¿Imposición? ¿rectificación? ¿nulidad? Ante cualquier alternativa...
¡Organización!
En defensa de la soberanía
El fraude electoral registrado en
México durante las pasadas elecciones anuncia mayores adversidades para
las clases populares, en trabajo, educación, seguridad social, etc. En el
estratégico sector de la energía, recientes medidas buscan hacer
factible lo que el candidato de las mafias había advertido desde su
campaña: que la derecha se prepara para gobernar al país por lo
menos durante los próximos 20 años, comprometiendo la
soberanía nacional. Pueblo y trabajadores debemos construir
organización social y política para superar las limitaciones de la
opción electoral.
El aún inconcluso proceso
electoral en México obliga a una recapitulación. En primer lugar,
recordar qué clase de proyecto de gobierno pretende imponer la derecha
amparada en el fraude perpetrado el pasado 2 de julio por el Tribunal Federal
Electoral. Otra cuestión es reconocer que hubo ciertos sectores
pequeño burgueses y hasta proletarios –sin conciencia de clase o
influidos por las infames campañas mediáticas–, que
sufragaron en favor del proyecto neoliberal, sustentado por el Partido de
Acción Nacional (PAN).
Vicente Fox (y el PAN) se hicieron del
poder, en el 2000, con el apoyo principalmente de las mafias internacionales.
Políticamente Fox y su partido siempre carecieron de propuesta propia de
gobierno, reducida a asumir el neoliberalismo y la simple crítica del
modelo de economía “mixta” (parte populista y parte de libre
mercado), que sostuvieron los sectores “moderados”, agrupados
históricamente en el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Fox
aprovechó para autoproclamarse como la alternativa más eficaz para
derrotar la corrupta hegemonía de más de 70 años del PRI,
bajo una ramplona bandera: el “cambio”.
Felipe
Calderón, como entonces Fox y el “voto útil”, se
benefició de campañas mediáticas basadas en el “voto
de miedo” (a perder el trabajo, la cuenta en el banco y hasta la casa).
Sin embargo, como Fox, Calderón tampoco tiene la menor intención
de cambiar esta vez el modelo económico vigente. Algo así como
“que todo cambie, para que todo siga igual”, o en
interpretación foxiana, “se puede cambiar de jinete, pero no de
caballo”.
La única diferencia entre ambos, tal vez, es que
Calderón –si termina imponiéndose– tiene la encomienda
de consolidar a su partido en el poder. En ese objetivo, es clave el sector
energético, donde se han tomado medidas “de última
hora”, que advierten cuál será la estrategia de las nuevas
hegemonías.
Uno de los objetivos fundamentales del modelo
neoliberal ha sido la apropiación privada de los sectores
estratégicos. En México, los recursos energéticos
permanecen protegidos para la Nación por la Constitución
Política, sin embargo importantes funciones, y aún sectores
enteros, han sido entregados al capital financiero mundial (no es raro que
éste, en reciprocidad, financie costosas campañas en favor de su
interés).
La presencia ilegal de capital privado en la estatal
petrolera, Pemex, es enorme, fundamentalmente en la exploración de
hidrocarburos. En cuanto al Gas Natural (GN) todo el proceso está en
manos del capital privado: explotación, importación,
almacenamiento y distribución. En general, se habla ya de que Pemex
extenderá el mecanismo de participación privada vía los
Contratos de Servicios Múltiples (CSM), actualmente solo para GN, para
incrementar la exploración y explotación de hidrocarburos
también. En electricidad, la tercera parte equivalente de la capacidad
total, ya es privada y se siguen otorgando más concesiones privadas
inconstitucionales.
Una rápida revisión de las medidas
recientes adoptadas por el foxismo en materia energética, en
preparación a la supuesta "transición de poderes", nos permiten
ejemplificar.
Petroquímica re-re-privatizada
Todos los permisos son inconstitucionales, de
ahí la “urgencia” del poder por aprobar una reformas que
"legalicen" la ilegal privatización. La resistencia, no obstante, ha sido
y seguirá siendo férrea. El foxismo se concentra de momento en
transformar a la Industria Petrolera en un conglomerado de empresas. Pemex
vendría a ser una más, que solo interesa por ser la responsable de
obtener la renta petrolera cuya apropiación permitiría consolidar
las nuevas hegemonías.
Aunque hemos dicho que todas las reformas
heredadas del priísmo fueron puntualmente cumplidas y profundizadas por
Vicente Fox en el sector energético hubo un aparente –y
obligado– "golpe de timón" en el caso de la petroquímica. La
supuesta reintegración a Pemex de diversos complejos, privatizados desde
1996, quedó evidenciado por el anunció de que la paraestatal
operará a partir de este año como un corporativo, cuyos consorcios
quedan en libertad de “asociarse" al capital privado, permitiendo a
éste la toma de las decisiones estratégicas (para lo cual Pemex
financiará ilegalmente a las empresas privadas sin ejercer ninguna clase
de control directivo).
Una de las primeras "sociedades" de Pemex
será con la transnacional gringa NOVA Chemicals, para la
producción de etileno. En esa misma sociedad se encuentra GRUPO IDESA y
Pemex participará financieramente ¿socio capitalista?, es decir, que
la paraestatal aportará a dicha empresa privada hasta un 20 o 25% del
costo total del proyecto (en palabras del director de Pemex Petroquímica,
Rafael Beverido Lomelín). Dicho mecanismo es por supuesto ilegal, y
representa un enorme riesgo, ante la ausencia de control social en los objetivos
y la rendición de cuentas de los recursos encomendados a una empresa
nacional.
El foxismo finge “enmendar” así la
fracasada desincorporación y venta de la petroquímica secundaria
(1992), fraguada por el priísmo a través de una tramposa
reducción de los productos reservados al control del Estado, y que
derivó en la venta de más de 60 plantas productoras, de diversos
compuestos, destinados esencialmente a satisfacer el mercado nacional.
A
la privatización de la petroquímica secundaria siguió el
desabasto interno, cuando los derivados del petróleo --cuya
producción abandonó Pemex-- fue también desmantelada por
los privados, quienes prefirieron reorientar su producción al mercado
internacional a cambio de importar insumos para el mercado nacional.
Evidentemente, la corporativización foxista de Pemex no
está orientada a remediar el abasto interno puesto que, las empresas
privadas, seguirán privilegiando sus propias prioridades al margen de las
necesidades del desarrollo nacional. Pemex, en cambio, sí estará
en peligro de incrementar más aún sus
pérdidas.
En materia eléctrica, más falso Autoabastecimiento
Según datos recientes de la Comisión Reguladora de
Energía (CRE), en el último año del gobierno foxista se han
entregado 47 concesiones de generación eléctrica: una en la
modalidad de Cogeneración (5.13 Mw), otra en la de importación (25
Mw) y el resto para Autoabastecimiento. Juntas totalizan 560.18 Mw de los
cuales, un solo permiso representa el 86% y fue otorgado el 26 de enero de 2006
a la empresa GDC Generadora, S. de R.L.
Dicho permiso, cuya entrada en
servicio está prevista para finales del 2010, es el número
E/486/AUT/2006 (480 Mw) y autoriza la instalación de una planta
generadora en el estado de Coahuila, a base de lecho fluidizado de
carbón., para dar "servicio" a diversas instalaciones del minero Grupo
Minero México (GM).
GDC tiene como "asociadas" a las subsidiarias
de la transnacional Southern Copper Corporation (SCC, que a su vez es socia del
GM ¿?): Industrial Minera México, S.A. de C.V., Mexicana de Cobre,
S.A. de C.V., Minerales Metálicos del Norte, S.A., SDG México
Apoyo Administrativo, S.A. de C.V., y la tristemente célebre Mexicana de
Cananea, S.A. de C.V. (propietaria de la trágica mina Pasta de
Conchos).
Como la suma de demandas máximas de cada una de las
asociadas es menor (en unos 10 Mw) a la capacidad total de la planta, dos
empresas más del propio GM, es decir, Minera Pilares, S.A. de C.V. y
Minerales y Minas Mexicanas, S.A. de C.V., quedan reservadas en los planes de
expansión de la concesión. Los principales "usuarios" de GDC
Generadora serán la Refinería Zinc, de Industrial Minera
México, S.A. de C.V. (con una demanda máxima de 129 Mw); la Mina
de Cananea, de Mexicana de Cananea, S.A. de C.V. (130 Mw) y la Fundición,
de Mexicana de Cobre, S.A. de C.V. (68 Mw)
El irregular proyecto de
Autoabastecimiento fue presentado por el comisionado de la CRE, Adrián
Rojí Uribe y fue autorizado por el pleno, una vez “resueltas”
las objeciones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en cuanto a
la incapacidad de conectar confiablemente dicha capacidad a la red de servicio
público (¿?). Según la resolución final, las obras de
interconexión (no tanto para beneficio del servicio público sino
para que CFE pueda suministrar respaldo a los “clientes” de GCD)
serán con cargo al permisionario pero no se especifican los proyectos
respectivos.
Por otro lado, cabe recordar que el criminal accidente en
la mina Pasta de Conchos, tendenciosamente atribuido a la "imposibilidad legal"
de aprovechar por parte de particulares el gas grisú para la
generación eléctrica, por ser una actividad reservada al estado,
“sirvió” para que el legislativo aprobara al vapor una ley
que autoriza a las mineras a generar con dicho gas. Esto es, aunado al permiso
concedido a GDC Generadora, GM podrá instalar ahora pequeñas
plantas a base de gas grisú, con lo que Grupo México
contaría con su propio sistema eléctrico para alimentar otras
instalaciones mineras en la República Mexicana. Total, la
secretaría de economía reparte espléndida los
títulos de concesión minera, mientras la CRE hace lo propio con
los permisos de generación.
El resto de los permisos para
Autoabastecimiento, concedidos en lo que va de 2006, se entregaron a
pequeños generadores de respaldo a base de Diesel. Un caso es el de la
cadena de cines Cinemex para diversos centros de exhibición en el DF y
estados circunvecinos.
Sector Eléctrico más dependiente del Gas Natural extranjero
Mientras la planta regasificadora y almacenadora de la
transnacional Shell, en Altamira Tamaulipas, se apresta a iniciar operaciones,
en medio de una nueva crisis de suministro del energético (esta vez por
el reavivamiento del conflicto en el medio Oriente), la CFE abrió una
licitación para construir otro proyecto similar (recepción,
almacenamiento y distribución del GN) en Manzanillo, Colima, en la costa
del Pacífico mexicano. Este gas sirve por el momento para el suministro
de las grandes plantas privadas (Productor Independiente) instaladas durante
este sexenio. La mayor parte del combustible se adquiere en el extranjero con
gran volatilidad en el precio.
Entre los postores del nuevo proyecto se
encuentran los de siempre: Transcanada, la propia Shell, Petrobras e Intergen,
así como diversas transnacionales, destacando por su número las
orientales Marubeni, Sumitomo, Mitsui, y Samsung. La atractiva oferta viene
acompañada de un contrato de suministro a 20 años para CFE. Las
transnacionales prevén abastecer desde México el mercado
norteamericano a menor costo, considerando que allá es muy difícil
obtener los permisos necesarios para ese tipo de instalaciones.
Otras
concesiones vigentes para instalar plantas procesamiento de GN son:
Energía Costa Azul LNG (Sempra Energy LNG Corp -BP) e Islas Coronado
(Chevron), ambas en Baja California. Por su parte, las transnacionales han
propuesto dos más: Lázaro Cárdenas LNG (Tractebel/Repsol)
en Michoacán, y Sonora Pacific Liquefied Natural Gas (DKRW) en Sonora. Se
trata de instalaciones estratégicas no solo para México sino para
el Sur de EU.
¿"Resurgimiento" Nuclear?
Al mismo tiempo, CFE abrió una licitación
para la rehabilitación-renovación de las dos unidades generadoras
de la planta nuclear Laguna Verde, ubicada en el estado de Veracruz. Ahí
"compiten" empresas como General Electric, Techint, ICA Fluor Daniel, Siemens y
Alstom. Sin embargo, el proyecto sirvió para "avivar" el falso debate
sobre el futuro de la energía nuclear en México, de tal suerte
que, la secretaría de energía creó un oscuro "Comité
para la toma de decisiones en materia de energía nuclear" presidido por
el propio subsecretario de energía José Acevedo Monroy.
Dicho comité "amenaza" con entregar un proyecto de
política en esta materia el próximo mes de octubre que,
según ellos, servirá de "plan de trabajo para la próxima
administración". Nada raro sería que este súbito
“resurgimiento nuclear”, termine aportando ideas para aumentar la
presencia del capital privado en este campo, vital para el país
sí, pero en donde por el momento no existen condiciones reales de
desarrollo. A cambio se compromete irresponsablemente la soberanía y
seguridad nacional.
Integración energética “de mercado”
El fallido plan de
integración energética con Centroamérica develó
recientemente sus verdaderas intenciones al convertirse en plan de
asimilación de los mercados centroamericanos.
En efecto, el
foxismo entró en "competencia" con el bloque sudamericano y, en
particular, con la propuesta de integración latinoamericana encabezada
por Venezuela, en la disputa del mercado centroamericano. Para ello propuso y
obtuvo autorización del Legislativo para respaldar el financiamiento
(privado) de una refinería "regional" en Centroamérica para la
cual ni siquiera existe ubicación.
Por otro lado, la red de
transmisión México-Guatemala se ha venido ampliando, en
complemento a la que se construyó entre México y Belice, para
aumentar el “comercio” de electricidad. Dicha red, más bien,
tiene por objeto vender en Centroamérica los excedentes de las plantas
que las transnacionales instalaron en el Golfo y sureste mexicano.
Por
otro lado, según la agencia Business News Americas Ltda., la
Secretaría de Energía de México (Sener) firmó un
nuevo acuerdo energético con EEUU y Canadá el pasado julio (2006).
Según el Ministerio de Recursos Naturales de Canadá y el
Departamento de Energía de EEUU, el compromiso mutuo sería
“mejorar la eficiencia energética, fortalecer la cooperación
en materia de investigación y desarrollar tecnologías
limpias”.
Privatización del viento y el agua
La transnacional española Gamesa
recibió la aprobación del gobierno español (de la
Secretaría General para la Prevención de la Contaminación y
del Cambio Climático) para la instalación del proyecto
eoloeléctrico Bji Nee Stipa, ubicado en Oaxaca, México. Esta
aberración (ofensiva a la soberanía de México) tiene su
origen en la disputa de las transnacionales por derechos de emisión de
gases de efecto invernadero, derivados del Protocolo de Kyoto, que permite
comerciar con los "bonos" incentivo que ofrece Naciones Unidas.
El
procedimiento solo requiere la obtención de un aval reconocido (en este
caso el gobierno español, ni siquiera el mexicano) para incluir los
proyectos candidatos en el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), cumpliendo con
las restricciones para la reducción de emisiones de CO2 y otros
contaminantes que las transnacionales no pueden satisfacer en sus países
de origen.
El MDL abarca proyectos no solo de energía sino
también de transporte (la ciudad de México, por ejemplo,
“compite” para integrar el metrobus), el manejo de residuos y en el
rubro forestal y agrícola.
La contradicción consiste en
que las únicas beneficiarias hasta ahora son las grandes transnacionales
de la energía que, en México por ejemplo, se han apropiado de
proyectos hidroeléctricos y eoloeléctricos que deberían ser
ejecutados por la CFE [ver energía 72, "Falso
“autoabastecimiento remoto”, 56 " Sumisa política
Eléctrica" y 66, "Por un futuro energético viable"].
Impacto laboral
Lo anterior impacta directamente el orden laboral del sector
energético puesto que, a mayor presencia de capital privado mayor
explotación, reduciendo la plantilla sindicalizada para trasladar
funciones a las empresas privadas, que las ejecutan con personal carente de
organización sindical. Los grandes sindicatos de la energía en
México, nacionales varios de ellos, aceptan pasivamente la
precarización de sus especialidades.
En Pemex, por ejemplo, los
corruptos charros del STPRM –que han solapando la privatización
furtiva de la empresa–, solo están interesados en apropiarse de los
contratos “de protección” (protección para los
patrones, ya que estos falsos contratos establecen condiciones laborales
distintas a las colectivas y dejan en la indefensión total a los
trabajadores) de los cientos de empresitas privadas que llenan los espacios
abandonados por la paraestatal.
La maniobra no es nueva, es la misma que
siguió el no menos corrupto charro electricista (del SUTERM), Leonardo
(a) "la güera" Rodríguez, quien hasta el último día de
su vida se encargó de reprimir a los trabajadores y proteger la
operación de los contratistas y generadores privados de la CFE, allanando
el camino de la privatización eléctrica.
El capital busca
así pulverizar la organización sindical para debilitar al
movimiento, porque para transformar el mundo del trabajo en su favor necesita
eliminar los contratos “de elite” (colectivos); la reducción
de salarios y condiciones de trabajo es su objetivo. En México
actualmente, la enorme mayoría de trabajadores no están
sindicalizados ni organizados en nada [ver energía 70,
“Sindicalismo mexicano DESTRUIDO].
México “Roto”
En México aumentan las posesiones
estratégicas extranjeras, sobre todo al Norte del país,
configurando el perverso mapa presentado por el Instituto "del Fraude" Electoral
con la idea de construir la percepción de un México dividido en
Norte y Sur. Efectivamente, ese es el sueño histórico de la
derecha; por ello aplaudieron hace cien años, en pleno porfiriato, cuando
un solo empresario gringo (William C. Green) justificó el envío de
"rangers" para reprimir sangrientamente el primer grito organizado en defensa de
los derechos sociales, dado por la clase trabajadora en Cananea Sonora.
México no está roto. Aún ahí, donde en
apariencia domina la derecha, la contradicción capital-trabajo es
más fuerte que nunca. Mientras en la capital del país la tasa de
sindicalización supera el 29%, en los estados del Norte promedia el 1%.
En México el pueblo obrero fue traicionado hace 100 años: al Sur
persisten la pobreza y el abandono, mientras al Norte aumenta la
explotación, razones por las que iniciamos el
levantamiento.
A parar el “Derechazo” a la Soberanía Nacional
Visto lo
anterior y por la magnitud de los intereses en juego, si el fallo de la
autoridad electoral favorece –como ha sucedido siempre– al candidato
de las mafias, el fraude no solamente será un golpe a la endeble
democracia burguesa, sino que debilitará aún más la
Soberanía Nacional.
Concretado el golpe de estado electoral, los
sectores populares inmersos en la vía “institucional”,
enfrentarían un escenario todavía más complejo, ya que el
foxismo continúa preparando las condiciones para imponer y convalidar el
proyecto de Nación del capital por la vía legislativa.
Lo
anterior es previsible puesto que, mientras los más aguardan
esperanzadamente el fallo, otros –unos cuantos– advertidos de
éste, conspiran con las distintas corrientes neoliberales insertas en
todos los partidos políticos mexicanos. El futuro de las llamadas
reformas estructurales depende de un Legislativo convenientemente dividido en
“tercios”, según el reciente proceso electoral.
Es
evidente que las nuevas hegemonías se fraguan en las alianzas facciosas
de la burocracia partidista con el capital; así ha sucedido en pasadas
legislaturas. El PRI mostró ya que caminará al lado del PAN y, por
parte del PRD, resultaron electos candidatos de negros antecedentes.
Contrarrestar efectivamente a la derecha requiere construir organización,
aglutinada en un Frente por la Soberanía, con una estructura nacional
efectiva, que impida la entrega sistemática del país al capital
internacional.
La organización social que se requiere debe ser
representativa, con estructura y con dinámica. El FTE propone construir
un Frente de Soberanía Nacional, por la defensa de los derechos sociales
del pueblo y de la Nación [ver energía 64, “Frente de
Soberanía Nacional.- Construir organización con política
clasista”].
Mitin de los
electricistas del SME en el Zócalo de Ciudad de México