Más de 2 millones en la capital azteca
Movilización ciudadana en México
Con recursos propios el pueblo de México se moviliza contra el fraude electoral.
La 3ª. Asamblea informativa se declara permanente y se instalan 47 campamentos.
El TRIFE aún no da ninguna señal, el tiempo pasa y la incertidumbre aumenta.
La marcha más numerosa
Atendiendo solamente al aspecto numérico, la
marcha y mitin del 30 de julio representan la movilización de masas
mexicanas más importante de la historia reciente. Más de 2
millones de personas, provenientes de la capital e interior del país,
estuvimos presentes.
La marcha salió formalmente a las 11 hs. del
Museo de Antropología, pasando por la avenida Paseo de la Reforma, para
llegar al Centro Histórico de la Ciudad de México y culminar en el
Zócalo capitalino. Andrés Manuel López Obrador, candidato
presidencial de la Coalición “Por el Bien de Todos” lidereada
por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), encabezó
la manifestación.
Sin embargo, la marcha real se inició
muchos antes del anuncio oficial. Desde la noche anterior empezaron allegar
contingentes del interior del país. El domingo, desde muy temprano
empezó el largo y cuantioso desfile ciudadano. Pronto, el Zócalo y
Centro Histórico estaban repletos. La marcha no había iniciado y
ya no se podía ingresar.
A la marcha asistimos mexicanos de todas
las edades, grandes y chicos, hombres y mujeres, jóvenes y niños.
De varias partes del país, estuvieron algunos contingentes provenientes
de Estados cercanos a la capital e, incluso, algunos desde lugares distantes,
destacando los grupos de Zacatecas y de Baja California. Desde Ensenada, B.C.,
los compañeros iniciaron el viaje más de 48 horas antes. Otros
agrupamientos, de Guerrero, p.e., informaron que no habían podido llegar
por falta de recursos.
Haciendo enormes sacrificios, la gente pobre del
pueblo llegó muy temprano a la ciudad. Aquí se encontró con
otros sectores que incluyeron a intelectuales, políticos y artistas.
Todos asistieron a nivel individual en su carácter de ciudadanos. Durante
varias horas, cientos de miles estuvieron participando en la marcha. Cada vez se
veía más llenas las calles y, pronto, tuvimos que permanecer sin
movernos al no ser posible avanzar más. El Paseo de la Reforma se
convirtió en un enorme mitin y por pantallas gigantes pudo apreciarse lo
ocurrido en el Zócalo.
Los trabajadores también fuimos
partícipes de esta movilización. Desafortunadamente, estuvimos
reducidos agrupamientos. Esta es la mayor debilidad del movimiento. Esta vez
estuvieron algunos compañeros del sindicato de gastronómicos
pertenecientes a la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos
(CROC), y MUY pocos del sindicato del seguro social (SNTSS), algunos
electricistas (SME) a título personal, algunos trabajadores de la
Universidad Autónoma Metropolitana (SITUAM), una comisión de
Alianza Nacional de Tranviarios (ATM) y, compañeros del FTE de
México. Muchos otros trabajadores también asistieron pero, de
forma individual, sin formar parte de ningún agrupamiento.
Contenido centrado en el fraude
Los ciudadanos participantes expresaron su descontento en
varias formas. Se advirtió clara disposición a la lucha, con una
combatividad moderada. La manifestación era de fiesta, pacífica y
ordenada, muchos vistieron ropa de color amarillo. La principal demanda fue el
rechazo al fraude electoral.
El PRD elaboró muchas pancartas
calificando a “Fox, traidor a la democracia” y a Luis Carlos Ugalde
(consejero presidente del Instituto Federal Electoral, IFE) a quien “Se
busca, por delincuente electoral”. La ciudadanía, sin embargo,
elaboró sus propias consignas manuscritas. Casi todas las pancartas se
referían a rechazar el fraude y criticar a Fox. Pocas tuvieron un
contendido diferente, una criticaba a Fox y el intervensionismo de Bush y Aznar;
una pancarta del FTE propuso “Construir organización
social”.
La iniciativa de los ciudadanos fue desde hacer marchar un
corral de cerditos hasta cargar un féretro que simulaba la muerte de la
“niña” democracia con un fuerte reclamo a Cuauhtémoc
Cárdenas quien se ha mantenido completamente al margen de esta lucha.
Algunos llevaron a sus perros o mascotas vestidos de amarillo, otros se
vistieron de animales. Payasos, luchadores profesionales, trabajadores de la
cultura, estudiantes universitarios se mezclaron en la multitud. En algunos
puntos del recorrido se hicieron algunos mítines con tribuna abierta y
varios “sonideros” solidarios pusieron música
continua.
En la provincia también hubo movilizaciones. Tal es el
caso de Xalapa, Mérida y Tijuana.
Las propuestas de Obrador
En el mitin realizado en el Zócalo, López
Obrador se refirió a la democracia como asunto central de la agenda
política en nuestro país. En su discurso, AMLO recordó a
Francisco I. Madero cuando se inició la Revolución Mexicana
(1910). Madero fue quien enarboló la consigna “sufragio efectivo,
no reelección” y formó parte del ala moderada.
Ahora, de acuerdo al discurso de López “La democracia es la
única opción, la única esperanza para millones de pobres,
para la mayoría de la gente, de mejorar sus condiciones de vida y de
trabajo”. La expresión es insuficiente porque el concepto de
democracia queda reducido solamente al ámbito formal. Eso no es
suficiente para mejorar en la medida en que no se enarbola un programa coherente
de medidas transformadoras.
Advirtió que “Si se cierran los
cauces democráticos, sólo quedan el sometimiento o la violencia.
Por eso es que tenemos que defender la democracia y hacerla valer”. Dijo,
que a 28 días de la elección, tenía la certeza de haber
ganado la presidencia de la República. Mencionó que “la
prueba más contundente” (sic) es la negativa de Felipe
Calderón, candidato del PAN, a que se vuelvan a contar los votos.
Obrador centró su intervención en la propuesta de Voto por
Voto, Casilla por Casilla y expresó que, sí he llegado a
plantearle al candidato de la derecha que si él se pronuncia a favor del
recuento de los votos, yo voy a aceptar los resultados y voy a dejar de convocar
a movilizaciones ciudadanas.
Luego, López Obrador,
señaló que, “estamos en espera de que el tribunal electoral
tome la decisión de limpiar y transparentar la elección, ordenando
que se cuenten todos los votos” pero dijo que los magistrados del Tribunal
Federal Electoral (Trife) están siendo sometidos a fuertes presiones,
aunque se tienen confianza en ese Tribunal también mencionó que no
hay tradición de confiabilidad. Dijo, entonces, que “no nos vamos a
confiar y no nos vamos a quedar cruzados de brazos”. “Hoy les
propongo que esperemos el fallo del tribunal movilizados”, exclamó.
Inmediatamente, pasó a una sorpresiva propuesta: “les
propongo que nos quedemos aquí, en asamblea permanente, hasta que
resuelva el tribunal. Les propongo que aquí nos quedemos, que
permanezcamos aquí, día y noche, hasta que se cuenten los votos y
tengamos un presidente electo con la legalidad mínima que nos merecemos
los mexicanos”.
Explicó que, “Aquí, en el
Zócalo, se quedarán los que provienen de los 31 estados del
país, y a lo largo de Madero, Juárez y todo el Paseo de la Reforma
hasta la fuente de Petróleos, se establecerán los habitantes de
las 16 delegaciones del Distrito Federal”.
Obrador preguntó
a la concurrencia si estaban de acuerdo con la propuesta y la multitud
respondió con aplausos. “Les informo que yo también
viviré en este sitio mientras estemos en asamblea permanente”, dijo
para culminar el mitin donde, antes, había hablado la escritora Elena
Poniatowska.
47 campamentos en la ciudad de México
Los campamentos se instalaron de inmediato
cerrando el “corredor financiero” de la ciudad. Muchos ciudadanos
durmieron en los portales del Zócalo. En el curso de la noche y la
madrugada se instalaron campamentos sobre Paseo de la Reforma, ésta y
otras avenidas fueron cerradas a la circulación vehicular. En la zona de
los campamentos se ubican oficinas gubernamentales y empresariales, la Bolsa
Mexicana de Valores, multitud de bancos, hoteles y comercios.
8
kilómetros en una de las principales arterias de la ciudad fueron
bloqueados, la vialidad de la ciudad ha sido alterada. La población
capitalina acudió de inmediato a los campamentos, del interior del
país algunos se quedaron y, luego, otros se sumaron trasladándose
desde sus lugares de origen. La primera noche fue de alegría y verbena
popular, con música, cantos y actividades culturales. No obstante la
pertinaz lluvia, todos los presentes se mostraron solidarios y
unitarios.
De inmediato hubo protestas, la campaña en los medios
subió de tono, comerciantes y empresarios pidieron el uso de la fuerza
pública para desalojar a los manifestantes, el PAN ha insistió en
que se abran las calles a la libre circulación, las cúpulas
empresariales y clericales pusieron el grito en el cielo.
El diario
La Jornada calificó ala iniciativa como “error
político” y pidió “a la brevedad” que la
Coalición retirara (sic) el bloqueo. Monsiváis y otros
“intelectuales” se inconformaron públicamente mediante
inserción (pagada) en la prensa. Desde el principio, sin embargo, la
población presente en los campamentos se ha manifestado en forma
pacífica. Pero no se descartan eventuales provocaciones y acciones de la
fuerza pública federal amenazante. Eso podría exacerbar los
ánimos.
El gobierno del Distrito Federal y la policía
capitalina declararon que no harían uso de la represión. El
problema no es de seguridad pública sino de tránsito. Por lo
demás, no es la vialidad “lo que está en juego sino la
democracia en el país”, señalaron.
Los escenarios del Trife
El Trife ha dejado pasar ya 4 semanas posteriores al 2 de
julio. El PRD documentó el recurso de inconformidad y el IFE
presentó su informe que no parece ser propio sino de apoyo (sic) a Felipe
Calderón, candidato del PAN.
De acuerdo a sus facultades legales,
el Trife podría seguir alguno de los siguientes escenarios:
1- Resolver que las elecciones del 2 de julio no son motivo de
impugnación y, por tanto, validarlas declarando a Calderón como
presidente electo. Esta sería una decisión muy burda e inaceptable
para el pueblo movilizado. Se trataría de la imposición del fraude
y sería el inició de una crisis política seria.
2- Aceptar que se abran, algunos o todos, los paquetes electorales y se
proceda al conteo de los votos. En esta fase, se podrían corregir
algunos, o todos, los errores aritméticos. Después,
realizaría el cómputo total. Si se utiliza el código fuente
modificado por el IFE los resultados volverían a ser falsos y favorables
para Calderón con una mínima diferencia sobre Obrador. Eso
significaría que Calderón podría ser declarado presidente
electo “democráticamente”. Las consecuencias serían el
obligado reconocimiento por parte de Obrador y la desmovilización de la
ciudadanía. Eso sería muy grave pero, hasta el momento, ni
siquiera se ha planteado que debe usarse un código de cómputo
nuevo y transparente. Solamente así, Obrador podría ganar la
elección en el recuento del Trife. Si esto ocurriera, el PAN no
aceptaría los resultados y, en coordinación con las mafias y los
medios, se desataría la provocación contra el presidente
democrático.
3- Dictaminar que las irregularidades han sido varias dando motivo a la
anulación de las elecciones. En este caso, se procedería a la
designación de un presidente interino que, en un plazo máximo de
18 meses convocaría a nuevas elecciones. Correspondería al
Congreso, dominado por el PAN y el PRI, designar al presidente interino.
El Trife anunció que entraría a revisar el conteo voto por
voto. Sin embargo, NO existe NINGUNA garantía. El Trife bien
podría seguir el escenario 2, ordenando la apertura de paquetes y el
conteo de votos. Pero, también, podría utilizar el código
manipulado del IFE y volver de nuevo a la misma versión del fraude pero,
ahora, legalizado por el Trife y aceptado por López Obrador.
Habría una evidente contradicción.
Fuerza y debilidad de la multitud
La multitud es impresionante por su
número. En la marcha del 30 de julio, cientos de miles, más de 2
millones se congregaron como una enorme masa. El número es su fuerza y
debilidad. Muchos asistieron al llamado de López Obrador,
específicamente los militantes del PRD, las Redes Ciudadanas que coordina
Camacho Solís y población votante por la Coalición. Pero,
los asistentes fuimos más, muchos sin ser miembros del PRD ni de
ningún otro partido oficial e, incluso, mexicanos que no votaron ni por
López ni por nadie. Todo esto implica que la multitud no acude a una
convocatoria única.
¿Qué identifica a la multitud del
30? ¡El rechazo al fraude electoral! Sin que se exprese con claridad, hay
un rechazo a una eventual continuidad del foxismo, la aplicación de las
políticas del neoliberalismo son inaceptables. En sectores importantes
hay verdadera desesperación, el empobrecimiento ha aumentado
considerablemente. Con López Obrador se tiene una percepción de
poder “mejorar” aunque sea un poco.
Pero la multitud
fácilmente se torna masa informe, no se distinguen sus estamentos ni sus
fronteras, mucho menos sus propuestas. La masa se expresa desorganizadamente, la
participación es individual, existe temor e incluso rechazo a
identificarse como grupo. Así, por muy numerosa que sea, la multitud
podría terminar diluyéndose. No hay movimiento ni proceso social
que pueda sostenerse, idílicamente, por la simple masa. Se necesita de
una sólida organización social. Sin embargo, la
movilización ciudadana desdeña a la
organización.
Esto da margen a la manipulación basada en un
concepto simplista de democracia. La multitud, la masa informe impulsa al
caudillo y éste requiere que la masa sea informe. Esa democracia no se
basa en la discusión colectiva sino en el discurso unilateral, las
decisiones son formales tomadas por aclamación pero la masa no es
partícipe de la valoración de las propuestas. De esta manera, la
masa ejecuta los dictados no construye los acuerdos y, por tanto, no se educa
políticamente. Entretanto, las acciones de construcción de
organización social se posponen, ni siquiera se analizan. Todo queda en
el nivel inmediato y voluntarista.
Hacer de lado la construcción
de organización es algo serio porque, la multitud amorfa es vulnerable a
eventuales provocaciones y, sin una sólida organización, no se
tiene capacidad para enfrentar ningún golpe; la multitud tiene
importancia pero límites serios.
La ausencia obrera
La
mayor debilidad de la actual movilización es la ausencia obrera. Los
trabajadores mexicanos están participando de la movilización pero
en un nivel bajísimo y, literalmente, “escondidos”, a
título personal, incapaces de agruparse con nadie, ni siquiera sus
propios compañeros. Eso revela un bajo nivel político e
incomprensión del proceso.
Por supuesto, esta ausencia es el
resultado de décadas de sometimiento por el charrismo sindical, afiliado
a la CIOSL-ORIT. En más de 50 años, se creó una
contracultura basada en el egoísmo gremial y el atraso político.
Hay una enorme contradicción porque, en la medida en que la clase obrera
organizada no estamos presentes como debiéramos, se imponen otras
tendencias empíricas. Las consecuencias podrían ser graves porque
los trabajadores seremos quienes padeceremos, en primer lugar, las consecuencias
de la ofensiva neoliberal en marcha.
La movilización ciudadana
está realizando enormes esfuerzos pero podrían no ser suficientes
para revertir la imposición fraudulenta. La derecha mexicana es muy
agresiva e intolerante. Tenemos muchas tareas pendientes, una es la
resolución decidida de los trabajadores para sumarnos organizadamente a
la movilización del “pueblo” de México. (31 de julio
de 2006).
Las calles de la
capital con la presencia de más de 2 millones de mexicanos
El Zócalo
capitalino ordenado y lleno varias veces durante varias horas