunque lo más importante es que el gobierno federal deja de
tener en el conflicto minero un arma jurídica que la anterior
gestión presidencial utilizó como herramienta
política".
Más tarde, los charros del sindicato minero
leales a Napoleón, anunciaron que se "abre la posibilidad para que se
desvanezcan las acusaciones", esperando que pronto regresara Napo de
Canadá para continuar al frente del sindicato insistiendo en que
“no hay delito que perseguir”. Agregaron que “la apertura que
nos dado el nuevo gobierno ha sido plena” (sic).
El 7 de enero, los
abogados de Napo denunciaron a Elías Morales por haber falsificado
documentos que le sirvieron para que la secretaría del trabajo lo
reconociera en sustitución de Napoleón. El 11 de enero, la PGR
anunció que acudiría a la secretaría del trabajo
“para cotejar las firmas” que se utilizaron para deponer a Napo. Los
charros sindicales se apresuraron a darle 10 días a la secretaría
del trabajo (STPS) y a la PGR para que “resolvieran favorablemente”,
de lo contrario, amenazaron con iniciar movilizaciones (sic) porque a los
trabajadores (sic) “ya se les acabó la paciencia”
(sic).
En respuesta, la STPS declaró que resolverá,
¡faltaba más! “pero con absoluto respeto a la autonomía
sindical”. Expresó que no aceptaba plazos y que actuaría
“con estricto apego a la ley”.
A un año de Pasta de Conchos
Al aproximarse el primer aniversario de los
trágicos sucesos de Pasta de Conchos, cuando murieron 65 mineros
sepultados por la explosión en la mina, el procurador general de justicia
del estado de Coahuila anunció que “girará orden de
aprehensión contra diez directivos de alto nivel de Industrial Minera
México y funcionarios federales de la Secretaría del Trabajo y
Previsión Social (STPS), por homicidio culposo, omisiones y negligencia
en el ejercicio de sus funciones” (Velasco E., en La Jornada 10 ene
2007).
Entre los resultados de las investigaciones dijo que “hubo
deficiencia en los volúmenes de aire que ingresaban por el sistema de
ventilación a toda la mina, lo cual ocasionó la acumulación
de gas metano y la explosión”. Precisó que "había una
deficiencia de cuatro metros cúbicos de aire por minuto".
Otra
deficiencia fue en "el sistema de polveo" de la mina, situación que
provocó que la explosión se expandiera en la totalidad del
socavón. Para evitar una explosión tendría que haberse
cubierto con polvo inerte cada tramo de avance de la mina. Sin embargo, el
material que adquirió la empresa "sólo fue suficiente para cubrir
el 47 por ciento del avance registrado antes de los seis meses de ocurrida la
explosión".
Una deficiencia más fue que la empresa "no
contaba con metanómetros permanentes en el último crucero de los
cañones de regreso, ni en el ventilador principal como lo ordena la norma
NOM-023/2004, lo cual impidió poder detectar oportunamente la
concentración de gas metano, situación que provocó la
explosión de la mina".
El procurador dijo a que la muerte de los
mineros se pudo obedecer a tres factores: a la explosión propiamente
dicha, al estar expuestos a la onda expansiva y calórica de ésta;
por intoxicación, generada por la acumulación de gas, o por
asfixia, provocada por los derrumbes. A la fecha, solamente los restos de 1
minero han sido recuperados.
El 19 de febrero, el grupo afín a
Napoleón informó que había parado el 90% de las secciones
del país, exigiendo aclarar lo sucedido en Pasta de Conchos y el
reconocimiento de Napoleón. Pudo confirmarse que, el paro de
“brazos caídos” ocurrió en Lázaro
Cárdenas-Las Truchas, Zacatecas, Pachuca, Querétaro y Durango. El
resto corresponde a la versión dada por el grupo de Napoleón. El
90% no es creíble porque el sindicato está bastante dividido.
Problemas en el interior del sindicato
En Ciudad Juárez, el comité ejecutivo de
la sección 11 exigió a la subprocuraduría de justicia
estatal que reactivará la denuncia por fraude que presentó contra
Napoleón hace algunos meses, que se anexara la orden de
aprehensión girada en esa entidad para la extradición de Napo
quien se encuentra en Canadá.
En Lázaro Cárdenas-Las
Truchas, Martín Rodríguez Piedra, líder de la
sección 271 del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros,
Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSRM), fue
detenido por elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI) con
base en una orden de reaprehensión girada por el juzgado séptimo
de distrito con sede en Uruapan, y liberado 12 horas después tras pagar
una fianza.
"En respuesta a esta agresión", desde las 7 de la
mañana de ayer más de 7 mil trabajadores siderúrgicos de la
sección 271 y 273 suspendieron labores en las empresas Sicartsa, Mittal
Steel y Viga Trefilados. Doce horas después, Rodríguez Piedra fue
"liberado con el apoyo del departamento jurídico de la empresa Mittal
Steel y del gobierno estatal sin ningún cargo en su contra"
(Martínez E., Casillo G., Gómez C., en La jornada 13 ene
2007).
En gira por Ramos Arispe, Coahuila, Calderón fue recibido
con reclamos por las viudas de los mineros de Pasta de Conchos. Calderón
les dijo que su gobierno haría todo lo humanamente posible por rescatar
los cuerpos de los mineros.
El 2 de febrero, en la misma sección
271, varios trabajadores despedidos fueron agredidos por los simpatizantes de
Napoleón. Entonces, se produjo un enfrentamiento de 4 horas entre
trabajadores con saldo de 22 heridos, 18 vehículos destruidos y 2
viviendas incendiadas.
Los despedidos simpatizan con Elías Morales
y según sus versiones de los hechos, estaban repartiendo volantes en el
puerto cuando fueron descubiertos por el delegado estatal de Napoleón y
Martín Rodríguez, secretario general local, quienes los
persiguieron y golpearon en el lugar conocido como Guacamayas. Los golpeadores,
sin embargo, culparon a Morales. De hecho, ambos grupos, se culparon mutuamente.
El estilo es típico de Napoleón, desde la época de su
padre. Contra la oposición, cualquiera que fuera, siempre se utilizaba la
violencia y, luego, culpaban a los demás.
Dos días
después, el 4 de febrero se produjo un nuevo enfrentamiento a golpes en
el puerto con saldo de 1 herido y 2 detenidos. El 7 de febrero, un grupo de
mineros que apoyan a Elías Morales realizaron un plantón frente al
palacio de gobierno, en Morelia, Michoacán, para exigirle al gobierno
estatal que frenara las agresiones de Napoleón. En la ciudad de
México, Morales, solicitó la intervención de la
secretaría de gobernación.
El 22 de febrero, Morales
pidió a Altos Hornos de Monclava (AHMSA) iniciar las pláticas
tendientes a la revisión del contrato colectivo de trabajo. De no
llegarse aun acuerdo sobre las peticiones que incluyen aumento a los salarios y
prestaciones diversas, se anunció un movimiento de huelga para el 27 de
febrero en las secciones 147 y 288 del sindicato minero-metalúrgico.
El gobierno “interesado” en resolver
La secretaría del
trabajo de Calderón propuso al grupo de Napoleón que se hiciera
una Convención del sindicato para fines de febrero a efecto de decidir,
entre Napoleón Gómez y Elías Morales, quién es el
verdadero secretario general. De momento, Carlos Pavón del grupo de Napo
y su abogado defensor Juan Rivero declararon que
aceptarían.
Después de 15 reuniones, el 27 de febrero, la
secretaría insistía en definir la situación en una
Convención mientras que el grupo de Napoleón quería
sencillamente el reconocimiento, argumentando que ya habían realizado dos
Convenciones (que no fueron debidamente documentadas ni acreditadas legalmente).
Otro aspecto que resaltaba el grupo de Napo era la depuración del
padrón de secciones registradas cuyo número nadie sabe, la
secretaría y los charros manejan cifras a conveniencia y las
varían de una declaración a otra.
La secretaría se
ofreció para garantizar las condiciones, incluso de seguridad, de la
Convención minera incluyendo la depuración del padrón y la
elección de los delegados. Todo eso sonaba re’bonito pero era
falso.
Un problema que la secretaría debía resolver era la
convocatoria a la Convención. ¿Quién debía hacer la
Convocatoria? De acuerdo al embrollo creado por el gobierno, debía ser
Elías Morales, por ser el secretario general en funciones con la
personalidad reconocida por el propio gobierno. Este no daba muestras de querer
convocar y, si lo hiciere, el grupo de Napoleón no
aceptaba.
Entonces, la vía a seguir tenía que ser
unilateral, ilegal una vez más, a cargo del propio gobierno pues
éste afirmó el 25 de febrero que Morales NO convocaría.
¿Entonces? Napo tampoco puede por estar desconocido.
¿Serán las dos terceras partes de las secciones las que
convoquen? Podría ser, así lo indican los Estatutos.
¿Quién va a verificar que ese proceso ocurra? El sindicato minero no
practica la democracia, lleva 50 (cincuenta) años sometiendo
violentamente a los trabajadores a quienes la camarilla de los Napoleones
mantienen secuestrados.
De la noche a la mañana,
¿surgirá la democracia tan solo porque lo dice el secretario del
trabajo de Calderón?
La CIOSL al ataque
El 29 de enero, el Frente para la Unidad y
Autonomía Sindical, la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), la
Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias
Metalúrgicas (FITIM) y del Congreso del Trabajo, pidieron a la autoridad
laboral solución inmediata al conflicto minero, así como el
reconocimiento al líder Napoleón Gómez Urrutia
(Muñoz P., en La Jornada 30 ene 2007).
La carta fue
entregada al secretario del trabajo de Calderón por Francisco
Hernández Juárez (UNT), Martín Esparza (SME),
Agustín Rodríguez (STUNAM) y Carlos Pavón
(SNTMMSCRM).
La “iniciativa” de la UNT y de la FITIM no es
casual. Ambas son mutuamente solidarias porque son parte de una misma
organización internacional. El sindicato minero-metalúrgico
mexicano es parte de la FITIM pues está afiliado a ésta. La FITIM,
a su vez, es la rama profesional de la minería y metalurgia afiliada a la
Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL),
ahora Confederación Sindical Internacional (CIS). A la CIOSL
también está afiliada la UNT de Hernández Juárez y
Agustín Rodríguez.
Napoleón vive en Canadá
protegido por la FITIM y las CIOSL, cuyos recursos económicos son
amplios, provenientes de diversas instancias empresariales y gubernamentales. La
CIOSL es la organización sindical auspiciada por el imperialismo desde
1949. Esa organización tiene como principios la colaboración de
clase y la lucha sindical la limita al círculo laboral más
elemental, a la simple lucha economicista que no obstante sus limitaciones tiene
su importancia pero, la CIOSL la sujeta siempre a la subordinación total
ante patrones y gobiernos.
Napo es parte del comité ejecutivo
2005-2009, para América Latina y el Caribe, de la FITIM. El activismo a
favor de Napoleón es importante para la CIOSL porque le permite mantener
el control de los mineros y metalúrgicos mexicanos. Napoleón NO
representa ningún liderazgo obrero, ni mucho menos; tampoco es una
opción para el sindicalismo mexicano. Entre los Napoleones, padre e hijo,
han mantenido sometidos a los trabajadores durante ya más medio siglo,
casi el mismo lapso que tiene la CIOSL.
Desde el año anterior,
Napoleón entró en un oscuro y no explicado conflicto con el
gobierno pro-empresarial de Fox y con el poderoso Grupo Industrial
México. Ambos le habían dispensado favores a los dos Napoleones.
Después, en un desaseado procedimiento, Fox puso y quitó a
Napoleón chico porque el Grupo México no deseaba tratar más
con él.
El grupo de Napoleón, hábilmente, se
escudó en la supuesta defensa de la Autonomía sindical, misma que
contrariamente a lo dispuesto por las Convenciones de la OIT, el charrismo
sindical la utiliza en México para escudarse y cometer impunemente toda
clase crímenes.
Con la llegada del nuevo gobierno, la FITIM se
apresuró a pactar con Calderón. Volvieron a hacer un viaje a
México, Agustín Rodríguez les organizó conferencias
y, por supuesto, seguramente “conversaron” con el gobierno. Los
hechos corroboran lo anterior. El conflicto de Napoleón con Fox y el
Grupo México tiene implicaciones mayores al simple ámbito sindical
interno del sindicato minero y no se reduce a procedimientos
administrativos.
En cualquier escenario, los perdedores son los
trabajadores. Con o sin Napoleón siguen secuestrados sometidos al terror
sindical interno. La CIOSL defenderá a Napo porque le sirve y se
aprovechará de un gobierno proclive al imperialismo, cuyo brazo sindical
es precisamente la CIOSL. Los compañeros mineros, sumidos literalmente en
el socavón (el de la mina y el del charrismo) están ajenos a estas
acciones de las cúpulas sindicales antiobreras.
Trabajadores minero-metalúrgicos en la huelga de 1979 en Sicartsa FOTO
tigre
NOTA: En 1979, y en
1985, estallaron importantes huelgas de la Sección 271 del sindicato
minero-metalúrgico. Las instalaciones de la Siderúrgica
Lázaro Cárdenas-Las Truchas (Sicartsa), incluyendo las minas de
hierro, paralizaron sus labores. Los charros sindicales, incluyendo los actuales
de la UNT, maniobraron pero no pudieron impedir la acción organizada y
combativa de los trabajadores. Napoleón Gómez Sada, charro minero
vitalicio, se encargó de que TODA la oposición fuera reprimida. El
sindicato sancionó con décadas sin derechos sindicales a muchos
compañeros, acto seguido la empresa los despidió.