Grandes movilizaciones ciudadanas
Conflicto post-electoral en México
Sucio proceso electoral, resultados inadmisibles.
El IFE perdió credibilidad adoptando un manejo faccioso.
Tensión e incertidumbre, movilización en las calles, violencia en los medios.
Se preparan escenarios de salida, el fraude tiende a imponerse.
Crisis política, tensión y enojo
El 2 de julio en
México no hubo verdaderas elecciones sino una simulación y en
engaño previamente diseñados por los sectores de la ultraderecha
política, dentro y fuera del país.
En México, el
presente proceso electoral tiene como antecedentes a la llamada Reforma
Política, impulsada por el propio partido político gobernante, el
Partido Revolucionario Institucional (PRI), en 1978. La reforma fue encabezada
por Jesús Reyes Heroles, secretario de gobernación en turno e
ideólogo del PRI. Sin embargo, esa reforma fue posible luego de sucesivas
y múltiples luchas del pueblo mexicano, algunas de ellas
sangrientas.
En 1988, se produjo un sonado fraude electoral que puso en
la presidencia de la República a Carlos Salinas de Gortari, individuo
ligado a los organismos financieros del imperialismo, quien llevó a cabo
un gobierno basado en la privatización masiva de empresas públicas
hasta prácticamente terminar con el sector estatal de la economía.
En aquella ocasión, el fraude quedó configurado al “caerse
el sistema” de cómputo. No obstante las impugnaciones, el Partido
de Acción Nacional (PAN), a través del entonces diputado Diego
Fernández de Cevallos concluyó el proceso mediante la
“quema” de las boletas electorales impidiendo que pudieran
contarse.
Esta vez, en 2006, se ha vuelto a producir el fraude pero ahora
organizado por el PAN cuyo gobierno de derecha ha sido plenamente proclive y
sumiso al gobierno norteamericano de G. W. Bush, surgido asimismo de un fraude
electoral.
Al empezar la campaña presidencial en enero de 2006, se
hizo manifiesta la intervención extranjera a través de la
presencia de José María Aznar, expresidente de España,
invitado por el PAN (ver energía71). Al iniciar formalmente la
campaña, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), candidato de
la Partido de la Revolución Democrática (PRD), había
realizado una precampaña durante 2005 que incluyó la lucha contra
el desafuero como jefe del Gobierno del Distrito Federal que pretendía
impedirle participar en la contienda electoral. En esa ocasión, una
multitud el pueblo de México participamos en una magna marcha silenciosa
en abril de 2005 y como resultado fracasó el ilegal intento de Fox.
Al haber sido postulado por su partido (PRD), AMLO empezó a
recorrer el país y su popularidad se vio reflejada en los diversos
lugares. Las encuestas del momento le daban amplia ventaja, más de 10
puntos. Durante los primeros meses de la campaña, la ventaja se
mantenía. Sin embargo, un día, de la noche a la mañana se
anunció por nuevas encuestas que Felipe Calderón (FC) había
alcanzado a Obrador y, luego, que lo había rebasado. Era el inicio del
fraude anunciado. Esa “tendencia” se mantuvo hasta el final
configurándose un “empate técnico” que, dijimos, era
el mejor escenario para el fraude (ver energía75).
La noche
del 2 de julio, el Instituto Federal Electoral (IFE), institución
encargada de organizar los procesos electorales en México desde hace 16
años, se abstuvo de dar a conocer los resultados del llamado Conteo
Rápido con el argumento de que los datos indicaban una contienda muy
cerrada con una diferencia menor al 3%. Se continúo, entonces, con el
llamado Programa de Resultados Preliminares (PREP) que se dieron a conocer a
través de los medios. Los resultados del PREP indicaban que
Calderón había obtenido más votos (menos del 1%) que
Obrador. Sin haber concluido el proceso, pues corresponde al Tribunal Federal
Electoral (Trife) validar la elección y declarar al presidente electo, el
propio director del IFE procedió a hacer la declaratoria de ganador a
favor de Calderón.
De inmediato se observaron irregularidades
numéricas, estaba en marcha un fraude electoral computacional (ver
energía76 y suplemento). En los siguientes días, el IFE
procedió a realizar un conteo de actas en los 300 distritos electorales.
Al término, las irregularidades persistían. Al realizarse
análisis más detallados se encontró que las irregularidades
alcanzaban a miles de casillas en todo el país y, en todos los casos,
favorecían a Calderón.
Entonces, el PRD decidió
impugnar los resultados presentando un recurso de inconformidad ante el Trife.
Al mismo tiempo llamó a la movilización en la capital del
país. Primero fue 1 millón, a la siguiente semana 1.5 millones y,
para el 30 de julio se espera una asistencia mayor. En llamadas asambleas
informativas, AMLO ha propuesto el conteo Voto por Voto y Casilla por Casilla.
El PAN y los medios se resisten. El pueblo se siente agraviado y en
posición de lucha. El Trife tendrá hasta el 31 de agosto para
resolver. Mientras tanto, se ha producido un ambiente de intranquilidad e
incertidumbre, así como de tensión política. En
México se vive una indiscutible crisis política
postelectoral.
Guerra sucia prefabricada por mafias fascistoides
El presente proceso electoral
mexicano ha sido el más sucio de la historia reciente. La campaña
política se caracterizó por la violencia expresada a través
de los medios, principalmente, radio y televisión privadas. Toda la
publicidad adquirió características fascistoides,
incitación al odio, repetición de mentiras y agravios
generalizados especialmente contra el candidato del PRD.
López
Obrador “es un peligro para México” fue el slogan más
repetido. Los spots de televisión incluyeron imágenes manipuladas
mostrando al presidente venezolano Hugo Chávez llamando a tomar las armas
para defender el proceso bolivariano, Pero, en escenas cortadas y frases fuera
de contexto, relacionaban a Chávez con Obrador. Se pretendía
introyectar el miedo y descontextualizar la campaña electoral. El PAN,
directamente, el Consejo Coordinador Empresarial y muchos anunciantes
anónimos se atribuyeron la autoría de los mensajes, incluyendo al
propio Vicente Fox quien legalmente tenía prohibido inmiscuirse en el
proceso pero siempre incumple la ley.
Nada de lo anterior es casual, todo
fue parte de una estrategia diseñada y pagada por las mafias comandas por
Aznar apoyadas en México por el grupo de ultraderecha actualmente en el
poder conocido como “El Yunque”, organismo de corte fascistoide,
fanático y criminal.
Al frente del equipo de Calderón, el
PAN contrató al español Antonio Sola, alias
“Toño”, experto en trampas publicitarias y políticas,
socio-director de Ostas&Sola, empresa ubicada en la calle Conde de
Peñalver número 52, 28006 Madrid, España. Esta
“empresa” ofrece “asesorías en comunicación,
imagen, cabildeo, estrategias políticas y entrenamiento de
directivos”. La “empresa” tiene estrechos vínculos con
la Fundación de Análisis y Estudios Sociales (FAES) presidida por
el propio José María Aznar, fundación que sirve para
encubrir las actividades mafiosas de Aznar y Cía.
Por supuesto,
Sola milita en el Partido Popular desde que era joven. Con el PAN mantiene
relaciones desde hace al menos 10 años contratado como “experto en
el uso de estrategias de confrontación y manejo tramposo de la
información a las masas”. El objetivo de su asesoría
estratégica es “desacreditar al enemigo” y favorecer la
“desinformación”.
Sola es el autor de la especie
“López Obrador es un peligro para México” y funge como
el Responsable de Imagen de la campaña de Felipe Calderón. Al
mismo tiempo, Sola colabora en acciones contra el mismo José Luis
Rodríguez Zapatero, presidente de España, asociado con grupos como
la Confederación Católica de Asociaciones de Padres de
Familia.
Pero Antonio Sola no es el único, el norteamericano Dick
Morris es otro de los expertos contratados por “El Yunque”. Este
individuo es un operador de la CIA norteamericana, conocido como mercenario de
la derecha. Morris, ahora, es asesor de Calderón para desarrollar la
estrategia de odio y mentira. Su función fue realizar las operaciones
clave que permitieran el enfoque de campaña deseado en la recta final. El
fue quien formuló la idea de anunciar públicamente que
“Calderón había alcanzado y rebasado a López
Obrador”. Para ello, el PAN contó con los servicios de Jesús
Reyes Heroles (hijo) dueño de la encuestadora GEA.
Este individuo,
priísta, exembajador de México en Estados Unidos, exsecretario de
Energía en la gestión de Ernesto Zedillo, anunció “de
la noche a la mañana” una encuesta falsa, con base en ninguna
metodología, sin ninguna validación ni mucho menos que
Calderón, quien el día anterior estaba 10 puntos debajo de Obrador
según otras encuestas, no solo lo había alcanzado sino que lo
había “rebasado”. Se empezó a configurar
públicamente, entonces, el falso escenario de salida que el 2 de julio y
días siguientes dio a conocer oficialmente el IFE.
El anuncio de Reyes
Heroles, y luego del IFE, corresponde a las “instrucciones” de
Morris, experto en manipulación de encuestas y en el “manejo”
de Grupos de Opinión. Para no dejar dudas, Reyes Heroles (chico)
renunció del PRI y se afilió al PAN.
La ingeniería de las mentiras
Mexicanos del estado de Jalisco simpatizantes de
López Obrador han recordado, a través de Internet, que
métodos como los de Aznar, Sola y Morris, son propios del fascismo en la
época contemporánea. Estos individuos son sucesores del mismo
Goebbels, jefe de prensa de Hitler. Su “experiencia” consiste 1-
inventar un enemigo, en este caso, López Obrador a quien tomaron no como
candidato ni contendiente sino “enemigo” a destruir; 2- erigir un
“salvador del pueblo” ante el “enemigo”, es decir,
Obrador es un peligro para México y el salvador es Calderón; y, 3-
repetir esa mentira muchas veces, en todos los espacios, mientras más
veces mejor, hasta que la mentira termine en convertirse en
“verdad”.
Los medios electrónicos, principalmente,
Televisa y TV Azteca se encargaron de difundir hasta el hastío la misma
mentira. “Calumnia que algo queda” es la divisa del fascismo, el
slogan preferido por Joaquín López Dóriga, Ciro
Gómez Leyva, Brozo, Javier Alatorre, Sergio Sarmiento y otros inefables
locutores televisivos.
Morris, luego del realizar “trabajito”
para el que fue contratado por el PAN ahora se prepara para hacerle “el
trabajito” a la oposición venezolana contra Chávez en las
próximas elecciones, a través del grupo Hinterlaces.
Estos desagradables hechos debieran ser suficientes para impedir que
Calderón usurpe la presidencia de México. Por lo pronto, los
asesores de las mafias han puesto a México en un conflicto que, de
entrada, ha destruido la credibilidad de instituciones como el IFE, ha
dañado seriamente a los partidos políticos favoreciendo a la
ultraderecha y han puesto al país al borde de la confrontación
social y política.
Fraude electoral anunciado
En México se ha producido un evidente
fraude electoral mediante métodos tradicionales y modernos. Los
resultados oficiales del PREP indican un faltante de 3 millones 549 mil votos
(ver energía76 y suplemento). Los datos NO checan y, si checan, NO
cuadran como dicen los contadores públicos. Después de la
correspondiente denuncia, el IFE hizo un “arreglo” y reportó
nuevos resultados pero, los nuevos resultados “maquillados”
siguieron favoreciendo a Calderón.
Cuando se llevó a cabo
el conteo de las actas en los 300 distritos electorales, el IFE solamente
mostró una pantalla que indicaba los avances del conteo, los medios se
limitaron a copiarla y/o fotografiarla. Los datos se dieron en porcentajes que,
luego, se ajustaron al total supuesto de votantes. Los datos del PREP y del
conteo NO coincidieron, sin embargo, fueron coherentes al mantener una
mínima ventaja de Calderón sobre Obrador.
El PRD, a
través del mismo López Obrador, procedió a documentar
diversas anomalías. Se empezaron a detectar casillas y casillas donde los
resultados se habían alterado, agregando votos a favor del PAN y
reduciendo votos al PRD. Al momento, el PRD ha informado que ha impugnado 40 mil
casillas de un total de 130 mil.
La situación es grave y se
reproducen vicios del pasado. Antes era común que “alguien”
se robara las urnas con lo cual los resultados eran alterados, o bien, se
“embarazara” a las urnas introduciendo boletas adicionales y
espurias antes o después de la votación. Los procedimientos
viciados son múltiples y hasta chistosos. Esta vez volvieron a ocurrir.
Existen actas alteradas, donde dice 53 escribieron 153 para favorecer a
Calderón o al revés para perjudicar a Obrador. Se trata de
multitud de aparentes errores “aritméticos”.
Sin
embargo, también se utilizaron otros métodos más
sofisticados y difíciles de probar pero cada vez más obvios. Esta
vez, también hubo fraude computacional (ver energía75,
energía76 y suplemento). Este fraude tiene como base el uso de un
código fuente de cómputo “secreto”, que ningún
partido contendiente conoce. Cuando se dieron los resultados del PREP; se
utilizó ese código alterado, luego, al hacer el Conteo de Actas
por distrito electoral se volvió a utilizar el mismo código.
Consecuentemente, en ambos casos, se obtuvieron resultados favorables a
Calderón en los términos proyectados previamente por las mafias
coincidentes con encuestas previas falsas.
Antes de “correr”
el código, la base de datos fue puesta por el IFE en manos de empresas
transnacionales como Oracle de México e Hildebrando, empresa propiedad de
un cuñado de Calderón. El Padrón Electoral nunca fue
revisado ni auditado por nadie, en la lista de votantes se incluyó a
más de 1 millón de muertos y se excluyó a miles de
mexicanos con derecho al voto. Los simulacros previos fallaron. Después,
el IFE puso la operación del PREP en manos de 5
“científicos” que rápidamente se involucraron en el
fraude y, lejos de explicar, adoptaron la función de voceros del
IFE.
En medio del descrédito, el IFE procedió a asumir
funciones que no le corresponden. El IFE declaró “ganador” a
Calderón. Esto motivo precipitaciones de gobiernos extranjeros: Bush se
apresuró a felicitar a Calderón, lo mismo que el primer ministro
canadiense y el presidente español, así como Torrijos de
Panamá. Sin embargo, No hay aún presidente electo. La
lección ha sido impugnada legalmente por el PRD y el Tribunal Federal
Electoral deberá decidir al respecto.
En la percepción de
una mayoría de mexicanos, más de los que votaron por López
Obrador, se considera que estamos ante un claro fraude electoral. Más
aún, existen elementos que lo constatan. En México estamos muy
lejos de la democracia. No solo México, la mayoría de los
países del mundo que también están a merced de las mafias.
La democracia burguesa, formal, electorera, está en crisis. Es necesaria
la lucha organizada del pueblo para revertir la
situación.
Organizar la movilización, construir la organización
Una semana
después, el domingo 8 de julio, López Obrador convocó a una
Asamblea Informativa en el Zócalo de la Ciudad de México. En este
lugar caben de pie aproximadamente 100 mil personas pero asistimos, según
los organizadores, la policía capitalina y diversos medios, más de
1 millón de mexicanos. Esto significa que el Zócalo y muchas
calles y avenidas del Centro Histórico mexicano estuvieron repletas. En
términos numéricos, se trató de una demostración
impresionante, una verdadera multitud. En el mitin, Obrador anunció que
la elección sería impugnada proponiendo que se abran los paquetes
electorales y se proceda por el Trife al conteo de Voto por Voto, Casilla por
Casilla.
La respuesta de las masas es muy importante. A la siguiente
semana, 16 de julio, los asistentes fuimos más de 1 millón y
medio. Esta vez se realizó una marcha. Las grandes avenidas que conducen
al Zócalo estaban completamente llenas de mexicanos que, a título
personal, en su carácter de ciudadanos, asistimos a la 2ª. Asamblea
Informativa. Esta vez, Obrador insistió en el conteo total de los votos y
llamó a realizar acciones de resistencia civil.
El PRD, a
través de sus voceros cercanos a Obrador y éste mismo, han
reiterado que NO pretenden la anulación de resultados sino el conteo de
los votos. Si hubiera anulación de elecciones, escenario no descartable y
que es facultad del Tribunal, el Congreso de Diputados y Senadores de
mayoría PRI-PAN designaría a un presidente interino quien, en un
plazo máximo de 18 meses convocaría a nuevas elecciones. Este
escenario no sería favorable al PRD pero sí a Fox porque se
trataría de un presidente muy débil al que los organismos
financieros le podrían imponer todas las reformas estructurales
(privatizaciones) que no han podido lograr. Por otra parte, Obrador y sus
voceros han reiterado también que si el Tribunal acepta el conteo de los
votos, él aceptará los resultados y no convocará ya a
NINGUNA movilización.
Es decir, Obrador reitera que si
Calderón acepta el conteo reconocerá los resultados y
desmovilizara (sic) a los mexicanos. Por supuesto, Calderón y las mafias
que están detrás no acepta ningún conteo y, aún
cuando están realmente débiles, ya se consideran en el poder y
están procediendo a integrar su equipo de gobierno y posibles agendas
apoyado por el charrismo sindical, estructura burocrática
antiobrera (afiliados a la CIOSL-ORIT) totalmente desprestigiada y contraria al
interés nacional.
La llamada izquierda tradicional de
México, formada por 2-3 decenas de pequeños agrupamientos, casi
todos fuera del movimiento obrero y marginales en la lucha social, se dividieron
antes de iniciado el proceso electoral. El Frente Socialista que se había
auspiciado meses ha, se proclamó fundado pero, el mismo día que se
fundó ese mismo día se dividió, entre quienes decidieron
apoyar la candidatura de López Obrador y quienes decidieron seguir a
Marcos en la llamada otra campaña (no electoral) inicialmente
dirigida publica y explícitamente contra López Obrador. “Lo
vamos a destruir, lo vamos hacer cachitos” dijo Marcos (ver
energía74).
A la otra campaña se sumaron
algunas organizaciones de “izquierda” pero Marcos fracasó al
involucrarse en acciones de provocación que llevaron a una seria
agresión policíaca en el poblado de Atenco (ver
energía75). Como resultado, varios campesinos siguen detenidos en
prisión y Marcos interrumpió su campaña ubicándose
en la capital, sin poder tomar ninguna iniciativa, en clara minoría y
habiendo perdido los reflectores. Algunos agrupamientos que estaban en la
otra campaña, se han sumado a la “Defensa del Voto”.
“Ganamos”, dicen luego que estuvieron en contra promoviendo la
abstención y atacando a Obrador.
El sindicalismo,
prácticamente inexistente, sin dinámica social, secuestrado por el
charrismo sindical o enclaustrado en 4 paredes ha estado
prácticamente ausente porque “no se lo permiten sus
estatutos”. Solo pequeños grupos o trabajadores individuales se han
integrado a la movilización “ciudadana”. La presencia obrera
en la presente movilización social es muy débil.
En cuanto
a la resistencia civil, se han tomado decisiones improvisadas y simples por
parte de la ciudadanía universitaria e intelectual. Grupos
pequeños de activistas “tomaron” algunas horas las oficinas
bancarias de Banamex, luego “envolvieron” con papel la base de la
torre de Mexicana de Aviación, después organizaron una caravana de
automóviles con globos hacia el centro comercial de Santa Fe “para
ver que se siente ir de shopping”, otros realizan frente al IFE una huelga
de hambre, algunos artistas plásticos presentaron en el Zócalo una
muestra de carteles siendo agredidos por anónimos que destruyeron la
obra. En el interior del país, se han bloqueado temporalmente algunas
casetas de cobro, ha habido “volanteo y marchas de bicicletas. Se trata,
evidentemente, de acciones aisladas y débiles.
Respecto a los
medios masivos de comunicación, el ambiente está infectado,
mantienen día y noche la confusión e incitando a la violencia. En
México los grupos de ultraderecha son muy violentos y, en la oscuridad,
actúan como sicarios. Es evidente que con la campaña publicitaria
persistente están invitando a la agresión violenta, por lo menos,
preparan las condiciones.
La Desmovilización sería un error
Lo más
preocupante es que la cúpula del PRD sigue mostrándose muy
empírica. El movimiento le ha quedado grande. Más pareciera que
desean que termine pronto, lo que quieren es negociar y buscan lo que llaman
“una salida decorosa” para Obrador. La insistencia en la
DESMOVILIZACION es reiterada diariamente.
De hecho, durante toda la
campaña Obrador y el PRD despreciaron a la movilización. Las
acciones que ahora se llevan a cabo debieron realizarse antes, lo dijimos. Tan
hubo desprecio, o exceso de confianza, que las llamadas Redes Ciudadanas,
coordinadas por Manuel Camacho y otros expriístas del equipo de Obrador
fueron incapaces de organizar adecuadamente a la ciudadanía en el
país. El PRD, solo tuvo representantes de casilla durante la
votación del 2 de julio, en apenas en el 76%. Es decir, en 31 mil 300
casillas NO tuvo representantes. Esa fue una buena invitación al fraude,
las Redes solo hicieron turismo electoral.
Ahora, la confianza depositada
en el Tribunal electoral de 7 magistrados nombrados por Fox es excesiva. Este
Tribunal puede, fácilmente, acordar que se cuente Voto por Voto, Casilla
por Casilla. Sin embargo, eso NO resuelve NINGUN problema porque, el conteo
representa tan solo los datos de entrada a las computadoras, después,
éstas ejecutan el conteo total utilizando un programa de cómputo
alterado que daría, como datos de salida, los mismos resultados
favorables a Calderón. Eso llevaría al PRD y a Obrador a
“reconocer” el fraude y a desmovilizar a la ciudadanía, la
multitud se iría a sus casas. Obrador mostraría al imperialismo y
a los mercados su gran capacidad desmovilizadora a ser tomada en cuenta para el
futuro.
Por lo pronto, López Obrador ha llamado a la 3ª.
Asamblea Informativa en la capital, previa marcha, para el 30 de julio. Es
previsible que acudiremos 2 millones de mexicanos o más. Se trata de una
gran movilización social, aunque desorganizada, la demostración es
a nivel de ciudadanos, de una masa informe, de una multitud numérica.
Todo esto es muy interesante pero se diluye de inmediato.
El
número es importante pero solo cuenta en la balanza cuando está
unido por la organización y guiado por el saber. Hasta ahora solo hay
número, no existe ni siquiera una propuesta de organización social
y, el saber, está ausente, no hay dirección política a la
altura de los acontecimientos; es mucha movilización para tan poca
política. La socialdemocracia del PRD y Obrador han hecho más de
lo que podían y, la izquierda revolucionaria, ha hecho menos de lo que
debía, a escasos 4 años del centenario de la Revolución
Mexicana y del doble centenario de la Independencia de España.
La avenida Paseo de la
Reforma completamente cubierta por cientos de miles de mexicanos provenientes de
la capital e interior del país, el 16 de julio de 2006. Varios
kilómetros, durante varias horas, los asistentes expresamos el repudio al
fraude electoral.