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FRENTE DE TRABAJADORES DE LA ENERGIA, de MÉXICO
Organización obrera afiliada a la Federación Sindical Mundial
DIÁLOGO NACIONAL
Sindicato Mexicano de Electricistas
3-5 de febrero de 2007
Defensa de la soberanía petrolera de México
D. Bahen, A. Hernández, A.
Rivera, C.G. Alaníz, E. Rodríguez, R.
Alba
Frente de Trabajadores de la Energía,
de
México
energia@fte-energia.org
La política petrolera oficial de los gobiernos liberales
seguida en los 30 años anteriores ha producido resultados que atentan
contra la nación mexicana. Lo dispuesto por la Constitución
política del país, en el artículo 27 constitucional en
materia de hidrocarburos, se ha violado reiteradamente. Esta política ha
llevado a la industria petrolera nacionalizada a una acelerada
destrucción. Pemex se ha convertido solamente en una empresa extractora
de petróleo crudo y, la mayor parte de la producción, se destina a
la exportación. Por ese camino, las reservas probadas de hidrocarburos se
han abatido alarmantemente. Al momento se dispone de reservas probadas de crudo
apenas para 8 años. En 2005, la declinación de Cantarell, el
principal campo petrolero, llegó a los 500 mil barriles diarios; otros
campos están en declive desde hace años, sin que existan nuevos
descubrimientos relevantes. Esto ha obligado al gobierno a una reducción
tardía en la plataforma de producción. México llegó
al pico de producción de petróleo y se anuncia el inicio de una
severa crisis energética.
Pemex se ha convertido en una empresa
sumamente endeudada, muy corrompida y cada vez más privatizada, que
incumple sus funciones constitucionales. La industria petroquímica ha
sido destruida, el abastecimiento de gasolinas depende cada vez más de
las importaciones, la distribución del combustible está en manos
privadas y se han dejado de procesar materias primas básicas y productos
con valor agregado.
La carencia de gas natural es cada vez mayor. Peor
aún, la distribución, transporte y almacenamiento de este
energético son funciones constitucionales que se han entregado a las
transnacionales. Lo mismo ocurre tratándose de la exploración y
explotación de gas seco, a través de los ilegales contratos de
servicios múltiples.
La privatización incluye la
construcción de obras e infraestructura con más de 10 mil
contratos privados mediante los Proyectos de Inversión con Impacto
Diferido en Registro de Gasto (Pidiregas). Pemex, cada vez, realiza menos
actividades por administración directa con prácticamente nula
inversión propia. Ahora, a través de las llamadas “alianzas
estratégicas”, el gobierno de la ultraderecha se propone repartir
la zona del Golfo de México a las corporaciones imperialistas. De
entrada, 239 bloques serán licitados y explotados por empresas privadas,
nacionales y extranjeras. Esto significará entregar la perforación
de miles de pozos en el período 2007-2012 utilizando la figura de
contratos de obra pública financiada. El objetivo neoliberal consiste
extraer rápidamente cuantiosos volúmenes para mantener una alta
plataforma de producción y abastecer al mercado
norteamericano.
Para logra sus propósitos antinacionales, el
gobierno y partidos políticos que le apoyan (especialmente el PAN y el
PRI), preparan modificaciones legislativas regresivas a la Ley Reglamentaria del
Artículo 27 Constitucional en el Ramo del Petróleo y 10 leyes
relacionadas más. Estas modificaciones implican otra seria
violación constitucional. La exploración y explotación de
petróleo por particulares están expresamente prohibidas por
la Constitución. Con estas ilegales reformas se pretende, también,
apoyar los planes en marcha para la reestructuración privada de Pemex.
Con esas medidas corporativas, los inversionistas privados
podrían participar, furtivamente, en la exploración y
explotación de petróleo en aguas profundas, e incrementar la
participación privada en la refinación, así como la total
privatización de la red nacional de ductos, incorporando al charrismo
sindical petrolero en calidad de contratistas. La pretendida autonomía de
gestión que se otorgaría a Pemex sería la figura para que
la administración, charrismo sindical e inversionistas privados, decidan
unilateralmente la completa expropiación privada extranjera.
Los
petroleros democráticos mexicanos llamamos al pueblo de México a
desarrollar un amplio movimiento a nivel nacional e internacional en defensa de
la soberanía energética de México.
PROPONEMOS:
construir organización social, estructurada a todos los niveles y en
todos los lugares del país, integrados en un Frente Mexicano de
Soberanía Nacional, y llevar adelante el movimiento con base en un
programa de lucha clasista vertebrado por el Programa Obrero.
Para
continuar el análisis de esta grave situación y derivar las
conclusiones pertinentes, el Frente de Trabajadores de la Energía, de
México, realizará el VI Foro de Energía “Los
Hidrocarburos de México”, el 16 de marzo de 2007, en el marco del
68 aniversario de la expropiación petrolera. Junto con otras
organizaciones del sector, los días 17 y 18 de marzo realizaremos,
también, una Convención Nacional Petrolera en la capital del
país. Con este motivo nos congratulamos en extender una cordial
invitación a los todos los trabajadores, organizaciones sociales y pueblo
de México.
Los petroleros mexicanos exigimos una política
independiente en materia de energía. ¡México es una
nación no es un pozo de petróleo! La política petrolera
oficial proimperialista ha significado altos costos para el pueblo mexicano, sin
servir para el desarrollo social. En 1938, la industria petrolera fue rescatada
para la nación en grandes jornadas de lucha. Hoy, defender el patrimonio
nacional petrolero requiere, otra vez más, de la lucha organizada y
conciente de los trabajadores y pueblo mexicanos.
¡Renacionalización energética!
¡Política petrolera independiente!
¡Pemex Sí, PeUSA no!
¡Unidos Venceremos!
Frente de Trabajadores de la Energía,
de México