Defender la soberanía e independencia con un proyecto clasista
n Impedir un nuevo atraco legislativo y revertir la privatización furtiva de la energía y el agua.
n Enarbolar un programa unificado y socializarlo organizadamente en todo el territorio nacional.
n Construir organización social única en toda la nación presidida por los propios trabajadores.
1 INTRODUCCION
La privatización de las industrias
eléctrica y petrolera, y del agua, de México no son un proyecto,
están en marcha. El gobierno federal, desde 1992, lleva adelante la
privatización furtiva que, ahora, tiende a acelerarse.
Más del
35% de la capacidad eléctrica instalada total a nivel nacional es de
propiedad privada. La distribución, transporte y almacenamiento del gas
natural está en manos de las transnacionales. La exploración y
explotación del gas seco se ha entregado a las corporaciones.
Recientemente, la perforación de pozos, con la correspondiente
producción de petróleo crudo y gas asociado, se ha cedido a
contratistas.
En materia de agua, los servicios de operación y
distribución de agua potable y su tratamiento, así como las aguas
rurales para uso agrícola e industrial están convertidos en
negocios privados. La operación de más del 20% de los sistemas
municipales ya se ha privatizado y los planes avanzan hacia el 70% del
total.
Tratándose del agua, al igual que la energía, la
legalidad constitucional está rota y debe restablecerse por el pueblo de
México, organizado y movilizado en todo el territorio nacional. Esto
incluye la lucha unificada contra la privatización furtiva del
petróleo, el gas, la energía eléctrica y el agua,
así como, iniciar un proceso de planeación integral de los
recursos nacionales que permita, a partir de un inventario confiable, elaborar
las prospectivas necesarias para su aprovechamiento racional. Los mexicanos
necesitamos formular nuestra propia Política y Planes. Para ello,
requerimos construir la organización social a todos los niveles y en
todos los lugares.
Las siguientes son algunas de las propuestas han sido
desarrolladas activamente por los integrantes del FTE de México desde los
años 70s, primero, como integrantes de la Tendencia Democrática de
los electricistas y, luego, siendo parte del Frente Nacional de Defensa de los
Recursos Naturales.
2 PROPUESTAS de POLITICA ENERGÉTICA e HIDRICA
2.1 Lineamientos de política
1- Reestablecer la legalidad constitucional
rota por los gobiernos en turno al vulnerar flagrantemente lo dispuesto por los
artículos 25, 27 y 28 constitucionales en materia energética e
hídrica. La ruptura es cada vez más grave debido al otorgamiento
de cientos de permisos privados inconstitucionales tanto en la industria
petrolera como en la eléctrica, así como concesiones privadas en
materia de agua.
2- Orientar los objetivos, las actividades y la renta de la
industria energética con criterios de beneficio social. La industria
nacionalizada no puede, ni debe, reducirse a simples criterios mercantiles sino
al desarrollo social. Esto supone una Política Energética
Independiente formulada, desarrollada, concretada y evaluada por los
investigadores, ingenieros, técnicos y trabajadores de la
energía.
3- Explotar racionalmente los recursos naturales
energéticos e hídricos que son propiedad de la Nación, no
del Estado ni menos de los gobiernos en turno. A este respecto, es preciso un
Programa Nacional de Energía, así como los correspondientes Plan
Nacional de Hidrocarburos, Plan Eléctrico Nacional, Plan Nacional de Agua
y diversos programas estratégicos.
4- Impulsar la investigación
científica y el desarrollo tecnológico que permita la
transición energética hacia otras fuentes alternas, así
como el uso adecuado del agua y la protección del medio ambiente.
Desafortunadamente, al momento, el mundo no está preparado para un
desarrollo armónico por el sometimiento ejercido por el imperialismo. En
México ha existido un sistemático y planeado bloqueo oficial al
desarrollo tecnológico propio, un profundo desprecio por el medio
ambiente y los recursos naturales no renovables.
5- Reorganizar todo el
proceso de trabajo energético e hídrico, integrándolo, con
base en la intervención organizada de los trabajadores. Esta es la lucha
en el espacio-tiempo del saber obrero que requiere de un nuevo tipo de
organización, a través de Consejos Obreros.
6- Participar
formalmente de los planes y proyectos de Integración Energética e
Hídrica Latinoamericana y Caribeña.
7- Derogar todas las
reformas inconstitucionales a la legislación petrolera, eléctrica
y de agua; cancelar todos los permisos privados en materia petrolera, de gas
(transporte, distribución y almacenamiento) y generación de
energía eléctrica (en todas las modalidades); cancelar los
Contratos de Servicios Múltiples; y las franquicias a las gasolineras;
cancelar todas las concesiones privadas en materia de agua.
8- Otorgar a
Pemex, CFE y LFC, e instituciones encargadas del agua, los recursos necesarios
para financiar su desarrollo integral en los diferentes proyectos
estratégicos. Las actividades propias de los procesos de trabajo
(petrolero, eléctrico e hídrico) son actividades
estratégicas que deben ser realizadas por administración
directa.
9- Respetar el derecho de los trabajadores a organizarse
sindicalmente, democratizar a su organización sindical y reorganizarla en
todos los centros de trabajo del país. La democracia sindical en el
sector es una condición para la defensa de la soberanía e
independencia. Esto implica la lucha sin concesiones contra el charrismo
sindical, superestructura auspiciada por el imperialismo.
10- Impulsar la
participación social organizada en la vigilancia del funcionamiento,
operación y desarrollo de la industria energética nacional,
así como de todas las cuencas de agua, su utilización y
aprovechamiento.
2.2 Acciones de política
11- Modificar radicalmente la política
de extracción de petróleo crudo y sus exportación
estableciendo diferentes plataformas de producción, continental y marina,
a las actuales, reorientando el proceso productivo a la transformación de
los energéticos primarios.
12- Suspender la exportaciones de
petróleo crudo porque la relación reservas
probadas/producción actual es mucho menor a 20 años, de hecho
menos de la mitad.
13- Suspender los proyectos de generación
eléctrica, tipo ciclo combinado a base de gas natural.
14- Construir
cinco refinerías energéticas para producir gasolina y
generar electricidad, impulsando un Programa de cogeneración
eléctrica entra la industria petrolera y la eléctrica.
15-
Desarrollar la gestión pública del agua con participación
social en el diseño, explotación y operación del proceso de
trabajo.
16- Desaparecer a la Comisión Reguladora de Energía
por ser inconstitucional y lesiva al interés de la
nación.
Consideramos que la inclusión de proyectos nucleares de
potencia debe estudiarse más detenidamente. Existen razones al respecto,
entre otras las siguientes:
- México no tiene capacidad de financiamiento nuclear, esos proyectos son muy costosos dominados por grandes corporaciones.
- Las sociedades, en general, tiene una alta percepción del riesgo y no desean instalaciones nucleares de potencia.
- Salvo EU, Francia y Japón, la tendencia mundial es sin energía nuclear de FISIÓN a base de uranio y/o plutonio.
- La energía nuclear de potencia, tipo fisión, tiene varios problemas tecnológicos importantes no resueltos.
- Es inconveniente para México la dependencia total del combustible nuclear, por razones políticas y militares.
Como alternativa proponemos:
17- Impulsar
las actividades de investigación y desarrollo en materia de
energía y agua, para el soporte científico y tecnológico de
la industria energética e hídrica de México. Esto incluye
el desarrollo de proyectos sobre aprovechamiento del agua, FUSION termonuclear
controlada y energía solar espacial.
18- La integración de los
actuales institutos del sector energético (IMP, IIE, ININ) en uno solo,
el Instituto Nacional de Energía, dedicado al estudio,
investigación y desarrollo, de todas las fuentes energéticas. La
actividades de investigación y desarrollo en materia de agua se
integrarían en el correspondiente instituto.
19- Asimismo, proponemos
la INTEGRACIÓN de la industria eléctrica nacionalizada con base en
la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en Materia de
Energía Eléctrica (Ley eléctrica del FTE). En otro nivel,
proponemos la integración de la industria energética y del agua en
un solo Organismo nacional.
20- Es nuestra propuesta, también, que los
trabajadores y pueblo de México debemos construir una sólida a
unidad democrática y solidaria para rescatar a las industrias
energética e hídrica de México en todos los sentidos. Dado
el avance neoliberal, está planteada la necesidad de una nueva
Nacionalización que implica 3 banderas:
- El derecho de propiedad colectiva social.
- El desarrollo de una Política Energética e Hídrica Independiente.
- La integración del proceso de trabajo energético e hídrico.
En consecuencia, proponemos la RENACIONALIZACION de la
industria energética de México (petróleo, gas y
energía eléctrica) y de todas las cuencas de
agua.
3 CONCLUSIONES
La ofensiva neoliberal para fragmentar los
procesos de trabajo en materia de energía y agua, y luego reorganizarlos
a su manera, cada día está más
acelerada.
Tratándose del agua, la legislación secundaria es
contradictoria de la Constitución, misma asimismo contradictoria en
disposiciones contrapuestas en el propia artículo 27 constitucional. En
este caso, las concesiones privadas siguen el esquema del porfirismo no obstante
que se trata de un recurso energético vital.
En el caso
eléctrico, la ley del servicio público de energía
eléctrica, que conquistamos en 1975, está totalmente tergiversada
contraponiéndose a la Constitución. Otro tanto ocurre con
relación a la ley reglamentaria en el ramo del petróleo.
Con
base en un turbio manejo de la legislación, cuyas reformas fueron
aprobadas por todos los partidos políticos, ahora se pretende ahondar
más la inconstitucionalidad.
Legisladores del PAN y PRI promueven una
nueva contrarreforma a la legislación secundaria para permitir la
participación privada en la exploración y explotación del
petróleo. Sin siquiera haberse hecho ninguna reforma, de ningún
nivel, lo peor es que las acciones ya se han puesto en práctica al
otorgar Pemex contratos al grupo Slim para la perforación de pozos
petroleros en las aguas profundas del Golfo de México.
Esas
“reformas” y “acciones” están expresamente
prohibidas por el artículo 27 constitucional vigente. Este indica,
explícitamente, que tratándose de todos los hidrocarburos y de la
energía eléctrica, NO se otorgarán concesiones ni
contratos a los particulares.
Así pues, e lo inmediato, proponemos
realizar todas las acciones necesarias, a nivel nacional, para IMPEDIR otra
nueva traición legislativa a la nación. ¡En materia de
energía y agua, la Constitución NO se negocia! Debido a sus
acciones de práctica política, ponemos en duda a todos los
partidos políticos tradicionales.
Estamos en desacuerdo con el turbio
cabildeo de todas las fracciones parlamentarias para pactar el otorgamiento de
la llamada Autonomía de Gestión a Pemex, CFE y LFC. Ese
tergiversado concepto, implicaría dejar en manos de las mafias,
administrativas y sindicales, las decisiones que corresponden a la
nación. Esa propuesta se inscribe en los dictados del gobierno
norteamericano a los gobiernos de Fox y Calderón, instrumentados por Luis
Ramírez Corzo y Jesús Reyes Heroles, directores en turno de Pemex,
para corporativizar la industria bajo el supuesto de una
reestructuración.
Con tal concepto de Autonomía pervertida,
los directores de CFE y Pemex, charros sindicales e inversionistas privados
decidirían, unilateralmente, las “alianzas
estratégicas” con las transnacionales.
También estamos en
desacuerdo con las declaratorias, sin compromisos serios, para la
formación de sucesivos organismos que se sobreponen, una y otra vez, sin
cumplir indefinidos objetivos e impidiendo la acción unificada mediante
procedimientos incluyentes en el discurso y excluyentes en la
práctica.
Los trabajadores y pueblo de México necesitamos
construir organización social UNICA, estructurada en todas las regiones,
estados, municipios y pueblos del país, con base en un programa y
representatividad democrática, y con dinámica propia en cada
lugar.
Esta organización social NO debe ser presidida por
ningún partido político no obrero ni por funcionarios de
ningún gobierno, mismos que están muy atrás del acontecer
nacional, ni siquiera se pronuncian sobre los asuntos de fondo, especialmente
con respecto a la propiedad privada y la privatización furtiva en marcha,
o hacen planteamientos contradictorios y erróneos rechazando cualquier
crítica. Impedir la ofensiva imperialista rebasa al estrecho marco
electoral coyuntural y al simple cambio de régimen
político.
Nuestro planteamiento implica una diferente estrategia
política que está a discusión. No estamos de acuerdo en la
política del seguidismo que deviene, en muchos casos, en
servilismo y culto empírico a la personalidad, contradiciendo las
aspiraciones y esperanzas del pueblo de México.
Las propuestas sobre
energía y agua que proponemos son parte de un Programa Obrero, mismo que
tiene hondas raíces, cuyas vigentes banderas enarbola el FTE de
México y lo ponemos a la discusión colectiva solidaria. Llamamos a
los trabajadores y pueblo de México a compartir una misma política
clasista y trabajar coherentemente por hacerla realidad. Muchos, en sus
respectivos ámbitos, somos parte de este proyecto.
Este
histórico proceso requiere socializar las propuestas entre los
trabajadores y el pueblo para forjar la unidad conciente y
organizada acompañando este proyecto con la correspondiente
movilización social y acciones propias de la dinámica proletaria
concreta.
¡Salud y Revolución Social!
México, 1º. de marzo de 2006.
Frente de Trabajadores de la Energía