Defensa corrupta de la autonomía charra
Amores charros
El charrismo sindical incapaz de acreditar legalmente sus acciones.
Tampoco es capaz de articular una respuesta política; el intentó de huelga fracasó.
Entre tanto, la división minera aumenta provocando enfrentamientos violentos.
Los charros se niegan a resolver los conflictos laborales, su interés es particular.
El conflicto entre charros tiene como telón de fondo intereses mezquinos.
No hay toma de nota para Napoleón
Néstor de Buen había asegurado
(energía75) que se había documentado correctamente la
solicitud de Toma de Nota para Napoleón, luego de realizada la 34
Convención del sindicato minero-metalúrgico. El 17 de junio, la
secretaría del trabajo (STPS) foxista declaró que
“había inconsistencias” e hizo las acostumbradas
“observaciones” mismas que deben subsanarse por el sindicato en
cuestión en un plazo de 90 días.
De las 8 observaciones,
la primera se refiere al número de secciones sindicales registradas. La
STPS dice que son 262, el sindicato sostiene que son solamente 73. La STPS
indicó que desde el 1 de julio de 2002, mediante oficio 211.2.1-1930
solicitó al sindicato “actualizar el padrón de socios”
y, a la fecha, no se ha hecho (Gómez C., en La Jornada 17 junio
2006).
De acuerdo con los datos “oficiales”, en la 34
Convención estuvieron presentes “los delegados de 67 secciones y 10
fracciones” que representan “solo a 37 mil 737 socios”. De
acuerdo a la STPS el total de los socios serían de 64 mil
468.
Estas 2 observaciones serán suficientes para que la STPS le
niegue la Toma de Nota a Napoleón. Todos los charros sindicales,
incluidos por supuesto a los mineros, NUNCA se han preocupado por actualizar los
datos, más aún siempre los falsean a conveniencia. Por ello es
que, la STPS maneja unos datos y, los charros, otros. Pero ni la STPS ni los
charros saben realmente “cuántos trabajadores ni cuantas secciones
son”. De ese nivel son las irregularidades mismas que provienen de hace,
al menos, 50 años, toda la época dictatorial de los
Napoleones.
Como los charros no han actualizado los datos, ni
podrán hacerlo en las presentes condiciones, la representatividad y
legitimidad de la 34 Convención está cuestionada. El llamado
Padrón de Socios NO existe, por lo mismo, los charros afines a
Napoleón NO pueden acreditar la representatividad y menos la
mayoría. El Padrón es importante porque allí se indica
quienes son los miembros activos del sindicato. Es posible que la STPS tenga en
su poder datos viejos pero, los charros, jamás se interesaron en
actualizarlos; en este momento, no pueden ni quieren hacerlo porque NO les
conviene.
Obviamente, el otro charro, Elías Morales también
está en la ilegalidad pues fue impuesto compulsivamente por Fox sin
cumplir ninguna formalidad legal. He allí, la gravedad del asunto. Se
trata de una sucia disputa entre charros, los trabajadores son ajenos y, lo
peor, están al margen sufriendo las consecuencias.
El 23 de junio,
los charros dieron respuesta a las observaciones. Respecto al número de
secciones dijeron que “la única obligación de los sindicatos
es dar aviso de las altas y bajas”, los charros eludieron responder
respecto del número de secciones registradas. Acerca del padrón de
socios, dijeron que “el concepto de Toma de Nota se refiere”
solamente a los miembros del comité ejecutivo y no al número total
de trabajadores afiliados (sic). Los charros, desde luego, se equivocan y
quieren pasarse de listos. Los comités representan a trabajadores y, es
elemental, saber cuántos son y quienes (y cuántos) decidieron la
elección.
En suma, los charros no pueden acreditar sus acciones.
Pero aún, eluden dar respuestas a las “observaciones”
formuladas por la STPS. Con ello, dejan en manos del foxismo la decisión.
Es previsible que la STPS le negará la Toma de Nota a Napoleón.
Con ello, el charrismo se afianzará en el sindicato, la división
entre mineros será profundizada y los trabajadores seguirán
indefensos en tanto no tomen en sus manos la recuperación del
sindicato.
Silencio en Sicartsa
El 23 de mayo, Elías Morales, charro reconocido
por Fox, dijo al salir de una reunión en la secretaría de
gobernación que Sicartsa “está en la mejor
disposición de negociar” reconociendo el cien por ciento de los
salarios caídos. Semanas antes, el mismo ofrecimiento se había
hecho por la empresa a través de Néstor De Buen, abogado del
sindicato minero. Los charros sindicales, entrevistados todos los días,
no se han referido al asunto, tampoco De Buen. Es evidente que los charros NO
quieren NINGUNA negociación laboral, lo único que
aceptarían es el reconocimiento de Napoleón. Mientras, mantienen
en la inseguridad y penuria a los trabajadores que, de buena fe, sostienen la
huelga.
La situación es penosa porque el reconocimiento de la
personalidad jurídica de Napoleón, a través de la llamada
Toma de Nota, es algo que no compete a ninguna empresa. De acuerdo a la ley
laboral vigente, es la secretaría del trabajo la que califica los
procesos sindicales y otorga el reconocimiento legal. En términos de los
contratos colectivos de trabajo (CCT), las empresas se obligan a tratar con los
representantes “legalmente acreditados”. Esta representación
es, de acuerdo a la ley, quien ostenta la titularidad de los
CCT’s.
La “titularidad” es lo que permite al charrismo
ejercer el control absoluto porque así se convierten en los UNICOS que
pueden administrar el CCT y, por tanto, decidir sobre el ingreso y
contratación de trabajadores, el despido de los mismos, las cuotas
sindicales, prestaciones sociales y otros beneficios contractuales otorgados por
las empresas. Se trata del poder económico y político, de
allí en interés charro en éstos aspectos, la
situación de los trabajadores NO les interesa.
Amenaza de cierre en Nacozari
El 30 de mayo, fue detenido otro minero de Nacozari
acusado, por la empresa Mexicana de Cobre, de despojo con autoría
intelectual. La empresa Interpuso una denuncia por robo de piedra turquesa
extraída ilegalmente e introducida en, los Estados Unidos para el
supuesto sostenimiento de la huelga. En la víspera, seis mineros
habrían sido sorprendidos por la policía local. El 2 de junio,
otro minero fue detenido acusado de los mismos delitos, sumando a ese momento 4
mineros encarcelados.
El 6 de junio, la empresa suspendió las
clases en el centro educacional La Caridad (5 jardines de niños, 3
primarias y 2 secundarias), a tres semanas de concluir el ciclo escolar
afectando a mil estudiantes hijos de los huelguistas.
Ante la amenaza
contra la huelga debido al avance de efectivos de la Policía Federal
Preventiva (PFP), Napoleón envió un telegrama (sic) a Fox
diciéndole que “es tiempo de la concordia” para que no se
ponga en peligro la vida de los mineros que luchan “legítimamente
por el respeto a la autonomía sindical” (sic).
Ese
día, 9 de junio, el Grupo México dio aviso a la Junta Especial
número 10 de la Federal de Conciliación y Arbitraje “sobre
la terminación de las relaciones individuales y colectivas de trabajo con
los mineros sindicalizados de La Caridad en Nacozari de García y La
Calera en Agua Prieta” (Olivares E., García C., en La Jornada
10 junio 2006).
Al siguiente día Eduardo Bours, gobernador de
Sonora, reveló que su gobierno estaba listo para intervenir con la fuerza
pública pero que el gobierno de Fox y el Grupo Minero México le
habían pedido que esperara. La empresa desmintió de inmediato al
gobernador. En la prensa local de Hermosillo, Mexicana de Cobre, confirmó
la solicitud a la Junta para dar por terminadas las relaciones de trabajo en
Nacozari y Agua Prieta.
El 12 de junio, el Grupo México
suspendió los servicios de salud para los mineros y sus familias en
Nacozari. A la siguiente semana, el gobernador de Sonora declaró, desde
Arizona, que el sindicato había “retirado” la demanda de
reconocimiento de Napoleón por tratarse de un asunto federal, no estatal,
y que las negociaciones se referirían a la revisión contractual.
El 20 de junio, las negociaciones “se congelaron”, el sindicato se
retiró para “consultar” a las bases. Luego anunciaron que no
reabrirían el diálogo. El asunto es claro: los charros No quieren
NINGUNA solución laboral, solo quieren que la empresa reconozca a
Napoleón.
Violencia en Monclova y Taxco
El 13 de junio volvió a estallar la violencia,
ahora entre las propias filas del sindicato minero. En Taxco, Guerrero, y en
Monclova, Coahuila, se enfrentaron simpatizantes de los dos bandos charros
(Napoleón y Morales) en disputa de la representación
local.
En la sección 17 de Taxco, los seguidores de Morales
trataron de destituir a los fieles a Napoleón; hubo un enfrentamiento a
golpes y varios detenidos. En Monclova estuvo peor, allí hubo 2
lesionados que requirieron hospitalización. Los golpes y agresiones, con
piedras y palos, ocurrieron en una de las puertas de Altos Hornos de
México (AHMSA) donde los seguidores de Morales hacían una
reunión, luego los partidarios de Napoleón irrumpieron
produciéndose el enfrentamiento entre trabajadores pertenecientes a la
sección 288.
Al siguiente día, los seguidores de Morales
irrumpieron en las oficinas sindicales locales. Se produjo un nuevo
enfrentamiento con saldo de 15 lesionados. Los partidarios de Morales eran
mayoría y se posesionaron del local sindical. El enfrentamiento con
piedras y palos se extendió varias cuadras en la ciudad.
El
gobierno de Coahuila intervino. En Monclova la ciudad quedó bajo la
vigilancia de la policía incluyendo los domicilios de los trabajadores en
pugna. Es evidente que el sindicato minero ha quedado dividido como resultado de
la disputa entre charros. Dos grandes objetivos ha logrado el foxismo: REFORZAR
al charrismo sindical y DIVIDIR a los trabajadores
minero-metalúrgicos.
Ordenes de aprehensión contra Napo
El 31 de mayo, un juez de
Hermosillo, Sonora, dictó una orden de aprehensión contra
Napoleón Gómez como presunto responsable de los delitos de fraude
y abuso de confianza (Castillo G., García C. en La Jornada 31 mayo
2006). Tres días después, se confirmó que el juez tercero
del ramo penal en Hermosillo había girado la orden de aprehensión.
En una información de Notimex se conoció que
Napoleón había solicitado asilo en Canadá. El propio Napo
desmintió la versión al otro día mediante llamada
telefónica a La Jornada desde Ottawa. También dijo que las
huelgas y paros de los trabajadores se sostienen porque lo apoyan, “si
desconfiaran de mi ya me hubieran retirado el apoyo”.
Napo, fuera
de toda proporción, declaró que “a cien años de la
huelga de Cananea, la historia se repite, nuevamente los empresarios en
contubernio con el gobierno federal, quieren desconocer derechos fundamentales
como el de huelga” (Muñoz P., en La Jornada 1 de junio de
2006).
La acusación sobre lavado de dinero, sin embargo, no la ha
podido sostener el gobierno. Pero, la Procuraduría General de la
República (PGR) afirma que hay 200 denuncias contra Napo. En los estados
de Sonora, Nuevo León, Zacatecas, San Luis Potosí, Chihuahua y
Michoacán se habrían emitido sendas órdenes de
aprehensión por similares delitos de fraude.
El 8 de junio se
informó de otra orden de aprehensión contra Napoleón por
“administración fraudulenta” girada por un juez del fuero
común con sede en Monterrey. La PGR dijo que tenía localizado a
Napoleón y que “hay una ficha roja de Interpol”. Se
publicó, también, que Napoleón abandonaría
Canadá e iría a Europa.
Paro en Cananea
“Los mineros, metalúrgicos y
siderúrgicos de México, como en 1906, vivimos un brutal y
encarnizado embate de esa misma derecha explotadora, antisindicalista y pro
empresarial, afirmó en la ceremonia oficial el secretario de
contrataciones colectivas del sindicato minero, Carlos Esquer, quien nuevamente
sostuvo que no prosperarán las acusaciones por supuestos malos
manejos” (Fernández-Vega C., en La Jornada 2 junio 2006).
Ese día, 1,300 mineros de la sección 65 estallaron un paro
de 4 días, en la mina Mexicana de Cananea, en apoyo a Napoleón. En
el acto, Hernández Juárez, “líder charro” de la
Unión Nacional de Trabajadores (UNT), afiliada a la CIOSL,
anunció una movilización semanal hasta llegar al paro nacional del
28 de junio.
El 4 de junio, los mineros de la sección 265
acordaron en asamblea continuar en paro “hasta que se reconozca a
Napoleón”. El 6 de junio, los charros del sindicato presentaron un
pliego reclamando de la empresa la solución a las demandas judiciales y
sindicales incluyendo la liberación de los detenidos, el pago de salarios
caídos y que no se afecte el bono de productividad por el paro
(sic).
Hasta el 26 de junio, la movilización “semanal”
NUNCA se realizó, todo quedó en declaraciones a la prensa.
La huelga como fetiche
El 30 de mayo, F. Hernández Juárez charro
del sindicato de telefonistas y R. Vega, charro del seguro social informaron a
la prensa que se preparaba un paro nacional para el 28 de junio. Vega Galina
dijo que en 3 mil 500 unidades médicas se suspendería el servicio
y solo se atenderían servicios de urgencia y terapia intensiva. La
acción sería en protesta por la violación del gobierno
foxista a la autonomía del sindicato minero y la negativa a reconocer a
Napoleón.
Carlos Pavón, charro minero, anunció que
con motivo de los 100 años de la huelga de Cananea (1906), esa
sección se sumaría a los paros escalonados de la mayoría de
las demás secciones sindicales.
El 6 de junio, Hernández
Juárez anunció que TODAS las organizaciones que integran al Frente
Nacional por la Unidad y la Autonomía Sindical (FNUAS) “se van a la
huelga nacional” el 28 de junio. Dijo que los emplazamiento se
harían con 10 días de anticipación y que “la huelga,
una vez estallada, no se levantará hasta que el gobierno federal cumpla
con la demanda” (Muñoz P. en La Jornada 6 de junio de 2006)
de respeto a la autonomía sindical (léase reconocimiento de
Napoleón). El charro de los telefonistas también dijo que
“ya no hay marcha atrás”.
Los charros del sindicato
minero anunciaron el 8 de junio que “280 mil trabajadores” (¿no
que son menos?) mineros se unirían al paro nacional del 28 de junio en el
que participarán “millones de trabajadores” para que se
reconozca a Napo.
El 13 de junio, Hernández Juárez,
“líder” de la UNT declaró que “los
organizaciones que integran esa central ya empezaron a llenar los "machotes de
emplazamiento a huelga" (Muñoz P., en La Jornada 13 junio 2006)
para finales de este mes, la cual se justificará legalmente bajo el
argumento de un "incremento salarial de emergencia". Qué lamentable
manera de emplazar a huelga, “llenado machotes”.
Se
publicó en la prensa que, el 16 de junio, “los sindicatos de
telefonistas y de la UNAM) presentaron ante la Junta Federal de
Conciliación y Arbitraje “emplazamientos a huelga en solidaridad
con el sindicato minero” para el 28 de junio a las 14 hs. De acuerdo con
las declaraciones de Héctor Barba, abogado de la UNT, “está
"perfectamente fundado, reúne todos los requisitos que marca la LFT y no
podrá ser rechazado" (Gómez C., en La Jornada 17 junio
2007).
El mismo día, los charros mineros declararon que debido a
que la STPS no le da dado la Toma de Nota a Napoleón “es
imposible” emplazar a huelga por lo que, solo realizarán
paros.
El 20 de junio, la STPS rechazó los emplazamientos
presentados por el sindicato de trabajadores de la UNAM (STUNAM) y 5 empresas al
servicio de Teléfonos de México (Telmex): Tecmarketing,
Compañía de Teléfonos y Bienes Raíces; Empresa de
Limpieza Mexicana y la Caja de Ahorro de los Telefonistas”.
Entre
los argumentos de la STPS se indicó que, el rechazo se debió a que
los emplazamientos indicaban “el apoyo a empresas mineras inexistentes y a
otras que no se encuentran en huelga y, por tanto, no se configura el objeto de
la huelga por solidaridad”. Hernández Juárez declaró
que éste era un nuevo intento por “inmovilizarnos” pero que,
ahora, la opción será el paro indefinido.
Por lo pronto,
la STPS les hizo un favor a los charros al rechazar los supuestos
emplazamientos. Si los charros hubieran llegado al 28 de junio hubieran hecho el
más espantoso de los ridículos.
Burla y fracaso charro
Los charros nunca han sido capaces de organizar una huelga,
ni siquiera un paro. Ahora, los emplazamientos presentados fueron una BURLA. Con
excepción del STUNAM, lo demás fue una tomadura de pelo. Telmex,
por ejemplo, NUNCA fue emplazada. Hernández Juárez declaró
que los telefonistas se irían al paro pero, no dijo que eran trabajadores
NO telefonistas, al servicio de empresas conexas al servicio de Telmex, cuyos
trabajadores No son telefonistas y, en todo caso, serían OBLIGADOS a
parar en nombre de los telefonistas (sic).
Sin embargo, la UNT
criticó al SME, a la CROC y al sindicato del Metro de la Ciudad de
México por no haberse unido al paro. Después del rechazo de la
STPS, los charros de la CROC anunciaron que harían 200 emplazamientos
ante la Junta local. La UNT por su parte, JAMAS emplazó a NADIE, salvo el
STUNAM. Todos los demás, simplemente se escondieron, el sindicato de Vega
Galina se hizo a un lado. Los charros de la UNT esperaban
“arrastrar” al SME a una provocación. Este sindicato,
innecesariamente, prefirió callar, ni siquiera se convocó asamblea
para discutir la situación. Acertadamente, no cayó en la
provocación si bien no dejó clara su posición
política.
En suma, los charros de la UNT hicieron el
ridículo todo por apoyar a un charro indefendible como Napoleón. A
Hernández Juárez no le preocupa la democratización de los
sindicatos, menos el suyo, ni la movilización organizada de los
trabajadores; su interés es personal, individual y sucio.
Napoleón, por su parte, no representa a nadie, nunca ha sido trabajador
minero, jamás fue electo sino impuesto por herencia del padre que
ejerció una dictadura de 40 años.
¿Porqué,
entonces, la insistencia de Hernández Juárez de chantajear,
amenazar y burlarse de los demás al forzarlos a presentar emplazamientos
a huelga sin que él haga lo mismo? ¿Por qué tanto culto a
Napoleón por los charros mineros, que arrojan a los trabajadores a la
aventura y se niegan a resolver los asuntos laborales? ¿Por qué el
interés de Hernández Juárez de sostener a ultranza a
Napoleón? Por intereses charros, Hernández Juárez pretende
el control del sindicato minero, en forma sucia como se acostumbraba en la
época de Napoleón padre a través de las turbias
negociaciones de su organización Línea Proletaria/Línea de
Masas que sostenía en Monclova, las Truchas y otras secciones.
En
el presente caso, NO hay ninguna lucha democrática ni menos defensa de la
autonomía sindical. Se trata de amores charros para seguir
destruyendo toda opción democrática en el sindicato minero, en el
sindicato telefonista y en los demás.
Hace 100
años, la huelga de los mineros de Cananea marcó el inicio
sangriento de la lucha de clases en México. En 2006, los mineros
mexicanos están literalmente secuestrados por el charrismo sindical. Los
charros del sindicato minero que apoyan a Napoleón Gómez, son los
mismos que durante 40 años previos impusieron una dictadura sindical a
los mineros y metalúrgicos, destruyendo mediante la represión a
toda oposición democrática. En 1977-78 se realizaron importantes
huelgas en la mina La Caridad de Nacozari, Sonora, encabezadas por Miguel
Enríquez contra el charrismo sindical; hoy, son en apoyo a los charros.
En 1979 y 1985, importantes huelgas, encabezadas por Carlos González, se
realizaron en la Siderúrgica Lázaro Cárdenas-Las Truchas
(Sicartsa), a pesar y en contra de los charros. Hoy, en Sicartsa se sostiene una
huelga de apoyo al charrismo.