En defensa del patrimonio nacional
Convención Democrática
Universitaria
Facultad de Filosofía y
Letras, UNAM
11 de septiembre de
2006
Re-nacionalización energética
FRENTE DE TRABAJADORES DE LA
ENERGIA, DE
MEXICO
energia@fte-energia.org
RESUMEN: La
legalidad constitucional está rota, los gobiernos en turno destruyen al
patrimonio nacional y lo entregan a las corporaciones imperialistas. Treinta y
cinco por ciento de la capacidad de generación eléctrica, casi
toda la industria del gas y parte de la industria petrolera, ya no son nuestras.
Los hidrocarburos han sido irracionalmente explotados. México tiene
reservas probadas solo para 9.7 años. La privatización
energética NO se ha detenido, sigue día a día. Los
trabajadores proponemos la Re-Nacionalización sin indemnización de
la industria energética de México.
1 Introducción
El presente imperialista se caracteriza por la
reorganización de los procesos de trabajo. Dos objetivos son: 1- la
apropiación privada de los recursos naturales e infraestructura
energética y, 2- la desnaturalización de los procesos de trabajo.
Los recursos energéticos (petróleo, gas, carbón, uranio,
viento y agua) están en el centro de la disputa política mundial.
Por la vía de la ilegalidad, corrupción y violencia e, incluso la
guerra, las corporaciones imperialistas invaden territorios nacionales
apoderándose del patrimonio colectivo social de los pueblos.
México
es un país invadido por las transnacionales. En todo el territorio operan
empresas imperialistas eléctricas o de gas. Esta invasión se ha
producido mediante acciones unilaterales de los gobiernos en turno del PRI y
PAN. Estas mafias se han apoderado del gobierno y los recursos naturales de la
Nación contraviniendo las disposiciones constitucionales en la
materia.
Todos los políticos y muchos intelectuales dicen y
“creen” que la privatización energética se
paró. ¡No hay tal! Todos, absolutamente todos, desde Fox pasando por
todos los partidos políticos, Marcos y López Obrador, repiten que
se oponen a los “intentos” de privatización del
petróleo y la electricidad. Eso es impreciso y erróneo porque ni
son intentos ni se trata de una privatización a futuro. La
privatización es real y actual. La privatización energética
en México ya está, NO se ha detenido, sigue en marcha y se
incrementa día a día.
Los mexicanos estamos perdiendo territorio,
funciones estratégicas, recursos naturales y la propiedad social del
patrimonio colectivo. La industria energética nacionalizada está
siendo destruida por los gobiernos en turno apoyados en el charrismo sindical y,
al mismo tiempo, entregada a las corporaciones imperialistas petroleras y
eléctricas, todo al margen de la ley y en contra de la voluntad de los
trabajadores y del pueblo.
Es urgente desarrollar acciones colectivas para
impedir la entrega total del patrimonio nacional al imperialismo. El asunto
energético es crucial en cualquier proyecto político. Estamos ante
una regresión de casi cien años y enfrente de una posible crisis
energética severa que, probablemente, ya empezó. Necesitamos
re-nacionalizar a México, especialmente, en materia energética.
2 Rota la legalidad constitucional
Desde las Ordenanzas Mineras de Felipe II
hasta las Reales Ordenes de Carlos III, se definieron las minas, incluyendo los
bitúmenes o jugos de la tierra, como propiedad de la Corona
española. Estos derechos estuvieron vigentes hasta 1821. Los mexicanos
necesitamos de la guerra de Independencia para rescatar nuestros derechos
sociales fundamentales incluyendo los patrimoniales.
En 1884 se estableció
que “el petróleo y demás combustibles minerales eran
propiedad del dueño del subsuelo”. Así siguió en el
porfirismo. “¡La tierra es del que la trabaja!” propuso Ricardo
Flores Magón en el Programa del Partido Liberal Mexicano de 1906. Esta
bandera la enarboló el Ejército Libertador del Sur, encabezado por
Emiliano Zapata. La consigna implicaba que la tierra, y sus recursos, pertenecen
a la Nación, constituyen una propiedad colectiva social.
La
Constitución política de 1917 estableció que
“Corresponde a la Nación el dominio directo de todos los minerales,
el petróleo y todos los carburos de hidrógeno sólidos,
líquidos o gaseosos”. Pero, en el texto se autorizaba al gobierno
federal para hacer concesiones a los particulares.
En 1925, el Ejecutivo
acordó iniciar el otorgamiento de concesiones petroleras. Ese año,
se publicó la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en
el Ramo del Petróleo. De acuerdo al artículo 2, el dominio directo
de la Nación “es inalienable e imprescriptible”.
El
artículo 27 modificado en 1934 indicaba que “Tratándose del
petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos,
líquidos y gaseosos, no se expedirán concesiones y la ley
reglamentaria respectiva determinará la forma en que la Nación
llevará a cabo las explotaciones de estos productos”.
En 1937 se
formó el sindicato de trabajadores petroleros y estalló la huelga.
Al siguiente año, se produjo la expropiación de la industria
petrolera. En epopéyicas jornadas, los petroleros junto con
universitarios y politécnicos construyeron a la industria de vanguardia
en su época. Sin embargo, la nueva Ley Reglamentaria en el Ramo del
Petróleo se promulgó hasta 1958. Al siguiente año, en el
Reglamento a esta Ley se indicaba que “Corresponde a la Nación por
conducto de PEMEX” la producción de las materias primas
industriales básicas. En materia de la petroquímica “no
podrán tener participación de ninguna especie los
particulares”.
Más tarde, en 1960, luego de amplias jornadas de
lucha de los electricistas de la FNTICE y del SME, se decretó la
nacionalización eléctrica. En el párrafo sexto se indica
que “Corresponde a la Nación la generación,
transmisión, distribución y comercialización de la
energía eléctrica que tenga por objeto la prestación del
servicio público de energía eléctrica. En esta materia no
se otorgarán concesiones ni contratos ni subsistirán las que
hubiere sido otorgadas”.
Hoy en día, las anteriores disposiciones
en materia de petróleo, gas y energía eléctrica
están vigentes pero no se cumplen. Los gobiernos en turno hacen,
exactamente, lo contrario. En materia de energía la legalidad
constitucional está totalmente rota y, esto, no es de ahora.
3 Privatización energética furtiva
En 1975, los electricistas de la
Tendencia Democrática del SUTERM propusimos y logramos la primera Ley de
Servicio Público de Energía Eléctrica. Con esta ley se dio
un nuevo impulso a la nacionalización. Se había logrado,
también, la unificación de frecuencia y la interconexión de
casi todo el territorio nacional. En 1976, con la represión
política y militar contra la Tendencia Democrática se
interrumpió la nacionalización eléctrica.
Durante el
gobierno de Salinas de Gortari (PRI), se hicieron modificaciones a la Ley
eléctrica y, en 1992, se aprobaron las reformas que han permitido la
privatización eléctrica furtiva. Se aprobaron 5 figuras inventadas
para favorecer la intervención privada: autoabastecimiento,
cogeneración, producción privada independiente, importación
y exportación.
En 1995, durante el gobierno de Zedillo (PRI) otro
tanto ocurrió con las modificaciones regresivas a la Ley petrolera,
particularmente en materia de gas natural. De acuerdo a estas reformas, las
actividades de distribución, transporte y almacenamiento de gas natural
NO son parte de la industria petrolera; consecuentemente, pueden privatizarse.
Con anterioridad, ratificadas en la Ley de 1995, se acordaron medidas para la
privatización de la petroquímica.
En 1999, Zedillo
envió al Congreso mexicano un paquete de iniciativas eléctricas
privatizadoras a través de modificaciones a los artículos 27 y 28
constitucionales. En 2002, luego de una importante lucha encabezada por los
electricistas del SME, el Senado de la República rechazó las
pretensiones de Zedillo, Téllez e imperialismo. La Suprema Corte de
Justicia de la Nación, a su vez, dictaminó, ese mismo año,
que los permisos privados otorgados eran inconstitucionales e, incluso,
fraudulentos. No obstante, Fox (PAN) insistió y envió a las
Cámaras 5 iniciativas privatizadoras más, el PRI propuso 1 y el
PRD 2, todas privatizadoras.
En el contexto del neoliberalismo
imperialista, se empezaron a otorgar permisos privados a multitud de
transnacionales y sus filiales, a través de la Comisión Reguladora
de Energía (CRE), organismo creado ex profeso para “regular”
la privatización eléctrica y del gas. Al momento, son ya 500
permisos privados en materia de generación eléctrica. Algo similar
ocurre con las diversas actividades relacionadas con el gas natural, en 157
permisos ilegales reagrupados.
La situación es grave. 300
transnacionales eléctricas y 200 del gas natural se han posesionado del
territorio nacional, de los recursos naturales energéticos y de la
propiedad privada de la nueva infraestructura industrial, los mexicanos somos
clientes y esclavos en nuestra propia Patria.
En 2005, la capacidad
eléctrica nacional era de 55 mil 737 Mwe, de los cuales el 69.6%
correspondía al sector público y el 30.4 al sector privado. Este
último porcentaje no es solamente alto e indebido sino inconstitucional.
Esta capacidad está ya en operación pero existen diversos
proyectos concesionados en marcha que ascienden a 21 mil 580 Mwe, es decir, el
35.74% de la capacidad eléctrica total a nivel nacional.
Este
nivel de privatización es similar al que existía antes de 1960, en
la pre-nacionalización. Además, los planes del gobierno indicados
en el Programa de Obras e Inversiones del Sector Eléctrico, y el
correspondiente plan sectorial de la Secretaría de Energía, tienen
en curso licitaciones adicionales comprometiendo mayor capacidad
eléctrica privada. En México existe un acelerado proceso de
desnacionalización eléctrica.
TABLA 1- México,
Apropiación ilegal de las transnacionales:
Capacidad eléctrica INSTALADA 2005
|
Capacidad
Instalada (Mw) |
% |
CONSTITUCIONAL |
|
|
Sector Público (CFE) |
37,886.0 |
67.97 |
Sector Público (LyFC) |
908.3 |
1.63 |
|
38,794.3 |
69.60 |
INCONSTITUCIONAL |
|
|
Sector Privado, para el Servicio
Público) (17 Productores
Independientes de Energía) |
9,277.1 |
16.64 |
Sector
Privado (Autoabastecimiento,
Cogeneración, Exportación y Usos Propios*) |
7,665.5 |
13.75 |
|
16,942.6 |
30.39 |
Total |
55,736.9 |
|
Fuente:
Elaboración propia en base a datos de CFE y CRE al cierre de 2005. (*)
Los datos de Autoabastecimiento y Cogeneración que reporta el gobierno
son incompletos; Usos propios corresponde a permisos otorgados antes de
1992.
México, Apropiación ilegal de las transnacionales:
Capacidad eléctrica PRIVADA en México 2005
MODALIDAD |
CAPACIDAD (MW) |
En servicio |
Instalada |
Concesionada |
|
|
|
|
Productor Independiente de Energía
(PIE)1 |
8,250.90 |
9,277.11 |
12,557.00 |
Autoabastecimiento |
3,939.59 |
4,192.70 |
5,021.10 |
Cogeneración |
912.20 |
1,568.62 |
1,798.00 |
Usos Propios2 |
573.80 |
573.80 |
573.80 |
Exportación |
1,330.37 |
1,330.40 |
1,630.00 |
TOTALES |
15,006.86 |
16,942.63 |
21,579.90 |
% (de la capacidad
instalada total) |
27.89 |
30.39 |
35.74 |
Importación3 |
199.72 |
199.72 |
201.22 |
Fuente:
Elaboración propia con datos de Autoabastecimiento y Cogeneración
de las prospectivas de electricidad y gas natural (2005-2014), y datos
actualizados de generación de CFE. (1) En la modalidad PIE, dos
generadores privados tienen además permisos de exportación por
313.6MW. (2) Existente antes del 92 como Autoabastecimiento. (3) No incluida en
los totales.
En el caso del gas natural, la Distribución en
todo el territorio nacional ya es privada, miles de kilómetros de ductos
para el transporte son privados, la Red Nacional de Ductos de Petróleos
Mexicanos está al servicio de las transnacionales, al igual que la Red
Eléctrica Nacional. El almacenamiento de gas natural en grandes
terminales marítimas, lo mismo que todas las nuevas centrales
eléctricas, son ya propiedad de las transnacionales.
En la
exploración de hidrocarburos y perforación de pozos, diversas
transnacionales ya operan. La planeación en PEMEX y CFE está
copada por contratistas extranjeros y burócratas vendepatrias. De hecho,
miles de contratistas corroen a las industrias eléctrica y petrolera; los
charros sindicales son connotados contratistas.
Tratándose de la
producción petrolera se ha llegado a una plataforma de producción
de 3 millones 400 mil barriles diarios, de los cuales, 1 millón 800 mil
barriles diarios se exportan hacia los Estados Unidos, vendiéndose a los
precios más bajos del mercado internacional en cualquiera de las
calidades de crudos. El gobierno mexicano también le envía
petróleo a Israel para alimentar su maquinaria de guerra.
Entretanto, el declive de reservas en la plataforma continental avanza
alarmantemente, multitud de pozos productores han sido, literalmente,
“quebrados”. Se ha intensificado la perforación en aguas
someras del Golfo de México y, ahora, las transnacionales están
perforando en aguas profundas sin haber encontrado una sola gota.
Pemex
obtiene cuantiosos recursos, la elevación de los petroprecios le
representa enormes ganancias pero, está casi en quiebra técnica.
El gobierno federal foxista no ha invertido prácticamente nada, 0 (cero),
en la industria petrolera nacional; todo ha sido saqueo y corrupción. Lo
mismo sucede con la industria eléctrica. La política seguida por
el gobierno federal es explícita y consiste en destruir el patrimonio
nacional.
4 Re-nacionalización energética
A estas alturas,
detener la privatización implica volver a recuperar la propiedad social
del patrimonio nacional. Esto quiere decir que: todos los ilegales permisos
privados deben ser revocados, las funciones estratégicas en la industria
petrolera y eléctrica deben realizarse por administración directa,
deben suspenderse las concesiones a los particulares, la Comisión
Reguladora de Energía debe desaparecer, en suma, la
Re-Nacionalización Sin Indemnización de la industria
energética de México.
Pero, la Re-Nacionalización no es
una consigna, ni un acto administrativo, ni siquiera un decreto; se trata de un
acto político y un proceso concientemente asumido en sus múltiples
vertientes. La Nacionalización no es Estatización ni
Mexicanización.
La Nacionalización que proponemos tiene 3
indeclinables banderas:
1- Propiedad Colectiva Social.
Esto implica que corresponde a
la Nación el dominio sobre sus recursos naturales y medios básicos
de producción y que, en esta materia, no se otorgarán concesiones
ni contratos privados.
2- Política Energética Independiente.
Esto se
refiere a la formulación, desarrollo, concreción y
evaluación de los planes, programas y proyectos energéticos por
los propios trabajadores, técnicos, ingenieros e investigadores del
sector, con base en una política energética orientada al
desarrollo social y la transformación nacional de las materias primas
energéticas.
3- Integración del Proceso de Trabajo
Energético.
Esto significa reorganizar al proceso de trabajo
energético, bajo control obrero de la producción y la vigilancia
social organizada, para integrar todas las fases del proceso productivo y
realizarlas a través de un organismo único por
administración directa.
5 Conclusiones
La Re-Nacionalización Energética
es solamente 1 (uno) de los puntos del necesario Programa Obrero de
México propuesto por el Frente de Trabajadores de la Energía
(FTE) de México. Esta Re-Nacionalización se expresa en un proyecto
de ley, p.e., la Ley Eléctrica del FTE.
En esta Ley se redefine
el concepto de servicio público de energía eléctrica, el
proceso de trabajo, su reorganización e integración, las funciones
de la industria eléctrica de México, los planes, programas y
proyectos, y la intervención de los trabajadores organizados en Consejos
Obreros, así como del resto de la sociedad organizada para vigilar la
operación y funcionamiento de la industria energética
nacionalizada, patrimonio colectivo social de los mexicanos.
Esta ley, por
supuesto, NO es para ponerla en manos de los diputados y senadores de un
parlamento en crisis. Esta propuesta es para enarbolarla como bandera, como la
visión de los trabajadores mexicanos, asumiendo su papel clasista. La ley
eléctrica del FTE podría ser una propuesta concreta y formal para
el nuevo Congreso Constituyente de México.
Antes, estimamos que
México necesita de la RUPTURA y, al mismo tiempo, la CONSTRUCCION para
terminar con lo caduco e inservible y proyectar las alternativas coherentes del
futuro. Este proceso pasa por la ORGANIZACIÓN a nivel nacional,
debidamente estructurada en Consejos regionales, estatales y municipales en todo
el territorio mexicano; podría ser un Frente nacional, antiimperialista,
social, de soberanía, un frente mexicano de liberación
nacional.
Construir organización social a todos los niveles y en todos los
lugares; formular, desarrollar y concretar el programa; desarrollar y practicar
la solidaridad, son las tareas políticas de nuestra época. No
basta la protesta electoral, necesitamos extender y consolidar el movimiento en
todo el país en un proceso cada vez más conciente. El presente no
es un problema solo de instituciones o de elecciones, sino de lucha de
clases.