El gobierno tiene prisa por entregar la industria petrolera
PRI y PAN preparan privatización en Pemex
v Los cabilderos de las transnacionales están muy activos y avanzados.
v Los legisladores urgen la entrega total del patrimonio energético al capital extranjero.
v Un movimiento nacional unificado de los trabajadores y el pueblo impediría el atraco.
Condiciones para la privatización
Se dice que las reservas probadas de
petróleo han disminuido en los últimos años. Al respecto,
hay discusión. Algunos dicen que la caída no es tal si no
únicamente una reevaluación de las mismas con los criterios de la
Securities and Exchange Commission de los Estados Unidos; otros han dicho que
petróleo hay en abundancia y, lo que declara el gobierno, son
mentiras.
No obstante, los neoliberales aseguran la disminución de
reservas y, para resarcirlas, invocan a la privatización. Así lo
hizo en enero la Agencia de Información de Energía (AIE),
dependiente del Departamento de Estado (DOE) norteamericano. En México,
el reporte fue referido por R. González (en La Jornada 4 ene
2007).
La AIE repasó los altos niveles de endeudamiento de
Petróleos Mexicanos (Pemex) y las posiciones políticas de
Calderón proclives a favorecer la participación privada en la
industria petrolera, cuestión expresamente prohibida por la actual
Constitución. La deuda a largo plazo se tasa en 46 mil millones de
dólares más una deuda (sic) por 34 mil millones derivada de las
pensiones de las pensiones de los petroleros.
Con relación a las
reservas, la revista Oil & Gas Journal estima las reservas probadas
de México en 12 mil 900 millones de barriles. Tratándose de la
producción, la AIE indica que la de México será de 3.6
millones de barriles diarios de petróleo en 2007. En 2006, se produjeron
3.8 millones y en 2005, 3.7 millones. De manera que hay una evidente
reducción en la producción atribuida, principalmente, al declive
de Cantarell. Con esos niveles de reservas y producción, la
relación implica disponibilidad de petróleo para menos de 10
años.
Los elementos anteriores le permiten asegurar a la AIE que
México (querrá decir “el gobierno”) permitirá
la inversión privada en Pemex. Evidentemente, se insiste en darle
“coherencia” a un discurso que le permita a las corporaciones, su
gobierno y cabilderos IMPONER la privatización petrolera aunque no les
guste llamarle así, pero eso es, PRIVATIZACION.
Autonomía de gestión para la privatización
Una vez más, el
Consejo Coordinador Empresarial (CCE) declaró que, "A Pemex se le debe
dar autonomía de gestión y un régimen fiscal diferente para
que no se le estén chupando todos los recursos, para que se le dé
la oportunidad de reinvertir y de participar al sector privado. No estamos
hablando de la privatización ni mucho menos, simple y sencillamente que
la IP tenga mayor participación para que los recursos se multipliquen y
podamos tener una oferta mayor de energéticos y eso nos lleve a tener
precios más competitivos" (Martínez E., en La Jornada 12
ene 2007).
El CCE reconoce que “actualmente algunas empresas ya
están participando del sector energético, pues generan su propia
energía y venden los excedentes a las compañías del
gobierno; sin embargo, dijo, esto no es suficiente, ya que se debería
permitir que los energéticos sobrantes pudieran importarse (sic)
utilizando la infraestructura de CFE o de Pemex”.
Este rollo no es
nuevo, los capitalistas quieren la “autonomía” de Pemex para
decidir “ellos mismos”, al margen y en contra de la
Constitución, apropiándose de los recursos naturales
energéticos que ¡NO son suyos! sino de la nación. Saben que
en la industria energética la cuota de ganancia es
“altísima” y que, en sus manos, les corresponde total y
absolutamente.
Listos 239 bloques en el Golfo de México
El 19 de enero se informó
(Rodríguez I., en La Jornada) que Pemex-Exploración y
Explotación (PEP) ya prepara planes para la exploración petrolera
en las aguas profundas y ultraprofundas del Golfo de México. De entrada,
han dividido la zona en “239 bloques para ser licitados y explotados en lo
que se denominan "alianzas estratégicas" con empresas privadas.
La dimensión de cada bloque es de 933 kilómetros y se han
definido cinco áreas: Perdido, Lankahuasa, Holok-Alvarado, Campeche
Oriente y Campeche Poniente. Para el período 2007-2012 se plantea la
posibilidad de realizar mil 853 perforaciones en igual número de
yacimientos. Mediante la inversión privada, el gobierno de la
ultraderecha asegura que “la producción mexicana puede mantenerse
en 3.4 millones de barriles diarios de 2007 a 2021 y la extracción de gas
natural arriba de 6 mil millones de pies cúbicos diarios, en el mismo
periodo”.
Rodríguez refirió que, “entre las
figuras que se pudieran aplicar para la concesión en la
exploración y explotación de diversos yacimientos se
instrumentarían los denominados contratos de obra pública
financiada, muy similares a los contratos de servicios múltiples
utilizados para la explotación de gas natural, pero ahora aplicados al
petróleo, según reconoció un alto funcionario de la
paraestatal que no quiso ser identificado”.
Esos “altos
funcionarios” están encabezados por Jesús Reyes Heroles,
director formal de Pemex pero, indudablemente, no es el único; aunque
hay, al interior de la paraestatal, algunos directivos y profesionistas que
resisten, Pemex ha caído en manos de sus enemigos.
Labastida, cabildero de las transnacionales
Las mafias políticas y burocracias
gubernamentales están muy activas. El mismo Francisco Labastida Ochoa,
senador por el PRI, reveló el cabildeo que realiza, oficiosamente en
representación del PAN, para “abrir” Pemex a la
inversión privada. El 26 de enero, “Los senadores del PRI acordaron
impulsar una reforma energética integral que abra la posibilidad a la
participación del capital privado en Petróleos Mexicanos (Pemex),
a fin de "rescatar" a la paraestatal de la "quiebra técnica" (Becerril
A., en La Jornada 27 ene 2007).
Reunidos en Mérida,
Labastida y Manlio Fabio Beltrones, senadores del PRI, dijeron que “la
intención no es privatizar la paraestatal, es decir, no
modificarán la Constitución para que este sector siga bajo la
rectoría del Estado”. Labastida precisó que “se
proponen flexibilizar por lo menos 10 leyes secundarias, a fin de lograr
"alianzas estratégicas" de Pemex con otras empresas petroleras
públicas, como Petrobras, de Brasil”.
En conferencia de
prensa, Labastida explicó las intenciones que tienen el PRI y el PAN.
Dijo que, “a la paraestatal se le llegó a cobrar 65 por ciento de
sus ingresos brutos y hasta 140 por ciento de sus remanentes, al mismo tiempo
que se contrataba deuda externa mediante los proyectos de inversión con
impacto diferido en el gasto (Pidiregas) por más de 50 mil millones de
dólares, señaló el senador”. Agregó que,
“la empresa, sólo destina 10 por ciento de su presupuesto a la
inversión, mientras uno de sus principales yacimientos, Cantarell, se
está agotando”.
En consecuencia, Labastida dijo que el PRI
se propone “rescatar” (sic) a Pemex y para ello preparan, junto con
el PAN, un paquete de 10 leyes secundarias en materia petrolera mismas que deben
estar listas “lo más rápidamente posible”, este mismo
año.
Fue elocuente al precisar que se trata de “flexibilizar
las leyes para que Pemex pueda hacer alianzas estratégicas con otras
empresas, "que le permitan entrar en campos donde en este momento no podemos
entrar", especialmente en la explotación de hidrocarburos en aguas
profundas”.
Es decir, esos legisladores saben que la
Constitución les prohíbe otorgar concesiones o contratos a los
particulares en cualquiera de las actividades estratégicas de la
industria petrolera. En consecuencia, tratan de “darle la vuelta” a
la legalidad y adornarla reformando la legislación secundaria.
Acuerdo Calderón-Labastida-Texas
En gira por Chihuahua,
Andrés Manuel López Obrador (AMLO) declaró que tenía
información confiable de una reunión entre Calderón y
Labastida y que éste estaba haciendo “el trabajo sucio” a la
derecha. Indicó que “Labastida tiene un acuerdo con Calderón
por iniciativa de las empresas petroleras texanas vinculadas a los grandes
grupos empresariales del país” (Breach M., en La Jornada 28
ene 2007).
Es creíble que AMLO tenga esa información
privilegiada. Desafortunadamente, hay una enorme contradicción con los
hechos, en la práctica AMLO no pasa de tibias declaraciones mientras
promueve, deliberadamente, la desmovilización en defensa de la
industria petrolera y en contra de la apropiación privada. Han
transcurrido más de 10 años de privatización petrolera
furtiva y, al respecto, no ha habido ni una simple declaración. Ni en sus
libros, ni en sus discursos, ha hecho mención siquiera a ese ilegal
proceso. Mientras, las otras fuerzas políticas avanzan
desbocadas.
Reformas para privatizar PEMEX y CFE
El 1 de febrero, en Valle de Bravo, se reunió
Calderón con los senadores del PAN para plantearles el apoyo alas que
llaman “reformas estructurales” que incluyen la fiscal y
energética; también, pidió apoyo para posibilitarla
inversión privada en Pemex y Comisión Federal de Electricidad
(CFE), así como las modificaciones alas pensiones y jubilaciones del
ISSSTE.
“El Presidente planteó una reforma energética
que dé autonomía a Pemex y la CFE, con el fin de que se puedan
asociar con empresas privadas, para que, por ejemplo, se produzca
gasolina” ((Becerril A., en La Jornada 2 feb 2007).
Lo que
antes negaban, ahora lo hacen explícito; Calderón lo dijo en Valle
de Bravo. La “autonomía” de gestión la quieren para
decidir, unilateralmente, entre cuatro paredes, en la oscuridad, la
asociación con empresas privadas transnacionales. La
“autonomía” serviría para que las burocracias
administrativa y sindical se distribuyan con las corporaciones petroleras
imperialistas, el patrimonio nacional, que no es suyo sino de todos los
mexicanos, en la más completa impunidad.
Calderón puso como
ejemplo, la producción de gasolina. Pero no es el único ejemplo,
podría ser la producción de petróleo crudo y gas natural.
Eso es precisamente lo que pretenden gobierno y corporaciones. Obviamente,
Calderón no lo declara deliberadamente.
Tratando de ser
ilustrativo, el pelele dijo que, "Si alguien puede construir las
refinerías, que lo haga, para no vender petróleo barato y comprar
gasolina cara". La pregunta que él mismo se hace pareciera ingenua pero
es plenamente falsa. Bien saben esos burócratas que el Estado
“puede” construir las refinerías que necesita el país,
precisamente para no vender petróleo barato y comprar gasolina cara.
En múltiples ocasiones, los petroleros democráticos hemos
dicho y demostrado que se DEBEN y PUEDEN construir 5 refinerías
energéticas y que para ello el Estado dispone, en estos momentos, de los
recursos necesarios. Sin embargo, el Estado NO LO HACE, el gobierno prefiere
entregar todo a las transnacionales.
Luego que Calderón les
“tiró línea”, los senadores panistas fueron
explícitos. Dijeron que, se pretende modificar “la ley
reglamentaria del artículo 27 constitucional en materia de
petróleo, para que pueda darse en Pemex la apertura al capital
privado”. Es decir, se pretende reformar regresivamente la Ley
Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el Ramo del
Petróleo, la misma que fue reformada en 1995 para permitir la actual
privatización del gas natural. Ahora, se extenderían las reformas
a la exploración y producción de petróleo crudo. Para ello,
el objetivo es reformar un paquete de 10 leyes relacionadas. El PAN considera
que lo habrá de lograr en alianza con el PRI. Por lo pronto, Labastida
está muy activo en el cabildeo sucio.
Mafias contra la nación
“Hay coincidencias muy claras con otros grupos
parlamentarios para trabajar por la reforma energética, dijo Santiago
Creel, coordinador de los senadores del PAN. Allanar el camino a las
“alianzas estratégicas'' de Pemex con las transnacionales es el
objetivo.
Eso es, precisamente, lo que recomienda Labastida. El 5 de
febrero declaró que deben permitirse las “alianzas” de Pemex
con Petrobrás “para que México explore yacimientos que
están a mayor profundidad en las aguas limítrofes'' (Ballinas V.,
en La Jornada 5 feb 2007).
A Petrobrás, los privatizadores
del PRI y el PAN la presentan como modelo “de empresa
pública” sabiendo que NO es tal; Petrobrás es una empresa
imperialista que era pública pero fue privatizada, actualmente
está dominada por el capital transnacional.
Por otra parte,
afirman que Petrobrás ha dicho que podría producir entre 3 mil y 9
mil millones de barriles de petróleo en la zona de los Hoyos de
Dona en el Golfo de México. Eso no está probado, se habla de
la existencia del crudo a 3 mil metros de profundidad y hasta ahora no han
encontrado una sola gota. Hay quienes afirman que los volúmenes
podrían ser mayores. Labastida dice que “Pemex tiene que entrarle a
explorar esos yacimientos con las tecnologías más avanzadas para
que no se vaya ese energético a otros lados''. Labastida parece que
está pensando en el transporte subterráneo espontáneo del
crudo o la extracción pirata del mismo.
El caso es que el PRI y el
PAN hablan de Petrobrás para eludir llamarle
“privatización” a lo que están ya haciendo. Fingen
ignorar que el objetivo de Petrobrás es la obtención de la
máxima ganancia pues no trabaja gratuitamente para nadie.
Respuesta obrera ante la traición
Las mafias del PRI y el PAN, instruidos por las
transnacionales, han escogido una vía NO constitucional de
privatización, seguirán el camino de reformas a la
legislación secundaria. Eso les facilita la tarea del cabildeo porque,
ambas fracciones parlamentarias hacen mayoría en las Cámaras de
Diputados y de Senadores.
En la estrategia preparada destacan las
“alianzas estratégicas” que serán “concesiones
privadas” para explorar y explotar crudo en aguas profundas. Se
incluirá la apertura al capital privado en la refinación y la
privatización de ductos. Pemex sería convertida en un corporativo
que podrá colocar libremente una parte de su capital en mercado
bursátil. Volverán a intentar la incorporación de
empresarios privados, llamados consejeros “independientes”, al
consejo de administración de Pemex, priorizarán la
autonomía de gestión para que las decisiones unilaterales, a
espaldas del pueblo de México, las tomen esos consejeros con los
funcionarios en turno del gobierno y los charros sindicales a su
servicio.
¿Es posible detener, impedir, esta agresión a
México? ¡Sí, es posible! Pero, detener al monstruo de mil
cabezas no es simplista, se requiere del accionar organizado y unificado en
todo el territorio nacional, es decir, de un movimiento unitario en defensa de
los recursos naturales energéticos y la industria energética
nacionalizada. Al respecto, muchos están de acuerdo en el discurso y,
si hay reflectores, mejor. Pero, ¿existe disposición a la lucha
verdadera? Es realmente poca, sobre todo entre los mismos trabajadores
petroleros que con el pretexto de estar “atemorizados” se mantienen
totalmente ajenos disfrutando de la apatía.
No obstante tan
sombrío panorama, en el seno del pueblo mexicano existe un sentimiento
que recorre el ancho y largo del país, la industria petrolera mexicana es
emblemática, la historia previa no se ha olvidado totalmente, hay
ánimo para defender lo que es de todos, lo que nos falta es
organización, y dirección política.
Desde esta
modesta, pero auténtica trinchera, llamamos a los compañeros
petroleros a decidirse y ser partícipes de un movimiento que los propios
petroleros deben encabezar. Los petroleros del FTE somos parte de esta lucha y
seguiremos adelante. ¡Unidos Venceremos!
¡PEMEX NO se VENDE!