El consenso: rechazo a la política de Fox
Paro laboral en México
Miles de trabajadores realizamos un paro parcial nacional de actividades.
La acción fue en protesta por la represión foxista contra los mineros de Sicartsa.
Algunos “líderes charros” dijeron defender “su” concepto de autonomía sindical.
Los charros también exigieron el retorno de Napoleón, charro minero.
Contrastante discurso oficial de las cúpulas con las acciones de las bases.
Respuesta obrera ante la represión del Estado
Desde que el gobierno foxista produjo
en febrero anterior el conflicto con el sindicato minero-metalúrgico, al
desconocer a Napoleón Gómez como secretario general luego de
haberlo impuesto con las mismas irregularidades en 2000, los
“líderes” de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT)
encabezados por Francisco Hernández Juárez, Roberto Vega Galina y
Agustín Rodríguez se pusieron al frente de la defensa de
Napoleón. Junto con los restantes miembros del Comité Nacional del
sindicato minero anunciaron un posible paro cuya fecha se iba
posponiendo.
Los acontecimientos de violencia en la Siderúrgica
Lázaro-Cárdenas-Las Truchas (Sicartsa) que ocasionaron la muerte
de dos obreros motivaron que la decisión se adoptara finalmente. El 28 de
abril de 2006, electricistas, telefonistas, mineros, universitarios,
trabajadores del seguro social, hoteleros y gastronómicos, así
como algunos campesinos participamos de una misma acción sindical. El
antecedente inmediato fue el paro de 2003 en defensa de la seguridad social que
incluyó a cerca de 400 mil trabajadores.
Esta vez participaron
destacadamente el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), el sindicato de
telefonistas (STRM), el del seguro social (SNTSS), el sindicato de la
Universidad Nacional (STUNAM), de la Universidad Metropolitana (SITUAM), el
sindicato minero-metalúrgico (SNTMMSRM), la Confederación
Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) y la Central Campesina Cardenista
(CCC).
Paros, mítines y bloqueos, ¡Fox asesino!
El paro asumió diversas
modalidades afectando principalmente las actividades administrativas. Entre las
12 y 13 horas, también se realizaron marchas, mítines y bloqueos
de avenidas en la ciudad de México. La coincidencia de todos se
resumió en el repudio al foxismo con una consigna: “¡Fox
asesino!”.
Los sindicatos afiliados a la CROC pararon actividades
en varios importantes hoteles y restaurantes de la Ciudad de México. Del
seguro social se publicó que participaron 40 mil trabajadores
administrativos (de un total de 500 mil) y, de los universitarios, se supo que
hubo paro administrativo lo mismo que los telefonistas quienes no interrumpieron
las comunicaciones ni la cobranza. De hecho se vieron pocos telefonistas frente
a las oficinas de Teléfonos de México (Telmex) donde se hizo un
mitin.
Los universitarios bloquearon el Periférico Sur e hicieron
un mitin frente a al secretaría del trabajo para exigir la renuncia del
titular. En cuanto a los electricistas, el paro afectó a 465 oficinas en
toda la ciudad y Estados vecinos, habiéndose realizado bloqueos en las
carreteras de Cuernavaca, Pachuca, Toluca y Querétaro, así como en
la Ciudad de México. En las oficinas centrales se realizó un
combativo mitin, habiendo dejado claro que no era “para defender a
nadie”. En el lugar se bloqueó la circulación de
vehículos en ambos sentidos. Luego, se realizó una combativa
marcha hacia la secretaría de gobernación.
Los charros del
sindicato minero informaron, y lo publicó la prensa, que 68 secciones
participaron en el paro dando un listado de secciones por número sin
siquiera identificarlas. 200 mil mineros, dijeron, exigen autonomía
sindical y la restitución inmediata de su “líder”
Napoleón Gómez. De las demás fuerzas de la UNT y acciones
en el interior del país no se supo nada, salvo la participación de
la sección 18 de maestros de Michoacán.
Todos calificaron a
la jornada como exitosa. En algunos medios se habló de 4 millones de
paristas en todo el país. Nadie de los organizadores reportó
adecuadamente los hechos ni los números. Sin embargo, la
movilización demuestra que la acción de las bases puede servir NO
para defender a líderes charros sino para QUITARLOS.
Los trabajadores mexicanos enjuiciamos severamente a Fox
y su gobierno antiobrero y pro-yanki.
Los trabajadores rechazamos la política económica y social del foxismo.