El fascismo se apoya en el charrismo
Calderón y el charrismo sindical
Los charros sindicales más desprestigiados “reconocen” anticipadamente a Calderón.
El PAN y su candidato anuncian que gobernarían con las mafias del corporativismo.
La alianza con el charrismo implicaría más neoliberalismo y agresiones antiobreras.
El Congreso del Trabajo ilegal y sumiso
En rápida maniobra, las mafias que
manejan a Felipe Calderón, candidatos del PAN, recurrieron a los viejos
estilos de la “cargada” política. Inmediatamente al 6 de
julio, cuando apenas se habían dado los resultados preliminares de la
votación y antes de que la elección fuera validada por el Tribunal
Federal Electoral, Víctor Flores en su carácter de presidente del
Congreso del Trabajo (CT) hizo publicar en la prensa nacional inserciones
pagadas en las que da como “ganador” a Felipe Calderón como
el “presidente electo”.
Días después, en pleno
conflicto post-electoral, Calderón se reunió con el CT para ser
“reconocido” (sic) como ganador de la contienda. La cúpula
del charrismo sindical mexicano, afiliados a la CIOSL-ORIT, se precipitaron pero
es evidente que actuaron conforme a las instrucciones de las mafias de la CIA
comandadas por Aznar, Sola, Morris.
En la reunión, Felipe
Calderón, candidato del PAN, descalificó a los
“violentos” y Víctor Flores, charro (y además
espurio lo cual es grotesco) del Congreso del Trabajo, dijo "estamos con
usted, licenciado, nuestro futuro presidente". A continuación,
condenó "la incitación a la violencia, la provocación, la
anarquía".
“Calderón correspondió a los
halagos con un reiterado "don Víctor" y las promesas de ser amigo de un
Congreso del Trabajo "fuerte" y de que respetará la autonomía y la
libertad sindical” (Herrera C., en La Jornada 19 jul
2006).
La reunión con la cúpula del charrismo tuvo lugar en
la sede del CT, sin embargo, faltaron charros importantes. Tal es el caso de la
Confederación de Trabajadores de México (CTM) y del sindicato
petrolero (STPRM). Eso sí, estuvo en el presídium aunque
“arrodillado”, Elías Morales charro del sindicato minero.
Nuevos y viejos charros
Por la mañana, Calderón se había
reunido con la Alianza Sindical Mexicana (ASM), una central charra,
recientemente surgida y rápidamente reconocida por el gobierno, como una
escisión de la Confederación Revolucionaria de Obreros y
Campesinos (CROC). "No al caos, sí a la vida institucional" y "Repudio a
toda forma de anarquía", fueron algunas de las consignas. Al evento
también asistieron agrupaciones charras, patronales e, incluso,
fantasmas. Fue el caso de la Confederación Mexicana Sindical y la
Confederación Auténtica de Trabajadores, así como a
sindicatos de empresas del Grupo Monterrey, como la Confederación de
Trabajadores de Sindicatos Independientes y la Confederación Nacional de
Agrupaciones Sindicales Mexicanas.
Luego, Calderón también se reunió con la cúpula
charra del Sindicato Unico de Trabajadores Electricistas de la República
Mexicana (SUTERM), afiliado a la CTM y al PRI. "En esta casa siempre será
siempre bien recibido", dijo Víctor Fuentes del Villar, nuevo charro del
SUTERM, a quien Calderón confundió (sic) con Víctor Flores.
La reunión fue a puerta cerrada con 15 charritos del comité
nacional.
UNT vacilante
El 9 de julio, la Confederación Revolucionaria de Obreros y
Campesinos (CROC), organización charra también afiliada a la
CIOSL-ORIT, criticó el hecho señalando que no todos los
integrantes del CT comparten la opinión de Flores.
Isaías
González, líder charro de la CROC declaró que su central no
participaría del “besamanos” anticipado al candidato
presidencial del PAN, que Víctor Flores “no representa nada”
y que la reunión carece de validez porque no tuvo representatividad y que
"asistieron los representantes de sindicatos patito que ellos han
inventado y nada más".
Antes de las elecciones, los líderes
charros de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), organización
afiliada a la CIOSL-ORIT, se vieron muy activos, todos tratando de lograr
posiciones políticas mediante senadurías y diputaciones “por
el partido que sea”. Hernández Juárez, charro de los
telefonistas, fue promotor del llamado Pacto de Chapultepec, auspiciado por los
grandes empresarios encabezados por su “jefe” Carlos Slim,
ilegalmente dueño de Teléfonos de México
(Telmex).
Después, Agustín Rodríguez (STUNAM) y
Hernández Juárez (STRM) se deslindaron del conflicto
post-electoral, negándose a participar. El 16 de julio, el mismo Roberto
Vega Galina, charro del sindicato del seguro social (SNTSS) criticó a la
UNT por “zafarse” y “echarse atrás”, “nos
estamos viendo muy mal” agregó.
El 20 de julio, los
líderes charros colegiados de la UNT anunciaron que respaldarían
el conteo voto por voto. Algunas organizaciones, como la Alianza de Tranviarios,
se han mostrado muy activas.
Charrismo foxista
El 25 de julio, Calderón se reunió con la
cúpula charra del Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Educación (SNTE). Elba Esther Gordillo, cacique del sindicato le llamo
“presidente electo” (Herrera C., en La Jornada 26 jul 2006) a
Calderón en abierta violación a la ley pues el Tribunal Federal
Electoral (Trife) no ha validado la elección presidencial y, por tanto,
no hay todavía ningún presidente electo. No nada más,
abjurando de la historia educativa de México, esbozó un
“plan educativo” para el gobierno del PAN.
Antes de la
elección, Fox le había entregado a Gordillo 900 millones de pesos
para “estimular al magisterio” (Galván E., en La
Jornada 27 jul 2006). Es probable que una parte fue destinada a la
campaña de Calderón. Pero, Gordillo, recientemente expulsada del
PRI cumplió el papel asignado por el foxismo. Desde el inicio del sexenio
foxista, el trabajo de Gordillo fue erosionar a su propio partido mediante
múltiples escándalos.
El objetivo de Gordillo es seguir
recibiendo la protección del Estado y gobierno para reforzar el control
en el sindicato de maestros. En esa organización existe un importante
movimiento interno por la democracia sindical, si bien, las cúpulas
charras mantienen férreo control mayoritario.
Por lo pronto,
Gordilla fue ilegal e ilegítimamente beneficiada al haberle sido otorgado
por el IFE un falso porcentaje del 5% en la votación lo que le
permitirá otorgar diputaciones y senadurías a sus incondicionales.
Uno de los senadores del PAN-AL será Rafael Ochoa, secretario general del
SNTE impuesto por Gordillo,
Reacomodo oportunista
Algunos analistas han señalado que está
produciéndose una rápido reacomodo en el llamado sindicalismo
mexicano. Sí hay un reacomodo pero NO es nuevo ni menos atractivo para
los trabajadores mexicanos, al contrario, es pernicioso. Las
“precipitaciones” deshigiénicas de los charros del CT, SUTERM
y del SNTE corresponden a las viejas prácticas, son la expresión
del corporativismo. Antes, la sumisión era ante los candidatos, y
presidentes en turno, del PRI; ahora, es ante el PAN. Si mañana, el
gobierno lo encabeza el PRD, los charros sindicales harían algo
similar.
Las acciones del charrismo corresponden a la política
practicada por un sindicalismo desclasado, colaboracionista, integrado al Estado
y gobierno en turno. Ese tipo de “sindicalismo” niega los principios
de independencia de clase y, por lo tanto, se somete dócilmente. Se
trata, además, de un sindicalismo corrupto y criminal que nunca toma en
cuenta la legalidad de ningún tipo y jamás se ha interesado por
hacer valer los derechos obreros sino intereses particulares. Este modelo de
“sindicalismo” lleva más de 50 años de practicarse en
México, se trata de una estrategia deliberadamente impuesta por la
CIOSL-ORIT que ha llevado a que el sindicalismo mexicano, visto en su conjunto,
presente una imagen deplorable.
Las maniobras de Calderón y su
equipo se orientan no solamente a tratar de afirmarse compulsivamente aún
cuando del proceso electoral no ha terminado, sino que, tienen el objetivo de
renovar las alianzas con los sectores más mafiosos e inescrupulosos para
favorecer un programa de gobierno que significaría una nueva
versión de neoliberalismo a ultranza.
Los charros sindicales
siempre han sido el pilar para la imposición de políticas
gubernamentales antiobreras y antinacionales. Hoy se reacomodan para
salvaguardar intereses ilegítimos y continuar destruyendo a
México. ¡Abajo el charrismo sindical!
El centro histórico
de la ciudad de México y calles aledañas cubiertas por la
presencia de cientos de miles de mexicanos en protesta por el fraude electoral.
La participación de los trabajadores ha sido al nivel individual. Es
importante que los trabajadores participemos de la lucha social debidamente
organizados.