Las potencies nucleares se erigen en “gendarmes” del mundo
Enriquecer uranio en Irán
Las potencias nucleares amenazan a Irán si no suspende el desarrollo de la tecnología nuclear.
El gobierno iraní reclama su derecho soberano y rechaza las amenazas y sanciones.
Otra vez, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en cuestionable papel.
Ultimátum de la ONU contra Irán
El 31 de julio, por 14 votos contra uno (Qatar), la
ONU aprobó la resolución 1696 mediante la cual emplazó a
Irán “a poner fin a su programa de enriquecimiento de uranio,
incluida la investigación y el desarrollo, que debe ser verificado por la
Agencia Internacional de Energía Atómica, o enfrentará
sanciones”. De acuerdo al ultimátum, el 31 de agosto es la fecha
límite para que Irán suspenda el enriquecimiento de uranio o, de
lo contrario, se le impondrán las sanciones.
Días
después de que el Consejo de Seguridad de la Organización de las
Naciones Unidas (ONU) emplazó a Irán a suspender el
enriquecimiento de uranio, el gobierno iraní dijo el 2 de agosto que no
renunciará a la tecnología nuclear ni “bajo amenazas”
ni por la “fuerza”.
La iniciativa de la ONU fue impulsada
por Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Rusia y China, así como
Alemania, quienes estiman que Irán desea dominar el enriquecimiento de
uranio para manufacturar armas nucleares, mientras que, Irán asegura que
será solamente con fines pacíficos para producir
nucleoelectricidad.
El 20 de agosto, el gobierno iraní
anunció que no suspendería las actividades en sus plantas
especializadas relacionadas con la tecnología nuclear. Más
aún, informó que había realizado pruebas de misiles
balísticos de corto alcance (misiles tierra-tierra con alcance de 80 a
250 kilómetros) de fabricación nacional. El “cese del
enriquecimiento de uranio” no está en nuestra agenda,
señaló el gobierno. El lanzamiento de los misiles se llevó
a cabo como parte de maniobras militares iraníes en preparación a
una respuesta en caso de agresión externa.
Con anterioridad, los 5
países poseedores de armas nucleares habían ofrecido a Irán
“un plan” para renunciar a la fabricación de su propio
combustible nuclear a cambio de tecnología e insumos necesarios para las
centrales nucleoeléctricas iraníes.
Las potencias nucleares
han reiterado que Irán tiene planes secretos para fabricar armas
nucleares. Irán ha negado esta versión señalando que sus
actividades nucleares tienen solamente fines pacíficos, pero ha
reconocido la realización de pruebas de proyectiles balísticos,
capaces de transportar ojivas nucleares en distancias de hasta 2 mil
kilómetros.
La resolución 1696 de la ONU contra Irán
Después de expresar una
“gran inquietud” ante el rechazo de Irán para acatar la
“orden” del Organismo Internacional de Energía Atómica
(OIEA, IAEA en inglés), el Consejo de Seguridad de la ONU integrado por
Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Rusia y China, más Alemania, "exige
que Irán suspenda toda actividad de enriquecimiento (...), incluyendo la
investigación y el desarrollo, lo que debe ser verificado por la
AIEA".
La resolución incluye las consabidas amenazas al
señalar que “en caso de que la resolución no sea acatada, el
Consejo tiene la intención "de adoptar medidas apropiadas en virtud del
artículo 41 del capítulo VII de la Carta de ONU para persuadir a
Irán de respetar la resolución".
Según tal
artículo 41, el Consejo puede tomar "medidas que no impliquen el recurso
a la fuerza armada para imponer sus decisiones". Estas medidas pueden incluir la
interrupción completa o parcial de las relaciones económicas y la
ruptura de relaciones diplomáticas. Sin embargo, el gobierno
norteamericano entiende las cosas de otro modo. En declaraciones inmediatas,
Bush dijo que “"Los iraníes deben oír claramente que con
esta resolución el mundo intenta trabajar en conjunto para asegurarse de
que ellos no logren poseer armas nucleares o el conocimiento para
armarlas".
El gobierno iraní consideró
“inaceptable” a la resolución y expresó que no la
acataría, que la ONU “se ocupe más del “terrorismo de
Estado” de Israel”, recomendó. El presidente de Irán
declaró "¿Cómo puede la nación iraní anular su
derecho a la tecnología nuclear pacífica mientras EE UU y otros
países prueban nuevas bombas atómicas cada año?". El
embajador de Qatar ante el Consejo de Seguridad de la ONU explicó su voto
en contra y dijo que "No estamos de acuerdo con la adopción de esta
resolución en un momento en el que la región está en
llamas", agregó, "¿Realmente queremos ver otro volcán entrar
en erupción en la región?".
La resolución se refiere
a la suspensión de todas las actividades de enriquecimiento de
uranio y reprocesamiento del combustible irradiado, lo cual deberá
ser verificado por el OIEA. Se pide a todos los estados miembros de la ONU que
"Ejerzan vigilancia e impidan la transferencia de artículos, materiales,
bienes y tecnología que puedan contribuir a las actividades relacionadas
con el enriquecimiento y el reprocesamiento, así como a los programas de
misiles balísticos del Irán".
EU amenaza con sanciones unilaterales
El 21 de agosto, el ayatolla Alí Jameini
declaró que Irán “no acatará una resolución
del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
que le exige detener el enriquecimiento de uranio o de lo contrario
enfrentará sanciones”.
Al siguiente día, el gobierno
iraní propuso “negociaciones serias” a los 5 del Consejo de
Seguridad de la ONU más Alemania. Irán considera que el tema del
enriquecimiento de uranio debe ser motivo de negociaciones, Estados Unidos
descarta la negociación y las demás potencias nucleares piden la
suspensión del enriquecimiento de uranio como condición previa a
cualquier negociación.
John Bolton, embajador de EU ante la ONU
declaró a Los Angeles Times que "No se requiere la autoridad del
Consejo de Seguridad para imponer sanciones, como lo hemos hecho". Esto es, el
gobierno norteamericano anuncia medidas unilaterales contra Irán como lo
hizo, anteriormente, en 1979.
Otra experiencia previa fue la de Irak
cuando el Consejo d e Seguridad de la ONU aprobó la resolución
1441. En 2002, la coalición anglo-norteamericana procedió a
invadir a Irak con el argumento de que “había” armas
nucleares. Se trata de una de las grandes mentiras de la historia
contemporánea. Sin embargo, el imperialismo procedió
unilateralmente en medio de una enorme protesta mundial.
Antes de invadir
a Irak, en 1990, la aviación norteamericana bombardeó una
instalación nuclear irakí. En las afueras de Bagdad, el bombardeo
destruyó al reactor OSIRIS, un pequeño reactor de
investigación que los Estados Unidos consideraban estratégico y
centro productor de armas nucleares. El Organismo Internacional de
Energía Atómica (OIEA), cuyo director era Hans Blix, simplemente
calló.
Después, los inspectores de la OIEA fueron activos
promotores para investigar a Irak, a sabiendas que NO tenía NI siquiera
capacidad para almacenar armas menos tecnología o infraestructura para
producirlas. Sin embargo, esa acción del OIEA sirvió cabalmente a
los planes invasores. Ahora, las amenazas contra Irán vuelven a utilizar
al organismo de Viena y, aún sin éste, el gobierno norteamericano
podría bombardear a Irán con pretextos nimios.
Uranio natural y uranio enriquecido
Los reactores nucleares de potencia, basados en la
FISIÓN del átomo de uranio, son parte del sistema nuclear de
suministro de vapor en una central nucleoeléctrica. En el reactor, el
calor se produce como consecuencia de las reacciones nucleares de fisión.
Las reacciones ocurren durante el “quemado” del combustible nuclear.
Este “combustible” puede ser de dos tipos: uranio natural o uranio
enriquecido.
En la naturaleza existen varios isótopos del uranio,
es decir, átomos del mismo elemento (uranio) con distinto peso molecular.
El uranio-238 (U-238) se conoce como uranio natural porque existe en la
naturaleza con la más alta proporción. El uranio-235, en cambio,
solo existe en una proporción de apenas el 0.07 por ciento. Este
isótopo (U-235) tiene importantes propiedades físiles que
lo hacen apropiado para el “quemado” pero, debido a su escasez, se
hace necesario aumentar la proporción del mismo. En una central
nucleoeléctrica, es común tener combustible nuclear con un
enriquecimiento del 2-3 por ciento.
Las reacciones nucleares deben ser
moderadas para que la extracción del calor del reactor sea eficiente.
Tratándose de los reactores de uranio enriquecido el moderador es el agua
pesada (D2O) y, en el caso del uranio natural, el moderador es el
agua ordinaria o ligera (H2O). Se tiene, entonces, dos
tecnologías básicas de reactores nucleares: 1- reactores de uranio
natural y agua pesada y, 2- reactores de uranio enriquecido y agua
ligera.
El sistema nuclear de suministro de vapor es complejo e
implica la irradiación del combustible nuclear que, durante el
“quemado” proporciona la energía del núcleo
atómico, la que es transformada en calor en forma de vapor,
después en energía mecánica y, luego, en energía
eléctrica. Posteriormente a la utilización del combustible nuclear
se producen los llamados desechos radiativos de alto nivel que
constituyen al combustible nuclear irradiado.
Estos desechos son
altamente radiativos e, inicialmente, se almacenan en el interior de la propia
central, en piscinas de relajación ubicadas en la parte superior del
núcleo del reactor o piso de recarga. Después de algunos
años, cuando las piscinas se han saturado, el combustible irradiado puede
ser almacenado fuera del sitio durante los siguientes 50 años. El
almacenamiento definitivo posterior es un asunto, técnica y
económicamente, no resuelto.
Si se decide reutilizar al
combustible irradiado, entonces debe “reprocesarse” para recuperar
al uranio no “quemado” y obtener, vía una reacción
nuclear, al plutonio, específicamente el plutonio-239 (P-239). Ambos
materiales nucleares, el uranio y el plutonio, se consideran material nuclear
estratégico porque constituyen la materia prima para la manufactura
de armas. Esta tecnología solo la poseen las grandes potencias nucleares
y algunos pocos países más.
¿Qué pretende el imperialismo?
Los dos tipos de tecnología de reactores
nucleares producen combustible irradiado y, si éste se reprocesa,
podría obtenerse el Plutonio. Sin embargo, hay una diferencia importante.
En el caso de los reactores de uranio enriquecido, los países con
centrales nucleoeléctricas deben producir o comprar el uranio natural,
luego lo mandan enriquecer, generalmente a los Estados Unidos y, después,
lo utilizan en sus reactores. El combustible irradiado permanece, dentro o fuera
del sitio, pero el país que lo utiliza NO es el dueño sino quien
lo enriqueció, p.e., los Estados Unidos, es decir, el combustible
irradiado debe ser regresado a Norteamérica o a otra de las potencias
nucleares.
Esto es lo que ocurre en México país que dispone
de 2 reactores nucleares de potencia, de tecnología norteamericana, a
base de uranio enriquecido. Hace 15 años que el combustible irradiado se
almacena (gratuitamente) dentro del sitio pero, ese combustible (que contiene
uranio y plutonio) NO es nuestro. México solamente almacena tal
combustible en espera de que Estados Unidos lo requiera.
En el caso de la
tecnología de reactores a base de uranio natural, no se requiere
ningún enriquecimiento. Entonces, las potencias nucleares no pueden
ejercer una sujeción tan severa, respecto del combustible, si bien
existen muchas otras restricciones internacionales.
En el caso de
Irán, las potencias nucleares pretenden eliminar la posibilidad de
desarrollo de CUALQUIER tecnología. No se permite ni siquiera realizar
investigación y desarrollo, se trata de anular completamente cualquier
conocimiento en materia nuclear. Esto es absurdo y forma parte de la
política de dependencia imperialista. Las medidas de la ONU implican
CANCELAR toda vía de desarrollo tecnológico propio en Irán
y el OIEA, que debiera ser promotor activo, incumple sus funciones
básicas.
La tecnología para el enriquecimiento del uranio
es difícil, pero no imposible, de ser lograda. Durante muchos
años, se ha considerado a ésta como secreto militar. Sin embargo,
en varias partes se han probado diversos procedimientos y se ha demostrado que
es posible dominar el enriquecimiento de uranio sea mediante vías
gaseosas o en estado sólido. En el caso de la producción del agua
pesada, se trata de un procedimiento químico, no nuclear, que
también es tecnológicamente dominable a través de varios
procesos. Tanto el agua pesada como el uranio natural son comercializables en el
mercado internacional mientras que, el enriquecimiento de uranio, es controlado
solamente por unos cuantos países.
Lo que el imperialismo pretende
es impedir que Irán genere energía eléctrica por medios
nucleares. La opción nuclear no es la mejor y, tal vez, es innecesaria
para Irán. De hecho, la energía nuclear de potencia (con fines
pacíficos) es motivo de varios e importantes problemas NO resueltos. Sin
embargo, Irán tiene derecho a utilizar fuentes energéticas
alternas a los hidrocarburos.
Lo que ahora enfrenta Irán es uno,
no el único, de los problemas implicados en la opción nuclear.
Para el imperialismo, todos los países con instalaciones nucleares son
sospechosos y, para verificar sus sospechas, cuenta con los servicios de sus
empleados, en este caso, el OIEA de Viena.
Este organismo sabe bien que
Irán NO tiene capacidad para construir ninguna arma nuclear. En
Irán ni siquiera existen reactores nucleares de potencia en
operación, lo que hay son pequeños reactores, uno es un reactor de
investigación, de baja potencia, en construcción. El OIEA sabe
que, para construir una planta de enriquecimiento de uranio a nivel industrial,
se requiere por los menos tener 5 reactores de potencia para abastecerlos y,
esos, no existen en Irán. Las instalaciones para el enriquecimiento de
uranio son muy costosas y, además de una importante infraestructura
industrial, se requiere como energía de entrada suministrar
más energía de la que se genera. El OIEA sabe bien que el sistema
eléctrico de Irán es insuficiente para estos
propósitos.
Si Irán abandona sus planes de enriquecimiento
de uranio (y de producción de agua pesada), las potencias nucleares le
han ofrecido tecnología, insumos y materiales. Sí, eso quiere
decir, que las transnacionales de la energía le podrían construir
las centrales nucleares y entregarle los reactores “llave en mano”.
Eso no sería ninguna garantía de que no se produjeran armas pero
sí aseguraría a los imperialistas que, tales armas, solamente las
podrían producir ellos, con todas las ventajas comerciales, financieras,
tecnológicas y militares. En este esquema usual, Irán sería
sometido a una dependencia total en materia energética nuclear, con la
correspondiente dependencia científica y tecnológica en la
materia, empezando por la dependencia del combustible nuclear.
El
imperialismo NO se opone a la utilización de la energía
nucleoeléctrica al contrario la promueve. La industria nuclear mundial
está en crisis hace décadas y, ante el declive en las reservas
petroleras, busca resarcir los negocios pero sobre la base de un control
absoluto. Para el imperialismo sería muy atractivo controlar directamente
la generación nucleoeléctrica de Irán, y de cualquier
país. Lo demás son pretextos para agredir y, de ser posible,
apoderarse también de las reservas petroleras de Medio Oriente;
así lo hace actualmente en Irak.
Irán desarrolla la producción de Agua Pesada
El 27 de agosto, las agencias
Reuters, DPA y AP informaron de la inauguración una Planta de Agua Pesada
para los reactores nucleares de Irán. “La fábrica inaugurada
tiene una superficie de varias hectáreas, está en una
región despoblada, a unos 50 kilómetros al noroeste de la ciudad
de Arak (200 kilómetros al suroeste de Teherán), y está
protegida por cercas de alambre y una decena de baterías
antiaéreas”.
El agua pesada es agua pero formada por
oxígeno e hidrógeno (pesado) a diferencia del agua ordinaria que
está formada por oxígeno e hidrógeno (ligero). El agua
pesada se utiliza en reactores nucleares de uranio natural como moderador de las
reacciones nucleares de fisión que ocurren en el interior del
reactor.
Los juicios emitidos contra la producción de agua pesada
en Irán son simplistas. Se trata del desarrollo de un proyecto apenas a
escala de laboratorio, tal vez al nivel de planta piloto, pero nada más.
Muchos otros países en el mundo realizan esfuerzos similares para
entender esos procesos (químicos NO nucleares). Otros países,
también disponen de instalaciones nucleares que incluyen reactores de
investigación, generalmente comprados, cuyo combustible está
sujeto a las salvaguardias del OIEA.
La construcción del
pequeño reactor nuclear iraní, con una potencia de 40 Mw, se
espera que concluya en 2009. Sin embargo, el OIEA pidió en febrero de
2006 que Irán “reconsidere” la construcción del
reactor que utilizará al agua pesada porque “producirá una
cantidad significativa de plutonio”.
La preocupación del
organismo se origina en el hecho de que los reactores de agua pesada originan
como producto secundario al plutonio, que puede utilizarse para la
fabricación de armas atómicas. La argumentación de Viena NO
es convincente porque, TODOS los reactores a base de uranio, sea natural o
enriquecido, pueden originar la producción de plutonio al reprocesar el
combustible irradiado.
El reactor de Arak es de investigación
En Arak, Irán
tendría un pequeño reactor de investigación y, en ese
centro, Irak producirá materiales para uso médico y
agrícola. Eso lo saben los inspectores de Viena. Se trata de un reactor
de BAJA potencia que sirve, básicamente, para producir
radioisótopos, es decir, materiales radiativos que se utilizan para el
diagnóstico médico, o bien, en la agricultura como
“trazadores” para realizar investigaciones. El reactor NO tiene
capacidad para producir electricidad en cantidades apreciables. Es un reactor de
investigación que, además, de producir materiales radiativos sirve
para hacer investigación y entrenar a trabajadores y estudiantes. Arak es
un centro de investigaciones nucleares NO es una central nuclear de
potencia.
El imperialismo ha señalado que la tecnología de
reactores con agua pesada ha sido ya utilizada por varios países para
fabricar la bomba atómica, concretamente por India y Pakistán. Se
presume que Israel y Corea del Norte también la han utilizado para lograr
su capacidad militar nuclear, nunca confirmada oficialmente.
Se ha dicho
que el centro nuclear de Arak sería una de las nueve instalaciones donde,
a juicio de las potencias nucleares, se realiza o se pretende desarrollar alguna
actividad relacionada con la industria nuclear. Según el periódico
francés Le Monde, en un reporte “sustentado en fuentes
iraníes e internacionales, esos sitios son la generadora eléctrica
de Ahvaz -actualmente en construcción, así como la de Bushehr-,
los centros de investigación de Bonab, Isfahan, Karaj y Teherán,
la planta de transformación de uranio de Natanz y las minas de uranio de
Saghand y Yazd”. Aunque no hay confirmación de actividades en la
base militar de Lavisan-Shian, el rotativo también la menciona como parte
del conjunto nuclear iraní.
El argumento propagandístico
del imperialismo expresa que el objetivo es “impedir que Irán
adquiera la capacidad de producir armas nucleares”. Pero, ¿acaso las
potencias nucleares ignoran que Irán aporta al mercado petrolero 2.5
millones de barriles diarios? Los objetivos subyacentes, entonces, implican
someter “nuclearmente” a Irán para apoderarse al mismo tiempo
de su petróleo.
Lo que pretenden los EU es lograr el dominio
nuclear en el Golfo Pérsico, donde están cuantiosas reservas de
petróleo y gas, y donde mantienen su mayor despliegue
militar.
Solución diplomática y política,
¡Alto a las amenazas de guerra imperialista!
Las acciones de las potencias nucleares contra
Irán son unilaterales e inaceptables. Hipócritamente, someten a la
mayoría de los países a las salvaguardias del OIEA. Este
organismo, sin embargo, incumple su papel tratándose de las potencias y
de Israel. A este, el OIEA le ha permitido la fabricación clandestina de
más de 300 bombas, atómicas y de hidrógeno, si siquiera
haberle hecho 1 (una) sola inspección.
Después de la
reciente agresión israelí contra Líbano y Palestina, ahora,
la nueva fase de la guerra de EU e Israel en Medio Oriente podría tener
como blanco a Irán. Las presentes acciones de la ONU son similares a las
ocurridas previamente a la invasión de las tropas anglo-norteamericanas
en Irak. En aquella ocasión, el OIEA fue utilizado para
“pretextar” la existencia (falsa) de posibles armas nucleares,
mismas que Hanx Blix y demás inspectores NUNCA encontraron por NO
existir. Las intenciones agresivas del imperialismo y del sionismo se
podrían incrementar luego que las milicias de Hezbollah detuvieron,
recientemente, durante un mes, a uno de los ejércitos más modernos
y poderosos del mundo.
En el presente caso, Irán NO posee ninguna
arma nuclear ni está en capacidad de producirla. Los Estados Unidos y sus
cuerpos de inteligencia NO tienen una sola prueba al respecto ni pueden tenerla.
Irán posee 5 pequeños reactores de investigación y apenas
un reactor de potencia (el BUSHEHR-1), en construcción desde 1975, que se
proyecta conectar a la red eléctrica en noviembre de 2006. Este reactor
tipo agua a presión (PWR), de 900 Mw de potencia, está destinado a
la generación de energía eléctrica.
Irán ha
señalado que su programa nuclear tiene únicamente fines
pacíficos y que las actividades de enriquecimiento de uranio se realizan
dentro del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNPN) firmado hace
tiempo. En consecuencia, procede una solución diplomática y
política, descartando cualquier medida agresiva de guerra imperialista
unilateral.
¡Por un átomo siempre obrero jamás soldado!
Son nuestras tesis que los
pueblos del mundo tienen derecho a utilizar TODAS las fuentes energéticas
disponibles y a desarrollar la capacidad científica y tecnológica
para aprovecharlas. La energía, sus aplicaciones y usos en cualquiera de
sus formas, es un derecho social de la humanidad.
En México, los
trabajadores de la energía hicimos una propuesta en 1974 que fue
incorporada a la Constitución política del país, en su
artículo 27, párrafo séptimo. En el contexto de una
importante lucha se propuso y aprobó que, “Corresponde a la
nación el aprovechamiento de los combustibles nucleares para la
generación de energía nuclear y la regulación de sus
aplicaciones en otros propósitos. El uso de la energía nuclear
solo podrá tener fines pacíficos”.
En el caso de
Irán, esta nación tiene derecho a aprovechar sus combustibles
nucleares, sean de uranio natural o enriquecido, para generar energía
nucleoeléctrica y otras aplicaciones pacíficas. Irán
también tiene derecho a realizar actividades de investigación y
desarrollo en los diversos campos de aplicaciones del conocimiento
atómico, de manera teórica, experimental y a escala
industrial
No tendría sentido intentar manufacturar un artefacto
nuclear que incrementara una carrera de militarización absurda. La idea
de una bomba islámica sería incorrecta. También son
contrarios al interés de la humanidad los arsenales de las potencias
nucleares y las bombas clandestinas de Israel.
Los trabajadores
integrantes del FTE de México, organización obrera afiliada a la
Federación Sindical Mundial (FSM), postulamos nuestra tesis de un
átomo siempre obrero jamás soldado y proponemos la
desnuclearización total del Medio Oriente.
Reunión del Consejo de Seguridad de la
ONU.FOTO:
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