Controla casi el 40% de las reservas de hidrocarburos
Repsol, corrupción y fraude
La transnacional registró a su nombre las reservas de gas de Bolivia.
A través de Andina, una de sus filiales, exportó petróleo de contrabando.
Repsol dispuesta a renegociar los contratos para seguir con el saqueo.
Fraude fiscal y robo
Siguiendo la costumbre típica de las transnacionales
petroleras, Repsol-YPF puso a su nombre importantes reservas bolivianas de gas,
registrándolas en la Bolsa de Valores de Nueva York. Se trata de las
reservas de los campos San Alberto y Margarita, los más importantes de
Bolivia.
En 2005, el Congreso Boliviano aprobó una ley de
hidrocarburos la cual establece que las empresas petroleras extranjeras deben
entregar una regalía del 18% a favor de las regiones productoras y un
impuesto directo de 32% sobre el valor del petróleo o gas natural en
“boca de pozo” o punto de producción. De acuerdo con esa ley,
las transnacionales se obligan a firmar nuevos contratos.
Repsol no ha
firmado ningún nuevo contrato y los hidrocarburos en “boca de
pozo” se los atribuía como de su propiedad. Se trataría de
15 trillones de pies cúbicos (25.7% de las reservas bolivianas) con un
valor de más de 45 mil millones de dólares. Este hecho configura
un evidente fraude fiscal de Repsol al incrementar artificialmente el precio de
sus acciones y balances financieros.
La denuncia de Andrés
Solíz, ahora ministro de Hidrocarburos del gobierno de Evo Morales, el
anterior 9 de enero de 2006 produjo inmediatas repercusiones. El propio
Solíz anunció la acción del gobierno boliviano para
registrar las reservas a nombre de Bolivia en las instancias financieras
nacionales e internacionales.
Repsol dijo que “respeta la
legalidad internacional” en todos los lugares donde opera. Todas las
transnacionales dicen lo mismo pero, TODAS, incurren en la ilegalidad.
El
25 de enero, la transnacional española anunció un
“recorte” de 25% en “sus” reservas probadas de
petróleo y gas. De inmediato se desplomaron sus acciones en el mercado
bursátil de Madrid y Buenos Aires con una pérdida cercana a 3 mil
300 millones de dólares. Eso equivale al 7% del fraude, casi nada. La
reducción de Repsol equivale a 1 mil 254 millones de barriles
equivalentes de petróleo, de los cuales, 629 millones (52%) eran
“sus” reservas probadas en Bolivia, el resto serían de
Argentina.
Por supuesto, Repsol NO reconoció que había
registrado en la Bolsa las reservas que No son suyas, dijo que la
decisión era resultado de la nueva ley de hidrocarburos que “ha
creado incertidumbre”. La transnacional anunció que, “por lo
pronto”, mantenía en suspenso las inversiones previstas en Bolivia
de 400 millones de euros. British Petroleum hizo un anuncio similar. Petrobras
también anunció una reducción en sus reservas.
Contrabando e ilegalidad
Días después, el 17 de febrero, la Aduana
Nacional de Bolivia acusó a Andina (filial boliviana de Repsol) por un
contrabando de 230 mil 400 barriles de petróleo con un valor de 9
millones 215 mil dólares. “Las exportaciones de crudo han estado en
todo momento dentro de los causes legales”, declaró Repsol a las
agencias de prensa. El ilícito de Repsol ocurrió entre junio de
2004 y julio de 2005.
De acuerdo a las acusaciones, Andina habría
falsificado documentos para la exportación del petróleo boliviano.
Los delitos serían, entonces, de contrabando y falsificación de
declaración aduanera. El petróleo habría salido por Arica
(Chile) y Yacuiba (Argentina).
El 20 de febrero, la justicia boliviana
inició la investigación “por corrupción en gran
escala” de la subsidiaria de Repsol, poseedora del 50% de las acciones y
la administración de Andina.
En 2006, Repsol hace exactamente lo
mismo que hicieron la Standard Oil en 1937 y la Gulf Oil Company en 1969,
transnacionales acusadas de contrabando en ambos casos.
El propio
presidente de la trasnacional acudió a La Paz para entrevistarse con Evo
Morales. Al término de la reunión, Antonio Brufau declaró
que Repsol se portaría bien y enumeró que mantendría sus
inversiones, que renegociaría las concesiones petroleras de acuerdo a la
nueva ley, que acataría el fallo de los jueces sobre el caso Andina, y
que construiría la fábrica de fertilizantes más grande del
mundo utilizando gas natural. Dijo, también, que el gobierno le
ofreció plenas garantías a la inversión
extranjera.
Al realizarse las investigaciones, el 10 de marzo se
encontró que en el campo Margarita de Tarija, en Santa Cruz, operaba
ilegalmente una planta procesadora de gas. Además, se habría
importado ilegalmente equipo por un valor de 8 millones de dólares. Un
día antes habían sido allanadas las oficinas de Andina en busca de
sus directivos que habían desaparecido. El 11 de marzo, la planta
procesadora de gas fue intervenida por el gobierno boliviano. El 15 de marzo,
los dos directivos fueron detenidos y más tarde puestos en
libertad.
Además de Andina, son subsidiarias de Repsol: Pluspetrol
y Maxus. Repsol controla la exploración y explotación. En 2004, la
producción anual de petróleo fue de 10.6 millones de barriles y
161 mil 100 millones de gas natural. A través de Andina, Repsol controla
los campos más importantes de productores de gas natural. El precio de
este energético es de 35 dólares por baril en 2003 mientras el
costo de producción en “boca de pozo” es de 1 dólar.
Saqueo de transnacionales
El Tribunal Constitucional de Bolivia
decretó que los 76 contratos en materia de hidrocarburos son
anticonstitucionales. De esos contratos, 20 corresponden a Repsol y
subsidiarias.
Las acciones fraudulentas y corruptas de Repsol, cometidas
en Bolivia y seguramente en otras partes donde opera como México, son
motivo más que suficiente para rescindirle TODOS los contratos. De hecho,
a NINGUNA transnacional debiera otorgársele NINGUN contrato. La
razón es simple: NO se necesita la participación de las
transnacionales, estructuras mafiosas y saqueadoras de las riquezas nacionales.
En países como México, Repsol participa en la industria
petrolera nacionalizada al margen de la ley. La Constitución
política del país PROHIBE toda concesión o contrato a
particulares. Repsol, Petrobras y demás transnacionales saben que operan
en la ilegalidad pero no les interesa, su objetivo es obtener ganancias
así sean ilícitas.
En Bolivia se ha argumentado que, en
términos de la ley de hidrocarburos de 2005, las petroleras extranjeras
deben regularizar su situación mediante nuevos contratos. Por supuesto,
todas las transnacionales que operan en Bolivia han declarado su
disposición a firmar esos nuevos contratos de concesión. La
razón es obvia, eso les permitirá legalizar su situación;
el ilegal atraco de hoy podría ser legal mañana.
Morales y
García han dicho reiteradamente que “se garantizará la
seguridad jurídica a las inversiones extranjeras que se ajusten a las
disposiciones jurídicas nacionales”. El gobierno ha declarado que
desea la participación de las transnacionales pero que quiere
“socios no patrones”. La declaración es de efectos solamente
propagandísticos porque, asociarse con las mafias NO es buen
negocio.
Evo anuncia la “nacionalización”, Repsol declara que se queda
El 1º de mayo, el presidente boliviano Evo Morales
decretó la “nacionalización” de los hidrocarburos.
“Se acabó el saqueo de las petroleras internacionales”, dijo.
De inmediato, la transnacional española se manifestó
“dispuesta a renegociar los contratos”.
Repsol
descartó abandonar las operaciones en el país. Por supuesto,
Bolivia representa el 18% de las reservas de hidrocarburos de Repsol-YPF, el 10%
de su producción. Los activos ascienden a 1 mil millones de euros y, en
2005, el beneficio neto fue de 3 mil 120 millones de
euros.
¿Cómo no se van a quedar? Para Repsol, Bolivia es un
país muy atractivo. Junto con Iberdrola y Red Eléctrica
Española, controlan el mercado energético, eléctrico y de
hidrocarburos en el país andino. Para expulsar a esas transnacionales,
fraudulentas, corruptas y saqueadoras, se requiere un proceso de
Nacionalización verdadero y a fondo.
Fuente:
Elaboración con datos de Fernández-Vega C., en La Jornada
28 ene 2006.