Avanza el proceso bolivariano en Venezuela
“Socialismo del siglo XXI”
¡ El proceso bolivariano es nacionalista y antiimperialista, debe ser apoyado.
¡ Se requiere de una base social organizada en un partido político y una central obrera.
¡ El socialismo se construye, organizada, concientemente y en la lucha social.
Proceso nacionalizador
El 10 de enero, Hugo Chávez inició un
segundo mandato de seis años al frente del gobierno de Venezuela. Con ese
motivo, el presidente venezolano anunció un proyecto denominado “El
socialismo del siglo XXI”.
Chávez dijo que su gobierno se
proponía "recuperar la propiedad social sobre los medios
estratégicos de producción", anunció la
nacionalización de las empresas de telecomunicaciones y electricidad del
país, y el control estatal de la faja petrolífera del río
Orinoco.
Se trata de un proceso nacionalizador. El presidente fue muy
claro al anunciarlo y así lo difundieron varias agencia de prensa. "Estas
leyes que este año haremos deben impactar con una potencia mucho mayor a
la actual situación económica del país. Por ejemplo todos
esos sectores de un área tan importante como es la energía
eléctrica, todo lo privatizado, nacionalícese. Recuperemos la
propiedad social sobre los medios estratégicos de producción: la
CANTV (Compañía Anónima Nacional Teléfonos de
Venezuela), nacionalícese; la nación debe recuperar la propiedad
de los medios estratégicos, de soberanía, de seguridad y de
defensa".
El anuncio es muy importante y será trascendente. Varios
intelectuales, oficialmente de izquierda, se han dado a la tarea de criticar y
descalificar a Chávez. Argumenta deficiencias teóricas y
políticas pidiéndole que haga lo que NO puede hacer. Chávez
es un político que ha evolucionado mucho pero no es, ni puede ser, Fidel
o Marx o Lenin. Hay cuestiones que corresponde hacerlas a la clase obrera pero,
eso, NO ocurre espontáneamente. Los trabajadores venezolanos enfrentan
diversos y serios problemas que no han podido superar. Esperamos que lo hagan
pronto porque es una necesidad que se organicen y participen concientemente del
proceso social. Por ahora, es Chávez el que está al frente de ese
proceso en evolución, tomando iniciativas y haciendo propuestas
correctas.
Sectores estratégicos pasan al control del Estado
Para concretar las propuestas, se
anunció una Ley Habilitante que le permitirá al presidente
venezolano decretar leyes "impactantes" que llevarán a Venezuela a lo que
llama "socialismo del siglo XXI”.
En el caso de las
telecomunicaciones, Carlos Slim, empresario mexicano, perdió la partida,
pues en 2006 había anunciado la compra de 28.51 por ciento de los
títulos en manos de la estadunidense Verizon Communications. Esta vez,
Slim no podrá expoliar al pueblo venezolano como lo hace en México
enriqueciéndose obscenamente.
Tratándose de la industria
eléctrica, desde 2000, 71.3 por ciento de las acciones de Electricidad de
Caracas (EDC) son propiedad de la estadunidense AES Corporation, con sede en
Virginia. EDC opera en el central estado Yaracuy, Eleval y Calife, en el estado
de Carabobo.
Acerca de la industria petrolera, empresas internacionales
tienen el control y el dominio de todos estos procesos de mejoramiento de los
crudos pesados de la Faja del Orinoco. Al respecto, el presidente Chávez
dijo, “No. Eso debe pasar a propiedad de la nación
venezolana”.
El gobierno venezolano señaló que,
“las estadunidenses Exxon Mobil Corp., Chevron Corp., Conoco-Phillips y la
francesa Total, podrían perder sus títulos de propiedad en cuatro
programas de explotación de crudo ¾Cerro
Negro, Hamaca, Petrozuata y Sincor¾ que se
desarrollan en la cuenca del Orinoco, con una producción de 566 mil
barriles por día”. Otras corporaciones transnacionales que operan
en Venezuela son la inglesa British Petroleum y la noruega Statoil
ASA.
Estas empresas están asociadas a la estatal venezolana PDVSA
para la exploración, explotación y mejoramiento de crudos,
mediante contratos en los cuales las trasnacionales tienen la mayoría
accionaria.
Las medidas ttambién incluyen al Banco Central, porque
su autonomía, dijo Chávez, es resultado de las políticas
neoliberales y sus consecuencias son "nefastas".
Sobre medidas
políticas, Chávez habló de un “reordenamiento
territorial y legislativo” proponiendo generar una "explosión
revolucionaria del poder", lo que implica fortalecer los consejos comunales para
"trascender lo local y crear, por ley, una especie de confederación", a
fin de "marchar hacia un estado comunal", que sirva para "desmontar el estado
burgués".
El imperialismo se inconforma
En las primeras reacciones, el gobierno norteamericano
dijo que las nacionalizaciones siempre han sido un fracaso y que exigiría
compensaciones a las petroleras afectadas. Estas, optaron por el silencio. Un
analista de Nueva Cork dijo que, “cuando Chávez dice nacionalizar
el sector petrolero, significa lo que ha dicho antes: control mayoritario del
Estado".
En Wall Street se dijo que el anuncio de Chávez
“erosionaba al confianza empresarial”. Las empresas que operan en
Venezuela y cotizan en la Bolsa de Nueva Cork vieron disminuido el precio de sus
acciones. La Bolsa de Caracas bajó 18.66%, las acciones de CANTV cayeron
30.26% y, las de Electricidad de Caracas, 20%.
El 9 de enero, en Nueva
Cork, se dijo que el gobierno de Chávez “pagará una
compensación a las empresas de telecomunicaciones, petroleras y
eléctricas que serán nacionalizadas” y las acciones de CANTV
se dispararon en 15.41%.
Importantes reformas constitucionales
"No daré descanso a mi brazo ni
reposo a mi alma, entregaré mi vida en la construcción del
socialismo venezolano, en la construcción de un nuevo sistema
político, social y económico", expresó Hugo Chávez,
el 10 de enero, al tomar posesión de la presidencia de la
República de Venezuela por un nuevo período de 6 años.
También dijo que, "llegó la hora del fin de los privilegios, del
fin de las desigualdades. ¡Nada ni nadie va a detener el carro de la
revolución socialista en Venezuela!", exclamó, y agregó que
se trata de una revolución "pacífica" pero que cuenta con "las
armas de la revolución, que son las del pueblo".
En la actual
Constitución venezolana, "el Estado se reserva la actividad petrolera,
pero no así la gasífera". Una reforma debe incluir "actividad de
hidrocarburos líquidos sólidos y gaseosos"
Luego de
criticar al “socialismo” que propone Chávez, G. Almeyra ha
dicho: “Las medidas destinadas a mejorar el nivel de vida, sanidad y
cultura, y la creación por el Estado central de consejos populares
municipales, sin duda democratizan el sistema capitalista imperante y ofrecen
las bases técnicas, culturales y de conciencia para el socialismo futuro.
Son, por consiguiente, fundamentales y deben ser saludadas, pero no son el
socialismo (Almeyra G., en La Jornada 14 ene 2007).
El 18 de
enero, la Asamblea Nacional de Venezuela aprobó en primera instancia los
aspectos generales de una iniciativa de Ley Habilitante que permitirá al
presidente Hugo Chávez establecer y modificar por decreto, durante 18
meses, normas reglamentarias de la Constitución del 30 de diciembre de
1999 que impulsen un modelo socialista en este país.
Las diez
materias en las que Chávez legislará son: estructura del estado,
administración pública, regulación económica,
finanzas públicas, régimen tributario, reordenación del
territorio, seguridad ciudadana, participación popular, ciencia y
tecnología, e infraestructura, transporte y servicios.
Una vez
elaboradas las reformas constitucionales, los nuevos preceptos serán
sometidos a referendo, según anunció hoy el mandatario.
Apoyar a Chávez, sea o no socialismo
Mejor que criticar a Chávez por sus
deficiencias teóricas sería pertinente explicar en qué
consisten sus propuestas. Todavía mejor sería ayudar al proceso
bolivariano apoyándolo con todos los recursos al alcance. Para explicar
el “socialismo” que propone Chávez es pertinente abrir la
discusión seria al respecto, explicando el asunto desde diversos
ángulos.
La visión del troskismo no es la única pero
puede ser valiosa, sobre la base de distinguir que hay de troskistas a
troskistas. Sin embargo, el mayor problema no está en las cúpulas
académicas sino en las bases trabajadoras. Es preciso abordar los grandes
desafíos y problemas desde el interior del movimiento. En Venezuela se
vive un proceso entre la clase obrera que no acaba de cristalizar y, en
ocasiones, pareciera que se estanca e, incluso, retrocede. No hay definiciones
ni ideológicas ni políticas. La movilización se da apenas
al nivel del sindicalismo no del movimiento obrero.
La
intervención, organizada y conciente, de los trabajadores venezolanos es
crucial. El proceso bolivariano, para sostenerse requiere de una base social
organizada. Esto requiere, al menos, de un partido político verdadero y
una central obrera verdadera. La iniciativa de Chávez para organizar un
partido político es correcta y es necesaria. Seguramente no será
un partido de clase pero es necesario. Respecto a la central obrera, el camino
no parece próximo y su necesidad es crucial. Sin la presencia organizada
del movimiento obrero venezolano el proceso podría no avanzar lo
suficiente e, incluso, revertirse.
El actual proceso bolivariano es
nacionalista y antiimperialista. Eso le da un gran valor. Si avanza hacia el
socialismo habrá que estar allí. Es nuestra tesis que “hacer
la revolución es organizarla”. Para ello es importante teorizar,
definirse ideológica y políticamente. Pero es, asimismo,
importante participar activamente en la lucha social cotidiana.
Nacionalización y Estatización no son lo mismo
Por el momento, el proceso de
nacionalizaciones emprendidas por Chávez debía corregir una
deficiencia conceptual que ocurre en varios países. Se confunde
nacionalización con estatización. Ambos conceptos no
significan lo mismo. Más aún, es incorrecto identificarlos como
iguales.
La nacionalización implica el derecho de propiedad
colectiva social de los medios básicos de producción. ¡Eso es
lo que quiere Chávez! Eso, por tanto, debe expresarle
explícitamente en la Constitución venezolana. En este contexto, el
Estado tiene el control (exclusivo) de las actividades
estratégicas determinadas por todas las fases del proceso
de trabajo pero NO la propiedad. ¡La propiedad No es del Estado sino de la
Nación! La participación estatal mayoritaria implica una
estatización no nacionalización.
Por lo demás, la
nacionalización NO se puede reducir a un decreto porque no se trata de
una medida administrativa sino de un hecho político. La
nacionalización es un proceso que implica: 1- el rescate de la propiedad
social, 2- la definición de una política independiente en cada
sector, formulada por los propios trabajadores, y 3- la integración del
proceso de trabajo bajo el control obrero de la producción.
La
nacionalización es un reto que, para sostenerse, requiere de la
acción expresa de los trabajadores organizados en una forma superior, en
consejos obreros. Este proceso rebasa las posibilidades de los sindicatos que,
sin embargo, pueden contribuir mucho organizados en sindicatos nacionales de
industria. Esto es lo primero, superar la atomización que conduce a
la parálisis, al conflicto interno innecesario, a la pérdida de
identidad de clase y a la ausencia de solidaridad, además de la
incomprensión política de los procesos sociales al limitarse a las
reivindicaciones inmediatas, egoístas y acríticas.