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Volumen 6, Número 77, julio 27 de 2006

El fascismo se apoya en el charrismo

Calderón y el charrismo sindical

Los charros sindicales más desprestigiados “reconocen” anticipadamente a Calderón.
El PAN y su candidato anuncian que gobernarían con las mafias del corporativismo.
La alianza con el charrismo implicaría más neoliberalismo y agresiones antiobreras.

El Congreso del Trabajo ilegal y sumiso

En rápida maniobra, las mafias que manejan a Felipe Calderón, candidatos del PAN, recurrieron a los viejos estilos de la “cargada” política. Inmediatamente al 6 de julio, cuando apenas se habían dado los resultados preliminares de la votación y antes de que la elección fuera validada por el Tribunal Federal Electoral, Víctor Flores en su carácter de presidente del Congreso del Trabajo (CT) hizo publicar en la prensa nacional inserciones pagadas en las que da como “ganador” a Felipe Calderón como el “presidente electo”.

Días después, en pleno conflicto post-electoral, Calderón se reunió con el CT para ser “reconocido” (sic) como ganador de la contienda. La cúpula del charrismo sindical mexicano, afiliados a la CIOSL-ORIT, se precipitaron pero es evidente que actuaron conforme a las instrucciones de las mafias de la CIA comandadas por Aznar, Sola, Morris.

En la reunión, Felipe Calderón, candidato del PAN, descalificó a los “violentos” y Víctor Flores, charro (y además espurio lo cual es grotesco) del Congreso del Trabajo, dijo "estamos con usted, licenciado, nuestro futuro presidente". A continuación, condenó "la incitación a la violencia, la provocación, la anarquía".

“Calderón correspondió a los halagos con un reiterado "don Víctor" y las promesas de ser amigo de un Congreso del Trabajo "fuerte" y de que respetará la autonomía y la libertad sindical” (Herrera C., en La Jornada 19 jul 2006).

La reunión con la cúpula del charrismo tuvo lugar en la sede del CT, sin embargo, faltaron charros importantes. Tal es el caso de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y del sindicato petrolero (STPRM). Eso sí, estuvo en el presídium aunque “arrodillado”, Elías Morales charro del sindicato minero.

Nuevos y viejos charros

Por la mañana, Calderón se había reunido con la Alianza Sindical Mexicana (ASM), una central charra, recientemente surgida y rápidamente reconocida por el gobierno, como una escisión de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC). "No al caos, sí a la vida institucional" y "Repudio a toda forma de anarquía", fueron algunas de las consignas. Al evento también asistieron agrupaciones charras, patronales e, incluso, fantasmas. Fue el caso de la Confederación Mexicana Sindical y la Confederación Auténtica de Trabajadores, así como a sindicatos de empresas del Grupo Monterrey, como la Confederación de Trabajadores de Sindicatos Independientes y la Confederación Nacional de Agrupaciones Sindicales Mexicanas.
Luego, Calderón también se reunió con la cúpula charra del Sindicato Unico de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM), afiliado a la CTM y al PRI. "En esta casa siempre será siempre bien recibido", dijo Víctor Fuentes del Villar, nuevo charro del SUTERM, a quien Calderón confundió (sic) con Víctor Flores. La reunión fue a puerta cerrada con 15 charritos del comité nacional.

UNT vacilante

El 9 de julio, la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), organización charra también afiliada a la CIOSL-ORIT, criticó el hecho señalando que no todos los integrantes del CT comparten la opinión de Flores.

Isaías González, líder charro de la CROC declaró que su central no participaría del “besamanos” anticipado al candidato presidencial del PAN, que Víctor Flores “no representa nada” y que la reunión carece de validez porque no tuvo representatividad y que "asistieron los representantes de sindicatos patito que ellos han inventado y nada más".

Antes de las elecciones, los líderes charros de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), organización afiliada a la CIOSL-ORIT, se vieron muy activos, todos tratando de lograr posiciones políticas mediante senadurías y diputaciones “por el partido que sea”. Hernández Juárez, charro de los telefonistas, fue promotor del llamado Pacto de Chapultepec, auspiciado por los grandes empresarios encabezados por su “jefe” Carlos Slim, ilegalmente dueño de Teléfonos de México (Telmex).

Después, Agustín Rodríguez (STUNAM) y Hernández Juárez (STRM) se deslindaron del conflicto post-electoral, negándose a participar. El 16 de julio, el mismo Roberto Vega Galina, charro del sindicato del seguro social (SNTSS) criticó a la UNT por “zafarse” y “echarse atrás”, “nos estamos viendo muy mal” agregó.

El 20 de julio, los líderes charros colegiados de la UNT anunciaron que respaldarían el conteo voto por voto. Algunas organizaciones, como la Alianza de Tranviarios, se han mostrado muy activas.

Charrismo foxista

El 25 de julio, Calderón se reunió con la cúpula charra del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Elba Esther Gordillo, cacique del sindicato le llamo “presidente electo” (Herrera C., en La Jornada 26 jul 2006) a Calderón en abierta violación a la ley pues el Tribunal Federal Electoral (Trife) no ha validado la elección presidencial y, por tanto, no hay todavía ningún presidente electo. No nada más, abjurando de la historia educativa de México, esbozó un “plan educativo” para el gobierno del PAN.

Antes de la elección, Fox le había entregado a Gordillo 900 millones de pesos para “estimular al magisterio” (Galván E., en La Jornada 27 jul 2006). Es probable que una parte fue destinada a la campaña de Calderón. Pero, Gordillo, recientemente expulsada del PRI cumplió el papel asignado por el foxismo. Desde el inicio del sexenio foxista, el trabajo de Gordillo fue erosionar a su propio partido mediante múltiples escándalos.

El objetivo de Gordillo es seguir recibiendo la protección del Estado y gobierno para reforzar el control en el sindicato de maestros. En esa organización existe un importante movimiento interno por la democracia sindical, si bien, las cúpulas charras mantienen férreo control mayoritario.

Por lo pronto, Gordilla fue ilegal e ilegítimamente beneficiada al haberle sido otorgado por el IFE un falso porcentaje del 5% en la votación lo que le permitirá otorgar diputaciones y senadurías a sus incondicionales. Uno de los senadores del PAN-AL será Rafael Ochoa, secretario general del SNTE impuesto por Gordillo,

Reacomodo oportunista

Algunos analistas han señalado que está produciéndose una rápido reacomodo en el llamado sindicalismo mexicano. Sí hay un reacomodo pero NO es nuevo ni menos atractivo para los trabajadores mexicanos, al contrario, es pernicioso. Las “precipitaciones” deshigiénicas de los charros del CT, SUTERM y del SNTE corresponden a las viejas prácticas, son la expresión del corporativismo. Antes, la sumisión era ante los candidatos, y presidentes en turno, del PRI; ahora, es ante el PAN. Si mañana, el gobierno lo encabeza el PRD, los charros sindicales harían algo similar.

Las acciones del charrismo corresponden a la política practicada por un sindicalismo desclasado, colaboracionista, integrado al Estado y gobierno en turno. Ese tipo de “sindicalismo” niega los principios de independencia de clase y, por lo tanto, se somete dócilmente. Se trata, además, de un sindicalismo corrupto y criminal que nunca toma en cuenta la legalidad de ningún tipo y jamás se ha interesado por hacer valer los derechos obreros sino intereses particulares. Este modelo de “sindicalismo” lleva más de 50 años de practicarse en México, se trata de una estrategia deliberadamente impuesta por la CIOSL-ORIT que ha llevado a que el sindicalismo mexicano, visto en su conjunto, presente una imagen deplorable.

Las maniobras de Calderón y su equipo se orientan no solamente a tratar de afirmarse compulsivamente aún cuando del proceso electoral no ha terminado, sino que, tienen el objetivo de renovar las alianzas con los sectores más mafiosos e inescrupulosos para favorecer un programa de gobierno que significaría una nueva versión de neoliberalismo a ultranza.

Los charros sindicales siempre han sido el pilar para la imposición de políticas gubernamentales antiobreras y antinacionales. Hoy se reacomodan para salvaguardar intereses ilegítimos y continuar destruyendo a México. ¡Abajo el charrismo sindical!




El centro histórico de la ciudad de México y calles aledañas cubiertas por la presencia de cientos de miles de mexicanos en protesta por el fraude electoral. La participación de los trabajadores ha sido al nivel individual. Es importante que los trabajadores participemos de la lucha social debidamente organizados.

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