Magonistas y huelguistas precursores de la Revolución
El magonismo, la huelga
y la Revolución
Históricos antecedentes proletarios.
Acción obrera desde el interior del movimiento.
La fuerza de las ideas al lado de la explosividad obrera.
Inicio sangriento de la lucha de clases en México.
La Revolución no ha terminado.
Antecedentes de lucha proletaria
La huelga de Cananea (1906) no fue la primera
pero sí la de más significado política e
históricamente. En las minas de Pachuca y Real del Monte, en el estado de
Hidalgo, hay una placa que recuerda un movimiento realizado por los mineros en
1789 y, algunos, consideran al hecho como la primera huelga en México.
Eso ocurrió en tiempos de la colonia española, 20 años
antes de la independencia.
Los mineros han tenido tradición, en
México y en el mundo. Las condiciones del proceso de trabajo del cual
participan, literalmente arrancando con las manos los recursos a la naturaleza,
implican deplorables condiciones, incluso hoy día, no obstante el
desarrollo tecnológico alcanzado. Algo que persiste son los
míseros salarios e infames condiciones de seguridad, la salud obrera no
existe. Los mineros son, entre los proletarios, de los sectores que entregan
literalmente la vida en sus propios centros de trabajo.
La explosividad
minera es característica, y no es para menos, las condiciones sociales a
que están sujetos determinan esa explosividad. El trabajo minero en
México se inició como trabajo esclavo y, así siguió,
después de la Independencia. No obstante diversas luchas en el mundo,
incluyendo la Comuna de Paris (1871) y los acontecimientos de Chicago (1992), en
México no se tenía conciencia de la emancipación obrera.
Los sucesivos gobiernos jamás tomaron en cuenta la situación. Ni
siquiera el gobierno de Benito Juárez comprendía la
situación, a los obreros se les consideraba como a menores de edad.
Irónicamente, fue durante el efímero imperio de Maximiliano de
Hapsburgo que se emitieron unas Ordenanzas Mineras para paliar un poco la
situación.
Durante la dictadura de Porfirio Díaz, la
situación no mejoró en nada sino al contrario, empeoró. Los
sucesos de Chicago se conocieron n México pero no había conciencia
obrera, ni siquiera proletariado. Además de la minería,
existía únicamente la industria manufacturera basada en
pequeños talleres artesanales, principalmente de la rama textil. Con el
porfirismo se inició una fase importante del capitalismo en México
con la construcción de las líneas férreas que unieron a los
principales centros mineros con las fronteras y las costas. Pero, la
explotación se concentraba en las actividades agrícolas y
ganaderas en las grandes haciendas de latifundistas. Por ello es que los
campesinos irrumpieron durante la Revolución Mexicana (1910-1911) con
gran fuerza.
Sin embargo, durante la dictadura y antes de la
Revolución, existió lucha obrera al nivel que era posible. Fue un
incipiente surgimiento centrado en reivindicaciones laborales mínimas, la
práctica de ese sindicalismo inicial era apenas mutualista, la conciencia
estaba totalmente obnubilada. No había experiencia ni conocimientos, se
tuvo que improvisar y aprender empíricamente. Aún así, y en
contexto fieramente represivo, antes de la huelga de Cananea (1906) se
registraron cerca de 250 huelgas en diversas partes del país.
Acción desde el interior del movimiento
La huelga de Cananea no surgió de
la nada. Hubo una dinámica desbordante y reacciones instintivas de clase
ante las deplorables condiciones de trabajo y explotación. Pero,
también, existió un principio de lucha organizada (clandestina) y
de acción conciente desde el interior del movimiento.
No
había una conciencia de clase desarrollada ni se planteaba la
fusión del movimiento obrero con el socialismo, de hecho no
había movimiento obrero ni lucha socialista, pero estaban presentes los
gérmenes de un acción cuyo debate teórico y político
persiste hasta nuestros días, y cuya solución está lejos de
ser simplista, en el contexto de la lucha de clases y la revolución:
¿cómo organizar y dirigir al movimiento? ¿cómo
desarrollar la conciencia de clase?
En el movimiento había muchas
limitaciones, sin embargo, aún sin que la clase estuviera constituida
como tal estaba presente ya la necesidad social de la emancipación. Eso
hacía que, desde antes de la huelga, se fuera desarrollando el
enfrentamiento que tuvo un desenlace trágico. Los hechos sangrientos
rebasaron a su propia “dirección” quedando una experiencia
que fue antecedente inmediato de la Revolución Mexicana.
La fuerza de las ideas
Es lugar común decir que la huelga de Cananea se
forjó con la influencia de los Flores Magón y la acción
política del Partido Liberal Mexicano (PLM). Dicha influencia fue muy
valiosa en el terreno de las ideas. La acción y la organización
concretas la realizaron "los mártires” de Cananea (y de Río
Blanco en 1907) con base en razones objetivas, la explotación
había llegado a límites intolerables. Pero, también cuenta
y mucho la acción de los hombres concretos. Desde interior del movimiento
había influencia política organizada.
La experiencia de
Cananea (1906) revela hasta que punto hemos retrocedido en materia de lucha
obrera. No solo porque las condiciones de trabajo hoy siguen siendo indignas, en
el sector minero y otros, sino por el pobre nivel de organización obrera
que tenemos actualmente. Hoy la gran mayoría de trabajadores mexicanos
viven secuestrados y/o complacidos por el charrismo sindical. Por si fuera poco,
NINGUNA organización política realiza NINGUN trabajo serio en el
medio obrero. Solo por eso, convendría dejar de ver a Cananea como "un
caso" del magonismo y del PLM para darle valor a la lucha obrera y la necesaria
organización política.
Desafortunadamente el momento
histórico y las condiciones en que se desarrollaron los acontecimientos
están registrados de manera parcial. Hay muchas referencias, pero la
mayoría se orientan a explicar, con diversas interpretaciones, el papel
del magonismo en Cananea. Habría que releer en dicho material el papel de
los trabajadores y la dinámica interna. Una primera tarea sería
interpretar el valor estratégico de la huelga misma en una etapa de
incipiente desarrollo proletario en México. Las enseñanzas de
Cananea están por estudiarse, sobre todo, en el seno del movimiento
obrero no solo para tomar parte en esa experiencia sino para extraer las
conclusiones políticas pertinentes.
Dinámica obrera explosiva
La forma como los mineros de Cananea prepararon la
huelga, y sus alternativas, no quedó documentada (y si quedó, los
documentos recuperados fueron confiscados por los gobiernos a ambos lados de la
frontera). Flores Magón y el PLM parecían tener claro que ninguna
demanda obrera sería atendida por la patronal; en todo caso esperaban que
ello radicalizaría la lucha. Los preparativos de la huelga o la
“inserción” de más elementos del PLM en Cananea no se
registran en la correspondencia de Ricardo. La huelga parece haber sido
decisión y responsabilidad de los mineros. La dinámica de la
protesta rebasó al propio PLM pero sus cuadros en Cananea estuvieron al
frente de la batalla, jamás se escondieron ni renunciaron.
De
hecho, en los años de 1905 y 1906, Ricardo Flores Magón y la mayor
parte de la Junta organizadora del PLM estuvieron fuera de México
obligados a exiliarse en Estados Unidos y Canadá. Desde allí
desarrollaban su actividad política con pocas posibilidades de una
coordinación eficiente con las fuerzas en México. Por ello, poco
pudieron haber hecho en Cananea además de agitar y
propagandizar.
Entre 1905, año de la gestación de Cananea y
1906, año de su realización, Ricardo mantuvo correspondencia con
diversos dirigentes del PLM. Flores Magón estaba dedicado ese año
a desarrollar la red de distribución del periódico
Regeneración. En dicha red poco participan los trabajadores, ni se
menciona su organización, sus objetivos (acaso breves contactos, con los
obreros de la Mina Adela, en Santa Bárbara, Chihuahua). Esta parece una
constante en esa etapa del PLM. Magón practicaba los modos de
organización anarquista, auto-organizada y autogestiva, y para él
las organizaciones sindicales eran eso, núcleos autónomos con
problemas propios de su medio (como cada círculo liberal que había
en el país).
Denuncia minera en Regeneración
El 3 de marzo de 1906, Flores
Magón (San Luis Missouri, EU) dirigió una carta a Esteban
Calderón y Manuel M. Diéguez (que trabajaban en la Cooper,
y habían organizado en Cananea, Sonora, la Unión Liberal Humanidad
(primera organización vinculada formalmente al PLM en dicha
población) en la que lamentaba la publicación de un
artículo (en el No 3 de Regeneración del 1º. de marzo
de 1906), por "los males que la organización recibiría si fueran
despedidos de sus trabajos". Se intuye una indiscreción que podría
revelar la identidad de quienes habían sido hasta entonces
“corresponsales” de Regeneración en el mineral.
Los magonistas de Cananea habían enviado a Regeneración un
artículo intitulado “Nuestro falso progreso. La esclavitud del
obrero”. Había una evidente necesidad de dar a conocer la
situación interna y, los compañeros, decidieron hacerlo en su
periódico. Ese antecedente implica un sentimiento de clase que le otorga
valor a la organización política y a la prensa obrera.
Al
momento de la prehuelga en Cananea se acababa de publicar el
“¿Qué Hacer?” de V.I. Lenin (1905) que seguramente no
habían leído los magonistas, el libro ni se conocía en
México. Es en ese libro donde Lenin explica la necesidad e importancia de
las denuncias y de la prensa obrera señalando sus características
como arma fundamental de lucha para la organización y educación de
los trabajadores.
En México el desarrollo del marxismo era casi
inexistente. Probablemente Flores Magón habría leído algo
pero las pésimas condiciones a que estuvo sometido le impedían un
mejor desarrollo intelectual. De hecho, lo realizado por Ricardo es solo
comparable a una tarea titánica en condiciones muy desventajosas.
Los precursores de la Revolución
Por lo demás, no había en
México una intelectualidad consolidada ni menos al lado del pueblo, la
moda era otra, “muy “afrancesada” y
“europeizante”, pero no con relación a los grandes
acontecimientos sociales y políticos de la época.
A nivel
mundial, antes de la huelga de Cananea, se había producido un primer
intento (fallido) de Revolución en Rusia. La acción obrera era
intensa, el debate del marxismo vivo en Europa alcanzaba niveles
extraordinarios. Desde 1902, en el II Congreso del Partido
Socialdemócrata de Rusia, la socialdemocracia había sido derrotada
por Lenin, el Partido se escindió y empezó la tradición del
Partido Comunista, se iniciaba el camino para la era de la revolución
socialista.
A nivel regional, José Martí había
estado en México varios años antes y, a principios del siglo XX,
encabezó la lucha por la Independencia de Cuba. Los magonistas,
seguramente, sabían de los hechos porque tocó a Cuba ser la
última en liberarse de la colonia española. Luego, desde 1902, el
propio dictador Porfirio Díaz fue quien inició las
históricas relaciones diplomáticas con Cuba.
El contexto
mundial y latinoamericano era diferente al existente en México. Sin
embargo, las ideas libertarias de Ricardo Flores Magón tendrían,
en condiciones extremadamente difíciles, una repercusión
trascendente, determinada no solo por las justas ideas sino por los hechos
reales.
Ricardo fue el precursor de la Revolución Mexicana porque
sus ideas y propuestas esenciales fueron enarboladas por el pueblo en armas
encabezado por Emiliano Zapata y, los huelguistas de Cananea, no obstante haber
sido masacrados, fueron los protagonistas de la acción obrera más
significativa previa a la Revolución; por ello son precursores. Con la
huelga de Cananea se inició explícitamente la lucha de clases en
México.
Son ya 100 años de lucha de clases y los
trabajadores mexicanos seguimos sometidos si bien continuamos luchando
incansables. La Revolución Mexicana fue interrumpida violentamente,
desvirtuada y traicionada pero la Revolución NO ha terminado.
¡Viva Ricardo Flores Magón! ¡Viva Villa! ¡Viva
Zapata!