FEDERACION SINDICAL MUNDIAL, FSM
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Documento discutido y aprobado por la
reunión del Consejo Presidencial de la FSM, realizada los días 21
y 22 de diciembre de 2006, en Bruselas, Bélgica.
El movimiento obrero y sindical en el siglo XXI
Han transcurrido muchos años desde la creación en
1790 del primer Sindicato y del establecimiento en 1864 de la primera
Organización Sindical Internacional. El Movimiento Obrero y Sindical ha
avanzado extraordinariamente en la obtención de logros e importantes
victorias.
El asunto más importante resuelto gracias a la
aparición de los sindicatos, ha sido el descubrimiento de en aquel
entonces joven clase, la Clase Obrera que de inmediato penetró dentro de
la vida social, política y sindical de todos los países.
Aunque hasta el siglo 18 muchas personas creían que el desarrollo
social era determinado por reyes, príncipes, dioses y espíritus,
comenzaron a darse cuenta que tanto el progreso social como el desarrollo,
dependían de la acción conjunta de las masas populares. Para las
ciencias sociales, este análisis influyó grandemente en el
desarrollo en los siglos 19 y 20.
El camino desde 1790 hasta nuestros
días, ha sido un camino de dificultades, grandes éxitos,
importantes victorias, pero también de debilidades, errores y retrocesos.
Dentro de esta rica historia, el papel de la FSM también ha sido
significativo. Su creación el 3 de Octubre de 1945 fue una conquista del
Movimiento Obrero y Sindical. Ello representó un salto cualitativo. Fue
sin lugar a dudas el primer intento serio y estable por lograr la unidad y
coordinación del proletariado a nivel mundial en contra del fascismo, el
capital y el imperialismo. La autoridad y dinamismo de la FSM preocupó a
los Estados Unidos, al Reino Unido, y al capital internacional inmediatamente
por lo que decidieron subvertir y desintegrar esta
organización.
La historia de los últimos 60 años es
bien conocida. Se han escrito muchos libros sobre el tema al igual que
documentos de importancia histórica apoyados en el testimonio de muchos
protagonistas contemporáneos que aún viven, por lo cual los hechos
históricos no pueden ser desmentidos.
Durante estos últimos
60 años, la FSM nunca se ha alineado junto a los monopolios ni las
corporaciones transnacionales. Nunca ha estado al lado de la burguesía y
los imperialistas. Tampoco la FSM ha mantenido una posición neutral.
Siempre ha estado al lado de las batallas por los derechos de los trabajadores
en el mundo y de los pueblos que lucharon y luchan por la paz, el progreso y la
abolición de la explotación del hombre por el hombre.
La
FSM ha jugado un importante papel en los movimientos transcendentales en Asia,
Oceanía, África, Europa, Latinoamérica y el Medio oriente.
En estos 60 años de historia, también ha habido omisiones y
errores. Sin embargo, ello no ha minimizado en nada la rica y positiva historia
de la FSM. Nos sentimos orgullosos de esa historia y hemos aprendido a partir de
nuestras victorias, éxitos y errores.
En la actualidad, en los
albores del siglo XXI, se han producido cambios significativos en el equilibrio
mundial. Estos cambios le han proporcionado importantes ventajas a las fuerzas
del capital en contra del trabajo. El dominio temporal del capital intensifica
la explotación capitalista de los pueblos y de los estados; las riquezas
producidas por el trabajo se concentran cada vez más en las manos de las
minorías ricas del mundo.
El progreso de la ciencia y la
tecnología en todos los campos del saber, el rápido uso de dichas
tecnologías en la producción, se utilizan hoy día para
proporcionarles a las corporaciones transnacionales mayores ganancias. En una
sociedad sin explotación del hombre por el hombre, las nuevas
tecnologías deberán, como logros de la humanidad, estar al
servicio del hombre para que este trabaje menos, gane más, disfrute de
mejores condiciones de protección e higiene en el trabajo, goce de
más tiempo libre, mejores oportunidades para su disfrute personal, tenga
más cultura, educación y salud. Ello significa vivir mejor y por
más tiempo.
Hoy día eso no ocurre; por el contrario, la
explotación se ha intensificado y las grandes riquezas van a parar a los
bolsillos de unos pocos. Ciento quince (115) millones de niños son
analfabetos. Un niño muere cada 3,6 segundos. En Nueva Orleáns,
EE.UU, 1, 577 personas pobres perdieron la vida. Solamente en los países
de la Unión Europea, el desempleo sobrepasa los 30 millones. De acuerdo
con datos de la UNESCO, más de 921 millones de personas viven en
cuartuchos o chozas. Esta es la realidad en la mayoría de los
países capitalistas, sin tomar en cuenta si en esos países
gobiernan o no fuerzas neo-liberales, conservadoras o
social-demócratas.
A comienzos del siglo XXI, vemos que el
neo-colonialismo surge nuevamente y de manera reforzada con nuevas
características y elementos. En África muchos países se
encuentran bajo intensas presiones por parte de EE.UU y lo mismo ocurre con
Latinoamérica. En Asia al Gobierno de los Estados Unidos de
Norteamérica le preocupa el vertiginoso desarrollo que se viene
produciendo en la república Popular China. En los antiguos países
socialistas de Europa, la clase obrera se encuentra en un estado feudal. El
racismo, el neo-fascismo y la xenofobia están reapareciendo de manera
gradual. La revuelta de los inmigrantes en Francia y Estados Unidos, así
lo demuestran.
En nuestras luchas, los reveses de 1989-1991 trajeron
aparejado un cambio en la correlación de fuerzas que le
proporcionó a los EE.UU. la dominación del mundo. Aunque somos de
la opinión que tal omnipotencia es sólo temporal, ello ha generado
guerras, el cambio de fronteras estatales, millones de refugiados, la muerte de
personas inocentes, la abolición de la independencia y soberanía
de los países y la esclavitud de naciones. Todo esto ha convertido a las
Naciones Unidas en una pantalla de los EE.UU., del Reino Unido y de sus aliados
para la comisión de actos ilegales. Los datos estadísticos
expresan que bajo el imperialismo contemporáneo unos 8,5 millones de
refugiados y otros 21 millones de personas han tenido que emigrar de una
región a otra dentro de sus propios países.
Utilizando el
pretexto de la guerra contra el terrorismo, se han restringido los derechos
democráticos y sindicales de los trabajadores; también se han
restringido las libertades humanas. Las naciones, pueblos y gobiernos, se ven
amenazados. Grupos todopoderosos controlan la prensa capitalista y han impuesto
sus términos anti-democráticos de información. Ellos
calumnian y manipulan las informaciones, dicen mentiras y concentran grandes
ganancias. El FMI y el Banco Mundial son mecanismos capitalistas y sus
políticas generan problemas para los pueblos.
LAS TESIS DE LA FSM
La FSM está profundamente convencida de la sustancia de
estos nuevos retos; reconoce los cambios en el balance mundial de las fuerzas
del poder; reconoce asimismo las transformaciones en los trabajadores, sus
nuevas necesidades y demandas. Pero mientras todos estos cambios se producen,
permanece intacta la ley fundamental del capitalismo: los trabajadores producen
la riqueza, pero en el proceso de su creación, dichas riquezas son
apropiadas por el capital.
Esta es la imagen real del mundo en que hoy
vivimos; de manera que los temas
que trataremos son cruciales para el
Movimiento Obrero y Sindical.
¿Qué tipo de sindicatos
necesitan hoy los trabajadores? ¿Con qué estrategias? ¿Con
cuáles tácticas? ¿Qué debe ser implementado?
¿Qué debe ser cambiado? ¿Cuán nuevas son las
teorías que hoy se propugnan repetidas muchas veces después de 150
años? ¿A quiénes pertenece el futuro? ¿Acaso juzgaremos
a los sindicatos más por sus palabras u omisiones que por su
obra?
La nueva dirección de la FSM ha comenzado un nuevo camino
basado en los
documentos, las decisiones, y la declaración Final del
Consenso de La Habana. Durante el 2006 hemos organizado junto con nuestras
organizaciones afiliadas, amigas, personalidades del mundo sindical y
político, enriquecedores diálogos sobre temas adoptados en el mes
de Diciembre del 2005 durante la celebración del XV Congreso Sindical
Mundial sobre temas contemporáneos. Asimismo, se le da seguimiento a
todos los eventos y hechos tomando en consideración las consideraciones y
aportes hechos por los sindicatos que pertenecen a Organizaciones sindicales
Internacionales o que siguen una línea independiente.
Basados en
este democrático y enriquecedor diálogo, las prioridades de la FSM
pueden resumirse en 10 aspectos fundamentales. Cada uno de estos principios es,
de por si, un tema de esencial importancia que será debatido por la FSM
con el objetivo de escuchar desacuerdos y críticas y para desarrollar
actividades a nivel ramal, local y regional.
Las diez prioridades actuales de la Federación Sindical Mundial
1. Para poder expresar las demandas de los trabajadores en la actualidad,
el Movimiento Sindical deberá guiarse por los principios de la lucha de
clase y orientado hacia ella. El estudio de la historia del movimiento obrero de
los últimos doscientos años, indica que lo logrado por los
trabajadores a nivel mundial, ha sido mediante lucha y esfuerzo. En ninguna
parte del mundo, ningún patrón ni ningún gobierno
capitalista ha resuelto, por iniciativa propia, los problemas de clase. Nuestro
movimiento sindical no abraza teorías que rechacen las luchas de
clases.
2. La Federación Sindical Mundial cree en la independencia de las
organizaciones sindicales fuera del marco de los monopolios y de las
corporaciones transnacionales. Vivimos en una sociedad dividida en clases, por
lo tanto los sindicatos representan a los trabajadores con sus
características contemporáneas: una gran coalición de
amplias capas populares. Desde el punto de vista organizativo, los sindicatos
deben ser independientes de los partidos políticos, es decir deben
funcionar por sí mismos y ser autónomos para responder a las
políticas gubernamentales que sean dañinas a las capas populares.
Deben ser financieramente independientes para no depender de fuentes
secretas.
3. Existe actualmente un serio inconveniente en los problemas que
atañen a las libertades democráticas y sindicales como
consecuencia del terror implantado por los patronos y la violencia perpetrada
por el Estado.
Los recientes paradigmas que han surgido contra los huelguistas en Corea
del Sur, la violencia desatada por el gobierno en México contra los
maestros en huelga, las atrocidades del régimen colombiano perpetradas
contra los sindicalistas luchadores, el moderno sistema de vigilancia implantado
en toda Europa, las amenazas hechas a los trabajadores de la construcción
en Australia y otras muchas situaciones, constituyen evidencias
irrefutables. La Federación Sindical Mundial ha señalado el
peligro que representan las medidas adoptadas en nombre del terrorismo por parte
de los gobiernos de Estados Unidos, del Reino Unido y de sus aliados, los que
constituyen meros instrumentos para socavar los derechos humanos y conspirar
contra la humanidad progresista.
4. La lucha en pos de la democracia y la indetenible actividad sindical, no
sólo son constantes sino concretas. En un período de demencia
imperialista, la lucha por la paz es para el movimiento de lucha de los
trabajadores un objetivo y una tarea primordial. Las primeras víctimas de
la agresividad de Estados Unidos y de la OTAN, son los trabajadores y las capas
populares. Son asesinados en sus hogares en sus centros de trabajos, se les
recarga con las tareas pesadas de la recuperación tras los estragos de la
guerra.
La paz mundial ayudará a todos los pueblos de los países en
desarrollo. Es por eso que la Federación Sindical Mundial está
presente en el desarrollo de un amplio y masivo movimiento anti-bélico y
pone énfasis, además, en los puntos claves de tal movimiento: el
internacionalismo, la solidaridad y el apoyo a los trabajadores provisto de un
contenido nuevo y enriquecido. La Federación Sindical Mundial se
pronuncia a favor de la abolición y destrucción de todas las armas
nucleares en todos los países donde se encuentren, sin excepción
de ninguno.
5. La humanidad entera se ha percatado en los últimos quince
años de la negativa correlación de fuerzas que domina a las
instituciones internacionales como las Naciones Unidas, que legaliza los
ilegales actos de agresión de los gobiernos de Estados Unidos.
Esto constituye un hecho muy negativo. El movimiento sindical desarrolla
acciones masivas y amplias exigiendo que las Naciones Unidas se conviertan en un
órgano justo e independiente de los poderosos que habitan la Tierra.
Nuestros tiempos necesitan de ese tipo de organismos internacionales.
6. La nueva dirigencia de la Federación Sindical Mundial ha evaluado
la necesidad de lograr un frente constante contra la burocracia y la
élite sindical para volver a ganar en autoridad, confianza y
aceptación. La historia nos enseña que los principios de
colectividad, crítica, operatividad democrática y competencia,
ayudan al movimiento sindical. Los dirigentes sindicales deben ser sencillos,
estar con la gente sencilla, amar a los trabajadores y no convertirse en aliados
potentados del capital. Los dirigentes sindicales verdaderos deben estar
educados en los principios y valores del movimiento obrero. Deben estimar la
base, a los trabajadores.
7. Vivimos en el siglo del conocimiento y la información. Las
corporaciones transnacionales tratan de mantener el conocimiento y la
especialización, solamente para sus cuadros y dirigentes. Es más
imperativa que nunca la necesidad de los trabajadores de tener acceso y derecho
al conocimiento, la cultura y la educación. En este contexto, la
educación sindicalista, aquella que podría llegar a todos los
trabajadores con seminarios, escuelas, grupos e institutos, sería muy
útil. La investigación y el conocimiento científico son
herramientas necesarias.
Le aportan otras ventajas al movimiento sindical, ya que se dirigen
esencialmente a la juventud, a las mujeres, a los intelectuales, a los
emigrantes por motivos económicos. La entrada de ellos,
revivificará al movimiento. Es indispensable que los nuevos miembros
sindicales posean un nivel educacional, cultural y mental superior.
8. La Federación Sindical Mundial lucha por mejorar las vidas de los
trabajadores, resolver su seguridad económica y sus demandas laborales
formadas por sus necesidades dependientes de su entorno y momento.
Aboga por la participación de todos los trabajadores en los
sindicatos así como por el establecimiento y el funcionamiento de las
organizaciones sindicales de cada país, contenido en los estatutos de la
Federación Sindical Mundial propugnando la lucha por la abolición
de la explotación del hombre por el hombre, elemento cualitativo que
aporta fuerza a la lucha de los trabajadores convirtiéndola en el motor
impulsor de la historia en la construcción de una sociedad sin
injusticias sociales, sin guerras, con democracia, libertad y con derecho al
conocimiento y a la información.
9. La Federación Sindical Mundial lucha contra el imperialismo
cultural encaminado a la distorsión de la historia sin respeto a las
tradiciones, ni a la cultura, ni a las particularidades de cada nación
tratando, mediante una propaganda parcializada, de imponer en el mundo entero
una sociedad al estilo de la estadounidense. Cada nación, cada
país, cada organización sindical, tiene su propia historia, sus
propias características. La Federación Sindical Mundial respeta y
valora estos elementos y exhorta a la juventud a estudiar la cultura y la
historia de sus respectivas naciones.
10. La Federación Sindical Mundial, después del décimo
quinto congreso sindical mundial, escribe una nueva página en la que
afirma estar presta - no obstante las diferencias que pudieran existir en el
plano político e ideológico - a cooperar y a colaborar con otras
organizaciones sindicales internacionales, con los sindicatos nacionales,
regionales y sus homólogos en aras de la promoción de los
intereses de los trabajadores del mundo. Los únicos criterios en que se
fundamenta la cooperación de la Federación Sindical Mundial son
los de igualdad, respeto mutuo, aceptación de las diferencias de cada uno
y en la concepción conjunta de los objetivos comunes. La
Federación Sindical Mundial no visualiza a los sindicatos como enemigos.
Mira a los enemigos en términos de capital e imperialistas.
Un principio fundamental de la Federación Sindical Mundial fue, y
es, la promoción de la UNIDAD de todos los trabajadores con independencia
de sus ideologías, credos, color, idioma y género. Estos
elementos de la Unidad, deberán caracterizar las batallas sindicales
aunando filas alrededor de ellos de forma tal que la lucha contra el capital sea
más masiva y eficaz. En esta unidad en la lucha, los desposeídos,
los campesinos, los sin tierras, los trabajadores por cuenta propia, los grupos
de personas que se preocupan e interesan por el mundo en que vivimos y en su
futuro, deben tener un sitio.
Vivimos en la era de la
globalización, cuyo elemento dominante es el neoliberalismo y la
acumulación de exceso de poder en manos de unos cuantos. Se ha perdido
el equilibrio internacional, pero esperamos que sea temporalmente.
Opongámonos a la globalización, globalizando la lucha. La
Federación Sindical Mundial, organización que cuenta con
más de 60 años de experiencia y actividad, ha renovado
actualmente su orientación de clase, lo que constituye una esperanza
para revivificar el movimiento sindical a nivel mundial.
Atenas,
Enero de 2007.