Avances programáticos generales y mínimos
AMLO toma posesión
López Obrador encabeza un movimiento popular.
La multitud lo proclama presidente “legítimo”.
Insuficientes la organización, política y programa.
La propiedad privada NO se toca; el charrismo, tampoco
Ante una multitud reunida
nuevamente en el Zócalo de la ciudad de México, Andrés
Manuel López Obrador rindió protesta como presidente
“legítimo”. La senadora Rosario Ibarra fue la encargada de
ponerle la banda tricolor que, en el centro, ostenta una águila con las
alas extendidas, similar ala utilizada en la época juarista. Acto
seguido, López Obrador se sentó en la silla, confeccionada
simbólicamente con anterioridad.
Los asistentes, provenientes de
varias partes del país, expresaron su amplio apoyo a Obrador y
éste se comprometió a proteger los derechos del pueblo, defender
el patrimonio y la soberanía popular e iniciar la transformación
del país, según dijo en su discurso.
En el acto, Obrador
anunció un programa de 20 puntos, correctos pero sumamente generales. En
materia energética se advierte un mínimo avance. Dice que se
opondrá a la privatización “en cualquiera de sus
modalidades”. No precisa si se opondrá a la privatización
furtiva actualmente en marcha que implica más del 30%, en materia
petrolera, de gas y energía eléctrica. Oponerse a la
privatización energética furtiva implica “oponerse” a
los casi 600 permisos ilegales otorgados por la Comisión Reguladora de
Energía. Eso significa la necesaria revocación de tales permisos.
También significa oponerse a las anticonstitucionales reformas a la Ley
de Servicio Público de Energía Eléctrica (1992) y a la Ley
Reglamentaria en el Ramo del Petróleo (1995). López Obrador sigue
sin decir NADA, absolutamente NADA, al respecto.
Lo más
importante: Obrador NO toca a la propiedad privada de los medios de
producción; tampoco al charrismo sindical. En consecuencia, sus
propuestas palidecen por referirse solamente a los efectos y a la superficie de
los fenómenos. Una seria deficiencia consiste en eludir TODO,
absolutamente TODO, lo referente a la organización social. Eso, la
carencia de organización social, podría ser catastrófico.
Las masas informes no determinan el curso del movimiento. La lucha
política verdadera no puede, ni debe, basarse en la improvisación
y menos en el espontaneísmo.
Se ha precisado que, mientras el
poder del Estado se mueve auspiciando explícitamente la violencia, el
movimiento que encabeza Obrador es completamente pacífico. Sí,
esta es una virtud del movimiento. Pero, nunca se puede proyectar en la
abstracción. El Estado SIEMPRE enfrenta al movimiento y es, por tanto,
una obligación prepararse debidamente. De otra manera, se compromete el
futuro del movimiento y, llegado el caso, Obrador no podría gobernar
decentemente.
Las características de la política
superficial de López Obrador se deben a que no pretende la
transformación del país sino, apenas, el cambio de régimen.
Eso es importante pero MUY limitado.
El gabinete de López Obrador
Días antes de la
“toma de posesión”, López Obrador anunció a los
12 integrantes de su gabinete alterno que incluye a 6 mujeres. Algunos
celebraron las decisiones y le asignaron “una presencia crítica que
tenga peso en la conciencia nacional” (Galván E., en La
Jornada 5 nov 2006). Suena muy pretenciosa la aseveración porque ni
son todos los que están ni viceversa.
Gustavo Iruegas fue
propuesto para relaciones internacionales; es un acierto por su larga
experiencia en la materia. Bernardo Bátiz se encargará de la
justicia y seguridad; previamente se ocupó de esos asuntos en el gobierno
del DF. Assa Cristina Laurel se encargará de la salud, también lo
hizo antes en el GDF.
Los cargos no parecen incluir todas las esferas del
poder público. Habrá una secretaría del patrimonio
nacional, a cargo de Claudia Sheimbaum, cuyas funciones podrían estimarse
enormes. Pero, ¿por qué se omitió a una secretaría de
energía? La razón es simple: la energía mueve a la
economía de cualquier parte del mundo. En la actual fase capitalista, la
energía determina a la política. En México, y en el mundo,
las disputas centrales están en torno a la energía. ¿Por
qué esa omisión? Más del 80% de mexicanos, más del
total de votantes y simpatizantes de López Obrador estamos EN CONTRA de
las privatizaciones. ¿Por qué, Obrador minimiza a ese
campo?
En materia laboral, a cargo de Berta Luján, hay una seria
limitación, el mundo del trabajo no se puede (ni debe) poner en manos de
la democracia cristiana que, a estas alturas del partido, sigue considerando a
la lucha de clases como “pecado”. ¿López Obrador, como
Juárez, considera que los trabajadores somos menores de edad?
Por
supuesto, las decisiones son del “presidente” López Obrador,
quien peca de lo mismo que critica. Las instituciones corruptas que
“mandó al diablo”, como la presidencia de la
república, basan su comportamiento y proceder en la unilateralidad. El
presidencialismo es pernicioso y, sin embargo, el gabinete alterno fue
designado, no fue el resultado de un consenso entre los millones de
participantes en el movimiento. Eso, es reproducir los mismos vicios que se
critican.
Los 20 puntos programáticos
1. Impulsaremos un proceso para la
renovación de las instituciones públicas. Junto con la
comisión creada para este fin por la convención nacional
democrática, llamaremos a un debate nacional y promoveremos un plebiscito
para la elaboración de un nuevo marco constitucional.
2.
Defenderemos el derecho a la información y demandaremos la apertura de
los medios de comunicación a todas las expresiones de la
sociedad.
De manera particular, estaremos atentos a la decisión
que tome la Suprema Corte ante el recurso de inconstitucionalidad presentado por
un grupo de senadores contra la llamada ley Televisa. Pero como no
confiamos en el recto proceder de la mayoría de los ministros, de todas
maneras presentaremos, en su momento, una iniciativa de reforma que garantice la
pluralidad y haga posible la democratización de los medios de
comunicación.
3. Atenderemos el grave problema migratorio
insistiendo en el cambio de la política económica para la
generación de empleos en nuestro país. Nos opondremos a la
construcción del muro fronterizo y protegeremos del maltrato, la
discriminación y la violación de los derechos humanos a los
mexicanos que se han visto obligados a ir a trabajar a Estados Unidos.
4.
Denunciaremos permanentemente cualquier injusticia y vigilaremos la
actuación de ministerios públicos, jueces, magistrados y
ministros, que sólo se dedican a "legalizar" los despojos que comete el
fuerte frente al débil y a garantizar impunidad para delincuentes de
cuello blanco.
Y reafirmamos que sin justicia no es posible que haya
seguridad pública, ni tranquilidad ni paz social. También decimos
que no se puede enfrentar al crimen organizado si no se aplica la ley al parejo
y sólo se castiga a una banda para proteger a otra.
Reiteramos que
no permitiremos la utilización del Ejército o de las
policías paramilitares para reprimir la inconformidad del pueblo que
lucha por la justicia y la libertad.
Desde aquí volvemos a
expresar nuestra solidaridad con el pueblo humilde y digno de Oaxaca, que es
víctima de la represión, y demandamos la destitución de
Ulises Ruiz, ese gobernador cacique y siniestro, así como el retiro de la
Policía Federal Preventiva y el castigo a los responsables de los
asesinatos.
5. Enviaremos a los legisladores del Frente Amplio
Progresista una iniciativa de ley para elevar a rango constitucional el combate
a la corrupción y hacer valer la austeridad republicana.
Es
indispensable considerar como delitos graves el tráfico de influencias,
el conflicto de intereses, el nepotismo y hacer negocios al amparo del poder
público. También debe definirse un límite a los sueldos y
prestaciones de los altos funcionarios públicos de los tres poderes de la
Unión y de todos los niveles de gobierno. Es inaceptable que un ministro
de la Corte esté recibiendo alrededor de 500 mil pesos mensuales, por
sólo poner un ejemplo.
Asimismo, se propondrá la
cancelación de las pensiones a los ex presidentes. Nunca más un
gobierno rico con pueblo pobre.
6. No permitiremos que se cobren
más impuestos a los pobres y a las clases medias, y se mantengan los
privilegios fiscales a los potentados e influyentes.
En consecuencia,
rechazamos el cobro del IVA en medicinas y alimentos, y cualquier otra reforma
fiscal regresiva.
Por el contrario, promoveremos ante el Congreso de la
Unión que se lleve a cabo una auditoria a la Secretaría de
Hacienda, en particular al SAT, porque los privilegiados de México
sencillamente no pagan impuestos, o cuando los pagan se los devuelven.
7.
En los próximos días se enviará a los diputados del Frente
Amplio Progresista un proyecto de presupuesto de egresos para 2007, que
reoriente el gasto público a la educación, la salud, la
creación de empleos y el bienestar de la
población.
Recordemos que es facultad exclusiva de la
Cámara de Diputados la aprobación del presupuesto público y
que mucho pueden hacer nuestros legisladores para reducir el dispendio, el gasto
corriente, el pago de intereses por el Fobaproa y garantizar mayores recursos al
campo, a las universidades públicas y a estados y municipios.
8.
Pasado mañana, por la importancia que tiene enfrentar a los monopolios
económicos vinculados al poder, que lesionan impunemente la
economía popular y de las clases medias, presentaremos a los senadores
del Frente Amplio Progresista una iniciativa de ley de precios competitivos, que
reglamente el artículo 28 de la Constitución y acabe con los
exagerados cobros de bienes y servicios en nuestro país.
Es
inaceptable que los mexicanos paguemos por el cemento gris 223 por ciento
más que los estadounidenses; 260 por ciento más por la Internet
banda ancha; 312 por ciento más por teléfono celular; 65 por
ciento mas por teléfono de línea fija; 230 por ciento más
por llamadas de larga distancia nacional; 116 por ciento más por
electricidad residencial de alto consumo; 131 por ciento más por
electricidad comercial; 36 por ciento más por electricidad de alta
tensión; 5 por ciento más por la gasolina Magna; 18 por ciento
más por la gasolina Premium; 178 por ciento más por la tarjeta
Banamex clásica; 115 por ciento más por tarjeta Bancomer Visa; 116
por ciento más por Cablevisión básico; 150 por ciento
más por crédito a la vivienda, y 26 mil por ciento más por
comisiones bancarias a compras con tarjeta en almacenes.
Y todo ello, a
pesar de que el salario mínimo en México es 90 por ciento menor
que en Estados Unidos. No podemos permitir que esto siga ocurriendo.
De
aprobarse esta ley, de precios competitivos, millones de consumidores mexicanos
obtendrían ahorros equivalentes a más del 10 por ciento de sus
ingresos.
9. Crearemos la comisión de la verdad para investigar el
fraude en Fobaproa, los rescates a carreteras, a la banca de desarrollo y a los
ingenios azucareros; asimismo, revisaremos todos los contratos de
créditos y la construcción de obras realizadas mediante los
llamados Pidiregas, en la Comisión Federal de Electricidad y
Pemex.
10. Protegeremos a los productores nacionales ante la apertura
comercial indiscriminada y sin límites. Particularmente se
impulsará un plan de acción para impedir que en 2008 se aplique la
cláusula del Tratado de Libre Comercio que permite la libre
importación de maíz y frijol, lo cual significaría un golpe
definitivo a 4 millones de familias campesinas.
11. Defenderemos el
derecho constitucional a un salario justo. Hoy en día, de 42 millones de
mexicanos en edad de trabajar, 16 millones obtienen menos de 30 pesos diarios.
Actualmente, diversas organizaciones sociales, sindicales y académicas
han iniciado una campaña en defensa del salario mínimo
constitucional, que originalmente fue concebido como un instrumento para
garantizar la satisfacción de las necesidades básicas de las
familias de los trabajadores.
Anunciamos nuestro apoyo a esta
campaña a favor de la remuneración justa y digna a todos los
trabajadores del campo y la ciudad.
12. Lucharemos porque los
trabajadores del sector informal de la economía, los jornaleros
agrícolas, las trabajadoras domésticas, los comerciantes
ambulantes, entre otros, gocen de protección legal y tengan derecho a la
seguridad social.
13. Defenderemos la autonomía sindical y
promoveremos la democratización de los sindicatos. De manera particular,
lucharemos por que se respete el derecho al voto libre y secreto en la
elección de dirigentes sindicales.
14. No permitiremos la
privatización de la industria eléctrica ni del petróleo en
ninguna de sus modalidades. El petróleo no es del Estado y mucho menos
del gobierno, es de la nación. Y la patria no se vende, se
defiende.
15. Defenderemos el patrimonio nacional. Es decir, los recursos
naturales, las zonas arqueológicas, los ecosistemas, los bosques, las
aguas y la cultura.
En estos momentos, en la Cámara de Diputados
se discute una iniciativa de reformas a la Constitución que incorpora a
los estados y municipios en el manejo y la administración del patrimonio
histórico de México. Pero lo cierto es que con ello se pretende
eliminar la responsabilidad federal y facilitar la privatización de las
zonas arqueológicas y las reservas naturales.
El gobierno
legítimo no aceptará esta contrarreforma y se sumará a las
acciones emprendidas por ciudadanos y organismos civiles para proteger el
patrimonio de la nación.
16. Promoveremos ante el Congreso de la
Unión que se establezca en la Constitución el Estado de Bienestar,
que consiste en dar protección y una vida digna a todos los mexicanos
desde la cuna hasta la tumba.
Insistiremos en que debe otorgarse, como
sucede en el Distrito Federal, una pensión universal alimenticia a todos
los adultos mayores del país; apoyos a todas las personas con alguna
discapacidad y becas a madres solteras para que sus hijos no abandonen la
escuela.
17. Se impulsará el cumplimiento de los acuerdos de San
Andrés Larráinzar, que garantizan los derechos económicos,
sociales, políticos y culturales de los pueblos
indígenas.
18. Vamos a luchar para impedir que sean rechazados los
jóvenes que desean ingresar a las universidades públicas. Nunca
aceptaremos que la derecha ponga la educación en el mercado como si fuese
una mercancía que sólo puedan adquirir quienes tienen recursos
económicos. La educación no se puede convertir en un privilegio.
La educación y la cultura son fundamentales para el desarrollo del
país. El Estado está obligado a garantizar el acceso a la cultura
y a la educación gratuita y de calidad en todos los niveles
escolares.
19. Haremos valer el derecho de los mexicanos a la salud. Hoy
día, más de la mitad de la población no cuenta con
seguridad social. El derecho a la protección de la salud no está
garantizado, sea porque no se tiene el dinero para pagar la atención
médica y los medicamentos o porque no hay servicios donde vive la
gente.
El llamado Seguro Popular es pura demagogia, porque ni es seguro
ni es popular. En los centros de salud no hay medicinas, sólo entregan la
receta y cobran 6 por ciento del ingreso familiar para la
afiliación.
El gobierno legítimo luchará por
garantizar servicios médicos y medicamentos gratuitos a todos los
mexicanos carentes de seguridad social.
Pugnaremos por incrementar la
inversión para la construcción de hospitales y centros de salud;
para destinar más recursos al abasto de medicinas e insumos
médicos, y contratar los médicos y enfermeras necesarios para
brindar los servicios de salud. De la misma manera, buscaremos que el IMSS y el
ISSSTE dispongan de los recursos suficientes para revertir su
deterioro.
20. Ayudaremos en todo lo que podamos a millones de mexicanos
que viven en colonias populares, barrios, pueblos y comunidades rurales, sin
servicios públicos y en viviendas precarias. Buscaremos alternativas para
la introducción de agua, luz, drenaje, pavimento e insistiremos en el
derecho de la gente humilde a recibir créditos de vivienda con tasas de
interés equivalentes al incremento anual del salario
mínimo.
La señora Rosario
Ibarra de Piedra, senadora del PRD, coloca la banda presidencial a Andrés
Manuel López Obrador. Luego, el presidente “legítimo”
se sentó en la silla presidencial. Ese simbolismo es tradicionalista,
superficial y anacrónico. Sentarse en “la silla” se ve de
nivel municipal.
La multitud volvió a
llenar el Zócalo de la ciudad de México. López Obrador, en
su mensaje de toma de posesión, dio a conocer su programa de gobierno. El
programa es realmente limitado, expresión de populismo neoliberal. Las
propuestas están lejos de lo que se necesita; las causas del deterioro
social NO se tocan, ni siquiera se mencionan. FOTOS:
www.amlo.org