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FRENTE DE TRABAJADORES DE LA ENERGIA, de MÉXICO
Organización obrera afiliada a la Federación Sindical Mundial
Declaración del FTE de México
Ciudad de México, julio 30 de 2006.
Movilización y organización social
Nuestro país está urgido de
democracia pero prevalece la antidemocracia. El sindicalismo mexicano es la
muestra más degradante. Son más de 50 años de charrismo
sindical, estrategia imperialista orientada a impedir el accionar de los
trabajadores. Pero no es éste el único caso. La antidemocracia es
manifiesta en todos los órdenes de la vida nacional. El presente fraude
electoral presidencial es la negación de la democracia al ofender la
voluntad libremente expresada de millones de
mexicanos.
Las elecciones no son el
único camino pero sí son una opción legítima
conquistada como resultado de innumerables luchas obreras, campesinas y
populares. Después de las huelgas de Cananea (1906) y Río Blanco
(1907), ha trascurrido un siglo de lucha de clases en México en continuo
batallar, muchas veces cruento. Pero, el pueblo no ha dejado de luchar, en
ningún momento, por su independencia y su
libertad.
No es ésta la primera vez
que ocurre el fraude electoral pero, ahora, se ha producido utilizando
métodos tradicionales y, también, sofisticados. La guerra sucia
durante la campaña electoral rebasó los límites de
civilidad política. El odio, la incitación a la violencia, el
insulto y la mentira, auspiciados por la ultraderecha política, apoyada
por los medios electrónicos de comunicación, corresponden a una
estrategia deliberadamente planeada por las mafias de dentro y fuera del
país. El Partido Acción Nacional (PAN), y detrás de
éste el grupo fascistoide El Yunke, recurrieron a mafias extranjeras al
servicio del imperialismo comandadas por José María Aznar,
expresidente español, y operadas por sus empleados Antonio Sola y Richard
Morris, contratados por el PAN. Son estos individuos, mercenarios de la derecha,
quienes utilizando los recursos ofrecidos por el gobierno federal, han estado
promoviendo la desinformación y la confrontación social creando
condiciones para la provocación y la
violencia.
La sucia intervención
extranjera es motivo suficiente para repudiar el fraude e impedir el ascenso de
un gobierno neoliberal a ultranza e, incluso,
fascistoide.
El conflicto post-electoral
rebasa la contienda coyuntural. Los mexicanos concientes debemos desplegar
nuestras iniciativas, creatividad y fuerzas para desarrollar una amplia
movilización sostenida independientemente de los dictámenes del
Instituto Federal Electoral (IFE) y del Tribunal Federal Electoral (Trife),
instituciones carentes de credibilidad y autoridad
moral.
La propuesta de la coalición
“Por el Bien de Todos” que ha postuló al Lic. Andrés
Manuel López Obrador como candidato presidencial ha propuesto el conteo
Voto por Voto y Casilla por Casilla. Existen muchos elementos que indican una
elección irregular y es preciso disipar las dudas. Sin embargo, no es
suficiente ese conteo; es pertinente que sea cambiado el programa de
cómputo utilizado por el IFE ya que tal código fue deliberadamente
alterado para producir un fraude electoral computacional. Si el Trife utiliza al
programa del IFE los resultados podrían preverse desde ahora para
“legitimar” un fraude anunciado y operado por las mafias. Para el
conteo del Trife debe haber un programa de cómputo
transparente.
Peor sería una eventual
Desmovilización como la declarada por diversas personalidades
políticas de la coalición. Con o sin conteo, la
movilización debe continuar y, desde ahora, convendría extenderla
a todo el territorio nacional. Pero no es suficiente una movilización
per se, se requiere que la movilización tenga como centro la
promoción de la construcción de organización social.
Los mexicanos necesitamos de instrumentos sólidos para la lucha social y
eso se expresa en la correspondiente organización unificada, de todos los
sectores y en todos los lugares. Esa organización sería el medio
para desarrollar un Programa antineoliberal e impulsar la resistencia
social incluyendo el ejercicio de gobierno y del poder
político.
El FTE de México
llama a los trabajadores mexicanos a sumarse organizadamente a la lucha social,
articulando simultáneamente la lucha contra el charrismo sindical y por
la reorganización democrática del movimiento obrero mexicano.
Proponemos la construcción de un Frente, antiimperialista, de
Soberanía Nacional, en todos los lugares de la Patria. Debemos hacer
todos los esfuerzos por impedir que el fraude electoral se consume pero, al
mismo tiempo, estimamos que es deber de todos extender el movimiento y
consolidarlo. La lucha electoral es importante pero hay tareas adicionales que
cumplir.
El momento nos muestra que
aún estamos lejos de la democracia y que el intervensionismo extranjero
de las mafias y corporaciones transnacionales, apoyadas en sectores
antimexicanos, pretenden seguir usurpando la voluntad del pueblo. La legalidad
constitucional está rota, en materia petrolera, eléctrica,
laboral, electoral. Corresponde a la Nación, y a todos sus integrantes,
re-establecer la legalidad constitucional, impidiendo el fraude y proyectando la
lucha hacia un plano superior.
¡Salud y Revolución Social!
Frente de
Trabajadores de la
Energía,
de
México