Balance adverso para los trabajadores
Lecciones charras
Terminación de la relación individual y colectiva en Nacozari y Agua Prieta
Todos liquidados. Mineros entregan las instalaciones y retiran banderas de huelga.
En Cananea concluyó el paro, Sicartsa sigue pendiente en fuerte aislamiento.
Diputados concluyen que hubo desvío de fondos en el fideicomiso minero.
El gobierno solicita orden de aprehensión a Napoleón con fines de extradición.
Cierre y liquidación en Nacozari y Agua Prieta
En Nacozari, Sonora,
se instalaron solamente 2 casillas electorales el 2 de julio. Los mineros en
huelga habían anunciado un posible boicot a las elecciones. El gobierno
estatal desplazó, desde Hermosillo, Sonora, a 200 elementos de la
Policía Estatal Preventiva (PEP) en un hecho prepotente, excesivo e
innecesario.
El anunciado cierre de la mina La Caridad, de Nacozari, fue
pospuesto 15 días por el Grupo Minero México. Empresa y sindicato
declararon que mientras tanto reanudarían las negociaciones. Respecto a
los detenidos el gobierno estatal señaló que la
Procuraduría del Estado se desistiría de la acción penal
una vez que empresa y sindicato llegaran a un acuerdo.
El 13 de julio, la
Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) resolvió el
“cierre definitivo de las minas La Caridad de Nacozari de García y
la planta de cal de Agua Prieta” (García C., en La Jornada
14 jul 2006). En los expedientes IV-183/2006 y IV-184/2006- se hizo constar
“la terminación individual y colectiva de las relaciones laborales
con el SNTMMSRM, a partir de una "causa imputable a la empresa", misma que
produjo como consecuencia "necesaria, inmediata y directa" la terminación
de los trabajos, así como el contrato colectivo de
trabajo”.
La minera perteneciente al Grupo Minero México
había solicitado la terminación de las relaciones de trabajo desde
el 9 de junio anterior. Ahora, “El laudo emitido por la junta especial 10
de la JFCA obliga al Grupo México a pagar a los mil 400 trabajadores
sindicalizados y 350 de confianza, los tres meses de salarios por concepto de
indemnización, prima de antigüedad, prestaciones a que alude el
artículo 436 de la Ley Federal del Trabajo, y para su debida
cancelación deberá substanciar el incidente de liquidación
correspondiente”. En otras palabras, se trata del despido de TODOS los
trabajadores con una simple y raquítica liquidación conforme a la
ley. El salario promedio base es de 142 pesos diarios.
Al siguiente
día se reanudaron los operativos policíacos para cumplimentar las
restantes órdenes de aprehensión contra 21 mineros paristas. El
gobierno el Estado dijo, por su parte, que buscaría que empresa y
sindicato se reunieran a negociar. En la asamblea del 18 de julio, los mineros
de Nacozari acordaron entrar en negociación para levantar el paro.
También se acordó que “el tema del reconocimiento de
Gómez Urrutia fuera sacado de esa primera agenda de negociaciones, aunque
eso de ninguna manera significará que ya cedieron en la lucha” ni
tampoco significa que reconocerán a Elías Morales, el líder
"espurio" (Muñoz P., en La Jornada 19 jul
2006).
También se aceptó que, de haber acuerdo con la
empresa, no se interpondrían demandas para evitar la liquidación
de los 1,300 trabajadores mineros. Esto implica que aceptan la rescisión
del contrato individual y colectivo de todos los trabajadores.
El 22 de
julio, se anunció que los mineros se preparaban para desalojar las
instalaciones de las minas La Caridad de Nacozari y La Calera de Agua Prieta,
previa firma de un convenio que tendría lugar al día siguiente. El
Grupo Minero México inició la liquidación de los mineros de
base y de confianza, como parte de la disolución de los contratos
individuales y colectivos de trabajo. La empresa también anunció
la apertura de una oficina de reclutamiento para contratar trabajadores en la
futura reapertura de las minas.
Seguramente asesorados por Néstor
de Buen, el 24 de julio, el grupo de Napoleón declaró que
presentarían un amparo (sic) por la cancelación de un contrato
colectivo de trabajo en el yacimiento de Nacozari.
Pero el proceso de
liquidación de mineros continuaba en Nacozari. Los paristas anunciaron
que condicionarían la entrega pacífica de las instalaciones, a
cambio de la liberación de cuatro compañeros presos y del
desistimiento de 21 órdenes de aprehensión en contra de algunos de
ellos. El Grupo México retiró las demandas penales.
El 26
de julio, los mineros entregaron las instalaciones de las minas La Caridad y La
Calera y retiraron las banderas rojinegras. La empresa anunció que,
después de terminar la liquidación de todos los trabajadores
reiniciará la producción en un plazo aproximado de 1 mes.
Supuesto reconocimiento
Declaró Carlos Pavón, del grupo
afín a Napoleón, que “la Secretaría del Trabajo
legitimó, legalizó y reconoció las determinaciones
aprobadas por la XXXIV convención general ordinaria del sindicato minero
"al momento de solicitar a Napoleón Gómez Urrutia observaciones
relativas a dicha convención, las cuales fueron oportunamente contestadas
por el secretario general del gremio minero" (Muñoz P., en La Jornada 26
de jun 2006).
Por supuesto, se trata de apreciaciones falsas. Que la
secretaría haya solicitado subsanar las “observaciones” sobre
la elección de Napoleón NO significa NINGÚN reconocimiento.
Los charros mineros se engañan solos y engañan a los demás.
La solicitud de “observaciones” es solamente un papel sin valor
legal que forma parte de los trámites usuales para la gestión de
la Toma de Nota, pero ni es el reconocimiento legal ni otorga personalidad
jurídica. Las “observaciones” equivalen a un simple
intercambio de notas.
Con relación al informe presentado por la
Comisión Nacional de Derechos Humanos (CND) sobre la muerte de 65 mineros
en la mina Pasta de Conchos, el grupo afín a Napoleón pidió
sanciones a funcionarios de la secretaría del trabajo foxista y al Grupo
Minero México. La petición es correcta porque hay una evidente
responsabilidad empresarial por “homicidio industrial” en la cual
empresa y gobierno son corresponsables. Los seguidores de Napoleón
solamente omitieron que el sindicato también tiene responsabilidad al
haber sido cómplice de una situación irregular durante varias
décadas. La responsabilidad de violar las normas de seguridad ha sido
corroborada por diversos expertos en la materia.
Termina paro en Cananea
El 16 de julio, los mineros de la sección 265 de
Cananea, Sonora, levantaron el paro iniciado el 1 de junio anterior
(Muñoz P., en La Jornada 17 jul 2006). El acuerdo consistió
en la aceptación del 50% de los salarios caídos y el regreso
inmediato al trabajo. La empresa aceptó retirar todas las demandas
penales contra los trabajadores, se entregarán las cuotas sindicales a
los comités local y nacional del sindicato, se respetará el bono
de productividad y el pago de días festivos.
Los mineros se
manifestaron por “defender la autonomía sindical” y el apoyo
firme a Napoleón Gómez Urrutia al frente del sindicato.
72 aniversario del sindicato minero
El 11 de julio, día del minero, hubo 2 tipos de
“festejos”. Los seguidores del charro Napoleón se reunieron
en diversas secciones para analizar la situación. El
“jefe”envió un video-mensaje. En Charcas, San Luis
Potosí, el otro charro minero Elías Morales participó en un
acto en que apoyó a los empresarios del sector y criticó los paros
por “ilegales”.
El día del minero, para los
compañeros, es un día de fiesta, así fue durante casi 50
años de dictadura de Napoleón (padre) y luego del hijo quienes
organizaban “grandes comidas” con bebida a discreción en las
diversas secciones. Todos estaban bien contentos y agradecidos con Napo, al
punto “cuetes” muchos devenían el reconocimiento en
“adoración”. Empobrecidos en alto nivel, olvidados de todos,
sujetos a rudos trabajos e insultantes agravios, las “comidas”
organizadas por Napoleón daban motivo para estar
“agradecidos” con el charro. A éste, el apoyo le salía
realmente barato porque, los gastos SIEMPRE los pagan los trabajadores de sus
propias cuotas sindicales. Más aún, esos “gastos” le
sirven a los charros para inflar las cifras y justificar los robos.
Los
charros se acuerdan bien y mantienen la tradición ritual. Este 11 de
julio, los actos empezaron nada menos que con un minuto de silencio en honor a
Napoleón Gómez Sada (padre).
Sigue el paro en Sicartsa
Un día antes de las elecciones del 2 de julio, en
Lázaro Cárdenas-Las Truchas se produjo un enfrentamiento entre
trabajadores en paro. Como resultado, algunos adeptos a Elías Morales, el
otro charro oficialmente reconocido, fueron heridos por arma punzo cortante. Los
seguidores de Napoleón expresaron que el paro seguiría hasta que
éste charro sea reconocido.
El 24 de julio, los obreros de Mittal
Steel acordaron la revisión salarial, 6 por ciento directo al salario y 2
por ciento en prestaciones sociales con retroactividad al 1º de mayo
anterior. Con ello fue conjurada la huelga. El convenio fue signado por la
representación de la sección 271. Mittal Steel reconoce sin
problemas a Napoleón.
Persecución sobre Napoleón
El 26 de junio, Carlos Pavón del
grupo de Napoleón Gómez Urrutia declaró que “el
origen y destino de los fondos del fideicomiso” del sindicato minero
están “localizados” y garantizados bajo el régimen de
aseguramiento administrativo legal a disposición de las autoridades por
lo que, las demandas por lavado de dinero, son insostenibles.
El 28 de
junio, la Procuraduría General de la República (PGR)
anunció que había detectado un desvío de 20 de los 55
millones de dólares que integran el fideicomiso no aclarado y que
buscaría obtener una orden de captura contra Napoleón
después de las elecciones del 2 de julio. El desvío de fondos
habría ocurrido mediante transferencias familiares a bancos de
España, Estados Unidos, Suiza y Suecia.
El 14 de julio, el
secretario del trabajo foxista aseguró que “parte del fideicomiso
minero “fue colocado en paraísos fiscales de Islas Caimán e
Islas Jeffrey” y señaló que “Gómez Urrutia tuvo
un manejo poco claro de los recursos del fidecomiso que se constituyó
como producto de la penal desincorporación de las empresas mineras". El
mismo día, el juez trigésimo segundo de lo penal del fuero
común del Distrito Federal dictó una nueva orden de
aprehensión contra Napoleón (Muñoz P., Méndez A., en
La Jornada 14 jul 2006), con base en una denuncia presentada por mineros
de Nuevo León quienes reclaman parte del fideicomiso causante de
conflictos y disputas.
Trascendió que Gómez Urrutia
supuestamente vive en el número 1288 de West Georgia Street, en
Vancouver, y habría ingresado a Canadá el 6 de febrero pasado, sin
embargo, su grupo dijo que eso era mentira.
"No hubo transparencia ni
claridad en el manejo" de los 55 millones de dólares del fideicomiso
minero F/9645-2. Así lo dictaminó la comisión especial de
la Cámara de Diputados que investigó el caso. “Sólo
se documentó la entrega de 9 millones de dólares a tres mil 418
trabajadores de un total de 9 mil 480 que debieron recibir los recursos”,
informaron (Velasco E., en La Jornada 28 julio 2006). También,
“se desconoce el destino de los intereses generados por ese fideicomiso
por un monto de 4.6 millones de dólares”.
De inmediato, la
PGR entregó a la secretaría de relaciones exteriores (SRE) una
solicitud para tramitar la extradición internacional de Napoleón.
Después, la SRE giró instrucciones a la embajada de México
en Canadá para solicitar la detención provisional, con fines de
extradición, de Napoleón Gómez Urrutia.
Charros reprobados
La política se comprueba en los hechos y éstos muestran resultados
desfavorables para los mineros y metalúrgicos mexicanos. En el reciente
conflicto, los perdedores son los obreros. Una huelga, como la estallada en las
minas de Nacozari y Agua Prieta, que concluyen con la terminación de las
relaciones individuales y colectivas de trabajo, es decir, la liquidación
de TODOS los trabajadores son, ni más ni menos, que una
derrota.
La derrota también es para los charros sindicales pero,
éstos, son corresponsables de la misma. Legalmente se han conducido
pésimamente, dejaron en manos de la JFCA la iniciativa y manejo de un
supuesto juicio colectivo de naturaleza económica que los abogados
de los charros no supieron enfrentar. De hecho, ni siquiera hay causal para dar
por terminadas las relaciones de trabajo. No hay situación de quiebra
empresarial, y es evidente que la materia de trabajo subsiste, tan es así
que pronto el Grupo México reanudará la producción,
obviamente en otras condiciones laborales.
Por el momento, los
trabajadores recibirán alguna cantidad de dinero pero completamente
insuficiente. Los términos de la liquidación son muy pobres, con
base en la ley ni siquiera en el contrato.
La insistencia en el
reconocimiento de Napoleón, sin que siquiera haya podido acreditar su
propia elección, está concluyendo en la afectación de los
derechos obreros. Sostener a un cacicazgo de casi 50 años ha resultado
muy costoso para los mineros. Los charros se han aprovechado de la nobleza,
inexperiencia, incapacidad e ignorancia de los trabajadores para infligirles una
nueva derrota.
Lo que ahora ocurre en el sindicato minero
metalúrgico es el resultado de décadas de charrismo sindical. Los
Napoleones han sido los autores de esa autodestrucción del sindicato
pues, mediante métodos represivos cruentos e incruentos, sometieron a los
mineros en todas las secciones impidiendo cualquier desarrollo
democrático. Fueron ellos quienes decidieron el despido de miles de
trabajadores en Nacozari, Monclova y Las Truchas, entre los lugares más
significativos para impedir la democratización del sindicato. La
estrategia basada en defender a Napoleón es, a todas luces,
incorrecta.
Sindicatos: organismos de interés social
De ninguna manera permitirán
“la intromisión de gente ajena a la organización en los
asuntos internos y en la sede sindical”, dijeron los mineros de Cananea al
levantar el paro. Ese arraigado concepto de considerar a los sindicatos como
cotos privados no es solamente egoísta sino políticamente
erróneo. Ese es el equivocado concepto de “autonomía
sindical” que los charros defienden para proteger sus intereses mezquinos
y realizar sus crímenes entre 4 paredes.
Pero se trata de
conceptos insostenibles. Los sindicatos SON organismos de interés social,
no son sociedades secretas ni menos de propiedad privada. Los sindicatos no
surgieron históricamente para defender intereses particulares o de grupo
sino de clase. Un sindicalismo enclaustrado no es sindicalismo porque los
intereses clasistas de los mineros no son únicamente suyos sino del
conjunto de los trabajadores.
Los charros sindicales NO tienen argumentos
convincentes para mantener separados a los trabajadores. Se trata de una
deliberada estrategia para imponer el control burocrático. Si los
trabajadores aceptan esos “criterios” los resultados son
previsibles: la derrota. No es necesario teorizar mucho ni hacer extensos
análisis políticos, los hechos dicen más que mil palabras.
Hasta ahora, la “defensa” a ultranza de Napoleón ha
llevado a derrota tras derrota. Los mineros han puesto la sangre, han perdido el
trabajo, han sido divididos con violencia y no tienen futuro en manos del
charrismo. ¡Compañeros!, el camino de los trabajadores mexicanos NO
es el charrismo.
Entrada de la policía
federal y estatal en la Siderúrgica Lázaro Cárdenas-Las
Truchas (Sicartsa) para romper la huelga. Violento enfrentamiento con saldo
sangriento.